Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 14

Capítulo 3: La Sala del Jefe

Parte 3

# Perspectiva de Keima

La base de operaciones del Kraken Sangriento tenía un montón de documentos que cubrían todo tipo de cosas. Había tantos documentos que incluso ponerlos todos en {Almacenamiento} era una lata, sin mencionar a todas las personas secuestradas que proporcionaban más pruebas.

Eso prácticamente selló el destino del Kraken Sangriento, y Aidy estaba destruyendo las últimas bases que tenían. Decidí que mi doncella enmascarada llamara a los guardias y dejara que ellos resolvieran el resto.

“¡Sí, señor! Lord Cid nos dijo que estarías aquí”.

Una docena de soldados liderados por uno de los criados del archiduque llegaron a la base. Los había visto antes con Cid en Dragg, así que podía confiar en que no eran soldados falsos aquí para destruir pruebas. Incluso sugirieron que yo mismo podría entregar algunas de las pruebas al Cid por razones de seguridad. Sin embargo, me negué porque eso sonaba como mucho trabajo extra.

Los soldados empezaron a decir cosas como “Pensar que nos confiarías los frutos de un logro tan heroico”, “No, esto significa que ni siquiera considera que algo de este nivel sea significativo en absoluto”, “De cualquier manera…. ¡Es un titán de hombre!” y tal, pero los ignoré.

Nos encontramos con Aidy. Quizás debido a haber aliviado su estrés, se veía tranquila.

“Jefe de la ciudad, me gustaría volver a Goren”.

“¿Hm? Si seguro. Los soldados tienen todas las pruebas ahora, así que no hay razón para quedarse”.

Regresaríamos en medio de la noche si saliéramos en carruaje ahora. Pensé que sería mejor pasar la noche en Pavella antes de irme, pero no podía evitarlo si quería volver ahora. No hay razón para negarse, de verdad.

Espera…

“Usemos {Teleportation}”.

“Ciertamente”, dijo casualmente, lo que podría interpretar como si me perdonara por olvidarme de {Teleportation} hasta ahora. ¡Muy bien, perfecto! Ahora puedo irme a casa y dormir todo lo que quiera. Lo bueno es que esperé para revelar esto hasta que ella se quitó el estrés y se calmó.

Puse a Ichika en {Storage}, luego me teletransporté a mi habitación en la residencia principal, donde encontré a Rokuko rodando encima de mi cama, envuelto en mi colcha.

“¿Rokuko?”

“¿Bwuh…? ¡¿K-Keima?! ¡E-Esto no es lo que parece! ¡Lo prometo!” Rokuko gritó apresuradamente.

“No sé cómo crees que se ve, pero obviamente estás siendo un bicho raro”.

“No, de verdad, todo es un gran malentendido. Solo estaba preocupado por cuándo llegarías a casa, así que—” comenzó Rokuko, dándole excusas en pánico. Fue entonces cuando sucedió. Aidy sacó su espada mágica y lanzó un fuerte golpe hacia Rokuko. La atravesó… O lo habría hecho, si no hubiera sido desviado por alguna fuerza invisible. “¡¿Eep?!”

“¿Hm? Vaya, vaya, ¿por qué no pasó? Qué extraño.”

Esta vez balanceó su espada como un martillo, pero se congeló en el aire justo antes de golpear a Rokuko en su colcha.

“¡D-Detente, Aidy! ¡¿Qué estás haciendo?!” Gritó Rokuko.

“Extraño. Aaah, qué extraño A este paso, no podré destruir una mazmorra”.

“¡O-Oye! ¡¿Qué te pasa?! ¡Déjalo, Aidy!”

“Jefe de la ciudad. No me detengas. Debo destruir mazmorras”.

Aidy   se   volvió   y   me   miró    a   los   ojos.   Sus   propios          ojos estaban completamente negros y abiertos de par en par; apenas parecía cuerda.

¿Negro? Estoy bastante seguro de que sus ojos estaban como, uh, rojos.

Pero ahora no era el momento para ese tipo de preguntas. “¡Rokuko, corre! ¡Algo raro pasa aquí!” Yo grité.

“¡C-Correcto!”

Rokuko no protestó y desapareció instantáneamente con la colcha todavía envuelta alrededor de ella. Supongo que se había mudado a la habitación principal.

“Aah, ella se escapó. Qué vergüenza.”

“¿Qué sucede contigo? Estás actuando extraña”.

“¿Extraña? No, Rokuko es la extraña aquí. Mi espada no la atravesó”.

Eso se debía a que la colcha que tenía Rokuko era en realidad la Colcha Divina, que tenía una defensa de invencibilidad. Pero dejando eso a un lado, ¿por qué Aidy atacaría a Rokuko de la nada?

¿Lavado del cerebro? Bueno, sé exactamente qué hacer al respecto.

Saqué el Reloj Despertador Divino. Si tuviera algún efecto de estatus en ella, esto la curaría de una sola vez—

“¿Oh?”

—Er, la habría curado en un solo segundo. Desafortunadamente, Aidy agitó su Espada Mágica y lanzó el reloj al aire antes de agarrarlo. El reloj estaba ahora en sus manos.

“Oh.”

“No sé lo que estabas a punto de hacer, pero aceptaré esto por ahora”.

Qué error tan descuidado. Aidy arrojó el Reloj Despertador Divino en su propio {Storage}. Al no tener otra forma de luchar contra ella, rompí a sudar frío cuando ella me miró con una sonrisa.

“Parece que yo también debo destruirte”, dijo Aidy, y balanceó su Espada Mágica hacia mí… Solo para que yo fuera teletransportado a la Sala Maestra en el siguiente instante.

“Keima, ¿estás bien?”

“S-Sí. Gracias, Rokuko”.

Parecía que Rokuko me había salvado en el último momento. Dejé escapar un suspiro de alivio. Estábamos a salvo, por ahora.

“Como agradecimiento, no cuestionaré lo que estabas haciendo en mi cama mientras estaba envuelto en esa colcha”.

“Ngh. Solo estaba durmiendo, eso es todo”, dijo Rokuko mientras ocultaba su rostro con las manos. Hombre, en serio, ¿qué estaba haciendo?

Miramos a través del monitor a Aidy, y de alguna manera se volvió para mirarnos directamente.

“Rokuko. Ahora estaré invadiendo tu mazmorra. Afila tu espada en espera de mí, por así decirlo. ¡Ahahaha!” dijo con una risa aguda.

“Keima, ¿qué le pasó a Aidy? Definitivamente algo está mal aquí”.

“Er, sí. No tengo idea. Sin embargo, se siente como si algo la estuviera lavando el cerebro”.

“¿Lavado del cerebro? ¿Aidy…? Es difícil de imaginar, pero supongo que no podría ser otra cosa. Ni siquiera Aidy intentaría matarme de la nada… Está bien, tal vez lo haría, pero no así”.

Tuvimos suerte de que la Colcha Divina la hubiera protegido, pero un movimiento en falso y Rokuko habría muerto en ese mismo momento. De cualquier manera, teníamos que hacer algo con Aidy. El problema fue que no pudimos contactar a Misha por alguna razón. Qué gato tan inútil.

“Bueno, por ahora, tenemos que detenerla”.

Aidy dejó la residencia principal y se dirigió al calabozo. Afortunadamente, era de noche y la mayoría de los aventureros ya se habían ido. Probablemente no ayudaría demasiado, pero envié a todos los Goblins de la mazmorra para que fueran a detener a Aidy.

Envié mis instrucciones al hada que manejaba la mazmorra, la subordinada de Rei.

“Elka. ¿Quedan algunos aventureros?

“Sí, Maestro, pero solo aquellos que duermen en la Posada de la Codicia del cuarto piso. No deberían ser un problema”.

Pensé que habría algunos en el segundo y tercer piso, el laberinto, pero aparentemente cualquiera que se quedara en la mazmorra tan tarde se fue a la Posada de la Codicia a dormir. Eso fue bastante eficiente y conveniente para nosotros.

“Pon a Aidy en el laberinto. Hazla caminar para ganarnos algo de tiempo”.

“Entendido”, dijo Elka, dividiéndose en múltiples copias de sí misma y comenzando a trabajar en varios lugares a la vez.

“Rokuko, contacta con el grupo de Niku y Rei. Diles que es una emergencia”.

“Claro, Keima.”

Saqué a Ichika de {Storage}.

“Yooo—Espera, ¿por qué la habitación principal?”

“Ichika, es una emergencia”.

“¿Mm? Una emergencia, ¿eh? ¿Qué pasó?” Preguntó Ichika, enderezando su espalda de inmediato al emerger en la Habitación Maestra en lugar de la posada o residencia principal como había esperado. También se quitó la máscara y la puso en {Storage}.

“Echa un vistazo.”

Hice mi monitor visible y mostré a Aidy matando Goblins mientras se reía como una lunática.

“Whoa, señora”.

“Sí. Probablemente Aidy esté siendo controlada por alguien o algo. Y ahora mismo, está en medio de conquistar la mazmorra. Usa algunos Golems para detenerla. Una vez que el grupo de Niku y Rei llegue aquí, guíalos en la batalla”.

“Vaya, esto es algo serio, ¿eh? Lo tienes”, respondió, y segundos después las tres chicas monstruosas llegaron a la Sala Maestra.

“¡Maestro, he llegado a su citación!” Rei declaró.

“Bien. Sólo sigue las instrucciones de Ichika”, dije, dejándola a ella para que Rei y los demás se pusieran al día.

“Maestro… Nzz, buenos días…” dijo Niku, llegando un segundo después y luciendo somnoliento. Probablemente había estado dormida… Me sentí peor que nadie por eso, pero era una emergencia. Niku necesitaba seguir las instrucciones de Ichika y luchar contra Aidy con Golems.

Bien. Siguiente paso.

“Rokuko, envíale un correo a Haku y obtén su consejo. Ella podría conseguir que Misha también viniera”.

“Espera, Keima. ¿No sería como… decirle a Haku que mate a Aidy?”

“Sí, ella podría tomárselo así”.

Rokuko miró hacia abajo. “No quiero eso”.

“Te entiendo, pero si no conseguimos su  ayuda, es posible que no podamos detener a Aidy en absoluto”.

“¡No lo haré! ¡Aidy es mi amiga! ¡¿Me estás diciendo que mate a mi amiga con mi propia mazmorra?!” Rokuko gritó, su voz cargada de tristeza. Aparté la mirada. “Estamos arreglando esto sin la ayuda de Haku. ¿Está bien, Keima?”

“Quiero decir… ¿No podrías tener a Haku bajo control de alguna manera?”

“Esta es mi seguridad de la que estamos hablando aquí, no mi vida amorosa. Seguramente sabes que ella hará absolutamente cualquier cosa para protegerme”.

Eso era cierto. Si Haku se enterara de este incidente, vería a Aidy como un enemigo y probablemente la mataría. Los núcleos de las facciones del Reino de los Demonios y el Rey Demonio eran sus enemigos para empezar, así que dudaba que Haku dudaría mucho.

En otras palabras, probablemente haría todo lo posible para matar a Aidy por cualquier medio posible.

Después de todo, Aidy ya había blandido su espada hacia Rokuko. Ella estaría casi muerta a los ojos de Haku, y si quisiéramos mantener las cosas como estaban, no podríamos decírselo. Necesitábamos resolver esto en secreto sin depender de ayuda externa.

“Keima. ¿Tienes alguna idea?”

Pensé en las cosas por indicación de Rokuko. Las cosas habrían sido mucho más fáciles con el Reloj Despertador Divino, pero en cualquier caso… miré el monitor y vi a Aidy destruir a los Golems controlados por el escuadrón de Ichika con una sonrisa, luego comencé a luchar contra el Golem de Hierro de aspecto especialmente rápido controlado por Niku. Eso estaba ganando algo de tiempo, pero si Aidy le apetecía, podía ir directamente al piso inferior cuando quisiera.

“¿Hm?”

Noté una especie de niebla negra flotando alrededor del cuerpo de Aidy. “Eh… siento que he visto esa niebla negra antes”.

Busqué en mis recuerdos. Bien, bien…

“Dungeon Eaters, el brazo izquierdo de Core 564 y, finalmente, la mazmorra artificial”.

Tres cosas. Cada una de esas tres cosas había sido negra y brumosa, como lo que rodeaba a Aidy. Si asumíamos que se trataba de otro caso similar, todo lo que teníamos que hacer era pensar en cómo habíamos resuelto esos problemas anteriores. ¿Y que habíamos hecho? Fácil. Los habíamos matado a la mierda. Er… Bueno, todos menos uno.

“Para Core 564, contamos con la ayuda de Padre, el Dios de las Tinieblas”.

Cierto. Eso también había sido un alboroto fuera de nuestro control, por lo que en muchos sentidos era lo más cercano a la situación actual de Aidy.

Abrí el menú y encontré la sección GP, donde rápidamente ofrecí 1 GP para darle una solicitud a Padre. Tu hija ha perdido el control; ¿Hay alguna forma de salvarla sin matarla? Sin decirle a Haku sobre esto. Podría haberle enviado un correo normal, pero ofrecer un GP era una señal de mi buena fe. Lo cual debió ser una buena idea, porque recibí una respuesta de inmediato.

¿Ves el broche negro en el pecho de Aidy? Puedes salvarla destruyendo la perla que tiene dentro. No se han fusionado todavía, por lo que no es mi lugar interferir.

Tomaré el GP como una tarifa por la información y mi silencio. P.S. Aidy está reteniendo la niebla un poco por pura fuerza de voluntad, por lo que si apelas un poco a sus deseos, debería ser más difícil para la niebla negra controlarla.

Esa fue una buena información, y parecía que sería más fácil resolver todo esto de lo esperado. Sin embargo, dado que dijo que aún no se habían fusionado, probablemente lo harían una vez que la fuerza de voluntad de Aidy se agotara. Cuanto más rápido actuemos, mejor.

“Rokuko, he encontrado la solución. Tenemos que apelar a la mente de Aidy en el interior y destruir el broche negro en su pecho”.

“¡Entiendo! Entonces ese broche tiene la culpa, eh. ¡Niku, Ichika, apúntalo!”

“¡Lo tienes, jefe! ¡Vamos, Niku! ¡Es hora de trabajar en equipo!”

“Entendido, Ichika. Coincidiré con tus movimientos”.

Los Golems de Hierro del otro lado del monitor atacaron a Aidy con una velocidad casi increíble. Corrieron a lo largo de las paredes, patearon el techo y atacaron desde múltiples ángulos a la vez de una manera a la que ningún aventurero normal podría reaccionar a tiempo. ¿Cuándo se habían vuelto tan expertos en el control de monstruos, en serio?

Pero, desafortunadamente, eso no fue suficiente para vencer a Aidy. Todo lo que hizo falta fueron unos cuantos golpes contundentes de su Espada Mágica, y los golems terminaron como montones de escombros detrás de ella.

“¡Abrúmenla con números! ¡Keima, recupera los fragmentos de Golem y reconstrúyelos! ¡Rei y Kinue, avancen con los Golems de Hierro recién engendrados! ¡Neruneh, ayuda a Niku e Ichika con los Golems que Keima reconstruye! ¡Elka, sigue manipulando el laberinto!” Rokuko gritó, lanzando instrucciones.

Hombre, esas fueron algunas instrucciones precisas. Como su Dungeon Master, no pude evitar sorprenderme de lo mucho que había crecido. Me puse manos a la obra usando {Create Golem} en los escombros según las instrucciones para reconstruir los Golems.

Espera, caramba, ¡hay tanto!

Cada vez que Aidy destruía un Golem, los escombros resultantes se enviaban aquí. Los arreglé, los envié de regreso y luego regresaron como escombros. Arreglar, enviar, devolver. Me sentí como una fábrica de producción de Golem viviente. Como serio.

“Podría hacerlo mejor si pudiera poseer a los monstruos… lo siento”, dijo Niku con tristeza.

“Nah, nah, nah, quiero esa mierda. No quiero experimentar morir una y otra vez”, dijo Ichika con un rápido movimiento de cabeza. Ninguno de las dos podía usar la función de posesión ya que no eran monstruos de mazmorra. Sin embargo, mis Golems eran caseros y, por lo tanto, no se podían poseer. Controlarlos manualmente era lo máximo que se podía hacer.

“¡También enviaré algunos Golems de Piedra! ¡Hazla perder el equilibrio con tacleadas!” Rei instruyó, enviando Golems de Piedra y Golems de Arcilla en una carga suicida, pero Aidy simplemente se apartó fácilmente del camino y los cortó cuando pasaron junto a ella. Casi ni siquiera ganamos tiempo. Los escombros de la montaña de Golem que tenía que arreglar solo se estaban haciendo más grandes.

Al principio valía cinco Golems, luego diez, luego veinte. Solo sería cuestión de tiempo antes de que simplemente no pudiera seguir el ritmo… O eso pensaba, pero finalmente el flujo de escombros de Golem se atascó.

“¡Ngh…! ¡Los pasajes son demasiado pequeños para enviar más a la vez!” Rei dijo con los dientes apretados. De acuerdo, eso tenía sentido. El espacio físico disponible en los pasillos evitó que los Golems murieran más rápido de lo que ya estaban. “Elka, ¿puedes hacer algo al respecto?”

“No, si la envío a algún lugar donde más Golems puedan atacar a la vez,

¡no podré hacerla vagar por el laberinto por más tiempo!”

Por el momento, nuestra forma más eficaz de ganar tiempo era simplemente mover las paredes del laberinto para hacerla caminar en círculos. Aumentar la cantidad de Golems que le lanzamos  no sería necesariamente suficiente para romper el broche, y dada la facilidad con que Aidy los manejaba ahora, necesitábamos enviar muchos más que unos pocos extra para marcar la diferencia.

“Oye, Rokuko. Esto nunca será suficiente”.

Rokuko también estaba ocupada registrando los Golems fijos y colocándolos en el laberinto, pero no estábamos haciendo ningún progreso aquí. Tenía que entender eso.

“¡Lo sé! Lo sé, ¡¿pero qué más podemos hacer?! ¡Tenemos que detener a Aidy!”

Estábamos lidiando con un Dungeon Core que era un experto en el estilo Rey Demonio, lo que requería que el usuario no conociera el agotamiento. La vi luchar mientras usaba {Create Golem}, y ella simplemente bailaba entre las oleadas de Golems y los cortaba a todos. Sus escombros vinieron directamente a mí.

Por lo menos, disminuyó un poco la velocidad mientras luchaba, y el laberinto la estaba arrastrando por el camino que queríamos que caminara. Estábamos ganando algo de tiempo.

Sin embargo, ganar tiempo no fue una estrategia ganadora aquí. Cuanto más tardamos, más probable era que Aidy se fusionara con la neblina negra demasiado como para que pudiéramos hacer algo al respecto.

“Keima. ¿Tienes alguna idea?”

No podemos hacer mucho más que dejar que Aidy caiga en una trampa. Dicho esto, es lo suficientemente fuerte como para igualar a un héroe en poder. Una trampa a medio cocinar no le hará nada “, respondí, sin pausar

{Create Golem} por un segundo. Los Golems de Arcilla eran una cosa, pero solo yo podía reparar los Golems de Hierro, nuestra principal fuerza de combate aquí. Hombre, esto no me da mucho tiempo para pensar en las cosas.

“Definitivamente es lo suficientemente fuerte como para batirse en duelo a la par con Wataru. Entonces… pensaré en una estrategia para ganar tiempo que no implique el uso de tantos Golems, y luego puedes usar ese tiempo para pensar en una estrategia ganadora real. Concéntrate en los Golems hasta entonces, ¿de acuerdo?”

“¿Puedes manejar eso?”

“¿Quién crees que soy, Keima? Soy tu es-es… ¡Soy tu esposa!” Declaró, su rostro de un rojo brillante, pero al menos su confianza se sintió bien.

“Aunque en realidad, que me ganes tiempo para pensar no garantiza que se me ocurran buenas ideas”.

“Creo en ti, Keima”.

Sheesh. ¿Qué otra opción tengo sino inventar una trama genial ahora? Uh… Lo siento si no puedo.

 ***

# Perspectiva de Aidy

Aidy se abrió camino a través de la emboscada del Golem, anormalmente masiva. Dicho esto, ya que sabía cómo funcionaban las mazmorras, no era nada antinatural para ella. Desde ciertas perspectivas, esto fue esencialmente una Batalla de Mazmorras entre ella y la [Cave of Greed]. Solo tenía sentido que se lanzaran oleadas de tropas en Dungeon Battles.

“¡Ahahaha! ¡Aaah, no tienen fin!”

Ella blandió su espada. Su fuerza nunca disminuyó. Su cuerpo de Dungeon Core no se cansó, pero incluso entonces el broche negro en su pecho estaba vertiendo un flujo constante de poder en ella.

Aun así, se estaba aburriendo bastante de luchar contra los Golems.

“No necesito leer la mente para saber a qué estás apuntando”, dijo, cortando a un lado los Golems de Hierro que saltaban hacia ella. Todos sus ataques estaban dirigidos directamente a su pecho.

“En todo caso. ¿Quién eres en realidad? ¿Qué piensas hacer con mi cuerpo?”

“———, ———! ———! ”

La perla negra chillaba incesantemente. Aaah, se estaba sonrojando de nuevo.  ¡Mazmorra,  mazmorra,  profunda,  más  profunda!  ¡Planta  baja!

¡Destruye la mazmorra!

“¡Ahahaha! Si insistes, préstame más de tu poder… ¿Oh?”

Justo cuando estaba a punto de confiarse un poco más al colgante, la ola de ataques cesó de repente. Eso fue un poco asesino del estado de ánimo, pero en su lugar, un solo Golem de Hierro dio un paso adelante, empuñando una espada de piedra como un bastón y mirando a Aidy.

“…?” Aidy ladeó la cabeza, perdida.

Se miraron el uno al otro por un momento, luego el Golem se dio la vuelta lentamente y se alejó de espaldas a Aidy. Simplemente sostuvo su espada sin prepararla en absoluto. Aidy sería capaz de cortarlo de un solo tajo si así lo deseaba.

“Ahora, ¿qué hacer con esto?” Aidy murmuró para sí misma sin moverse. El Golem giró la cabeza y le hizo un gesto para que se acercara, como si le preguntara si se negaba a seguirla. Parecía que la estaban invitando a alguna parte.

“———! ———…! ”

“Oh, sí, oh ciertamente, esto es una trampa. Sin duda alguna. Sin embargo, no puedo ignorar una invitación con la espada, ¿verdad?” Preguntó Aidy y posteriormente ignoró el llanto desesperado de la voz. Después de todo, esto era sin lugar a dudas una invitación de la mazmorra… De Rokuko.

Siguió la guía del Golem por los pasillos. Aidy había planeado cortarlo si simplemente estaba ganando tiempo dando vueltas, pero se dirigió directamente a una de las trampas de la codicia: las salas de prueba de Espadas Mágicas. Al confirmar que estaba dentro, el Golem deslizó la Espada Mágica fuera del soporte. La entrada se cerró según el truco.

“Seguramente hay más en esto que eso, ¿no?” Aidy apuntó su espada a las agujas de hierro y esperó, planeando destruirlas si no había nada más en esto que la trampa. Y luego… saltó hacia un lado para esquivar un ataque repentino desde el techo.

“¡Aha! ¡Veo que esta muñeca tiene un poco más de estilo!”

Ante ella estaba el Golem que Keima había hecho una vez para ser el jefe de la mazmorra, pero ahora generalmente solo patrullaba el área de almacenamiento: el Iron Haniwa Golem, montado en un caballo Golem de hierro y vistiendo un conjunto completo de armadura de guerrero Golem.

“Probando, probando. ¿Puedes oírme, Aidy?”

“¿Oh? Esta es la voz de Rokuko…”

“Esta es una grabación, así que no podemos tener una conversación, pero de todos modos… Este Golem una vez venció a la Suma Sacerdotisa del Reino Santo. Diviértete; debería representar al menos una pequeña amenaza para ti. Abriré las puertas si ganas”.

“¡Oh vaya! ¡Realmente te amo, Rokuko! ¡Te haré pedazos una vez que haya terminado!” Aidy exclamó, preparando alegremente su espada mágica. Su corazón latía con emoción mientras corría hacia el Iron Haniwa Golem para ver qué técnicas le mostraría.

El Iron Haniwa Golem era un enemigo razonablemente poderoso. Sin embargo, estaba muy por debajo de Aidy en fuerza.

“Más fuerte que el cachorro y más débil que Wataru, supongo. Eso fue bastante agradable. Si yo hubiera sido Sebas, habría sido una pelea bastante buena”, reflexionó Aidy. El último truco que hizo fue especialmente sorprendente. Sin duda, a Keima se le había ocurrido esconder un arma mágica dentro del brazo de un Golem.

Afortunadamente, fue un ataque hecho de agua y arena, por lo que Aidy pudo bloquearlo con su indestructible Espada Mágica de Fuego. Si todos los Golems que la habían atacado en los pasillos tuvieran los brazos llenos de esas trampas, Aidy ya podría haber estado abrumada, pero probablemente no era un arma que pudiera producirse en masa.

“¡———! ———! ———! —!!!”

“Ngh… Cielos, eres egoísta. ¿No puedo tener un poco de tiempo para vivir en el regusto de la batalla…?”

La voz empezó a gemir de nuevo; le dolía la cabeza.

Al confirmar que Aidy había derrotado al Iron Haniwa Golem, el Golem que estaba junto al estrado se detuvo a regañadientes para lograr un efecto dramático, luego devolvió la espada a su puesto.