Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 6: Hacia una Gloria que No Vale la Pena Tomar

Capitulo 8: Cruza la Línea

Parte 6

La persona se echó hacia atrás y puso una mano en la empuñadura de su katana mientras seguía corriendo. Dirigiéndose directamente hacia la hidra.

“Soma…” Haruhiro accidentalmente dijo su nombre sin un honorífico.

Haruhiro se quedó ahí aturdido.

Soma.

Era Soma.

La hidra se precipitaba hacia ellos, y Soma corría en dirección opuesta a ellos, por lo que los dos colisionarian.

¿Él estará… bien?

Sería una mentira decir que no estaba preocupado, pero, por alguna razón, Haruhiro no podía imaginar a Soma siendo asesinado.

La hidra levantó su enorme cuerpo con sus tentáculos, luego se lanzó a Soma.

Soma no se detuvo, ni siquiera disminuyó su ritmo.

Sacó su katana.

Haruhiro pudo ver todo hasta ese momento. Pero ¿qué hizo después de eso?

Los ojos de Haruhiro se abrieron de par en par y observó de cerca, pero aún así, no podía decirlo.

Solo sabía que dos de los tentáculos de la hidra se habían desprendido y volado en el aire.

La hidra aterrizó con un ruido sordo, pero ¿qué pasaba con Soma?

Haruhiro finalmente fue presa de la incertidumbre. ¿Soma había sido aplastado?

Los tentáculos de la hidra se retorcieron y se enroscaron cuando la criatura intentó dar media vuelta. ¿Eso significaba que ahí era donde estaba Soma? ¿Se había deslizado bajo la hidra? ¿O algo así?

Mientras Haruhiro todavía estaba en suspenso, incapaz de estar seguro de lo que había sucedido, la hidra saltó hacia la izquierda.

Ahí.

Ese es Soma.

Está blandiendo una katana. Es larga, esa katana. ¿Por qué parece mucho más larga que cuando la colgaba sobre su espalda?

En cualquier caso, la espada de Soma hacía vacilar a la hidra. Estaba enfrentando a esa enorme criatura en un combate cuerpo a cuerpo, y él era quien la empujaba hacia atrás.

Es raro. Eso no está bien. ¿Qué está pasando?

“Ahora, mira, cuando usas la palabra genio.” Lo siguiente que notó fue que Gogh estaba al lado de él, que seguía siendo llevado en la espalda de Taro. “Ese es el tipo de hombre del que estás hablando. Solo ha estado activo durante la quinta parte del tiempo que nosotros. Sin embargo, aún así, él puede hacer eso. El talento es algo cruel y aterrador.”

Increíble, pensó Haruhiro. Los rumores sobre él no eran solo palabras. Soma también había salvado sus vidas antes. Él no era llamado el más fuerte por nada.

Haruhiro lo sabía. O había pensado que sí. Pero no debió entender realmente lo que eso significaba.

Esa katana podría ser especial de alguna manera. Su armadura parecía esconder algún poder secreto que trascendía el conocimiento humano. Aun así, el mismo Soma era un ser humano de carne y hueso. Tenía que serlo.

¿Era realmente humano, al igual que todos ellos? Era difícil de creer.

Soma estaba manejando a la hidra con una sola katana. ¿Cómo estaba cortando esos tentáculos que tenían más de dos metros de grosor? Haruhiro no tenía idea. Era claramente imposible. Pero Soma lo estaba haciendo.

Haruhiro probablemente no estaba alucinando, así que esto era la realidad. Era una realidad que trascendía la comprensión y la imaginación de Haruhiro. O más bien, no había forma de que pudiera haber imaginado algo así.

Por ejemplo, si dijera: “Algún día, voy a blandir una katana y derribar un monstruo del tamaño de un edificio de dos pisos,” estaba seguro de que la gente se reiría de él. Haruhiro haría lo mismo, por supuesto. Si alguien a su alrededor decía algo así, pensaría “Qué idiota.”

¿Eran personas como Soma, que hacían realidad esos sueños ridículos, los verdaderos genios?

Gogh tenía razón, era cruel. No había manera de cerrar esta brecha y no saltar sobre ella. Era como la diferencia entre la luna y una tortuga. Claro, ambas eran redondas, pero incluso tratar de compararlas no tenía sentido. Simplemente eran demasiado diferentes.

Incluso las cosas que le venían a la mente cuando pensaba en eso eran tan ordinarias que solo quería desaparecer. Haruhiro siempre había sabido que era ordinario, por lo que no se sentía frustrado en absoluto, pero, aún así, lo hacía sentir vacío. Si hubiera pensado que tenía el potencial para ser alguien, y hubiera estado apuntando a la cima, el shock bien podría haberlo dejado incapaz de recuperarse.

Estaba contento de que él y todos los demás reconocieran su mediocridad. Gracias a eso, solo tenía que sufrir por este sentimiento de impotencia.

“¡Soma!” Una criatura de belleza y elegancia inhumanas  gritó mientras pasaba corriendo junto a Haruhiro.

Era natural que pareciera inhumana. Ella no era humana en absoluto.

Es una elfa. Bueno, Taro es un chico inusualmente lindo también. ¿Tal vez la raza élfica solo tiene gente hermosa? De cualquier manera, su belleza se destaca. Esa piel blanca de debería estar en contra de las reglas naturales. También tiene cabello plateado. La forma en que sus ojos brillan, se ven exactamente como gemas. Cuando se trata de su figura, supongo que se podría decir, o su físico y su musculatura, ni siquiera son humanos. Como, su cabeza es muy pequeña. La forma en que corre es diferente también. Sus pasos son mucho más ligeros que los de un humano. Es menos como si estuviera corriendo por el suelo y más como si se deslizara sobre él.

“¡Estás escapando por tu cuenta de nuevo!” Lilia sacó una espada delgada que le quedaba bien, y cargó directamente hacia la hidra.

Ella era una bailarina de espadas. Era realmente como si estuviera bailando. Lilia hizo círculos alrededor de los tentáculos, haciendo bailar su espada. En lugar de golpearlos con su espada, era como si los estuviera cortando con el movimiento de su espada y su cuerpo. Incluso si no podía cortarlos como lo había hecho Soma, Lilia definitivamente estaba lastimando los tentáculos que atacaba. Naturalmente, no podían tocarla. No dejaba que nada se le acercara.

Mientras Haruhiro contenía la respiración y observaba atentamente las magníficas y sublimes técnicas de espada de la elfa, escuchó a alguien soltar un suspiro que sonó como un bostezo. Cuando miró por encima, el hombre grande con las rastas pasó junto a Haruhiro con pasos relajados, pero increíblemente grandes.

Kemuri era un paladín como Akira-san, Tokimune o Kuzaku. Naturalmente, eso significaba que tenía un escudo en la espalda, pero la espada tan larga que llevaba puesta en diagonal sobre su espalda llamó la atención de Haruhiro primero.

Lentamente sacando esa espada con ambas manos, Kemuri se acercó a la hidra.

No importa lo bueno que sea, ¿no es un poco descuidado?

Uno de los tentáculos apuntó a Kemuri. Desde arriba y hacia un lado, y azotó diagonalmente hacia él.

“¡Toma…” Kemuri no esquivó. Impactó el tentáculo con su espada. “…esto!”

Cuando colisionó con la espada, el tentáculo se rasgó en dos. ¿Cómo hizo eso? Acababa de ganar una contienda de fuerza bruta contra un tentáculo que tenía más de dos metros de grosor.

“Si hace cosas así, estoy sorprendido de que su espalda no duela.” Akira-san estaba acariciando su barbilla, habiendo cambiado a modo espectador.

¿Ese es el problema aquí?

“Tienes dolores de espalda después de todo.” Miho frotó la espalda de Akira-san.

“¡Hmph! Yo también podría hacer eso…” Branken se había puesto el hacha en su hombro y parecía que también estaba tomando un descanso.

“Voy a pasar, gracias.” Kayo se acercó a Gogh, agarrando a su cariño y llevándolo en sus brazos como si fuera una princesa. “Ese fue un buen esfuerzo el que hiciste. Debes estar cansado de usar toda esa magia, ¿verdad, cariño?”

“…No estoy tan cansado, así que deja de llevarme así.”

“A tu edad, ¿de qué tienes que avergonzarte?” Kayo preguntó.

“Es precisamente mi edad lo que hace que esto sea tan vergonzoso. ¡Bájame!”

“No quiero.”

“¡Maldición!”

Mientras miraban a ese esposo y esposa que estaban tan cerca que hizo que todos los que los veían estuvieran avergonzados por ellos, su hijo elfo mostraba una sonrisa verdaderamente feliz.

“Oh, cielos. Es Shima-chan,” dijo Miho. Mirando en la misma dirección que ella, Haruhiro vio a la sexy chica adulta caminando agraciadamente en su dirección.

“Hey,” dijo Shima con una inclinación de cabeza. “¿Cuál es la situación aquí?”

“Es más resistente de lo que pensábamos.” Akira-san inclinó un poco la cabeza hacia un lado. “Parece que no podremos simplemente alcanzar su punto débil y terminarla rápido así. Tendremos que desgastarla. ¿Dónde está Pingo-kun?”

“Se está acercando al dios gigante. Zenmai también. Ha estado con Pingo desde que volvió cuando ya no pudo conducir a la hidra.”

“¿Crees que Lala y Nono huyeron?” Akira-san preguntó.

“Me pregunto,” dijo Shima. “No se puede predecir a esos dos.”

“Creo que primero tendremos que resolver la hidra.”

“Si algo sucede, te sanaré,” dijo Shima. “No es que yo crea que pasará.”

“No, contaré contigo. Quiero decir, me estoy poniendo viejo después de todo. Podría equivocarme.”

“Seguramente bromeas.”

“Lo digo en serio. Branken, Kayo, es hora de volver al trabajo.”

“Muy bien.” Branken se acarició la barba, con un fuego ardiendo en sus ojos.

“Cariño, espérame, ¿de acuerdo?” Kayo bajó a Gogh, luego giró sus brazos en círculos para calentar.

“¡Yo también ayudaré!” Taro preparó su arco.

Oh. De verdad lo van a hacer. Bueno, sí, supongo que lo harían, ¿eh? Quiero decir, parece que Soma, Lilia y Kemuri podrían ir solos, pensó Haruhiro. No había nada que él y los demás pudieran hacer, por lo que probablemente solo eran buenos para quedarse aquí en modo espectador y mirar la pelea hasta el final. O más bien, no podían hacer nada más que eso.

Tada habló. “Vamos a robarles el protagonismo, Tokimune.”

“¡Hagámoslo, Tada!”

Tada y Tokimune estaban ansiosos por irse, y Iron Knuckle, Berserkers y Orion parecían haber visto este como el momento de cambiar las cosas, pero Haruhiro no tenía intención de ser arrastrado a ello.

A pesar de eso, Ranta dijo: “¡B-B-B-B-Bien, yo también!” Con un temblor en su voz. Él no tenía esperanza.

“¡Espera, ¿no me vas a detener?! ¡Maldito tú y tus ojos soñolientos!”

“Mis ojos no tienen nada que ver con esto…”

“¡Lo hacen, idiota!” Ranta gritó. “¡Me asusta, esa mirada en tus ojos!”

“Akira-san y los demás se van sin ti, sabes,” dijo Haruhiro.

“¡Vaya, tienes razón! ¡Perdí mi oportunidad! Hoooombre, soy demasiado lento. Qué vergüenza, eh. No puedo ir ahora. Todo es tu culpa, Parupiro.”

“Mi culpa, eh…”

Mientras pensaba, hombre, qué tal si vas a la carga contra la hidra, Haruhiro miró alrededor. No había forma de que pudiera luchar contra la hidra, pero aún podría haber cultistas o gigantes blancos viniendo. Si era necesario, podrían manejar una cantidad de esos.

Está bien. Tengo hacer lo que tenga que hacer. Nosotros, la gente común, necesitamos hacer cosas de la gente común. Está bien, o mejor dicho, es todo lo que podemos hacer. Incluso si somos mediocres, no dejaremos que las habilidades se pudran, ¿sabes? Quiero decir, si las dejamos pudrir, seríamos aún peor que mediocres.

“…¿Espera? Eso es… ¿Eh…? Espera… ¿Yume?”

“¿Miau?” Yume preguntó.

“Oye, allá…” Haruhiro señaló hacia el sur. “Digo, podría ser mi imaginación, pero…”

“¿Eh? Whewie. Hay algo ahí,” coincidió Yume. “No estoy segura de esto, pero ¿tal vez sea una hidra?”

“Sí, eso creí. Eso es lo que pensé que era.” Haruhiro entró en pánico y miró de nuevo. “S-Se ve como una, ¿no? Parece una h-h-hidra, ¿verdad? ¡¿Sí?!”

“¡¿Otra más?!” Mary se encogió.

“No puede ser…” Shihoru estaba temblando.

“¿Eh? ¿No está mal?” Tal vez por agotamiento, la postura de Kuzaku era aún peor de lo normal.

“Estás bromeando…” Mientras todavía estaba metida bajo el brazo de Mimorin, Anna-san sombreó sus ojos con una mano y miró hacia la distancia. “¡¿What the fuck?! ¡No way!“

“¡Oh, vamos, vamos, vamos, vamos, vamos!” Ranta apuntó con la punta de su Espada Relámpago Delfín a Haruhiro. “¡Todo esto es tu culpa, amigo! ¡Te culpo!”

“¿Qué diablos?” Mimorin dijo, con voz monótona y golpeó a Ranta en la parte posterior de la cabeza con su bastón.

“Urgh…” Ranta se puso en cuclillas por el dolor.

“¡Hoooombre!” Kikkawa intentó bromear por alguna razón. “Es como, ¿eso no acaba de vencer a todos? ¡Incluso tengo que llorar a mi tío después de ver esto! Espera, ¿tengo un tío?”

“Hm…” Gogh parecía estar pensando en eso.

“Bueno, eso es un dilema.” El tono de Miho no sonaba lo suficientemente serio dada la gravedad de la situación.

¿Es porque es demasiado hermosa? Se preguntó Haruhiro, ¿O eso no tiene nada que ver con esto?

“Había otras, eh.” La forma en que Shima dijo eso que con el ceño fruncido parecía, en una palabra, seductora.

Espera, ¿por qué estas personas actúan tan impávidas? ¿Es la experiencia? ¿Este tipo de crisis no es nada para ellos? ¿Tal vez creen que al final serán capaces de salir de esto?

“¡A-A-Akira-san!” Haruhiro corrió hacia él.

Akira-san estaba a punto de lanzarse a la hidra. Aun así, notó a Haruhiro y se volvió para mirarlo.

“¿Qué pasa, Haruhiro-kun?”

“¡E-E-Esto es malo! ¡Hay una hidra!” Haruhiro miró una vez más hacia el sur, luego miró al este y al oeste.

Casi se quedó sin palabras.

No, no puedo permitirme quedar sin palabras. Ahora no.

No era solo el sur. También era bueno que mirara hacia el este y el oeste. ¿Era bueno? No podría decirlo. Pero los hechos eran hechos.

“¡A-A-A-Ahí hay más llegando! ¡¿Veo una, dos, tres, no, cuatro?! ¡Alrededor de eso, muchas!”

“¿Qué dijiste?” Incluso Akira-san se sorprendió por esa noticia, pero, aparentemente, no hasta el punto de quedarse atónito. Echó un vistazo rápido alrededor del área, luego levantó su espada en alto. “Miho, Gogh, manténganme informado de la situación. ¡Para cualquier soldado voluntario seguro de sus habilidades! ¡Síganme a mi y Soma! ¡No se queden atrás! ¡La victoria pertenecerá a aquellos que la arrebaten!”

Con el legendario hombre encendiéndolos, los soldados voluntarios rugieron como uno solo.

¿Eh? Haruhiro pensó, aturdido. ¿Está bien…?

Esta vez, Haruhiro realmente se quedó sin palabras, y se quedó ahí en estado de shock.

No, bueno… si eso es lo que dice Akira-san… es la respuesta correcta, supongo. Probablemente.

La hidra original había sido empujada al borde por Soma y los otros, dejándola con solo tres tentáculos completamente intactos. Estaba usando esos tentáculos para saltar y correr. Una vez que los tentáculos restantes fueran cortados, ni siquiera sería capaz de hacer eso.

Esa hidra sería derrotada pronto. Incluso si vinieran las nuevas hidras, eso no lo cambiaría. Podrían simplemente acabarlas una a la vez. Akira-san debía estar seguro de eso. Si tenían a Soma y los demás, podrían matarlas. Debió haber tomado su decisión al haber explicado eso.

Haruhiro usó el dorso de su mano para limpiar el área alrededor de su boca y miró a su alrededor.

Hidras.

Había una al sur, una al este y otra al suroeste. Eso eran las tres que él podía ver. Pero no podía decir con certeza que no había más tras ellas. Además, como había esperado, había más que solo hidras. Vio gigantes blancos, también. Y cultistas. Alguna parte de ellos vendría pululando para atacar a los soldados voluntarios, sin duda.

¿Están planeando usarlos? De repente, se le ocurrió a Haruhiro.

Entre Soma, Akira-san y sus grupos, podrían derrotar a las hidras. No necesitaban la fuerza de los otros soldados voluntarios. A pesar de eso, Akira-san los había incitado y los había convencido de que lucharan. Si los enemigos menores se involucraban en su lucha, complicaría las cosas. ¿Estaban planeando usarlos para lidiar con los alevines?

No, no, Akira-san no era ese tipo de hombre. Esa era la sensación que Haruhiro tenía. Akira-san ​era un gran hombre y una buena persona. Él no usaría a los demás como peones desechables. Era muy amable y considerado con los demás, era completamente perfecto—

¿Realmente lo era?

Solía ​​ser un cobarde. Eso es lo que Miho había dicho. A pesar de que no lo parecía en absoluto.

Akira-san parecía muy amable. Era fuerte, confiable, y si pasara algo, se sentía como si los protegería, como un padre, pero ¿realmente lo haría?

Akira-san no era del tipo genio. Hubo otros más talentosos que él, pero todos murieron. Akira-san había sobrevivido para hacerse más fuerte. Eso era lo que dijo Gogh.

¿Cómo había sobrevivido Akira-san? ¿No se había visto obligado ocasionalmente a tomar decisiones duras, incluso frías? ¿No se había vuelto más fuerte porque podía hacer eso, y entonces había sobrevivido?

Haruhiro regresó, y luego, tan casualmente como pudo, le preguntó a Gogh: “¿Cuáles crees que serán nuestras pérdidas?”

“Oh, eres de ese tipo, eh.” Gogh levantó una ceja. “Eso es un poco inesperado.”

“¿Qué quieres decir?”

“Te había tomado por el tipo emocional. No te conozco muy bien, así que solo fue mi impresión. Si eres capaz de calcular las pérdidas con calma, en realidad podrías ser más adecuado para ser un comandante de lo que hubiera pensado.”

“…Aún no has respondido mi pregunta.”

“Es suerte.” Gogh giró su dedo índice en un círculo. “Si nuestra suerte es mala, incluso podríamos morir. Así es como funciona. No hay forma de saber cuántas personas morirán. Por supuesto, no tengo ningún plan de morir aquí. Si también quieres sobrevivir, te sugiero que te mantengas a nuestro lado.”

“Eso no está bien,” dijo Haruhiro.

“¿Eh?”

“No está bien.” Haruhiro suspiró.

Se siente como si la sangre se apresurara a mi cabeza. No te emociones. No es que esté enojado. Es solo, no es eso, pensó.

“Si afirmas que sobreviviste porque tenías suerte, solo puedes decir eso en retrospectiva,” dijo. “En realidad, hay muchos factores que intervienen en ello, ¿no? ¿Llamarías ser usado como un peón desechable por alguien más como parte de la suerte? No lo veo de esa manera. Tengo casos en los que pienso: ‘Solo sobreviví gracias a ese tipo,’ o, ‘Hubiera muerto si las cosas hubieran sucedido así.’ No es suerte. Es gracias a alguien, o algo así.”

“¿Y qué?” Gogh estaba sonriendo levemente. “¿Qué es lo que quieres decir?”

“No sé si puedo decirlo muy bien, pero…”

“Solo ve al grano. Odio andar por las ramas.”

“J-Justo esto estaba pensando, ¿no sería posible tratar de minimizar el número de personas que mueran? Sí, estoy seguro de que los fuertes podrían sobrevivir. Puede significar que los que sobreviven son fuertes. Pero, incluso si son débiles o desafortunados, ¿aún así no son personas vivas?”

“¿Por qué deberíamos tomarnos la molestia de cuidar a los débiles y la mala suerte?” Gogh preguntó.

“No creo que tengas que cuidar de ellos…”

“Ahí le has dado. No somos filántropos y no tenemos una organización benéfica aquí.”

“Aún así, si hay algo que puedas hacer, por favor, hazlo.”

“¿Para qué?” Gogh preguntó.

“¡Lo que quiero decir es que si mueren, todo habrá terminado!”

Haruhiro se mordió el labio y negó con la cabeza. Si fuera más inteligente, ¿podría haber sido capaz de llegar a un argumento convincente y persuadir a Gogh? ¿O era el pensamiento de Haruhiro equivocado para empezar?

“Una vez que mueres, no queda nada,” explicó. “Al menos para esa persona, la puerta a todas las posibilidades estará cerrada. Entonces ¿es tan extraño que quiera que mueran tan pocas personas como sea posible? Si no hay otra forma, que así sea, pero si hay algo que puedas hacer, creo que deberías hacerlo. ¿No estas usando a gente que no conoces como peones de sacrificio simplemente tomando el camino más fácil?”

“¿Estás diciendo que debemos tomar el camino más difícil?” Gogh exigió.

“Creo que sería mejor así.”

“Eres tan verde.” Shima se rió entre dientes. “Sin embargo, no me molesta eso.”

“Pero Haruhiro-kun.” Miho miró a Haruhiro a los ojos. “¿Qué puedes hacer? No quieres sacrificios. Está bien, pero ¿qué puedes hacer al respecto?”

“No, eso es…”

Era una mirada extrañamente intensa. Haruhiro casi miró hacia abajo, pero se las arregló para no hacerlo de alguna manera. Con los ojos vueltos hacia arriba, apenas logró resistir la mirada de Miho. Eso era lo mejor que podía hacer.

“No… no hay nada que yo pueda hacer. Realmente no. Si hubiera algo, lo estaría haciendo. Por eso le pregunto a Gogh-san.”

“Oh.” Los ojos de Miho se abrieron un poco más.

“Eres absurdo.” Gogh frunció el ceño y se encogió de hombros. “No creo que la honestidad tuya sea una virtud. Ni un poco. Pero es algo que en algún momento perdimos. Es bueno volver a nuestras raíces de vez en cuando.”

“Los instintos de Soma pueden haber sido correctos, ya sabes.” Con esas misteriosas palabras, Shima se inclinó hacia Haruhiro. Algo olía increíblemente bien.

Espera, ¿ella no está demasiado cerca?

“Estamos buscando un camino de regreso a nuestro mundo original.” Su voz era un susurro casi de aliento.

Haruhiro sostuvo su oreja y retrocedió. “…¿Eh?” ¿Original? ¿Qué quieres decir con un camino de regreso…?

“Olvídalo por ahora.” Shima llevó su dedo índice a sus labios fruncidos. “Discutiremos eso en otro momento. Primero, tenemos que salir de aquí, ¿verdad?”

“Esta fue tu idea,” dijo Gogh, presionando un dedo contra la frente de Haruhiro. “Incluso si no puedes hacer nada, si solo luchas por escapar, no lo toleraré. Te mantendrás con nosotros hasta el final. Tienes que darnos al menos eso.”

“Esta bie—”

Estaba a punto de estar de acuerdo de inmediato, pero luego recuperó los sentidos. Este no era solo el problema de Haruhiro. Afectaba a sus camaradas también. Haruhiro era el líder del grupo.

Cuando se dio la vuelta, Ranta se rió y lo miró con amargura. “Si no lo hubieras dicho, lo habría hecho yo, calvo.”

“No hay mucha certeza de que eso sea cierto.” Yume hinchó una de sus mejillas.

“Ya he decidido seguirte.” Kuzaku era como un perro grande y leal en este momento.

“Yo también.” Mary sonrió y asintió.

“…Creo que está bien.” Shihoru le dio una sonrisa incómoda también.

“Umm, umm, ¡¿qué hay de todos nosotros?!” Kikkawa miró a Mimorin y Anna-san, luego miró alrededor con inquietud. “¡¿Queeeeeeé?! ¡¿Dónde está Inuicchi?!”

“¡Ese medio loco no ha estado aquí por un looooooooong time, ¿sí?!” Anna-san gritó.

“¡¿En serio?! Como que nunca me di cuenta,” dijo Kikkawa. “¡Bueno, lo que sea! ¡Probablemente está vivo! ¡En cuanto a nosotros, bueno, supongo que eso depende de Tokimune, ¿eh?!”

“Tristemente,” Mimorin asintió.

“Oh, problemático. Qué problemático.” Gogh miró a Haruhiro y a los demás rápidamente. Su expresión hizo que pareciera que estaba harto, pero había una llama en sus ojos que no había estado ahí hace un momento. “Por el momento, escoltarás a Miho, Shima y a mí. Quédate cerca de nosotros y haz lo que digo. Te enseñaré lo que significa caminar por un camino espinoso. A partir de ahora, vamos a retirarnos, manteniendo las bajas al mínimo. Pasaremos por alto al dios gigante de alguna manera y escaparemos del Reino del Atardecer.”