Jaku-chara Tomozaki-kun

Volumen 4

Capitulo 5: A veces, activará una bandera que ha estado ignorando cuando menos lo esperaba

Parte 2

Después de dos juegos más entre los otros equipos, comenzó el último juego de baloncesto del torneo. Esta era la recta final, y nuestra victoria dependía de ello.

Como los resultados determinarían quién ganó todo el torneo, el área alrededor de la cancha estaba llena de espectadores. Si ganábamos, ocupábamos el primer lugar. Si perdíamos, ocupábamos el segundo lugar. En este último caso, nuestro oponente para este juego no sería el primero—sino el equipo con el que habíamos perdido, gracias a mí, en nuestro último juego.

—¡Hagamos esto!

Nakamura lideró el equipo en la cancha.

El equipo estaba formado por Tachibana y otros dos miembros del equipo de baloncesto, además de Mizusawa y Nakamura. Se dijo algo sobre como Nakamura había sido elegido para este equipo de élite de los mejores jugadores de nuestra clase por su físico aunque estuviera en el equipo de fútbol.

Mientras esperaba a que empezara el partido, vi a un grupo de estudiantes que se dirigían hacia nosotros desde el campo de béisbol. Eran las chicas de nuestra clase, lo que significaba que su torneo debió terminar.

Izumi lideraba el grupo que estaba corriendo, saludando a los chicos.

—¡Ganamos el torneo de softball!

Ella sonreía con mucha felicidad, pero también podía sentir su fiabilidad y liderazgo como capitán. Hinami y Mimimi estaban detrás de ella, saludando y sonriéndonos. Detrás de ellas estaba Erika Konno, limpiándose el brillante sudor de su cara mientras charlaba alegremente con su grupo.

Cuando los chicos de nuestra clase llamaron a Izumi, ella gritó hacia la cancha.

—¡Shuji! ¡No tendrás piedad si pierdes!

Nakamura se rascó la cabeza y levantó somnolientamente las cejas, con un toque de felicidad en su expresión.

—Lo sé, lo sé. Estoy en ello.

Sonrió con una poderosa y varonil sonrisa.

***

El juego final y decisivo estaba llegando a su fin. Nakamura tenía la pelota. Dribleando, él miró a la izquierda y a la derecha, trazando la defensa—y de repente salió corriendo.

Él sacudió su defensa con pura velocidad y poderosos dribleo, y cruzó la cancha en un instante. Sin embargo, no llegó lo suficientemente lejos para lanzar. El otro equipo llegó primero a la canasta y le bloqueó el camino. Como mínimo, no sería capaz de hacer un lanzamiento.

Un segundo después, Nakamura se detuvo a unos pasos de la defensa y tomó una posición de tiro. Estaba justo fuera de la línea de tres puntos. Al darse cuenta de lo que pasaba, la defensa fue a por él, pero él saltó hacia atrás fuera de su alcance. Quedaban unos pocos segundos en el reloj. En el pico de su salto, soltó el balón.

El árbitro hizo sonar su silbato. Este tiro iba a ser desde fuera de la cancha.

Bajo la total atención de los silenciosos espectadores y jugadores, el balón trazó un lento y gracioso arco sobre el fondo del cielo azul de finales del verano más allá de las ventanas.

Y luego, muy silenciosamente, pasó a través del aro de baloncesto.

—¡Whoooo!

El marcador final fue de 23 a 8—Habríamos ganado con o sin el tiro de Nakamura. Ese lanzamiento desde el lado de la cancha no estaba decidiendo un juego súper cerrado. Sólo los estaba desmotivando más al equipo contrario. Ya sabíamos quién ganaría después de los primeros minutos.

No había nada de que sorprenderse. Nuestros oponentes eran con los que habíamos jugado antes y habían acabo ahora en segundo lugar, ya que esta ves teníamos incluso mejores jugadores en la cancha.

Salvo que se produjeran circunstancias imprevistas, estábamos obligados a ganar.

Además, nuestros oponentes esta vez no conseguirían el primer lugar del torneo sin importar lo que hicieran, así que probablemente no estaban tan motivados. Esa es la realidad para ti. Aun así, nuestra victoria significaba que tanto los chicos como las chicas ganaban el torneo.

—¡¡Somos el número uno!!

Takei no había jugado el último partido, a pesar de ser el capitán, pero aun así señaló el techo y levantó un grito de guerra como nuestro líder. Nakamura y Mizusawa siguieron el ejemplo y también señalaron al techo, sonriendo felizmente.

La mayoría de las chicas de nuestra clase estaban levantando las manos, y todos gritaban y animaban. Hinami, Mimimi y Tama-chan tenían sus brazos alrededor de los hombros de las demás. Tama-chan tuvo que ponerse de puntillas.

Eché un vistazo a Erika Konno. Su sonrisa era más reservada, pero pude ver que estaba feliz. Cuando Izumi rodeó el cuello de Konno con una gran sonrisa, Konno se erizó el pelo con buen humor.

Wow. Todos parecían estar divirtiéndose. Sentí que toda la clase se había reunido como una sola. El viejo yo nunca lo habría hecho, pero me uní a la multitud e intenté animar un poco yo mismo. No estaba seguro, pero no me pareció que encajara muy bien. Bueno, así es la vida. No todos se divierten de la misma manera.

—¡Buen trabajo!

Izumi se alejó de Konno y le dio a todos una palabra de felicitación como capitán.

—Ustedes también ganaron, ¿verdad? Nuestra clase manda; Dijo Nakamura casualmente.

—¡Claro que sí!

Izumi levantó una mano a la altura de la cabeza. ¿Qué estaba haciendo? Mientras yo estaba perplejo por esto, Nakamura también levantó su mano, y palmearon sus manos en el aire contra el sol. Oh, chocar los cinco. Había estado observando, pero no tenía ni idea de que eso iba a pasar. Esos dos realmente pensaban igual. ¿O simplemente yo no tenía idea de la cultura normie? Probablemente fue eso.

Miré a Takei y me di cuenta de que miraba con tristeza a su propia palma. Te entiendo. Eres el capitán, después de todo. Normalmente, los dos capitanes chocan los cinco aquí. Pobre Takei.

Terminado el torneo, nos unimos a la ceremonia de clausura y luego volvimos a nuestra aula. Por cierto, la ceremonia de clausura incluyó un discurso entusiasta de nuestra nueva presidente del consejo estudiantil, Hinami. Al verla, pensé en cómo cada uno de nosotros tenía un papel que desempeñar.

***

Unas horas más tarde, Hinami, Mizusawa, Takei, Mimimi, y yo nos dirigíamos a la estación de tren de la escuela, y nos asomábamos a la vuelta de la esquina desde las sombras de un edificio. Una pareja caminaba codo con codo por la calle casi vacía—Izumi y Nakamura.

Sí, volvían juntos a casa desde la escuela y los seguíamos.

—¡Bueno, bueno, me pregunto qué va a pasar!; Dijo Mimimi, claramente disfrutando de esto.

—Sí, yo también; Dije, pensando en lo que había pasado después del torneo.

Toda la clase había sido invitada a comer helado como recompensa por haber obtenido el primer lugar. Aparentemente, Hinami había conspirado con Kawamura-sensei para comprarlo usando los fondos del consejo estudiantil. Espera, ¿eso está permitido? No es que me importe.

La celebración se prolongó durante un par de horas, hasta que llegó el momento de volver a casa.

Finalmente, Izumi entró en acción.

Se acercó a Nakamura mientras él hablaba con Mizusawa y Takei y le hizo abruptamente una propuesta.

—Shuji… ¿Quieres que vayamos juntos a casa?

Su audacia—su fuerza para hacer lo que se proponía, parecía definirla últimamente. Nakamura le dio un corto “Claro, lo que sea”, que era su manera de estar de acuerdo.

El resto de nosotros, que habíamos estado escuchando desde cerca, hicimos comentarios como, “Oh, bien, los veo mañana”, y empezamos a hacerles saber de forma casual que podían hacer lo que quisieran. Tan pronto como se fueron, todos nos juntamos y acordamos unánimemente que teníamos que seguirlos. Y aquí estábamos.

—¿Qué van a hacer?; Hinami susurró.

—Tiene que ser eso. Tuvimos una doble victoria en el torneo y Yuzu incluso trajo a Shuji de vuelta a la escuela con el poder del amor; Dijo Mizusawa.

—¿De qué estás hablando?; Preguntó Mimimi, frunciendo el ceño.

—Oh… pasaron muchas cosas mientras estabas tonteando con Tama; Respondió Mizusawa.

—¿Qué se supone que significa eso? ¡Detalles! ¡Dame el resumen!

La informamos de los eventos de las últimas semanas mientras seguíamos a Izumi y Nakamura. Muy pronto, ellos se desviaron de la ruta habitual a casa. No pudimos averiguar por qué. ¿Lo que significaba…?

Mimimi se inclinó hacia adelante, con los ojos brillantes. —Ooh, ¿a dónde van?

—¡Oye, vuelve, Mimimi! Te verán; Dijo Hinami, tirando de ella hacia atrás con una sonrisa exasperada.

—Sabía que no debíamos haberla traído…; Bromeó Mizusawa.

—Bueno, ¿no estas más molesto hoy? ¡Si eres quisquilloso en todo, nunca tendrás novia!

—Ja, ja, ja. Creo que le gusto a las chicas así como soy.

—¿Ahora en serio? ¡Y aun así sigues soltero, Takahiro!

—Cállate. No hago las cosas a medias. De todos modos, mira quién habla. ¿Dónde está tu novio?

—No necesito uno. ¡Tengo a Tama! ¿Verdad, Tomozaki?

—¿P-Por qué me preguntas a mí?

Mientras estábamos ocupados bromeando, los dos tortolitos se dirigieron a un parque vacío.

—¡Oh, mierda! ¡Si va a ocurrir!

Takei se las arregló para no gritar mientras saltaba emocionado, pero aun así tuvimos que hacerle callar por ser demasiado ruidoso. Se deprimió mucho y miró hacia abajo con una disculpa y una pena silenciosa. Vamos, ¡no te deprimas!

De todos modos, reconocí el parque en el que habían entrado. Era el mismo lugar en el que había estado practicando mis lanzamientos. ¿Nakamura iba a hacer una escena romántica agridulce? Tal vez diría algo como: “¡Si puedo hacer este lanzamiento, serás mi novia! O tal vez no.

Los seguimos hasta el parque, susurrando emocionados y pegados a los árboles, donde tendríamos una vista de la zona central. Los dos se sentaron uno al lado del otro en un banco frente a la entrada.

—Maldición, están mirando hacia aquí. No podemos acercarnos más; Mizusawa parecía decepcionado.

—… Espera; Dije mientras él hacía un movimiento para dejar su mochila.

—¿Eh?; Él me miró expectante mientras yo asentía y señalaba al otro lado del camino.

—Hay otra entrada por allí. Si vamos a ese lado, podemos acercarnos mucho más.

—¡No puede ser!

—Sí.

Nunca hubiera imaginado que mi práctica de lanzamientos valdría la pena de esta manera, pero tenía una idea bastante buena de la disposición del parque. Di un pulgar hacia arriba, y Mimimi me golpeó la espalda y me susurró, “¡Bien!” Me dolió, lo que significaba que estaba de buen humor.

Nos arrastramos por el parque, pasamos por la otra entrada y nos acercamos sigilosamente. Terminamos a la sombra de un cobertizo de equipos a un par de metros del banco, y si nos esforzábamos, podíamos ver lo que decían. Después de una rápida mirada al otro, nos concentramos en escuchar a escondidas.

—… ¡Cierto! ¡Y entonces Aoi se hizo cargo como lanzadora para el resto del juego!

Izumi estaba hablando, y acababa de revelarme algo nuevo. No sabía que Hinami había lanzado el final del juego para decidir al ganador. La miré, y me dio una sonrisa tonta. ¡Me has pillado! Como siempre, sus perfectas expresiones de heroína te hacían querer reír.

—Ja, ja, ja. Ella siempre es tan insistente, ¿eh?

—¡Bueno, gracias a ella, ganamos!

Casi me reí a carcajadas de la refrescante descripción de Nakamura sobre el Hinami. Tenía razón. Si alguien me preguntaba si era insistente, tendría que decir que sí.

No sólo era la presidenta del consejo estudiantil y la líder de la clase, ¿sino que también era la lanzadora en el último partido del torneo? Que ella se la arregló para hacerlo sin ser odiable era un  testamento a su personalidad bien equilibrada. Por supuesto, desde mi perspectiva, ella no era más que odiosa.

—Tú tampoco lo hiciste tan mal, ¿eh?; Nakamura dijo sin rodeos. Nos miramos el uno al otro y nos reímos. Incluso ahora se estaba portando bien.

—Um…; Respondió Izumi con dificultad. —Uh, sí. Supongo que sí.

—Hmm…

—Hey, eso no sonó como tú.

Nakamura sonrió repentinamente. —¿Qué se supone que significa eso? ¿Cómo se supone que debo sonar?

—Uh, um… ¿más malo?

—¡Hey, tonta!

Con eso, Nakamura sujetó su mano en la parte superior de la cabeza de Izumi.

—¡Ouch, ouch, ouch!

—¿Estás diciendo que soy malo?

Izumi agarró el brazo de Nakamura con ambas manos, pero no lo soltó. Ella estaba chillando pero no intentaba realmente empujarlo. Y después de un rato de eso…

—¿Entonces quieres salir conmigo?

—¡¿Eeeek?!

Izumi gritó a la abrupta pregunta de Nakamura, y yo casi lo hice también. Aplaudí con ambas manos sobre mi boca, y cuando me calmé, me di cuenta de que todos excepto Takei también tenían las manos sobre la boca. La boca de Takei estaba cubierta por la mano de Hinami.

¿Eh? …¿Ella había reconocido instantáneamente el peligro y cubierto la suya y la de él al mismo tiempo? Si es así, fue una excelente decisión.

De todos modos, ¿qué demonios acaba de pasar? Las cosas pasaron de cero a cien en un segundo. Siempre avanzaban a paso de tortuga, y ahora de repente, estaban a pasos agigantados de lo que cualquiera de nosotros esperaba. Por otro lado, esto se parecía en el carácter de Nakamura.

Él continuo, tan genial y franco como siempre.

—¿Qué fue eso? Suenas ridículo.

—¡H-hey, no, claro que no!

—Bueno, ¿cuál es tu respuesta?; Dijo irritado.

En serio, ¿cuál era su problema? Se tomó una eternidad para decirle lo que sentía, y una vez que lo hizo, actuó de forma arrogante y superior al respecto. ¿O era sólo una cosa de los personajes de nivel superior? Demonios, bro.

—Um… cuando dices “salir”…

—¿Eh? Quiero decir, nada va a cambiar, de verdad.

—C-Cierto…

Izumi miró hacia abajo en silencio durante un minuto. No pude ver su cara, pero pude imaginar lo roja que debe estar. El silencio continuó. Nakamura estaba sentado con las rodillas abiertas, mirando casualmente hacia otro lado. ¿Cómo emitió un aura tan poderosa de despreocupación?

Finalmente, Izumi se volteó hacia él.

—… Sí, me gustaría. Porque tú también me gustas.

Su voz era fuerte y firme, pero también podía distinguir un calor emocionante en ella. Nos agachamos allí a la sombra del cobertizo, con las manos aún sobre la boca, mirándonos con satisfacción.

—… De acuerdo, entonces.

Tal vez para ocultar su timidez, Nakamura se levantó y comenzó a caminar hacia la entrada principal del parque. “¡Espera!” Izumi gritó. él se volteó hacia ella. Un segundo antes de que lo hiciera, Hinami y Mizusawa nos llevaron detrás del cobertizo. Buen trabajo, chicos.

—¿Qué?

Escondidos detrás del cobertizo, sólo podíamos oírlos.

—Es sólo que… dije que me gustabas, también… pero tú nunca dijiste realmente cómo te sentías. Y no quiero poner palabras en tu boca ni nada…

Ella sonaba ligeramente nerviosa, pero pude ver que se esforzaba por parecer extremadamente indiferente.

—… ¿Eh? ¿De qué estás hablando?

Nakamura intentaba ser franco, pero también pensé que podía oír su fachada fría rompiéndose poco a poco. Finalmente, oímos el sonido de algo como arena o grava crujiendo bajo los pies. No sabía quién era.

—Sólo… quiero saber.

La voz de Izumi era muy seria, como si hubiera reunido todas sus fuerzas para sacar las palabras.

Hubo un silencio.

El viento soplaba, revoloteando el cabello de Mimimi y Hinami. Había un sonido seco como hojas cayendo por el suelo.

El viento se detuvo. Escuché el sonido de la grava de nuevo.

—Tú también me gustas.

El calor del verano se había calmado ahora, reemplazado por el aire fresco y agradable de finales de septiembre.

—Me alegro.

La respuesta de Izumi fue suave y corta, pero rebosante de una feliz dulzura. Detrás del cobertizo, nos miramos con los ojos abiertos, la respiración contenida y las manos quietas sobre la boca. Entonces todos asentimos, aunque no tenía ni idea de lo que se suponía que significaba.

—Sigamos.

—… ¡Okay!

Después de la corta y satisfactoria respuesta de Izumi, oímos dos series de pasos retrocediendo. Nos quedamos allí por un momento mientras su persistente felicidad flotaba en el parque.

—¡Se han ido…!

Mimimi miró a nuestro alrededor con impaciencia. Hinami asomó la cabeza desde detrás del cobertizo, observó la escena, luego nos miró y asintió con la cabeza. Todo despejado. Todos soltamos la respiración.

—¡Sh-Shuji! ¡Así se hace, bro!; Takei brotó tan pronto como fue liberado, aunque su voz era un poco fuerte. Hinami le miró y sonrió.

—¡Sí, si que les llevó bastante tiempo!

Su tono transmitía una mezcla de exasperación, diversión y afecto. No quería pensar en cuánto de eso era su actuación. Asustaba.

—¡El amor joven en flor ante nuestros ojos! ¡Tengo que seguir el ritmo!

Mimimi, que por alguna razón estaba tomando un enfoque competitivo de la situación, me golpeó la espalda mientras me agachaba en las sombras. ¡Ouch!

—¡Hey, eso duele! …pero sí, supongo que el drama ha terminado.

Suspiré. Tal vez la vida no era tan mala después de todo si había finales felices como este. Este juego tuvo sus puntos buenos.

De repente, oí a alguien riéndose detrás de mí.

—… ¡Por su larga y feliz vida juntos!; Pude ver un poco de desagrado en la sonrisa de Mizusawa mientras bromeaba, pero aun así parecía que se estaba divirtiendo más que ninguno de nosotros.

***

—Así que en realidad… estamos saliendo ahora.

A la mañana siguiente en clase, Izumi anunció su noticia, con su cara roja como remolacha. Nakamura estaba de pie junto a ella.

—¿Qué? ¡¿En serio?! ¡Felicidades!

Siguiendo el ejemplo de Hinami, todos fingimos que no teníamos ni idea de lo que había pasado el día anterior. Su actuación fue perfecta, por supuesto.

—¿Quién dijo algo primero? ¡¿Nakamu?!

—¡No creo que Shuji lo tenga en su interior!

Mimimi y Mizusawa se unieron con actuaciones igualmente perfectas y burlonas.

—Cállate. ¿A quién le importa de todos modos?

Nakamura estaba siendo tan arrogante como siempre. Podía ser muy molesto.

—¡Wow, nunca hubiera esperado esto!

—¡S-si! ¡Felicidades, Izumi y Nakamura!

Mientras todos los demás estaban ocupados siendo suaves, Takei y yo ofrecimos nuestras torpes reacciones. Danos un poco de paciencia, ¿bien? Al menos no fue suficiente para que adivinaran que lo habíamos visto todo.

—¡Gracias!

—Ya es suficiente. No es como si nada fuera a cambiar.

Mientras Izumi respondía con un sincero agradecimiento, Nakamura intentó bruscamente cambiar de tema, probablemente por vergüenza. Eran definitivamente una pareja extraña, pero en mi opinión, eso los hacía perfectos el uno para el otro.

Pronto, toda la clase lo supo y comenzó a felicitar a la nueva pareja. El estado de ánimo general había estado presionando para que se reunieran, así que algunos incluso dijeron “¡Si que les tomo tiempo!”

Como pensaba el otro día, todo terminó sin que le pasara nada malo a nadie. Todos estaban satisfechos, y el ambiente era bueno. La vida continuaría como siempre. Y todos vivieron felices para siempre—

—O no. Estaba a punto de aprender que el juego de la vida no era tan dulce.