Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 6: Hacia una Gloria que No Vale la Pena Tomar

Capitulo 5: Mi Ser Natural

Cualquiera que sea el caso, Haruhiro quería encontrarse con Soma. Bueno, también sentía que no quería verlo, pero eso era porque no sentía que fuera digno de él, pero, aún así, quería reunirse con él.

Soma, reconocido como el más poderoso de todos los soldados voluntarios; Kemuri, que era generoso y fuerte, Lilia, la hermosa elfa balilarina de espadas, Shima, la chamán increíblemente sexy a la que todos llaman “Onee-san,” Pingo, el espeluznante nigromante llamado el “Niño Demonio” por su apariencia infantil, y Zenmai, el golem de carne que creó, ninguno de ellos era normal. Cada uno emitía un aura excepcional, y estaban, de hecho, muy por delante del resto.

Incluso desde la distancia, eran un espectáculo para la vista. Para decirlo en términos un tanto grandiosos, Soma y su equipo eran leyendas vivientes, ambulantes. Esta no era solo una oportunidad de ver a estas personas: podría ser una oportunidad para hablar con ellos.

No, no “podría ser.” Lo era. Después de todo, Haruhiro y los demás también estaban en los Day Breakers.

Dicho eso, necesitaba pensar en ello con calma.

Eso era lo que se dijo a sí mismo, pero, hombre, podrían encontrarse con Soma y los demás. Hombre, en serio, ¿qué deberían hacer? ¿De qué deberían hablar? ¿Cómo deberían saludarlo? ¿Qué pasaría si se olvidó de ellos? Sí, eso probablemente no sucedería, pero, aun así, nunca de sabe. A pesar de todas las apariencias de lo contrario, cuando interactuaron con él directamente, Soma había sido un poco una cabeza hueca. Podría haber olvidado por completo a Haruhiro y los demás.

Estos eran los tipos de pensamientos que pasaban por la cabeza de Haruhiro.

Tokimune planeaba cazar al dios gigante y quería que Soma y su grupo se mezclaran en la acción. Eso era algo que Haruhiro no podía ignorar. Tenía que hacer algo, pero primero tenían que regresar al Puesto Solitario de Avanzada. Podrían hablar sobre si era o no una buena idea durante el tiempo que le tomaría a Soma llegar ahí.

Iba a hacer eso. Lo haría, totalmente. Estaba seguro, ¿de acuerdo? Realmente, lo decía en serio.

Y así, después de haber regresado al Puesto Solitario de Avanzada, decidieron que deberían conseguir algo de comer en las calles secundarias.

Mientras Haruhiro hacía fila en uno de los puestos, pensando: Bien, voy a decir algo, lo mencionaré, definitivamente, cuando un hombre desconocido le habló.

“Eres Haruhiro-kun, ¿verdad?”

“…Sí, ¿por qué?”

Definitivamente no conocía a este viejo. El tipo parecía tener alrededor de cuarenta años, tal vez. No era nada más que un viejo desde la perspectiva de Haruhiro, pero parecía increíble.

Para empezar, tenía un buen físico. Debía medir más de 180 centímetros de alto. Aunque no solo era alto, era ancho y grueso también.

Tenía una cara amable, con arrugas de sonrisa que llegaban a sus ojos, y su voz tranquila y baja emitía una impresión favorable, pero de alguna manera, era amenazante. A juzgar por su armadura y el escudo que llevaba, era un paladín.

El viejo tenía compañía. Uno de sus compañeros era pequeño y delgado, un hombre que, como era de esperar, también tenía más de cuarenta años. Parecía un artista de algún tipo y vestía un atuendo de sacerdote.

Luego, había una maga que parecía estar en sus treintas. Era más vieja que Haruhiro, pero no era del tipo de persona que se sentiría bien al llamarla señora. Era increíblemente hermosa.

La mujer de pie junto a esa increíble belleza era enorme. Le recordaba a Kajiko de las Wild Angels, solo que era mucho más mayor que Kajiko. Debía estar en sus treintas también. Llevaba una enorme espada en su espalda. Era una guerrera, sin duda.

Los otros dos eran… Haruhiro abrió los ojos de par en par sin querer.

No son humanos.

Los dos eran hombres, pero, por lo demás, eran figuras contrastantes.

Uno tenía un cuerpo corto, parecido a un barril. No gordo, sin embargo. Era una masa de músculos. No, una masa de músculos, barba y vello corporal, para ser completamente preciso. Mucho más grande que su peludo cuerpo parecido a una roca, era la poderosa y terrorífica hacha que llevaba.

Era un enano.

El otro era lo opuesto a un enano. Era delgado. Era similar en altura a Haruhiro, tal vez un poco más alto. Parecía un chico hermoso y de piel clara. Era muy pálido, y el color de su cabello y sus ojos no parecían tan brillantes como claros. Tenía una mirada algo cortante en sus ojos, parecía obstinado. Llevaba un arco y carcaj, así que tal vez era un arquero

Lo que tenía que notar eran sus orejas.

Largas y puntiagudas.

Era un elfo.

¡¿Ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh?!” Kikkawa de repente dejó escapar un grito extraño. “¡Un paladín mayor, un sacerdote, una maga, una guerrera y un enano, ¿podría seeeeeeeer?! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaakira-san, ¿ciertooooooooooooooooo?!”

“¡Espera! Akira,” susurró Ranta e inmediatamente bajó e hizo una dogeza. “¡L-L-L-L-L-L-L-Lo siento mucho! ¡Qué torpe de mi parte! ¡Accidentalmente lo llamé simplemente ‘Akira’! ¡Lo siento muchísimo, Akira-san! ¡Por favor, pase por alto este error!”

“Qué chico tan divertido,” dijo la belleza de treinta y tantos con una sonrisa.

Las mejillas de Ranta se pusieron un poco rojas. “Je, je. Soy un chico divertido. Je, je, je.”

“Akira-san…” Haruhiro cubrió su boca con sus manos. “Esperen, ¿quieren decir Akira-san?”

Soma y su grupo vivían, leyendas andantes. Naturalmente, como leyendas andantes, caminaban por los lugares. Eso significaba que, aunque eran legendarios, en realidad existían, y si tenías suerte, podrían pasar por ahí en algún lugar. De hecho, antes de que Haruhiro y su grupo terminaran uniéndose a los Day Breakers por casualidad, una vez tuvieron a Kemuri invitándolos a una ronda de tragos en la Taberna Sherry.

Pero Akira-san era diferente.

Cualquier soldado voluntario que no supiera el nombre de Akira-san tenía que haber estado viviendo debajo de una roca. Era muy famoso, pero Akira-san estaba mucho más distante que Soma y su grupo.

Por lo que Haruhiro había escuchado, antes de que Soma y su grupo se hicieran famosos, Akira-san y su grupo habían sido vistos durante mucho tiempo como los soldados voluntarios más fuertes.

Cuando Soma y su grupo aparecieron, Akira-san reconoció sus habilidades y los elogió como los más fuertes. Eso era lo que había consolidado su reputación.

Dicho eso, no había hecho nada para disminuir la dignidad de Akira-san.

Por ejemplo, hubo algunos soldados voluntarios que se jactaban: “Podría llevar a Soma a una pelea uno contra uno y ganar.” En otras palabras, había soldados voluntarios que se consideraban iguales, ya sea que lo dijeran en voz alta o no. Los clanes influyentes como Iron Knuckle y Berserkers se sentían especialmente competitivos con Soma. Entonces, aunque muchos soldados voluntarios elogiaban a Soma como el más fuerte, su posición como tal no era para nada absoluta.

Esa era la diferencia entre Soma y Akira-san. Ningún soldado voluntario se compararía con Akira-san. Sería presuntuoso que pensaran si eran más fuertes o más débiles que Akira-san.

Para ponerlo en términos extremos, sería como comparar tu altura con una montaña. Era natural que los humanos fueran más pequeños que las montañas, y sería extraño incluso intentar hacer la comparación. Akira-san no estaba tanto en otro nivel como en otra clase totalmente.

Akira-san una vez se echó a reír, diciendo: “Me estoy poniendo viejo,” y luego, casualmente, le quitó el título del más fuerte a Soma y su grupo. Entonces, un día, se embarcó en un viaje con sus camaradas, para no ser visto nunca más. Esa era la clase de historia inverificable, prácticamente una leyenda, que Haruhiro había oído hablar de él.

¿Ahora estaban diciendo que este hombre era Akira-san? ¿Este hombre viejo?

“Ah…” Tokimune parpadeó. “Hombre, realmente es Akira-san.”

“Te he visto antes,” dijo Akira-san, o el viejo que supuestamente era él, mostrando a Tokimune una sonrisa maravillosa. “Tokimune-kun. Tada-kun e Inui-kun. Creo que es la primera vez que me encuentro con esos hombres y mujeres jóvenes.”

“Hey,” dijo Tada. Y luego el tipo que parecía tener sentido común a primera vista, pero era más arrogante que nadie, inclinó la cabeza.

“Heh.” Inui… sonrió. “Es un honor…”

“¡Soy K-K-Kikkawa, hombre! Es un placer para ti… ¡No, no es eso! ¡Es un placer conocerlo, Akira-san!”

“¡Soy A-Anna-san, sí! Pueden llamarme Anna también, ¿de acuerdo?”

“Soy… Mimori.”

Oh, guau. Haruhiro estaba aturdido. Los Tokkis estaban actuando todos mansos y callados.

Por el contrario, Shihoru, Yume, Mary, Kuzaku e incluso Ranta, que estaba postrado en el suelo, estaban todos rígidos y nerviosos. Yume no era del tipo que dejaba que el nombre de alguien la molestara, pero debía sentir algo de Akira-san y su grupo.

No era opresivo de ninguna manera, pero había algo.

Como: Seguro que son adultos, ¿o algo así? Aunque Akira-san probablemente tenía la edad suficiente para ser el padre de ellos, entonces claramente eran los niños aquí. Pero no era solo la diferencia de edad. Era experiencia. Era su peso, amplitud y profundidad como individuos. Había una brecha demasiado grande entre ellos en todas esas cosas. Podían sentir eso claramente, pero sin sentir que causaba fricción.

Akira-san era natural. Eso solo lo hacía más increíble.

“Es un poco embarazoso dar mi nombre en este punto, pero…” dijo Akira-san, extendiendo su mano derecha. “Soy Akira.”

“Oh… eh… sí.” Haruhiro se limpió la mano derecha con su capa, la limpió y se la secó de nuevo, y luego tomó la mano de Akira-san. “E-E-E-E-E-Encantado de conocerle. S-S-S-Soy Haruhiro.”

“Es un placer,” dijo Akira-san, estrechándole la mano.

Un apretón de manos. Estoy estrechando la mano de Akira-san. Su mano es grande, cálida, seca, fuerte y suave. Probablemente podría alardear sobre esto, ¿eh? Sin embargo, la pregunta es a quién.

No, espera.

Aquí hay otras preguntas también.

“Espere, ¿eh? ¿Por qué alguien como usted estaría buscando a alguien como yo?” Haruhiro preguntó.

“Escuché sobre ti de Soma,” explicó Akira-san como si no fuera gran cosa.

“¿De Soma-san?”

“Sí. Ustedes vinieron aquí para encontrarse con Soma también ¿verdad?”

“¿Eh? Oh, sí, bueno… tiene razón. ¿Eh? Nosotros ‘también,’ eso es…”

“Soy Gogh.” El hombre pequeño con traje de sacerdote sacó una piedra negra y rectangular de su bolsillo. “Es inconveniente que esto sea todo lo que tenemos como prueba de membresía, ¿no es así?”

“Eso es…” Shihoru quedó sin aliento.

“¡Es un receptor!” Yume gritó, y se llevó las manos a las mejillas.

“Entonces, ¿eso significa…?” Kuzaku miró a Mary.

“No puede ser—” Mary puso una mano en su pecho e intentó calmarse.

“Sí,” dijo la guerrera, claramente pasándolo bien. “Significa que somos camaradas. Oh, por cierto, soy Kayo. Gogh es mi cariño.”

“Su cariño…” Haruhiro se sintió tan mareado como para desmayarse, por alguna razón.

“Sí, un poco.” Gogh pudo haberse sentido un poco avergonzado, porque miró en la dirección opuesta. “Es cierto, Kayo es mi esposa. Y este aquí es nuestro hijo.”

“Soy Taro.” El chico elfo se presentó bruscamente.

“Esperen, pero…” Ranta miró bruscamente hacia atrás y hacia adelante desde Gogh y Kayo hasta Taro.

“Como ya has deducido, no estamos relacionados por sangre.” Taro miró a Ranta. “Pero mamá y papá son mis verdaderos padres. ¿Querías decir algo al respecto?”

“¡Nop! ¡No es nada! ¡No, no, no, no!” Ranta se rió, sacudiendo sus manos de un lado a otro. “¡No soñaría con eso! ¡Gejejeje! ¡Nada que quiera decir, ¿sabes?! ¡Quiero decir, los lazos de sangre no importan de todos modos! ¡Si alguien quiere obsesionarse con esas cosas, yo mismo patearé su trasero! ¡Gajajaja! P-Por cierto, um… ¿Cómo se llama la señorita de ahí?”

“¿Yo?” La belleza se señaló a sí misma. “¿Querías saber algo sobre mí?”

“No, um, bueno, como si estuvieras disponible, tal vez…”

“Soy muy vieja comparada contigo,” dijo la belleza. “Tengo treinta y siete.”

“¡¿Treinta y siete?!” Ranta gritó con incredulidad. “¡No lo parece! ¡De ningún modo! ¡De ninguna manera! ¡Este es el mayor shock en toda mi vida! ¡Además, ¿a quién le importa cuántos años tiene?! ¡Está por encima y más allá de algo así!”

“Gracias. Soy Miho.”

“¡Miho-saaaan! ¡S-S-Sea mi esposaaaaa!”

“Lo siento,” dijo Miho, poniendo una mano en el brazo de Akira-san. “Tengo la intención de dedicarle mi vida a este hombre aquí.”

“¡Gwarrrrrrghhhh! ¡Mi amor, derrotado en un instanteeeeeee!”

“¿Esta gente va a ser de alguna utilidad?” Resopló el enano. “No me puedo imaginar que Soma los eligiera.”

Eso es justo, pensó Haruhiro. Especialmente Ranta. Quiero decir, Ranta, no creo que haya estado tan avergonzado por su culpa en mucho tiempo. Desearía poder matarte y luego suicidarme.

“Branken.” Akira-san miró al enano con una mirada de reproche antes de volver su mirada amistosa, o al menos, una que se sentía de esa manera, hacia Haruhiro. “Había estado esperando conocerlos a todos ustedes. Después de todo, conocía a Rock e Io y sus grupos antes de que se unieran, pero ustedes, solo me enteré por primera vez a través de Soma.”

“Sí, me imagino que no nos habría encontrado,” dijo Haruhiro. “Um, no sé qué decir, pero no hemos sido soldados voluntarios por mucho tiempo, y no tenemos logros de los que hablar…”

“Han derrotado a Death Spots, ¿no?” Preguntó Akira-san. “También he oído que actuaron bien en la ofensiva en Capomorti.”

“¡B-Bueno, sí, lo hicimos!” Ranta infló su pecho con orgullo. “¡Jóvenes recién llegados! ¡Eso somos, diría yo! ¡Sin negar que tenemos un futuro real por delante!”

“Hombre…” Haruhiro quería darle a Ranta un buen y duro golpe, pero no pudo reunir la energía para hacerlo.

“Hmm.” Tokimune miró hacia atrás y hacia adelante desde Akira-san hasta Haruhiro. “Los Day Breakers, eh. Me sorprendió saber que Haruhiro estaba con ellos, pero ¿tú también, Akira-san? Sin embargo, siento que escuché de Kikkawa que Los Rocks y el grupo de Io se unieron a él.”

“¡Son, como, totalmente más fuertes!” Kikkawa sacudía su cabeza como si no pudiera contenerse por más tiempo. “¡Increíble! ¡Las leyendas, las leyendas originales: Typhoon Rocks y el grupo de Io-sama! ¡Es, como, un equipo de ensueño, ¿o algo así?! ¡No, ¿como un verdadero sueño?! ¡Como, ¿soñar, soñar, soñar?!”

“Oh. Cierto.” Tada se acercó, mirando a Akira-san con ojos evaluativos. “Oye, amigo. Eh, Akira-san.”

Espera. Haruhiro se sobresaltó. ¿Acabas de llamarlo “amigo”? ¿Eh? ¿Qué pasó con el modo manso y tranquilo? Kikkawa parece estar volviendo a su ritmo también. ¿Ehhh…?

“¿Sabes sobre el Reino del Atardecer?” Tada ni siquiera hizo un intento de ser educado.

“No hemos estado ahí todavía.” A Akira-san no parecía importarle. “Pero hemos oído hablar de eso.”

“Ahí hay un monstruo loco,” dijo Tada. “Como, tan loco que incluso me emocionó. Es un dios gigante.”

“¿Oh?”

“Estamos planeando invitar a Soma y a los demás, pero ¿también quieres una parte de la acción?” Tada preguntó.

Los está invitando. Los está invitando por completo.

Haruhiro se pellizcó el puente de la nariz. Estaba empezando a llorar.

¿Qué? ¿Qué demonios, Tada? No hagas este tipo de mierdas. Este es Akira-san, ¿de acuerdo? Le preguntas a Akira-san si quiere una parte de la acción, como un matón. Si quieres invitarlo, debe haber mejores maneras. Por ejemplo, en como lo dices. Además, no está bien. No lo invitarías, normalmente no. Bueno, Tada nunca ha sido normal. Lo sabía, pero aún así, ¿no es demasiado anormal?

“Déjame pensarl,” dijo Akira-san.

Hombre. Eres un tipo tan agradable, Akira-san. La forma en que estás siendo considerado con él. Ni siquiera te enojas con alguien tan descaradamente arrogante como Tada. Tienes mucho carácter. Es maravilloso. Haruhiro se conmovió.

“¿Eh?” Tada espetó.

Entonces, ¿por qué Tada tiene una vena palpitando en su sien? ¿No es extraño? ¿Tal vez se ha vuelto loco? Claramente Tada no es normal, ¿verdad? Quiero decir, es totalmente extraño, ¿verdad? No es algo para rechinar, ¿verdad? No tiene nada de lo que enojarse, ¿verdad?

“¿Qué pasa con esa respuesta?” Tada gruñó. “Como si estuvieras tratando de esquivar la pregunta. Odio cuando la gente hace eso. ¿Estás interesado o no? Sé claro al respecto.”

Oh, ¿ese es su problema? Haruhiro pensó. Entiendo lo que él está diciendo. Lo entiendo, pero no necesitas quejarte sobre eso.

Haruhiro, su grupo e incluso los demás Tokkis, estaban mirando con incredulidad. En cuanto a las reacciones de Gogh, Kayo, Miho, Branken y Taro, estaba demasiado asustado para comprobarlo.

“Hmm.” La cara de Akira-san se puso rígida. O más bien, tenía una expresión seria. Por último, Akira-san asintió levemente.

¿Solo inclinó la cabeza?

“Lo siento. Tienes razón, la respuesta que acabo de darte estuvo cerca de ser una mera formalidad.”

“Sí.” Tada se revolvió el pelo. “Entonces, ¿cuál es tu respuesta?”

“Parece interesante, pero no puedo decidir en este momento.”

“¿Por qué?” Tada exigió.

“Hay dos razones. Primero, no tengo información sobre ese dios gigante.”

“Eso es lo que hace que esto sea interesante, ¿no?” Tada replicó.

“Tienes un punto ahí.” Akira-san tenía una sonrisa extrañamente infantil, traviesa y sorprendentemente desagradable. “Aquí está la otra. Nos reuniremos con Soma mañana.”

“Eso solo es cuestión de ir al Reino del Atardecer después.”

“Si terminamos yendo, así será,” dijo Akira-san. “Dijiste que querías invitar a Soma, ¿verdad?”

“Sí.”

“Entonces déjame hablar con Soma al respecto también.”

“No podría pedir un mejor resultado,” dijo Tada.

“No puedo responder de inmediato.” Akira-san todavía estaba sonriendo. “Pero estoy dispuesto a ir. Parece que sería divertido luchar hombro a hombro contigo.”

“Te lo garantizo.” Tada sonrió y extendió su puño. “Solo te conozco por rumores, pero yo me conozco bastante bien.”

Akira-san chocó puños con Tada. “Asegurémonos de traer a Soma también. Pelear junto a él es estúpidamente divertido.”

“Jajaja.” Tada le dio una palmada en el hombro a Akira-san.

“¡Ohoh!” Ranta se levantó de un salto.

“¡Yahooey!” Kikkawa también saltó al aire, y dejó escapar un grito extraño.

“¡Es emocionante ahora, sí!” Anna-san hizo el signo de amor y paz con sus manos y giró en círculos.

Mimorin estaba mirando a Branken por alguna razón. Probablemente pensaba que era lindo.

“Lo hicimos, ¿eh, Haruhiro?” Tokimune mostró sus dientes blancos y golpeó a Haruhiro en el costado.

Haruhiro no dijo nada. Por ahora, solo quería agacharse. Quería sentarse. Quería dormir. Quería dormir por mucho tiempo.

¿No puedes dar una respuesta inmediata? No importa lo que digas, si estás diciendo que traerás a Soma, Akira-san, ya estás listo, ¿no? No me gusta…

No me gusta…Simplemente no acepto a personas que no son normales, y no me gusta…