Jaku-chara Tomozaki-kun

Volumen 5

Capitulo 1: Incluso con buenas estadísticas, las misiones pueden ser difíciles sin armadura

Parte 3

Cuando llegamos al campo, caminamos hacia Mimimi, quien estaba reluciente de sudor y sonriendo mientras estaba rodeada de sus compañeros de equipo. Aparentemente, Hinami estaba en otro lugar.

Tama-chan saludó dramáticamente con sus pequeños brazos. —¡Minmi!

Cuando escuchó la voz de Tama-chan, Mimimi giró la cabeza hacia nosotros como un perro levantando las orejas y saludó enérgicamente.

—¡Hola! ¿Me esperaste de nuevo hoy? ¡Aww, eres tan dulce! ¡Supongo que simplemente te preocupas por mí muuuuuuucho!

Abrió ambos brazos de par en par, aparentemente para demostrar la magnitud

del amor de Tama-chan. Sigue siendo tan tonta como siempre. Sus compañeros de equipo miraban con sonrisas que decían que estaban acostumbrados a ella.

—¿Y tú también, Tomozaki? ¡Este es un evento raro!

—Hey. Solo estaba…

—¿Qué? ¿Te enamoraste de mí?

—Sí, sí.

Fingí sacudirme con indiferencia a sus palabras, a pesar de que mi corazón latía con fuerza. Todos sus compañeros de equipo me miraron y luego volvieron a mirar a Mimimi como diciendo: ¿Quién es él?

—¡Déjenme presentarles a mi cerebro!; Dijo, agitando las manos dramáticamente. Sus compañeros de equipo parecían aún más desconcertados. No me hagan caso. ¡Solo soy un NPC al azar!

Pero Mimimi sonrió con su habitual sonrisa burlona. Estoy bastante seguro de que ella estaba tratando de aliviar cualquier incomodidad, y Tama-chan también lo sabía. Probablemente por eso ella le devolvió el alegre saludo de Mimimi con su propia sonrisa típica y desviaba su mirada.

—¡De todos modos, vamos!; Dijo tama-chan alegremente.

—¡No tienes que decírmelo dos veces!

—¡Hey, atrás! ¡Me empaparás con tu sudor!

—¡Absórbelo! ¡¿No puedes sentir el amor en él?!

—¿¡Amor!? ¡Es solo sudor!

Mimimi saltó hacia Tama-chan y se apretó contra ella, y los tres salimos del campo. No pensé que mi imaginación hiperactiva fuera la culpable de la pizca de tristeza que vi en la sonrisa

de Tama-chan en comparación con su sonrisa; era diferente de cómo solía actuar antes de que comenzara todo este drama.

Realmente tenemos que resolver esto.

 Mientras nos dirigíamos a casa, silenciosamente decidí hacer precisamente eso.

***

El día siguiente era viernes. A pesar de todo lo que estaba pasando, Hinami y yo todavía teníamos nuestras reuniones matutinas. Hoy ha comenzado con ella cuestionándome con tono acusador.

—Tú y Hanabi están tramando algo, ¿no?

Ella me lanzó una mirada penetrante. En lugar de inspeccionar todo desde la distancia como de costumbre, ella parecía estar ansiosa y bajo mucha presión. Esta no era la Hinami que conocía.

—… ¿Qué puedo decir?

Hinami respondió con irritación a mi vaga respuesta. —Dijiste antes que Hanabi debería cambiar, ¿no?

—… lo dije, pero …

—Estabas esperando a Mimimi con Hanabi ayer, ¿no es así? ¿Qué estabas haciendo?; preguntó con un toque de advertencia en su voz. Ella debió haberme visto cuando fuimos a encontrarnos con Mimimi después de la práctica del club de atletismo. —No le diste ninguna idea, ¿verdad?

Su tono era tranquilo pero poderoso, como si tuviera la intención de aplastarme metódicamente. Me sentí un poco intimidado, pero la miré a los ojos, decidido a mantenerme firme. Después de todo, Tama-chan había tomado la decisión de pelear. No podía rendirme ahora.

—Le di algunas ideas, y probablemente no las aprobarías.

Yo estaba asumiendo su desafío de frente y ella pareció un poco sorprendida por eso.

—… Entonces estás tratando de cambiarla; Ella me miró, pero, ¿estaba imaginando ese destello de incertidumbre en lo profundo de sus ojos?

—… Aún estás en contra, ¿eh? ¿Realmente no quieres que ella cambie?

—Obviamente. Hanabi tiene razón. Ella no debería tener que cambiar.

Ella había dicho lo mismo cuando hablamos de esto un rato antes. Su argumento no era del todo lógico; no era propio de ella. Por alguna razón, fue muy obstinada en este punto. Y obstinadamente opuesto a mí.

Pero había algo que quería que pasara por su lado. Si Tama-chan iba a seguir el camino que había elegido, si iba a luchar hasta el final, entonces no había forma de evitar el hecho de que Aoi Hinami era su aliada más fuerte. Intenté elegir las palabras adecuadas para sacar la verdad de sus sentimientos.

—… ¿Y si Tama-chan quiere cambiar?

Hinami se congeló por unos segundos, luego me miró interrogante.

—¿Quiere cambiar? ¿Hanabi?

Su voz vaciló. Eso definitivamente no era propio de ella. Incluso si tenía dudas internas, nunca las dejó mostrar tanto. Esta situación la estaba afectando de manera diferente a la habitual.

No sabía por qué, pero podría ser una forma de llegar a ella. Si pudiera usar su vulnerabilidad para convencerla de que nos ayude, entonces ese es el camino que yo quería tomar.

Consideré mis próximas palabras. La causa raíz era un misterio, pero Hinami respetaba los principios de Tama-chan. En ese caso…

—Sí. Dijo que quiere cambiar porque todo esto está haciendo infeliz a Mimimi. Ella fue clara sobre eso, sin ninguna sugerencia de mi parte.

Hice hincapié en el hecho de que este era el propio deseo de Tama-chan.

—Eh…

Hinami se llevó su dedo al labio y se hundió en sus pensamientos. Se veía muy seria, pero no tenía la menor idea de lo que ella estaba tratando de decidir o lo que quería de esto.

—Si puedes, quiero que la ayudes.

Al final, llegué al meollo de mi solicitud. Ella me miró sin comprender por unos momentos. Finalmente, apretó los labios y asintió con la cabeza, como si hubiera trabajado en privado con algo en su mente. Sus ojos eran de un negro impenetrable y sin fondo. Sentí que me ahogaría en ellos.

—… Si Hanabi cambia, todo tiene poco sentido.

Por alguna razón, su rostro estaba lleno de determinación inquebrantable.

—Hinami …

Normalmente a ella no le importaba adaptarse a las reglas que consideraba incorrectas si eso significaba que lograría sus objetivos. Pero en esta pelea, ella había dejado de lado ese principio.

¿Por qué haría eso? ¿Estaba entrando en pánico porque uno de sus amigos más cercanos estaba en peligro? o, ¿era otra cosa? Sentí que la conocía, pero realmente no la conocía. Ni siquiera tenía nada parecido a una respuesta.

Aun así, logré confirmar una cosa. Mi maestra de confianza no me ayudaría con esto.

***

Fue el descanso del segundo período el mismo día.

¡Bang! El escritorio de Tama-chan se sacudió hacia un lado. Konno había pateado a propósito, como de costumbre. Todavía no se había aburrido de acosar a Tama-chan. Me mordí el labio y esperé a ver qué pasaba. Este fue el comienzo de la batalla.

La clase se quedó en silencio, y luego ese estado de ánimo molesto y desesperado se apoderó de toda la clase. Para ya. Por injusto que fuera, su objetivo era Tama-chan.

Konno descaradamente lo ignoró todo y se acercó a su grupo, como siempre hacía.

Hasta el día anterior, esto fue cuando estalló una discusión entre Tama-chan y Konno. Entonces la frustración de la clase se volvería hacia Tama-chan y Mimimi se enojaría. Ese era el patrón habitual.

Miré a Tama-chan. Ella miró hacia atrás y asintió levemente.

—…

Ella se mordió la lengua. No acusó a Konno de nada ni la regañó. En cambio, ella la ignoró por completo.

Konno le lanzó una mirada ligeramente sorprendida, pero de inmediato, ella fingió desinterés y se volteó hacia su grupo. Los otros estudiantes dejaron escapar un suspiro colectivo, viendo cómo se desarrollaba la escena.

Bien.

Esta fue la primera táctica que Tama-chan tuvo a su disposición, fue silenciosa pero significativa. Ella aguantó el acoso, incluso comprometió su sentido de la justicia para suavizar el ataque de la clase en general y para que Mimimi se preocupara un poco menos por ella.

Desde el exterior, probablemente parecía un pequeño paso hacia adelante. Pero para Tama-chan, que odiaba inclinarse ante alguien, no solo fue un gran paso sino también uno difícil de dar.

Mimimi miró atónita y sorprendida, pero rápidamente recuperó el equilibrio y gritó alegremente.

—¡Tama! ¡Vamos a beber algo!

Esa fue la señal para que la clase se relajara. Bueno. Hoy no hay drama. El alivio tácito era visible en sus rostros. Tama-chan había hecho un buen trabajo evitando la negatividad habitual, y, por ahora, eso era suficiente.

Solo por esta escena, probablemente pensarías que ella era una víctima indefensa y débil que merecía compasión. Pero estoy bastante seguro de que fue un paso necesario para resolver el problema de raíz.

Miré a mi alrededor, tratando de observar a mis compañeros y tener una idea del estado de ánimo actual. Fue entonces cuando vi a Hinami mirando fijamente al espacio como un maniquí. Su mirada se volteó hacia Tama-chan y Mimimi.

—¡Aoi, ven con nosotras!

Al oír la voz de Mimimi, ella se recuperó sobresaltada y se obligó a sonreír. Los tres caminaron una al lado del otra fuera de la habitación y hacia la escalera donde está la máquina expendedora. Para mí, la figura de Hinami retrocediendo por el pasillo se veía oscura y sombría.

En el almuerzo, me sentí claramente incómodo. Hinami estaba charlando con Nakamura e Izumi. Nada especial en eso. Lo de siempre.

Era difícil de expresar con palabras, pero… algo estaba sucediendo con una frecuencia sospechosa.

Hinami y yo tenemos esta relación en la que hablamos honestamente sobre nuestros sentimientos y pensamientos en privado, así que cuando se trata de la versión de sí misma que comparte con todos los demás, yo hago el papel de observador casual. Eso me ha dado una comprensión general de cómo actúa—y ella estaba hablando mucho con Izumi y Nakamura. Lo había notado gradualmente a partir de esta semana, pero hoy se destacó especialmente.

Probablemente estaba trabajando en algún tipo de estrategia.

A diferencia de mí, ella estaba moviendo los hilos detrás de escena. ¿Cuál era su objetivo y estaba en curso de colisión con el mío? Tenía montañas de preguntas sin respuesta.

De todos modos, mi única opción era seguir adelante con mi propia estrategia.

***

Después de la escuela, pasé algo de tiempo en la biblioteca y luego me dirigí al salón de clases para reunirme con Tama-chan para poder hablar sobre los eventos del día.

—Buen trabajo al mantener la calma cuando pateó tu escritorio. Empecemos con eso.

Tama-chan asintió con decisión. —Fue realmente frustrante… pero eso es lo que se necesita, ¿verdad?

—Sí; Estuve de acuerdo. Eso fue importante para nuestro objetivo. —Pero eso solo evitará que las cosas empeoren. No creo que haya mejoras dramáticas.

Tama-chan me miró con incertidumbre. —Probablemente tengas razón… pero ¿qué debo hacer?

No tenía una respuesta clara, así que traté de recopilar la información que tenía.

—… Creo que necesitamos una estrategia para mejorar esta situación. Tama-chan inclinó la cabeza con curiosidad. —Por supuesto. ¿Como qué?

—Buena pregunta…

Miré hacia abajo, pensando. Tuvimos que mejorar dos puntos principales. Uno fue el acoso de Konno. La otra fue la negatividad general dirigida a Tama-chan. En este momento, estábamos priorizando lo último.

Por el momento, el acoso de Konno no dejó ninguna evidencia, lo que significaba que había límites sobre lo que podía hacer. Si Tama-chan pudiera soportar la situación, podría ganar algo de tiempo mientras evitaba daños permanentes a su imagen.

La clase fue una historia diferente.

—El problema es que no sabemos qué van a hacer todos en clase.

—… ¿Qué quieres decir?

—En este momento, todo el mundo está mirando, pero eventualmente, ellos pueden comenzar a unirse al acoso de Konno.

Solo es eso. Honestamente hablando, casi no tenía ninguna perspectiva sobre lo que haría la clase a partir de ahora. Por el momento, el estado de ánimo se había estancado justo antes de una crisis, pero no tenía idea de qué podría llevarlo al límite o qué tipo de crueldad podría ocurrir como resultado.

Durante el torneo deportivo, no había hecho falta mucho para reunir a la clase. De la misma manera, un pequeño evento podría empujarlos a unirse para el mal en lugar del bien.

—Heh, eso podría pasar; Dijo Tama-chan, con los ojos llenos de comprensión. —¡Diablos!

—Lo sé. Pero… es posible.

Ya había una persona acosando a Tama-chan, por lo que era lógico que otros siguieran su ejemplo. El estado de ánimo también se inclinó en esa dirección. Todo podría cambiar simplemente porque la gente deja que otras personas determinen cuáles deberían ser sus valores. Esa era la naturaleza de la clase.

Para evitar eso, le pedí a Tama-chan que dejara de luchar contra Konno. Era una medida de emergencia, pero la antipatía de esas discusiones diarias anteriores podría convertirse en un factor importante para mover la clase.

—Creo que lo que tenemos que hacer ahora es concentrarnos en evitar que todos te eviten y, si es posible, convertirlos en tus aliados.

—Todos, ¿eh?; Tama-chan miró hacia abajo con incertidumbre. Todos. Ese era probablemente el oponente que ella más odiaba. No podía expresar abiertamente sus pensamientos a un grupo de personas de la misma manera que podía hacerlo uno a uno. —Es tan difícil saber lo que piensa la clase en su conjunto…

—… Sí…

Asentí con simpatía. Básicamente, estaba hablando de leer el estado de ánimo. Tenías que pensar en el grupo de manera abstracta como un solo animal y analizar las reglas y valores que lo motivaron, o lo que Hinami llamó el estándar del bien y el mal, para comprender su proceso de pensamiento y sus acciones. Nada de eso fue fácil.

—Puedo entender lo que piensan ciertas personas, pero cuando se trata de todo el grupo, no tengo ni idea.

Tama-chan miró a su alrededor con tristeza. Había muchos escritorios y sillas. El espacio cuadrado estaba tan sin vida y tan confinado. Un poco más de treinta personas convivieron aquí a lo largo de un año, llenándolo de emoción o de claustrofobia. Y a pesar de todo, el estado de ánimo vagaba como un monstruo al acecho.

—Pero… a veces, todos hacen un movimiento al mismo tiempo, ¿sabes?

—Sí…

Cuando el estado de ánimo del grupo cambia, puede ser como un río fangoso arrastrando a personas indefensas. El proceso no siempre es justo y no siempre tiene sentido—esa era una de las razones por las que solía pensar que la vida era un juego de mierda. Pero también podría pensar en ella como una de las reglas más importantes de la vida. Es demasiado poderoso para ignorarlo.

—¿Tomozaki, no se sabe lo que todo el mundo está pensando?; Tama-chan me miró con incertidumbre.

—Uhm…

Hice una pausa por un minuto, sin saber qué decir. Estaba pensando en los domadores de monstruos como Hinami, Mizusawa, Nakamura y Konno.

También estaba considerando todas las experiencias que había acumulado durante mi formación y a dónde me habían llevado a pensar en los últimos meses, así como las habilidades y las nuevas perspectivas que había adquirido. Lo medité todo, revisé las conclusiones a las que había llegado y me di cuenta de algo.

—Bueno, recientemente, comencé a resolverlo.

—¿De verdad?

—Sí.

Asentí con un poco de confianza. Por ejemplo, di un paso para aumentar mi autoestima  cuando completé el ejercicio de defender mis opiniones. Cuando ayudé a Mimimi con su discurso para las elecciones del consejo estudiantil, tuve una idea de cómo interpretar el estado de ánimo.

Y cuando logré motivar al grupo de Erika Konno para que participara en el torneo deportivo, entendí cómo dirigirlo.

Al filtrar todas estas experiencias a través de la perspectiva de jugador particular de nanashi sobre las batallas, desarrollé una imagen bastante práctica sobre cómo leer el estado de ánimo.

—Solía ser malo para descubrir cómo pensaba la gente, pero estoy mejorando después de ganar un poco de experiencia.

—¿En serio?

Me di cuenta de algo más: la realidad—y también, creo, la esperanza—de que estaba mejorando constantemente.

—Y si pude resolverlo con algunas tareas y capacitación… tú también deberías poder hacerlo. Los ojos de Tama-chan se iluminaron. —¿Eso crees?

—Estoy seguro de ello; Pero luego me di cuenta de otra cosa. —Pero, eh…; Murmuré. Tama-chan inclinó la cabeza. —¿Qué?

Era un problema muy simple pero muy básico.

—Me tomó unos cinco meses…

—Oh. Cierto.

El nivel de emoción bajó rápidamente. El entrenamiento de Hinami fue completamente ortodoxo y directo como una flecha. Implicó un esfuerzo lento y constante. Ese fue el enfoque más correcto, más seguro y más poderoso, pero tomó tiempo. Como jugador, sabía que la mejora real siempre requería un esfuerzo a largo plazo.

—Cinco meses así … es imposible.

—… Lo sé. Es demasiado lento.

El estado de ánimo puede cambiar en cualquier momento. Si Tama-chan pasó cinco meses entrenando de manera constante, algo irreversible podría suceder mientras tanto y destruir todo el plan. Las posibilidades de que eso sucediera eran bastante altas. No podía asumir esta pelea a un ritmo pausado.

—Necesitamos algo que cambie todo en un corto periodo de tiempo…; Murmuré, pero sabía que no era así como funcionaba el crecimiento. Bueno, técnicamente hablando, podría haber una solución milagrosa que cambiara toda la situación, si pudiéramos pensar fuera de la caja, invertir nuestra percepción y ser más astutos que el enemigo.

Después de todo, así era como nanashi abordaba cada juego. Estaba seguro de que podría hacerlo en las condiciones adecuadas. Pero primero tenía que entender completamente las reglas más sutiles del juego. Y cuando se trataba de este, todavía no estaba allí.

—… Hmmm.

—No te ves bien, ¿eh?; Dijo Tama-chan, mirándome a la cara.

—Sí…

Según las pistas que tenía en ese momento, no pude encontrar una estrategia en la que me sintiera seguro.

—Es difícil cuando el tiempo es tan limitado …; Dije.

—¡Hey, ustedes dos!

De repente, escuché que alguien nos llamaba teatralmente desde la puerta del salón de clases. Me di la vuelta con sorpresa y vi una figura parada allí con una mano levantada con indiferencia, y una sonrisa sardónica en su rostro. Era Mizusawa.

Mi sorpresa no quitó cual él se acercó a nosotros y puso una mano en mi hombro. Entonces levantó una ceja y me miró a los ojos con una expresión exasperantemente arrogante.

—Pareces preocupado, amigo mío; Dijo con una sonrisa presumida y demasiado confiada.