Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 14

Capítulo 3: La Sala del Jefe

Parte 5

Todo encajaba en la cultura del Reino de los Demonios, y Aidy estaba encantada.

Esto era casi equivalente a la clásica historia del Reino de los Demonios donde el protagonista sería salvado por su amigo, quien diría “¡No mueras antes de que te mate yo mismo!” y luego batirse en duelo a muerte. Al Core 219 no le había gustado, pero Rokuko lo recordaba. ¡Qué romántico!

“Aaah, estoy verdaderamente, verdaderamente feliz. Daré todo esto”.

“Solo para ser claros, no tengo la intención de matarte o que me maten. ¿Te importaría reprimirte un poco?”

“Yo nunca lo soñaría”, respondió Aidy. Después de todo, ella estaba aquí específicamente para destruir la mazmorra.

“Bueno, sé amable”. Rokuko parecía un poco triste por eso, pero probablemente era solo la imaginación de Aidy. “Por cierto, Aidy. ¿Te importaría quitarse ese broche? Es un poco asqueroso de ver”.

“¿Oh esto? No sale. Muy asqueroso, lo sé”. Aidy soltó una risita, a lo que Rokuko dejó escapar un suspiro. Por supuesto que no sería tan sencillo. “Ahora bien, entra en el coliseo y podemos…”

“Sabes, Aidy. Tengo una idea.”

“¿Qué pasa, Rokuko?”

“La Sala del Jefe está justo más allá de este punto”.

“La Sala del Jefe…”

“Cierto. ¿No crees que sería el lugar perfecto para que las mazmorras nos batiéramos en duelo?”

Aidy sintió que le latía el corazón. La razón es que la Sala del Jefe era la última línea de defensa para las mazmorras; no importaba lo que sucediera o cuánto lucharan, era donde tuvo lugar la batalla final, el clímax de todos los clímax. Los coliseos eran un punto de encuentro para las citas, pero eso era para la gente normal en el Reino de los Demonios. ¿Qué pasa con Dungeon Cores?

“La sala del jefe es el mejor lugar para que arreglemos esto, ¿no?”

“¡Nunca he estado más de acuerdo!” Aidy se regocijó y estuvo de acuerdo con la sugerencia de Rokuko.

Los dos se dirigieron a la sala del jefe. Pronto, llegaron a una puerta grande y gruesa, tallada de forma ornamentada como deberían estar las puertas de la habitación del jefe.

“Ahora, entraré primero y quiero que esperes un minuto antes de seguirme”.

“¿Oh? Pero estoy listo para batirme en duelo de inmediato”.

Rokuko abrió la puerta de la sala del jefe y se deslizó dentro. Aidy intentó hacer lo mismo, pero una palma la detuvo.

“¿De qué estás hablando? Esta es la sala del jefe de la mazmorra, recuerda. ¿Quieres que nos tomemos de la mano y entremos como amigos? Hablando de un aguafiestas total”.

“¡Aaah! ¡Precisamente, Rokuko! Perdóname, fui una tonta”. Aidy aplastó su impaciencia y la voz que gritaba para esperar paciente, siempre tan pacientemente frente a la puerta como se le indicó.

“Aquí vamos. Y no entres por la puerta y me ataques, ¿de acuerdo? Quiero que nos enfrentemos con cuidado antes de batirnos en duelo. Keima dice que ese es el estilo en su mundo”.

“¡Eso suena muy lindo!” Aidy asintió enérgicamente en señal de aprobación. Y así, dejó que Rokuko cerrara la puerta, luego esperó un minuto completo. Balanceó su Espada Mágica, calmó su corazón con fantasías, revisó dos veces su postura al estilo del Rey Demonio y luego, después de que habían pasado exactamente sesenta segundos, se enfrentó a la puerta.

La voz había permanecido en silencio desde que se estaba preparando para la batalla que la esperaba. Abrió su menú para asegurarse de que no iba a entrar ni un segundo antes. ¡Adelante, al duelo desgarrador!

………

Detrás de la puerta había una habitación increíblemente pequeña, considerando el tamaño de la puerta. En términos de mazmorra, tenía aproximadamente el tamaño de una habitación pequeña (200 DP) con rocas que sobresalían de los pisos y las paredes. Rokuko estaba de pie en el otro extremo de la habitación, vigilando la salida.

“¿Rokuko…?”

“¿Sí, Aidy?”

Aidy se enfrentó a Rokuko y luego continuó. “Esta habitación parece excepcionalmente pequeña. ¿Por qué es tan estrecho, me pregunto?”

“Eso hará que sea más difícil para ti blandir tu espada, ¿no?”

Eso tiene sentido, pensó Aidy. Ciertamente, era tradicional que una sala de jefe estuviera diseñada para darle una ventaja al jefe.

“¿Rokuko?”

“¿Sí, Aidy?” Segunda pregunta.

“¿Cuáles son esas dos líneas debajo de tus pies?”

“Nos paramos en estas líneas, luego nos  saludamos el uno al otro. Aparentemente, así es como funciona en el mundo de Keima”.

Eso tiene sentido, pensó Aidy, viendo a Rokuko presionar sus brazos contra sus costados antes de inclinarse. Había visto en los libros que hacerlo era un saludo tradicional en el mundo de Keima.

Por fin, se enfrentaron. Aidy hizo una reverencia y… “Perdóname, Rokuko.”

“¿Sí, Aidy?”

“¿Por qué mi cuerpo está incrustado en una pared?”

“Hah, bueno, eso sería porque te atraparon en una trampa de mazmorra. Es así de simple”, dijo Rokuko, sonriendo con una sonrisa que se parecía a la de su Maestra mientras sacaba un martillo y un cincel de metal.

***

# Perspectiva de Keima

Miré a Aidy, todavía transformada para parecerse a Rokuko. Aidy había sido enterrada en la pared en el momento en que se inclinó; o, para ser más precisos, su mitad inferior estaba enterrada mientras que su mitad superior sobresalía.

“También planeé sacarte el pecho si se atascaba, pero bueno, parece que todo salió bien”.

Hacer pequeños ajustes en la posición de la pared con la ayuda de Ichika había valido la pena, con sus brazos y casi todo debajo de su pecho atascado. Parecía un trofeo de caza de ciervos. Ya sabes, donde sus cuellos brotan de un escudo de madera.

“¿Rokuko? No, espera, eres su Maestro, ¿no?”

“Claro que soy yo. ¿Qué, pensaste que alguna vez me arriesgaría a enviar a Rokuko al frente?”

“Ahora que lo mencionas, habría pocas razones para enviar un Núcleo antes que el Maestro”.

Obviamente. Si Rokuko moría, yo también moriría. Eso era un gran riesgo sin ganancia.

“Considérame sorprendida. Te ves exactamente como ella”.

“Esta es una habilidad de héroe que estoy usando, así que sí”.

Aunque tomadas prestadas, las habilidades de héroe eran poderes directamente de un dios. Tenía sentido que también engañaran a Cores.

Aidy me miró con los ojos entrecerrados. “Qué cruel… estaba tan feliz de escuchar que Rokuko deseaba enfrentarse a mí.”

“Demasiado. De todos modos, perdiste, así que cállate. Voy a destruir ese broche”.

“¿Por qué crees que he perdido?”

“Ya pues. Desafiaste una mazmorra y ahora estás atascado. Eso significa que perdiste el duelo con nuestra mazmorra, ¿verdad? Y nuestra mazmorra es Rokuko. Por lo  tanto, perdiste un duelo con  ella. ¿Me equivoco?”

“Hrm…”

Mi sofisma dejó a Aidy sin palabras. Ella cerró los ojos. Probablemente ahora se sentía como si hubiera perdido ante Rokuko, especialmente porque yo todavía me parecía a ella.

“¿Retirar a Rei en ese momento crítico era parte de tu plan?”

“Sí, pensé que nunca serías capaz de rechazar el duelo de Rokuko después de recibir una bola azul de esa manera”. Fue una coincidencia que Rei hubiera usado su {Stygian Sun} justo cuando yo había terminado mis preparativos y no necesitaba ganar más tiempo, pero bueno, la historia la escribieron los ganadores.

“¿Qué habrías hecho si esto no hubiera funcionado?”

“¿Qué sentido tiene que te diga eso ahora?”

“Supongo que tienes razón. Sería más rápido verlo por mí misma”, dijo Aidy. Abrió los ojos, revelando que el blanco de sus ojos se había vuelto completamente negro, con  el carmesí de sus ojos brillando amenazadoramente entre la oscuridad. “¿Pensaste que meros muros de piedra serían capaces de contenerme?”

Se formaron grietas en la pared. Oh, mierda. Coloqué apresuradamente el cincel contra el broche del pecho de Aidy para romperlo y…

“¡Hmph!”

Aidy lo tiró a un lado con solo balancear su pecho. Un momento después, la pared se derrumbó.

“¡Rokuko, date prisa y arregla las paredes! ¡Atáscame si es necesario!”

“¡Ahahaha! ¡Llegas muy tarde!”

Rokuko reparó las paredes que llenaban la habitación, pero antes de que pudiera terminar, Aidy saltó al pasillo. Mierda, ella se escapó. Terminé atrapado en las paredes, pero Rokuko me retiró instantáneamente.

“Parece que ella salió. Esto es… bastante malo, ¿verdad?” ella preguntó. “Sí. Es bastante malo”.

A juzgar por esos ojos, es posible que se haya corrompido demasiado para que podamos hacer algo al respecto. Nuestra única opción era ofrecer más GP y pedir… Oh, un correo. “Ella todavía está bien”, ¿eh? ¿De verdad, Padre? Voy a confiar en ti aquí. Quiero decir, supongo que no tengo otra opción, pero sí.

“Aun así, pensar que ni siquiera enterrarla en una pared sería suficiente para detenerla. En realidad, Aidy es mucho más fuerte que Suzuki”.

“¿Quieres usar la Colcha Divina esta vez?”

“No, como dije, queremos eso para nuestra última línea de defensa”. Incluso el cierre de la mazmorra por ser invencible era mejor que morir por completo.

“Rokuko, envíame a la sala del jefe”.

“¿Estarás bien…?”

“Yo me encargaré.”

Para ser honesto, básicamente no tenía ningún plan, pero ¿qué más podía hacer? Me quité el Pijama Divino, que había cambiado para que pareciera la ropa de Rokuko, y me puse mi camiseta normal. Al mismo tiempo, cancelé mi {Ultra Transformation}.

“¿Keima?”

“¿Hm? ¡Nmm!”

De repente, unos labios suaves se presionaron contra los míos en un beso. Después de un momento, Rokuko se apartó.

“Cuento contigo.”

“C-Claro…”

¿Por qué ahora, de todos los tiempos? O bueno, supongo que ahora es el mejor momento para eso, considerando todo.

Aparté la mirada de Rokuko con vergüenza y le pedí que me enviara a la Sala del Jefe mientras sentía que mi cara se calentaba. Probablemente me estaba sonrojando tanto como ella.

Rehíce mi {Ultra Transformation} en mí mismo y encontré a Aidy esperando en la sala del jefe, con los ojos negros y la espada mágica en la mano.

“¡Aha! Ahí estás, Maestro de Rokuko. ¿Hm…? Tu cara está roja”.

“Hay algunas circunstancias adultas. Supongamos que no vio nada. En realidad, te agradecería que esperaras un segundo para que me calmara”.

“Muy bien, supongo.”

Esperó a que me calmara por la bondad de su corazón. Aunque en primer lugar, aparentemente estaba esperando aquí a que hiciéramos algo de todos modos.

“Esa fue una puerta bastante corriente, pero supongo que esta es la Sala del Jefe adecuada”.

“Si. Hay un poco de escombros esparcidos por ahí, pero no se preocupe. Simplemente movimos una piedra de esa otra habitación para esconderla”.

Esta habitación del jefe era bastante grande para adaptarse al Dragon Golem, y la puerta era pequeña desde que cambiamos la puerta con la puerta de la pequeña habitación de mierda. Por cierto, el Dai-Frame que Ichika había usado para mover los escombros todavía estaba sentado en la esquina.

“Acabo de recordar tu invitación a una cita de hace un momento. Esta es la Sala del Jefe, lo que hace que esta sea nuestra batalla final, ¿no?¿Nuestro duelo definitivo?”

“Seguro que sí.”

“En ese caso, este es un duelo entre Rokuko y yo. Tú mismo lo dijiste hace un momento, ¿no?”

“Sí, más o menos”, respondí mientras me subía al Dai-Frame. “Vamos a hacerlo. Es hora de la pelea del jefe”.

“¿Eres el jefe de la mazmorra, el maestro de Rokuko?”

“Normalmente no, pero, bueno… Hoy es especial. Aunque naturalmente…” Cinco Golems de Hierro, controlados por Niku y los demás, cayeron de los agujeros en el techo y aterrizaron en el suelo con un golpe. El truco de esta sala del jefe era el flujo interminable de monstruos que venían de las salas de generación de allí. “Usaré algunos agregados. No te importa, ¿verdad?”

“¡Aha! ¡Por supuesto, esta es una pelea de jefes!” Y así comenzó la pelea del jefe.

***

# Perspectiva de Aidy

Keima entró en el Dai-Frame, uno de los dispositivos que él mismo había creado mientras estaba en el Reino de los Demonios. Sin embargo, este se veía diferente. Hubo muchas diferencias de diseño y color. En particular, el material parecía ser un temible oricalco.

“Ahaha. ¿De dónde sacaste tanto de eso? ”

“Genial, ¿no? Ven a mí”. Keima le hizo un gesto desde dentro del Dai- Frame, y al mismo tiempo el Dai-Frame también hizo un gesto. No hubo un intervalo de tiempo entre los movimientos, estaba claramente en un nivel completamente diferente de los que había hecho con los enanos en el Reino de los Demonios.

Dicho esto, todavía era solo un marco con mucho espacio vacío en el interior. Incluso si proporcionaba algo de armadura, limitaba los ataques de barrido, no los empujes.

Mientras Aidy analizaba la debilidad del Dai-Frame, Keima hizo su movimiento. “Si no vienes, lo haré”, dijo, luego agarró uno de los Golems de Hierro cercanos y se lo arrojó a Aidy.

“¡Ah!”

Aidy instantáneamente pateó el suelo y saltó hacia un lado para esquivar el proyectil Golem parecido a un cohete. El Golem extendió una mano para agarrarla, por lo que se retorció en el aire para esquivarla. Se estrelló contra una pared y quedó flácido en medio del agujero que hizo.

“¿No es suficiente para ti?” Keima balanceó sus brazos, que sirvieron como tablas de lanzamiento para más Golems de Hierro que corrían hacia ella. Aidy abrió un camino con su espada mágica, solo para que llovieran más Golems de reemplazo. Trabajaban al unísono organizado, a pesar de ser monstruos engendrados. Y a pesar de ser monstruos engendrados, quien los controlaba era hábil.

“Aquí, hay más de donde vino eso”. Keima agarró algunos escombros y se los tiró a Aidy como si fuera arena. Naturalmente, los Golems de Hierro saltaron de sus brazos mientras lo hacía. Los propios Golems de Hierro apenas eran dignos de mención, ya que podía cortarlos con un solo tajo, pero cuando se lanzaban directamente representaban una amenaza mortal.

“¡Sólo si me golpean, sin embargo…!”

“{Element Shot}”.

Un rayo de luz se disparó directamente hacia Aidy para atravesarla. Ella guardó en un instante con maná, pero fue un golpe lo suficientemente fuerte como para entumecer incluso sus brazos. Si bajaba la guardia incluso por un segundo, le haría un agujero.

“¡Ahahaha! ¡Excelente, maestro de Rokuko! ¡Esto es fantástico!”

“Core 50 no me entrenó por nada, hah. Prepárate para perder un brazo o una pierna”.

“Estaría dispuesto a perder cinco o seis por ti”.

“¿Cuántos miembros tienes…? Oh, te refieres a esas Espadas Mágicas”.

El verdadero cuerpo de Aidy era una Espada Mágica, y la que estaba empuñando era solo una representación de ella, en cierto sentido. Tenía exactamente los mismos poderes que su verdadero cuerpo, pero no era lo mismo.

La ruptura de la espada no le costaría nada de sudor, aparte de la pérdida de maná… y el hecho de que la ruptura de la copia significaba que el ataque era lo suficientemente fuerte como para romper su verdadero yo también. Eso sería un daño psíquico bastante intenso para un Dungeon Core tipo Espada Mágica.

“Absolutamente, absolutamente espléndido. Su Dai-Frame está lleno de aberturas, pero sigue siendo impenetrable. Es el equipo perfecto para ti. Ah… ¿Y es por eso que le enseñaste sus secretos a Core 50?”

“Sí, exactamente. Esta es un arma popular en el Reino de los Demonios,

¡así que no hay nada injusto en que lo use!”

“Nadie se quejaría incluso si solo los usaras, ya sabes. Si alguien se queja, todo lo que tienes que hacer es aplastarlo… ¡Así!” Aidy esquivó los golpes de los Golems y se acercó a Keima una vez más. Esta vez, blandió su espada.

“¿Una barra? Eso no va a atravesar el oricalco…” La Espada Mágica atravesó el brazo del Dai-Frame.

El estilo del Rey Demonio tenía una técnica llamada Ghosting. Hizo que su copia Espada Mágica desapareciera en medio del swing y luego reapareciera una vez que atravesó las defensas de su oponente.

“Te tengo… ¡Espera!”

Sin embargo, justo antes de que la hoja golpeara a Keima, pasó por el aire vacío y simplemente golpeó el interior del Dai-Frame.

“¡Wow! Eso me asustó, ¡pero tampoco va a funcionar!”

“¡Ah! ¡Ya veo, sí, ya veo!”

Aidy se echó hacia atrás para evitar el puño del Dai-Frame y comprendió al instante lo que había sucedido. En resumen, Keima… O mejor dicho, Rokuko había hecho lo mismo que acababa de hacer Aidy.

Ella ciertamente le había mostrado a Rokuko otras técnicas en una Dungeon Battle anterior, por lo que tenía sentido que estuviera preparada.

“A pesar de ser el Dungeon Boss, ¿lo retiraste a la Sala Maestra y luego lo colocaste de regreso en el lapso de un segundo para esquivar el ataque?

¡Aha! ¡Ahahahahahaha! Aaah… ¡AAAAAAAAAH! ¡TE AMO, ROKUKOOOOOOOO!”

Qué técnica tan espléndida. Aidy dejó escapar un grito de pura alegría después de darse cuenta de que no solo estaba luchando contra Keima, sino también contra Rokuko.

El poder fluyó a través de ella. ¡Más, más! ¡¿A quién le importaba que sus brazos se hubieran vuelto negros desde la punta de los dedos hasta los codos?! Extrajo aún más poder de la perla negra.

Si estuvieran usando Ghosting para defenderse, ella no podría lastimar a Keima. Ella estaría atrapada a la defensiva para siempre. Por lo tanto, trabajó su cabeza tanto como pudo mientras esquivaba la tormenta de Golems. Los ataques de Keima fueron generalmente de largo alcance.

O arrojó Golems o usó magia. Sin embargo, Aidy era lo suficientemente hábil como para que una vez que se acostumbrara a su estrategia, no fue particularmente difícil esquivarlos a todos. Todo lo que faltó simplemente destruyó las paredes.

¿Significaba eso que ninguno de los dos podría asestar el golpe final? No. Aidy conocía el punto débil de Ghosting más que nadie, ya que lo usaba a menudo. No se podía reaparecer algo donde ya había un objeto. Como Dungeon Core, Aidy sabía que era lo mismo para la función de ubicación de la mazmorra.

En cuyo caso, si dejaba la espada clavada en el asiento donde estaba Keima, no podría volver a colocarlo.

“No acabará contigo… ¡pero el jefe que abandone la sala del jefe será MI VICTORIAAAAAAA!” Aidy rugió, luego cargó a través de los proyectiles Golem hacia Keima de nuevo.

“¡Ngh, gah…!”

“¡No lo hará, golpe!”

Keima arrojó trozos de la pared junto con los Golems. Fue empujado hacia atrás poco a poco, hasta que finalmente chocó contra una pared. La velocidad no lo ayudaría aquí. “¡Mierda…!”

“¡Se acabó!” Aidy saltó sobre el Dai-Frame y apuñaló a Keima con la espada. El desapareció. “Yo ga—”

Un instante después. Aidy fue empujado a la cabina ahora vacía, agarrada y se dio la vuelta. Luego…

“Qu—”

Antes de que pudiera siquiera darse cuenta de lo que estaba pasando, su mitad inferior estaba atascada en una pared de nuevo.

“¡Ngah!”

Y esta vez, el Dai-Frame la estaba sujetando para que no pudiera escapar. “Aaah…”

“Entonces, Aidy. ¿Cómo está el agua… o mejor dicho, la pared?”

“… Un poco de frío, pero no está mal en lo más mínimo”.

Ante ella estaba Keima, con una sonrisa.

***

# Perspectiva de Keima

“Entonces, Aidy. ¿Cómo está el agua… o mejor dicho, la pared?”

“… Un poco de frío, pero no está mal en lo más mínimo”. Aidy intentó moverse, pero esta vez el muro de piedra no era lo único allí. Los brazos cubiertos de oricalco del Dai-Frame también la sostenían en su lugar.

Whew. Si esto no hubiera funcionado, realmente habría tenido que rendirme.

“No puedes romperlo esta vez, ¿eh?”

“¡Ngh… Ngh! Parece que no”.

Fue la Operación Barril de Amontillado, parte 2. En lugar de muros de hormigón armado, utilicé muros de oricalco reforzado… bueno, esa no era exactamente la imagen mental correcta. Después de todo, los brazos estaban cubiertos de oricalco.

Subí y presioné el cincel contra la perla negra del broche de Aidy antes de que pudiera hacer algún truco.

Gracias a Rei manipulando el Dai-Frame desde lejos y haciendo ajustes precisos, lo habíamos conseguido tanto más de Aidy estaba atascado en la pared esta vez, todo menos su cara y pecho estaba enterrado en la pared. El Dai-Frame también fue enterrado y la puso bastante alto en el aire, pero no lo suficiente como para causar problemas.

“¿Podrías acabar conmigo rápidamente? Los gritos moribundos de la voz son realmente insoportables”, dijo Aidy con un suspiro.

“Ya veremos. No soy el mejor en esto, así que…”

Bajé el martillo, como tallando una estatua de granito. Como montar una carpa. Como clavar una estaca blanca en el corazón de un vampiro.

“Esta fue una derrota agradable. Supongo que todo el lanzamiento de Golem fue para lograr este fin”.

“Sí. Muy inteligente de tu parte al darte cuenta”.

La segunda parte de la estrategia fue bastante simple. Lanzarlos destruyó las paredes, lo que creó aberturas para que el Dai-Frame entrara después de agarrar a Aidy.

Por cierto, Rei había estado controlando el Dai-Frame durante la segunda mitad de la pelea, y el “yo” dentro de él también había sido la creación de las habilidades de ilusión de Rei.

Todo lo que tenía que hacer era que Rokuko me pusiera encima de la ilusión y disparara {Element Shots} a Aidy para romper las paredes. Aunque con todos los Golems lanzados a través de las paredes, eso no cambió mucho.

A mitad de la batalla, Aidy había atravesado la ilusión y no pudimos agarrarla a tiempo, pero afortunadamente no entendió lo que había sucedido. Eso nos había dicho la estrategia que probaría a continuación, y logramos guiarla para que quedara atrapada.

A partir de ahí, todo lo que Rokuko tuvo que hacer fue reparar la pared para enterrarla. Naturalmente, una gran cantidad de crédito fue para Niku, Ichika, Kinue, Neruneh y las muchas copias de Elka, todas las cuales habían ayudado a controlar los Golems de Hierro.

Después de golpear el martillo varias veces, la perla finalmente comenzó a agrietarse. Un golpe más debería hacerlo. Esto fue mucho más difícil de lo que pensaba.

“Por cierto, tengo una última pregunta”.

“¿Qué pasa?” Pregunté, haciendo una pausa con el martillo en alto en el aire.

Aidy sonrió con sus ojos negros como la boca del lobo. “¿Fue convincente mi actuación? ¿Parecía que me estaban controlando?”

Ojalá no hubiera preguntado. Ahora tengo que considerar la posibilidad de que Aidy nos haya atacado a todos por su cuenta.

“No hagas preguntas difíciles de responder”.

“Oof”.

Bajé el martillo y, de un golpe, la perla negra se hizo añicos. Los fragmentos se volvieron grises, habiendo perdido su poder, luego volaron por el aire como polvo.