Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 6: Hacia una Gloria que No Vale la Pena Tomar

Capitulo 6: Prioridades en la Vida

El kanji favorito de Haruhiro era el de “tierra.” No le gustaba absolutamente nada de eso, pero le gustaban la mayoría de las palabras y expresiones en las que aparecía. “Tener los pies firmes en la tierra,” por ejemplo.

Era más una persona de “tierra” que una persona de “cielo.” Preferiría ser un insecto que se arrastra por el suelo que un ave volando por el cielo. No le gustaban especialmente los insectos, los odiaba, en realidad. La gente decía: “eres asqueroso,” o “eres irritante,” o “no te acerques,” o “espero que te extingas,” o los insultaban, pero, a pesar de todo, los insectos sobrevivían obstinadamente. Los respetaba por eso. Por eso se podría decir que este trabajo es perfecto para Haruhiro.

Debajo del cielo multicolores del Reino del Atardecer, Haruhiro sostenía una pala con fuerza. Esto es evidente, pero una pala es una herramienta para cavar agujeros y recoger la suciedad. Había podido conseguirlas en el Puesto Solitario de Avanzada.

Haruhiro pensaba que le quedaba perfectamente. Era un hombre que se veía bien con una pala. Esto era genial. No, tal vez no era así. No necesitaba ser genial.

“Delm, hel, en…” Mimorin cantó mientras usaba su bastón para dibujar sigilos elementales. “…balk, zel, arve.”

Cuando lo hizo, el suelo se desprendió y la tierra y la arena se dispersaron por todas partes, dejando un agujero de aproximadamente 1.5 metros de diámetro.

Ese era un hechizo de Magia Arve, Blast. Tal vez porque acababa de aprenderlo, no era tan poderoso como habían esperado. Eso tenía que ver con la habilidad básica del mago, así como con su maestría, que era diferente para cada escuela de magia.

“¡Mimorin, un disparo más, vamos! ¡Sí!” Anna-san gritó.

Con Anna-san incitándola, Mimorin dejó escapar un extraño gruñido de: “Mnngh,” y luego comenzó a lanzar su magia de nuevo. “Delm, hel, en, balk, zel, arve.”

Dungh.

“Delm, hel, en, valk, zel, arve.”

Zongh

“Delm, hel, en, balk, zel, arve.”

Bokongh.

“Delm, hel, en, balk, zel, arve.”

Bugoom.

“Delm, hel, en…” A mitad del encantamiento, Mimorin se inclinó y apoyó su peso en su bastón, que tiró al suelo. “…Cansada.”

“¡Trabajaste duro!” Tokimune le guiñó un ojo y le dedicó una sonrisa antes de levantar una pala. “¡Bien, vamos a cavar!”

Los cinco agujeros que Mimorin había abierto en el suelo con Blast estaban espaciados a diez metros de distancia en todas las direcciones. Haruhiro, su grupo y todos los Tokkis a excepción de Mimorin y Anna-san, diez personas en total, cada uno tomó una pala y comenzaron a trabajar en la ampliación de los agujeros. Se ensancharon y conectaron los cinco agujeros, creando un agujero mucho más grande.

¿Qué estaban haciendo, preguntas? ¿No lo entiendes?

“¡Zwoooooooooooreeeeeeeeee!” Ranta gritó.

“…Ranta,” dijo Haruhiro. “Eres demasiado ruidoso. ¿No puedes callarte y trabajar?”

“¡No puedo hacerlo! ¡Si me callo, mi espíritu se romperá por el aburrimiento!”

“Deja que se rompa…” Kuzaku murmuró mientras movía su pala.

“¡¿Qué dijiste?! ¡Kuzacky, tuuuuú!” Ranta gritó.

“Realmente eres ruidoso,” dijo Mary fríamente, apartando su cabello, poniéndolo detrás de su oreja.

“Oh, estoy siendo ruidooosooo. Lo sieeeento, ¿está bien? Está bieeeen. Estoy acostumbrado a ser criticado así. No me importa ni un poquito lo que digan de mí. Hyuk, hyuk, hyuk, hyuk.”

“Eres el peor,” Shihoru le escupió.

“¡Yayyyy! ¡Soy el peor! ¡Soy el peor tipo de humano que haya existido! ¡Bugabugabuu!”

“¡Estúpido Ranta! ¿Qué tal si dejas de mover la boca y empiezas a mover tus manos, eh?” Yume espetó.

“Estoy moviendo mis manos. ¡Míralas! ¡Miira, miira, miira!”

De hecho, cuanto más hablaba Ranta, más rápido se movía su pala. Era lindo, no, muy espeluznante. Ranta era dañino y sus acciones eran tóxicas.

¿Debería echarlo? Haruhiro lo pensó por unos tres segundos. Nah. Abandonarlo.

Este era (sin valor) (estúpido) Ranta (el pedazo de mierda). Replicaría sin importar lo que Haruhiro dijera. Tendría el efecto opuesto. Siguiendo el principio más importante en el manejo de Ranta, lo ignoró.

Ya tengo suficientes problemas con la excavación, se dijo a sí mismo Haruhiro.

Era un trabajo pesado, pero poco a poco, el agujero se expandía constantemente mientras cavaban. Creció en en él mientras lo hacían. Personalmente, no le importaba trabajar así.

Pero, de todos modos, ¿por qué estamos haciendo esto?

“Sí, sabes qué…” Tada tiró su pala y recogió su martillo de guerra, que había dejado cerca. “Astillando esto va a llevar una eternidad. Vamos a acelerar las cosas.”

“¡Guau, hombre!” Kikkawa gritó. “¡Tadacchi, vas a ir por eso!”

¿Qué, Kikkawa, estás tratando de besarlo? Haruhiro pensó. Bueno, siempre ha parecido de ese tipo.

“Heh…” Inui se sentó. “Estoy aburrido.”

“¡No digas que te aburriste, sí!” Anna-san golpeó a Inui en la cabeza.

No es que importe, pero Anna-san realmente no participa cuando hay trabajo físico involucrado, ¿verdad? Haruhiro notó.

“¡Aquí va!” Tada hizo una carrera y luego un salto mortal. “¡Somersault Bomb…!”

Buum… El martillo de guerra de Tada explotó y dejó una gran abolladura en el suelo.

“Parece que va a necesitar más que eso, eh,” dijo Tokimune en broma.

“Tch…” Tada chasqueó la lengua y se preparó para otro Somersault Bomb. “¡Le daré tantos como sea necesario! ¡Somersault Bomb!”

Bien, haz lo que quieras, pensó Haruhiro. Pero ¿estamos haciendo esto para qué…?

¿Por qué?

Él lo entendía, por supuesto. No estaría cavando si no supiera el motivo. Excavar se adaptaba a la personalidad de Haruhiro, pero no le gustaba lo suficiente como para convertirlo en un hobby.

Justo después de las seis en punto del día después de conocer a Akira-san, Gogh, Kayo, Miho, Branken y Taro, Haruhiro y los demás se habían encontrado con Soma en el Puesto Solitario de Avanzada.

Había sido un poco agitado entonces. Soma era algo así como una estrella después de todo, y no solo con los soldados voluntarios. Cuando los comerciantes de las calles secundarias, e incluso los soldados del ejército de la frontera vieron a Soma: Oye, ese es Soma, hombre, Soma. Realmente es Soma. ¿No es ese Soma? ¡Es Soma! Vaaaya, Soma en carne y huesos… Así es como fueron las cosas.

Luego, estaba Akira-san y su grupo además de eso, así que fue un verdadero desastre. Fue como un pequeño… no, eso es una mentira, un enorme festival creado en el acto.

Se decidió que buscarían comida y algunas bebidas en las calles secundarias, pero Haruhiro y su grupo estaban tan tensos que no pudieron decir gran cosa. A pesar de que era tan ruidoso con todos los espectadores, incluso Ranta había estado tan callado como podía.

Mientras tanto, los grupos de Soma y Akira-san habían sido, con algunas excepciones, amistosos y acogedores, por lo que todos se acostumbraron eventualmente. ¿Dónde han estado? ¿Qué han estado haciendo? Llegaron al punto donde pudieron hacer esas preguntas.

Hasta que los Tokkis irrumpieron, eso era.

“Hey, Soma.” Tokimune estaba tranquilo.

“Yo.” Tada fue brusco.

“Heh…” Inui no tenía sentido.

“¡Aquí está Anna-san, sí!” Anna-san era su auto habitual de Anna-san.

“Hey.” Mimorin agitó una mano.

“¡H-Heya, heya, heeeeya!” Kikkawa fue el único cuya voz se quebró un poco.

Cuando los Tokkis entraron haciendo un escándalo, Akira-san parecía entretenido. Dijo: “Oh, sí, ahora que lo pienso,” y sacó a colación ese tema. “Escuché que está pasando algo interesante en el Reino del Atardecer que Haruhiro-kun, Tokimune-kun y su grupo encontraron hace un tiempo.”

Soma masticó su carne por un tiempo, luego tragó. “¿Algo interesante?” Respondió. “Me gustaría saber qué es.”

“¿Qué tal?” Akira-san preguntó. “¿Por qué no vamos todos a verlo juntos?”

“Vamos.”

“Eso fue rápido…” Haruhiro murmuró en voz baja sin querer.

“¿Hm?” Los ojos de Soma se abrieron con sorpresa y miró a Haruhiro. “¿Qué fue rápido?”

“Nada,” dijo Haruhiro, nervioso. “Uh, veamos, qué tan rápido decidiste, instantáneamente…”

“Es un verdadero problema,” dijo Lilia con una expresión de exasperación en su rostro, sin embargo, demasiado hermosa. “Sé que siempre digo esto, pero, por favor, considera tu posición actual y actúa con prudencia, Soma. A veces eres demasiado impulsivo.”

“Ohhh, está enojada.” Shima soltó una risita sexy.

“Bueno, sí.” Kemuri se frotó la mejilla. Estaba afeitado la última vez que se habían encontrado, pero ahora su barba había crecido un poco. Coincidía bien con sus rastas. “Aún así, eso funciona a nuestro favor a veces.”

“Es porque es un idiota,” dijo Pingo, entrecerrando los ojos de una manera que no se adaptaba a su rostro infantil. “Ujejeh… Ese pobre pensamiento se asemeja al descanso, y por eso los pensamientos de un idiota parecen estar en reposo… Al final, es un idiota, así que no tiene sentido que piense. No hay medicina para curar la estupidez…”

“Ojalá hubiera una cura.” Soma bajó la mirada, como si pensara, luego su cabeza se levantó de repente con una repentina comprensión. “¿Soy un idiota?”

“¿Pensabas que no lo eras?” Pingo preguntó. “Ujejejeh…”

“Pingo.” Lilia lo miro con un lado del ojo. “Vas demasiado lejos. Los elfos tenemos un dicho: Sé cortés incluso con amigos cercanos, y…”

“Bueno, no veo ningún problema, Lilia,” dijo Soma apaciguadoramente.

Las mejillas de Lilia se enrojecieron de ira. “¿Para quién crees que estoy diciendo esto?”

“¿Para quién?”

“¿Eh…? E-E-Eso es, um… B-Básicamente…”

La forma en que Lilia jugueteaba era increíblemente linda. Era un ungüento para los ojos adoloridos, pero no confortaba el corazón de Haruhiro. Eso era porque el esquema de Tokimune había tenido éxito. ¿Acabó teniendo éxito? No, había encontrado un éxito increíblemente grande. Soma, Akira-san y los Day Breakers invadirían el Reino del Atardecer, al parecer.

Los rumores corrieron alrededor del Puesto Solitario de Avanzada, extendiéndose a una velocidad increíble.

¡Yo también! ¡Yo también! La gente se apresuró a unirse.

Increíblemente, al final de esa noche, los mensajeros de “One-on-One” Max de Iron Knuckle y “Red Devil” Ducky de Berserkers llegaron. A la mañana siguiente, mientras se preparaban para partir, Shinohara de Orión se reunió con Soma directamente.

Ahora que las cosas se habían convertido en algo tan importante: Nah, creo que vamos a sentarnos con esto, fue algo en lo que Haruhiro no tuvo agallas para decir.

Después de todo, Soma, de los Day Breakers estaba diciendo que iba a hacerlo. Haruhiro era parte de los Day Breakers, el clan que Soma había fundado. Incluso si estaban en el fondo, eran camaradas.

No podía decirlo. No podía decir: De ninguna manera. No podemos hacerlo. Sería patético,  vergonzoso, y decepcionaría a Soma y a los demás. No quería que los despreciaran.

Ignorando a los Tokkis por el momento, si el grupo de Soma, el grupo de Akira-san, Iron Knuckle, Berserkers y Orion estaban tomando parte, podría no ser tan peligroso para ellos después de todo. Era difícil negar que ese pensamiento había empezado a echar raíces en la mente de Haruhiro.

Bueno, también tengo curiosidad. Sería mentira decir que no.

Cuando no solo se reunían los actuales y antiguos soldados voluntarios más fuertes, sino también una serie de clanes famosos, ¿qué pasaría? ¿Cómo pelearían? ¿Qué tipo de escenas se desarrollarían ahí? ¿En qué nivel más alto estaban todos ellos?

Sí, quiero ver eso. Si pudiéramos simplemente mirar, honestamente, daría cualquier cosa por verlo. Sería un desperdicio no hacerlo.

Sin embargo, Haruhiro y los demás estaban casualmente en los Day Breakers. No podían escaparse con solo mirar. Tendrían que hacer algo. No podía pedir que los excluyera porque eran lastimosamente débiles, sin importar cuánto lo hubiera deseado.

Pero ¿qué podemos hacer?

A las diez de la mañana, un total de veinticuatro personas ingresaron en el Reino del Atardecer: dieciocho miembros de los Day Breakers (el grupo de Soma, el grupo de Akira-san y el grupo de Haruhiro), más los Tokkis.

Mientras estaba de pie en la colina inicial y mirando al dios gigante y esa misteriosa y enorme criatura blanca, Haruhiro pensó en la situación.

No, ya había estado pensando por un tiempo.

En poco tiempo, Iron Knuckle, Berserkers y Orion se pondrían al día con ellos. Cuando eso sucediera, esos tipos podrían comenzar la pelea de inmediato.

Una de las habilidades de caza que Yume había adquirido le había dado la pista que necesitaba.

Pit Trap.

“U-Um.” Haruhiro se armó de valor, como si estuviera a punto de saltar del escenario en Kiyomizu. Uh, ¿qué es Kiyomizu?, sé preguntó, mientras decía: “¿Qué tal si ponemos una trampa? ¿Sería una buena idea… tal vez? Creo que podría ser… Como que, en lugar de luchar contra él directamente, deberíamos usar todo lo que podamos…”

El plan que Haruhiro había necesitado reunir el coraje suficiente para saltar del escenario en Kiyomizu para poder sugerir provocó un debate.

Solo un debate, sin embargo. Entonces, si fueran a tender una trampa, ¿qué tipo debería ser? O bien, ¿cuál era su estimación sobre el tamaño del dios gigante, y qué tan grande debería ser para acomodar eso?

Los grupos de Soma y Akira-san en particular, aunque Zenmai, el gólem, era una excepción a esto, tuvieron un animado intercambio de opiniones sobre el tema.

Son tan diferentes de nosotros, Haruhiro se dio cuenta dolorosamente.

Nadie actuó como si no les importara. Ninguno de ellos actuó como si no fuera su problema, o como si no fueran buenos para pensar y fueran una molestia, entonces dejar que los demás decidieran. Aunque algunos hicieron bromas, se burlaron de las ideas de los demás o las criticaron duramente, el debate nunca se empantanó, y las cosas avanzaron rápidamente.

El grupo de Haruhiro y los Tokkis se quedaron al margen. No sabía cómo se sentían los Tokkis y Ranta al respecto. Pero Haruhiro estaba, presuntuosamente como debía estar, frustrado.

También se sorprendió al verse frustrado.

Después de todo, Haruhiro solo era un subordinado aquí. Sabía que era el más bajo de todos. Era natural que fueran inferiores a los grupos de Soma y Akira-san, y era un hecho que eran completamente diferentes.

¿Estaba frustrado? ¿Eh? ¿Por qué se estaba poniendo tan serio? Qué risa. Si era un subordinado, debería sentarse en la esquina como uno, asintiendo con lo que se le ordenara, y al menos mantenerse al margen de la gente increíble. Realmente se sentía de esa manera. Porque eran diferentes. Estaban hechos de diferentes cosas. Podía luchar todo lo que quisiera, pero no había forma de que su grupo pudiera ser como Soma y Akira-san.

¿Cierto?

Sí… Eso era cierto.

¿No podía aceptar eso? ¿Tal vez eso significaba que no se había dado por vencido todavía? No era como si su propio grupo no tuviera algún potencial. Por lo menos, no tenían absolutamente cero. ¿Eso era lo que estaba pensando? ¿Este era el impulso para el avance de alguien que era más llano que una llanura? ¿Su sentido de responsabilidad como un líder?

Fuera lo que fuera, definitivamente estaba frustrado, y no quería quedarse así. Haruhiro hizo todo lo posible para involucrarse en la discusión. No logró decir gran cosa, pero decidieron poner trampas.

Se decidió que el grupo de Haruhiro y los Tokkis cavarían una trampa de fosos, y loa de Iron Knuckle, Berserkers y Orion, que llegaron a la colina inicial uno después del otro alrededor de las diez de la mañana, también harían una cada uno. Las ubicaciones se decidieron por consenso.

En el tiempo que se tardaba en completarse las trampas, Soma, Akira-san y sus grupos actuarían como señuelos y guiarían al dios gigante y a la criatura blanca en una persecución mientras los observaban.

De Iron Knuckle, un total de dieciocho miembros bajo el mando de “One-on-One” Max y Aidan participarían. Los Berserkers tenían un total de más de treinta miembros, pero diecisiete de ellos estarían bajo el mando de Ducky “Red Devil” y su segundo al mando, Saga.

Orion también tenía más de treinta miembros. De ellos, cuatro grupos, para un total de veinticuatro personas, incluidos Shinohara, Kimura y Hayashi, se reunieron.

Los Day Breakers tenían dieciocho, incluidos los grupos de Soma, Akira-san y Haruhiro.

Los Tokkis tenían seis.

Además de eso, había cinco grupos sin afiliación de clanes, o cuyo clan se extendió, para un total de veinticinco personas. Eso incluía el dúo de Lala y Nono.

Increíblemente, la idea aleatoria de Tokimune había engendrado una operación masiva que involucraba a ciento ocho personas.

Y entonces, Haruhiro balanceaba su pala y cavaba diligentemente.

Incidentalmente, Lala y Nono se unieron astutamente al equipo de distracción, y los veintitrés soldados voluntarios que no estaban cavando estaban a la espera en el asentamiento, que se había vuelto bastante desolado con más de la mitad de los mercaderes ausentes.

“Pero aun así…” Haruhiro se secó el sudor de su frente. Miró el agujero. “Esto no es tan fácil como pensaba…”

Gracias a la magia Blast de Mimorin, lograron al menos hacer un agujero de unos diez metros de diámetro. Sin embargo, la profundidad era de un metro y medio en el mejor de los casos. Incluso si una persona se cayera, todo lo que iba a hacer era hacer que se torcieran un tobillo o aterrizaran en su trasero. No le haría nada al dios gigante.

“¿Quién diría que cavar un agujero podría ser tan difícil?” Haruhiro preguntó.

Parecía que Ranta y los Tokkis ya no estaban de humor para bromear. Estaban cavando en silencio.

No, no Ranta. Se estaba frotando la espalda, agachándose, deambulando y generalmente holgazaneando. Incluso Anna-san, la animadora, estaba haciendo el trabajo desconocido de cavar, pero no esa basura.

“Lo haré.” Mimorin, que había estado de rodillas y meditando con los ojos cerrados, se puso de pie. Entonces, Haruhiro y los demás salieron del agujero por un momento.

“Mimorin, concéntrate en un solo lugar,” le dijo Haruhiro.

Mimorin asintió y comenzó a cantar mientras dibujaba sigilos elementales con su bastón. “Delm, hel, en, balk, zel, arve.”

Buum. Mimorin estalló un Blast en el medio del agujero.

“Delm, hel, en, balk, zel, arve. Delm, hel, en, balk, zel, arve. Delm, hel, en, balk, zel, arve. Delm, hel, en, balk, zel, arve.”

Cinco disparos, casi secuencialmente. Al igual que Haruhiro le había dicho que lo hiciera, Mimorin estaba disparando todos sus Blast en prácticamente el mismo lugar. Gracias a eso, esa sección cedió y se hizo bastante profunda.

Mimorin tropezó, apoyándose con su bastón para evitar caerse. Para Mimorin, que no era buena con la magia a pesar de ser una maga, parecía que disparar cinco Blast secuenciales era difícil para ella.

“Si pudiera usar Blast también…” Shihoru miró hacia abajo y murmuró. “En lugar de Ice Globe, debí haber elegido aprender Magia Arve…”

“Heh…” Inui le lanzó un beso. “Si quieres, no me importaría ser tu Blast.”

“No, gracias,” respondió Shihoru de inmediato y con firmeza. “¿Ser mi Blast? Eso no tiene sentido. Es espeluznante también…”

“¡Nyaaa!” Yume se estiró. “Bueno, es hora de volver a cavar.”

“Espera, ¿alguna vez vamos a terminar esto?” Se quejó Ranta. A pesar de haber hecho lo peor de alguien ahí, esa basura se estaba desanimando.

“Me duele la espalda…” Kuzaku suspiró y puso una mano sobre su espalda baja.

“¿Estás bien?” Mary lo miró.

“Oh. Ah, sí. Estoy bien.”

“Entonces está bien.”

Sin intención de hacerlo, Haruhiro compuso un haiku en su cabeza.

Oh, estar tan cerca,

Qué cosa tan increíble

Eso debe ser.

– Haruhiro

Solo él falló el recuento de sílabas.

No, esto no era bueno. Sentía como si su corazón se pudriera dentro de él. ¿Cómo Haruhiro podía actuar así cuando fue quien sugirió la idea?

“H-Hagamos lo mejor que podamos, chicos,” dijo. Terminó siendo un llamado a la acción débil y apático.

“Siiiií…” La respuesta de Kikkawa fue muy poco entusiasta.

“Realmente no soy buena en esto, sí…” dijo Anna-san.

“Anna-san, toma un descanso.” Tokimune le mostró sus dientes blancos y le dijo eso con considerablemente menos energía que de costumbre.

“Es extraño.” Tada, por otro lado, parecía estar enojado. “No se suponía que fuera así. ¿Por qué estoy cavando un agujero?”

Sí, es mi culpa. Haruhiro quería disculparse, pero ¿de qué iba a salir que inclinara la cabeza? ¿Podría ayudar con la culpa, tal vez? ¿Y qué? ¿Qué viene después de eso? No podían dejar de cavar la trampa. Si lo iban a hacer, tenían que llegar hasta el final.

Haruhiro decidió continuar, y apuñaló su pala en la tierra. Lo hizo con toda su energía, cavando una línea.

La línea finalmente se conectó consigo misma, formando un círculo con un diámetro de alrededor de veinticinco metros. Encajaba completamente en el interior del agujero actual.

“¡El enemigo es ridículamente enorme, y claramente demasiado fuerte! ¡No creo que podamos prepararnos lo suficiente para esto! ¡V-Vamos a cavar!” Haruhiro llamó. “¡Caven esta trampa pozo! ¡Estoy cavando! ¡Quiero que todos caven también! Podría ser útil… tal vez, no, ¡definitivamente lo creo! E-Entonces, um…”

“Cavar.” Mimorin dejó caer su bastón y recogió una pala. “Voy a cavar.”

“¡Yume también lo va a dar todo!” Yume respiró pesadamente por su nariz mientras rasgaba la tierra.

Shihoru se mordió el labio. “Dependiendo de cómo los use, Shadow Echo y Thunder Storm podrían ayudar…”

Mary estaba balanceando silenciosamente su pala.

“Bueno, mi cuerpo es bastante duro después de todo.” Kuzaku estaba cavando un agujero constantemente.

“¡Bah! ¡Si tengo que hacerlo!” Ranta se llevó la pala al hombro con una actitud insolente.

“¡Aww, sí!” Kikkawa gritó. Siempre puedes contar con Kikkawa en un momento como este. “¡Estoy ardiendo, fuego, fuego! ¡Estoy ardiendo, ardiendo, ardiendo!”

“Tendré que ser paciente hasta que sea hora de luchar.” Tada se ajustó las gafas con el dedo índice izquierdo. “Hasta entonces, creo que voy a cavar para ayudar a abrir mi apetito.”

“Heh…” Inui abrió su único ojo que no estaba cubierto por un parche de ojo. “¡Hasta que llegue el momento predestinado para mí, al que llaman Alas Negras…!”

Inui tenía poco sentido como siempre.

“Seamos pacientes y sigamos así.” Tokimune los saludó a todos. “Cavar el agujero es importante, pero si nos agotamos haciéndolo, se frustra el propósito.”

“Sí. Tienes razón.” Haruhiro bajó la cabeza.

Equilibrio. Es importante mantener una sensación de equilibrio, pensó.

Cuando pensó eso, porque fue él quien propuso tender una trampa, no podía negar que se había obsesionado con la idea de que, sin importar qué, tenían que hacer un gran trampa.

¿Qué era lo más importante aquí? No podía perder de vista eso. Bien, ¿qué era lo más importante?

Vencer al dios gigante.

Eso era.

¿Lo es?, se preguntó.

¿Era eso realmente lo más importante para Haruhiro y los demás?

“¿Eh? Ya sabes, estoy teniendo dificultades para verlo de esa manera…” murmuró.