Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 6: Hacia una Gloria que No Vale la Pena Tomar

Capitulo 7: Disposición

Parte 1

Pero, bueno, ¿sabes?

No era como si el grupo de Haruhiro y los Tokkis hicieran nada más que cavar un agujero durante tres días y tres noches. No había noches en el Reino del Atardecer, por lo que decirlo de esa manera era extraño… ¿tal vez? ¿Sí? De todos modos, en esos tres días, menos de la mitad de esas setenta y dos horas pasaron cavando el agujero. Fueron veinticuatro horas, en el mejor de los casos. El resto lo pasaron durmiendo.

No, no, eso no era verdad. Naturalmente, tomaron descansos y durmieron e incluso se turnaron para regresar al asentamiento a bañarse, pero también hicieron otras cosas.

Taro vagó y sugirió que fueran a ver al dios gigante y la hidra por sí mismos. Por cierto, la hidra era esa criatura blanca retorciéndose. El padre de Taro, Gogh, le había dado ese nombre.

“Es un buen nombre,” el joven de incomparable belleza, Taro, susurró para sí mismo, su rostro estallaba en una felicidad irresistible. “La hidra. Es genial. Papá es increíble. Seguro es mi papá.”

Siguiendo a Taro, que tenía un profundo respeto y amor por su padre, y probablemente también por su madre, el grupo de Haruhiro y los Tokkis se acercaron al dios gigante y la hidra.

Tanto el dios gigante como la hidra se movían constantemente, persiguiendo a los equipos señuelo, así que, en última instancia, lo más cerca que podían estar era a unos cincuenta metros de distancia. Incluso eso era más que peligroso para ellos.

El dios gigante, en particular, era de un tamaño que solo podía decirse que trascendía la comprensión humana, y cuando Taro les dijo que se estimaba que tenía 300 metros de altura, solo podían decir: “Oh, está bien, entonces. ¿Eso es todo?”

Haruhiro medía unos 170 centímetros de altura, por lo que 300 metros era aproximadamente 176,5 veces más. Incluso comparado con los 190 centímetros de Kuzaku, todavía era 156,25 veces su tamaño. Ni siquiera tenía sentido comparar.

¿Derrotar a esa cosa? De ninguna manera. Imposible. ¿Qué tipo de broma era esa? No había nada que pudieran hacer. No había forma de que fuera a funcionar.

Por eso, según Taro, los grupos señuelo pensaron que podía ser un poco demasiado para manejarlo en esta excursión.

Bueno, duh.

Además, ¿qué querían decir con “En esta excursión”? ¿Habrá otra? ¿Lo iban a tomar la próxima vez? ¿Eran estúpidos? ¿O simplemente increíbles? ¿Las personas que eran tan increíbles solo experimentan las cosas de manera diferente?

En cualquier caso, era una buena noticia para Haruhiro que el dios gigante fuera tachado de la lista de objetivos.

Es decir, solo piénsalo. Los pies de Haruhiro tenían 25.5 centímetros de largo. Si lo multiplicaba por 176.5 veces, obtenía 4,500.75 centímetros. Eso era más de 45 metros.

Esa cosa no caería en una trampa pozo de 30 metros de diámetro. En cuanto a la profundidad, con su enorme cuerpo de 300 metros de altura, incluso si fueran bastante conservadores, querrían unos doscientos metros.

Imposible.

Incluso dejando de lado la trampa pozo, era imposible.

Para empezar, si bien era cierto que el dios gigante parecía humanoide visto desde la distancia, y caminaba como uno también, estaba más cerca de una megaestructura en movimiento, puramente blanca. Era una locura pensar en matar a esa cosa en primer lugar. Por lo menos, deberían hablar sobre “destruirlo” en su lugar.

Además, si iban a destruirlo, Haruhiro tenía que pensar humildemente que iba a necesitar armamento pesado de algún tipo. ¿Como armas de asedio, tal vez? Sin embargo, incluso si fueran capaces de recolectar suficiente, el enemigo difícilmente se sentaría tranquilamente mientras lo destruyen. No, probablemente atacaría, y eso no sería fácil de tratar. Esto era puramente opinión de Haruhiro, pero ¿no era algo imposible?

Ahora, en cuanto a la hidra…

Debió ser porque habían visto el increíble espectáculo del dios gigante primero antes de ir a ver a la hidra. Eso debe haber sido. Porque cuando Haruhiro la miró, su primera impresión fue: “¿Eh? ¿Eso es todo?”

De un vistazo, era tal vez del tamaño de un edificio de dos pisos. No, tal vez un poco más grande. Además, era larga.

La hidra era una criatura de muchas cabezas que parecía una masa de serpientes blancas de hasta dos o tres metros de grosor.

Tenía nueve cabezas, parecidas a serpientes, pero, sorprendentemente, sin ojos. Las criaturas del Reino del Atardecer parecían tener un solo ojo, por lo que habría esperado uno por cabeza, pero ese no era el caso. Tal vez eso significaba que en realidad no eran cabezas, pero en realidad eran tentáculos después de todo.

La hidra se movía retorciendo varios de esos tentáculos. Parecía que se usaba cuatro tentáculos para moverse. Los otros cinco se retorcían en el aire como si buscaran algo. En realidad, podrían haber sido sensores de algún tipo.

“Podemos matar a esa cosa fácilmente,” dijo Tada con un bufido de risa.

No lo sé con fácilidad, pero se siente más manejable que el dios gigante, y… No, no, no, no, no… Haruhiro negó con la cabeza. Espera, espera. Lo dije, pero sigue siendo una locura, ¿de acuerdo? Si me golpea uno de esos tentáculos, confío en que moriré instantáneamente.

La hidra estaba unos cincuenta metros por delante de Haruhiro y los demás, viajando hacia el oeste, pero ¿no estaban muy cerca? ¿Se habían acercado demasiado? En este momento, los cinco tentáculos que no usaba para moverse no los señalaban. En otras palabras, la hidra no había dado cuenta de que Haruhiro y los demás estaban detrás de ella, o no le importaba.

Pero ¿y si los notara? ¿Qué pasaría entonces? ¿Eso no sería malo?

“Um, ¿no deberíamos alejarnos más…?” Se aventuró Haruhiro.

Taro lo miró mientras continuaba caminando. “Está bien. Esta distancia es segura. Probablemente.”

“¿’Probablemente’?”

“Nada en este mundo es 100% seguro. Mi papá me dijo eso.”

“Bueno, eso podría ser cierto, pero…”

“No, no ‘podría,’” dijo Taro con confianza. “Las palabras de papá son absolutas.”

¿Eh? ¿No se suponía que nada era 100% seguro?

¿Qué tan loco se pondría este chico tan lindo si Haruhiro descubriera los agujeros en su lógica de esa manera? Eso sería algo para ver. No, no quería verlo, y no quería enojarlo. Eso sonaba aterrador.

Por cierto, Haruhiro y los demás estaban persiguiendo a la hidra en un poco más que un trote. Tokimune estaba cargando a Anna-san sobre su espalda porque dijo que probablemente sería difícil para ella mantener el ritmo, pero Haruhiro tenía que pensar que todo era demasiado fácil con ella, incluso si era su mascota.

“¿Quién está actuando como señuelo?” Preguntó Ranta.

Tal vez Taro no escuchó, porque no respondió.

“Oye, ¿quién es? ¿Oye? ¿Quién es el señuelo? ¿Oye? ¿Oye? ¿Oye? Oye, ¿por qué estás tan callado? Te estoy hablando, ¿sabes? Heeeey. Oye, oye, heeeey. ¿Puedes escucharme? Te estoy preguntando, ¿puedes oírme? ¡Oye!”

“Te escucho.” Taro ni siquiera echó una mirada en dirección a Ranta. “Pero no me importa responder. Mi mamá me dijo: ‘La vida es demasiado corta como para perder el tiempo hablando con idiotas.’”

“¡¿Qué, soy un idiota?!” Ranta gritó.

“Sí, eres un idiota.” Haruhiro no pudo evitar estar de acuerdo.

“Eres un idiota, está bien,” coincidió Yume.

“Peor que un idiota…” Shihoru parecía tener su propia opinión sobre cuán idiota era Ranta.

“Es cierto que sería una pérdida de tiempo,” dijo Mary con frialdad.

“Bueno…” Kuzaku, que se había abstenido de decir algo, podría haber sentido la necesidad de contenerse.

“¡Ajaja!” Kikkawa le dio una palmada en el hombro a Ranta. “¡Bueno, me encanta lo mucho que eres idiota! La basura de un hombre es el tesoro de otro, ¿verdad?”

“¡Cállate!” Ranta gritó. “¡Eres molesto, Kikkawa! ¡No soy basura! ¡Si quieren tirarme como basura, los tiraré primero!”

“No nos importaría eso, ¿sabes?” Haruhiro dijo.

Ranta entró en pánico. “¡I-I-Imbécil! ¡Eso no es lo que se supone que debes decir! Se supone que debes ser como, ‘¡No digas eso!’ ¡Y regañarme! ¡Dime que se supone que no debo hablar sobre tirar a la gente o ser tirado!”

“¡Ranta!” Tokimune le dedicó una linda sonrisa con sus blancos dientes brillantes. “¡Estás muy sensible!”

“¡¿Tokimune-san?! ¡Sabes, eso no me pareció un cumplido!”

“¡No es un cumplido, ¿sí?!” Anna-san le sacó el dedo medio desde la espalda de Tokimune. “¿De qué tipo de trasero de jabalí verrugoso saliste, pene podrido?”

“Heh…” Inui dio una sonrisa malvada. “Caída a la ruina, perro del final…”

“¿Perro?” Mimorin miró a su alrededor.

No veo ningún perro aquí… Haruhiro estuvo de acuerdo.

“¿Quién es el señuelo?” Tada preguntó, como si nada hubiera sucedido.

Esta vez, Taro le dio una respuesta adecuada. “La hidra es liderada principalmente por el gólem Zenmai de Pingo. El dios gigante eran Lala y Nono, creo. Eran esos dos. Desde que vinieron aquí en dragones caballo.”

Los dragones caballo eran pequeños dragones que caminaban erguidos sobre sus patas traseras. Si un dragonet era levantado de un huevo, podría ser entrenado para llevar a un humano como un caballo. Habiéndolos visto en el Puesto Solitario de Avanzada de vez en cuando, al principio Haruhiro pensó que le gustaría probar uno algún día. Sin embargo, cuando supo que a los dragones-caballo se les habían quitado las alas a una edad temprana para que fueran aptos para montar, rápidamente perdió todo deseo de hacerlo.

“Ya veo.” Tada asintió y dejó de caminar con una sacudida repentina. “¡Heeeey, estúpida hidra! ¡Mírame! ¡Sí, yo! ¡Estoy aquí! ¡Aquí!”

¿Los humanos podían gritar tan fuerte? ¿Cómo se las arreglaba para hacer esa fuerte voz? ¿No estaba trascendiendo los límites del cuerpo humano?

Haruhiro se detuvo horrorizado. Todos los demás hicieron lo mismo. Incluso Tokimune y los otros Tokkis estaban horrorizados.

“Espe—” Taro se detuvo, con los ojos muy abiertos. “¿Qué estás…?”

“¡Ven a mí! ¡Heyyyy!” Tada apuntó su martillo de guerra a la hidra. “¡Dije, ven a mí, cobarde! ¡¿Te sientes asustada?! ¡¿Te diste cuenta de que no puedes vencerme?! ¡Eres un debilucho demasiado grande!”

Eso fue cuando sucedió.

La hidra no se detuvo. Más bien, con su tamaño, no podía detenerse repentinamente. Sin embargo, su velocidad claramente se ralentizó.

Uno de sus tentáculos, la sección parecida a la cabeza en el extremo, se volvió hacia ellos.

Finalmente, la hidra dejó de avanzar.

Un segundo, luego un tercer tentáculo se movió, y sus cabezas sin ojos se volvieron hacia Haruhiro y compañía.

“Jeh…” Tada se echó al hombro su martillo de guerra, ajustando la posición de sus gafas con su dedo índice izquierdo. “Finalmente te diste cuenta, eh. Te tomo bastante tiempo. Demasiado tiempo.”

Tada, pensó Haruhiro. ¡¿Qué quieres decir con “Jeh” Tada?! ¡Tadaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Incluso si lo dijera en voz alta, no tendría ningún efecto. Haruhiro se dio cuenta de eso. No era raro que incluso las conversaciones básicas con Tada se rompieran. Bueno, ¿qué podría hacer entonces?

“¡Oh, por el amor de…!” Haruhiro farfulló. Iba a hacer esto.

Haruhiro agarró a Tada por el cuello de su traje de sacerdote.

“—¡Gweh!” Tada chilló.

Tal vez lo estaba ahorcando, pero a Haruhiro no le importaba. Era Tada después de todo. Sobreviviría.

“¡Todos, corran!” Haruhiro gritó.

Él despegó en una loca carrera. Afortunadamente, los Tokkis lo siguieron porque parecía divertido, por lo que todos pudieron comenzar a huir sin problemas. La mayor preocupación eran las acciones de la hidra.

Si viniera tras ellos, ¿podrían escapar? ¿Qué pasaría si los atrapa? ¿Tendrían que pelear? O más bien, ¿tendrían que morir? Era increíblemente aterrador solo pensarlo, pero la hidra no vino hacia ellos.

¿Habían tenido suerte? No, el señuelo Zenmai debe haber hecho algo para provocarla con éxito. Tenían mucho que agradecerle a Zenmai.

Una vez que pusieron 200 metros entre la hidra y ellos, Haruhiro soltó a Tada. Estaba sudando terriblemente. Eso había sido aterrador.

“¡Hombre!” Tada sostuvo su garganta, acercándose a Haruhiro. “¡Eso duele, ya sabes, Haruhiro!”

Unió sus frentes, pero Haruhiro de alguna manera se mantuvo firme. Solo dijo: “¡Ay!”

Los ojos de Tada estaban inyectados en sangre. Era malditamente aterrador. Pero si Haruhiro retrocedía ahora, parecía más probable que lo mataran. No entendía a Tada, y dudaba que lo podría haría, pero esa era la sensación que tenía.

“¡R-Reflexiona sobre lo que acabas de hacer!” Haruhiro gritó. “¡Eso fue peligroso, ¿sabes?! ¡Ni siquiera quiero saber en qué estabas pensando, y no preguntaré, pero por favor, deja eso de lado, en serio!”

“¡Cállate! ¡Tú eres el único que debe reflexionar!”

“¡No estoy equivocado, así que no lo haré!”

“¡¿Qué dijiste?!”

“¡No voy a reflexionar sobre eso! ¡Tú deberías!”

Ohh, ¿había estado bien llegar tan lejos? ¿Había sido peligroso? Haruhiro no lo sabía. Pero si no repelía la presión que Tada le estaba poniendo, probablemente lo tomarían a la ligera. Para retroceder, probablemente necesitaría un frente fuerte.

“¡Reflexiona, Tada!” Haruhiro gritó. “¡No puedes poner a tus camaradas en peligro en un impulso como ese!”

“¡Ja, ja!” Tada se rió mientras volvía a unir sus frentes.

Haruhiro no retrocedió. No podía. No podía retroceder. Con todo lo que había dicho, si retrocedía y se disculpaba, se vería como un completo idiota. Estaba a punto de llorar, pero no lloraría.

“¡Un novato como tú, tratando de decirme…!” Tada movió su cabeza hacia adelante y hacia atrás. Sus frentes se frotaron juntas.

Qué alguien me salve, Haruhiro suplicó en silencio. Alguien deténgalo. Como Tokimune.

Sin embargo, en el momento en que apartara la vista de Tada para buscar la salvación de uno de los otros, la contienda se decidiría.

Ese era el sentimiento que tenía.

“I-Incluso si soy un novato…”

“¡Incluso si eres un novato, ¿entonces qué?!” Tada gritó.

“…¡Puedo decir lo que está bien y lo que está mal, mejor que tú!” Terminó Haruhiro. “¡Si vas a ser como un niño que no puede ver la diferencia, tendré que ponerte una correa y guiarte!”

“Oh, ho.” Tada repentinamente retrocedió, ajustando la posición de sus gafas con su dedo índice izquierdo.

Haruhiro casi cae hacia adelante.

“No está mal.”

…¿Solo sonrió? ¿Parece feliz? Haruhiro estaba aturdido. No lo entiendo…

Pero estoy salvado, ¿no?, pensó con incertidumbre. Por lo menos, no parece que vaya a morir a golpes. No, si bajo la guardia, ¿podría venir a verme con su martillo, tal vez? Solo para estar seguro, ¿no debería bajar la guardia?

“Haruhiro.” Tokimune mostró sus blancos dientes y le dio un pulgar hacia arriba. “Buena pelea.”

Oh, cállate, pensó Haruhiro, pero era demasiado tímido para enojarse. “Gracias,” dijo, inclinando la cabeza un poco.

“Pft…” Taro se echó a reír, luego se cubrió la cara con ambas manos. “¡Jejejejeje! ¡Ajajajajaja! ¡Eres raro! ¡Son todos muy raros! ¡Bwajajajajajaja! ¡Gwajajajajajaja!”

Se estaba riendo. Riendo como loco. Riendo tan fuerte, que parecía que iba a caerse. La vista del hermoso chico elfo doblado por la risa era inesperada, y Haruhiro se sorprendió.

Taro se quedó así por un tiempo, luego se aclaró la garganta y puso una expresión seria. Pero su rostro se puso rojo. Incluso sus largas orejas estaban rojas. Podría ser que estaba avergonzado.

“Papá dijo una vez: ‘La risa es la mejor medicina,’” dijo solemnemente Taro.

Bueno, está bien, pensó Haruhiro. Qué extraño elfo.

A pesar de eso, entre eventos como ese, el grupo de Haruhiro y los Tokkis demoraron setenta y dos horas en cavar un agujero de unos treinta metros de ancho y aproximadamente tres metros de profundidad. Instalaron una serie de vigas de soporte dentro del agujero, colocaron las redes que venían de los comerciantes que permanecían en el asentamiento sobre la parte superior, y luego lo camuflaron con hierba para hacerlo más como una trampa pozo real.

Era fácil saberlo de cerca, por lo que difícilmente podría llamarse un trabajo perfecto. Aún así, si atraían a una criatura gigante como la hidra en la parte superior, ¿tal vez podría caer? ¿Posiblemente? Honestamente, no había forma de saberlo hasta que lo intentaran.

Habían acordado de antemano reunirse en la colina inicial una vez que tuvieran la trampa pozo terminada. La colina inicial estaba al oeste del asentamiento.

Haruhiro y los demás habían construido sus estructuras a unos cinco kilómetros al sur del asentamiento. Iban a pasar por ahí en el camino, por lo que decidieron detenerse en el asentamiento. Finalmente se habían acostumbrado a su trabajo como soldados voluntarios, por lo que nadie pedía lujos como un baño adecuado, pero sí querían beber agua fresca.

Incluso antes de llegar al asentamiento, todos pensaron que algo era extraño. Para decirlo más claramente, tenían un mal presentimiento al respecto.

El dios gigante era visible lejos hacia el oeste. Si se estaba moviendo, eso no era realmente un problema.

El caso es que no era así. Estaba parado.

Justo antes de llegar al asentamiento, Anna-san dijo distraídamente: “¿Esa… es la dirección inicial, sí…?”

Sí, pensó Haruhiro.

Era bastante ruidoso dentro del asentamiento. Si bien la mayoría de los comerciantes habían empacado y se habían marchado, todavía había entre setenta y ochenta soldados voluntarios reunidos ahí después de todo.

No, si solo se hubieran reunido ahí, no habría sido tan ruidoso.

“¡¿Qué fue eso, imbécil?! ¡¿Quieres pelear?!” “One-on-One” Max de Iron Knuckle se estaba acercando a un hombre con el pelo rojo brillante como si fuera a intentar agarrarlo en cualquier momento.

Había hombres formando una pared alrededor de los dos, burlándose y gritando, y por eso era muy ruidoso.

“¡¿Quieres pelear?!” El pelirrojo que no solo era alto, sino que también tenía los ojos grandes, la nariz grande y la boca grande, le gritó a Max y no retrocedió ni un poco.

“¡Tienes toda la razón, quiero pelear, Pequeño!”

“¡¿A quién llamas enano?! ¡No soy enano, tú eres estúpidamente grande!” Max gritó.

“¡No culpes a los demás por ser enano, Enano!”

“¡’Enano, enano, enano, enano,’ ¿eso es todo lo que puedes decir, Gordo?!”

“¡¿A qué de mí estás llamando gordo, Enano?! ¡Mantengo mi porcentaje de grasa corporal en un solo dígito, así que no subestimes mi cuerpo, pequeña mierda!”

“¡¿Cómo diablos estás manteniendo tu porcentaje de grasa corporal abajo?! ¡No actúes como si fueras atractivo solo porque te tiñes el pelo de rojo, gran indócil!”

“¡La palabra que estás buscando es ‘imbécil,’ ignorante!”

“¡No intentes recoger sémola con la forma en que hablo, imbécil pelirrojo! ¡¿Quieres quemarte?!”

“¡¿Quién diablos está recogiendo sémola?! ¡Y si crees que puedes quemarme, entonces quémame, simio!”

“¡¿A quién llamas simio, simio?!”

“¡No hay nadie que me haya llamado simio que aún esté vivo! ¡Pero no es que alguien lo haya hecho alguna vez, ¿de acuerdo?!”

“¡Te llamaré así tantas veces quiera! ¡Simio, simio, simio, simio, siiiimio, simio!”

“¡Tú…!”

Los puños de Pelirrojo rugieron en el aire. Max… no esquivó. Eso fue probablemente intencional. Sin evitar el golpe, bajó su cintura y tomó el golpe con su mejilla izquierda.

Max se estremeció por un momento, pero se contuvo. “¡Tus débiles golpes no duelen, incluso pican!”

“¡¿Ah, sí?!” Pelirrojo golpeó las rodillas de Max con una patada baja esta vez. “¡Entonces, ¿cómo estuvo eso?!”

“¡Ugwahhhh!”

Qué patada. Era audaz y  fuerte, pero agudo. Parecía que las dos piernas de Max estaban rotas. Aún así, Max estaba de pie. Con una sonrisa, también.

“¡Gyahyahyahya! ¡Eso no funcionará en mí!”

“¡Estás poniendo un frente fuerte!” Pelirrojo le dio un puñetazo en la cara a Max, una y otra vez, y otra vez más fuerte. “¡Es tu único punto fuerte, pequeño simio! ¡Toma esto!”

“¡No lo hace! ¡Herirme! ¡Maldición! ¡No! ¡En absoluto! ¡Gwahrah!”

“¡¿Kuh?!” Pelirrojo retiró los puños de roca con los que estaba golpeando a Max.

Su cabeza. Le había dado un puñetazo a Max en la cabeza. No, ¿Max había dejado que golpeara su cabeza? El cráneo podría ser bastante duro. Si golpeas en el ángulo correcto, incluso podría desviar una espada de acero. Aún así, Max estaba cubierto de sangre en este punto.

¿Eso no duele? ¿Lo ha perdido por completo? Eso fue todo lo que Haruhiro pudo pensar.

Max inmediatamente luchó contra Pelirrojo. Lo agarró por las extremidades inferiores. Inmediatamente lo empujó hacia abajo. Lo montó, lloviendo golpes sobre Pelirrojo desde arriba.

“¡Oorah! ¡Rah! ¡Rah! ¡Rah! ¡Rah! ¡Rah! ¡Rah! ¡Rah! ¡Rah!”

Pelirrojo estaba defendiendo su rostro con ambos brazos, o eso parecía, pero la violenta oleada de ataques de Max era increíble.

No hay forma de que pueda luchar así… En el momento en que Haruhiro pensó eso, Pelirrojo empujó su puño derecho desde abajo.

Si le hubiera golpeado la barbilla, seguramente Max hubiera caído. Sin duda, lo habría dejado inconsciente.

Pero Max se hizo a un lado, esquivándolo por un pelo, y eso no fue todo. Sin perder el ritmo, agarró el brazo de Pelirrojo. Se contorsionó y puso la articulación en un candado.