Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 5

Capítulo 2: El País Llamado Bahairam

Parte 3

“Ese anillo mágico tiene su información personal y registro de servicio grabado en él. Dado ese hecho, su anillo actual se perderá. ¿Puedes aceptar eso?”

¿Eso significaba que iba a perder mi condición de ciudadana?

Dudé… pero solo por un momento. “Entiendo.”

Estaba avergonzada de mí mismo por mi renuencia. Estaba sopesando mi ciudadanía contra la vida de Shinichi-sama, pero ¿cómo podrían compararse los dos?

Entonces Minori-sama habló a mi lado. “Pero el Ministro Cordobal, al no poder comunicarse telepáticamente con Myusel, afectará mi capacidad de trabajar con ella. Humildemente solicito la provisión temporal de un nuevo anillo mágico”.

“Naturalmente, esa era mi intención. La falta de un anillo mágico también dificultaría las cosas después de ingresar a Bahairam. El acento allí es increíblemente torpe.”………….¿Qué?

¿Qué decía el ministro Cordobal?

“Vemos que estás demasiado decidida para que te detengamos”, dijo Su Majestad, “a menos que te encadenen. Myusel, tu devoción es más que evidente para nosotros. También debemos otorgarle un regalo de despedida”.

“¿Qué…? Um…”

La razón por la que habíamos venido a la sala de audiencias en primer lugar era para hacerles saber que no teníamos ningún problema para el Sagrado Imperio Eldant por nuestras acciones, y si era posible para solicitar provisiones, herramientas y tal vez a través de la frontera con Bahairam

Pero, ¿qué podría ser este “regalo de despedida”?

“¿Su Majestad?”, Preguntó dudosamente el Primer Ministro. Los otros dignos también estaban charlando entre ellos. El Ministro Cordobal, sin embargo, dejó escapar un pequeño suspiro, como si tuviera el presentimiento de lo que Su Majestad tenía la intención de darnos. Se frotó los hermosos ojos con una mano.

“Bien, muy bien”. El ministro se volvió hacia nosotros una vez más. “¿Cuándo quieres partir?”

“Tan pronto como podamos estar listos. Quizás mañana.”

“De hecho,” Su Majestad asintió.

De los asesores y nobles reunidos no hubo objeción. La clara aprobación de Su Majestad, acompañada de la falta de refutación del Ministro Cordobal o del Primer Ministro Zahar, dejó a los demás en la sala presionados para expresar una opinión disidente.

“Minori. Myusel.” Su Majestad volvió a pronunciar nuestros nombres. Más que eso, de hecho: se levantó de su trono.

“Tráelo de vuelta a nosotros. Por favor.”

Su voz era poderosa y clara, y sin embargo, había una corriente subterránea de desesperación, incluso dolor. Quizás Su Majestad quería tanto como yo, quizás más, ayudar a Shinichi-sama. Pero tenía que pensar en su posición de Emperatriz. A diferencia de mí, ella tenía responsabilidades reales. Era inimaginable que pudiera abandonar esos deberes para seguir su propio corazón.

Por eso ella envió su corazón conmigo.

Minori-sama y yo dimos un asentimiento enfático. “¡Lo haremos!”

***

Una y otra vez iban las casas idénticas a intervalos idénticos.

La misma forma. El mismo color. En Japón era posible ver desarrollos de viviendas públicas donde todo se había construido con el mismo modelo, pero esto era… estaba en una escala diferente. De un extremo a otro de la calle, todo seguía igual. Y tuve la impresión de que también era así en todas las otras calles.

Además, el paisaje que pasaba por la ventana del carruaje tirado por dinosaurios parecía imposiblemente seco. En parte eso se debió a la falta de vegetación en cualquier lugar de la ciudad, pero tuve la sensación de que la humedad real era muy baja.

También había experimentado las severas diferencias de temperatura entre el día y la noche. Así que no se trataba solo de la ropa, el clima también era muy parecido al Medio Oriente de la Tierra.

Me quedé mirando por la ventana. No vi gente en la ciudad.

En realidad, eso no era del todo cierto. De vez en cuando veía a alguien, pero la cantidad de personas que veía parecía muy pequeña en comparación con lo grande que era la ciudad.

Estaba tranquilo. Demasiado tranquilo, como dicen. Se sentía sin vida, sin el caos espontáneo que generalmente caracteriza un área habitada. Sentí que estaba mirando un pueblo fantasma.

“¿Estas casas… están todas vacías?”

“¿Hm?” Amatena me dio una mirada inquisitiva. “¿Qué quieres decir con eso?”

“Es solo que… no veo a nadie en la calle”.

“Eso es porque es hora de trabajar”, dijo, como si fuera la cosa más obvia del mundo. “La mayoría de la gente está en el campo”.

“Campos, ¿eh?”

“Algunos trabajan en fábricas o tienen tareas especiales, pero la mayoría de la gente de nuestra nación se dedica a la agricultura”.

“¿Entonces la mayoría de ustedes son granjeros?”

“Granjeros, soldados, familia”.

Dejé colgar un silencio inquisitivo. No lo seguí.

Soldados que pude entender. Algunos países tienen sistemas de milicias, donde en tiempos de emergencia se esperaba que todos tomaran un arma y formaran parte del ejército. La mayoría de las veces eran granjeros, pero también eran soldados en reserva.

“Familia”, aunque…

“Usted dijo que deseaba ver cómo vivía nuestra gente, ¿verdad?”, Dijo Amatena. “Entonces espera un poco más. Creo que lo que ves te satisfará.

Con eso, ella se calló de nuevo.

Finalmente, ella anunció: “Muy bien. Estaban aquí.”

El carruaje tirado por dinosaurios se detuvo. A dónde íbamos, aparentemente habíamos llegado.

Miré a mí alrededor y asomé la cabeza por la ventana del carruaje. Vi un gran edificio delante de nosotros. No tan grande como el “templo” desde cuyo balcón había estado saludando el padre-gobernante, pero varias veces el tamaño de cualquiera de las casas a lo largo de la calle. El techo alto daba la impresión de una especie de almacén;

En cualquier caso, una rápida mirada al exterior dejó en claro que esta no era una casa ordinaria. A pesar de su tamaño, parecía ser solo una historia.

“Vamos”, dijo Amatena, desembarcando.

Entramos en el vestíbulo, luego nos dirigimos al edificio propiamente dicho. “Huh…”

Como esperaba, el interior era un vasto espacio abierto. Fue apoyado por una serie de pilares, pero no había paredes que dividieran el área interior. Asumí que este era el espacio vital principal en este edificio, posiblemente complementado por algunas habitaciones adjuntas más pequeñas. Casi parecía el salón de adoración de una iglesia.

El exterior suave del edificio desmentía el colorido interior, que estaba adornado con lo que parecían decoraciones hechas tradicionalmente. Era diferente de cualquier otra cosa que había visto hasta ese momento.

¿Podría ser que las otras casas aparentemente simples también fueran así por dentro?

“¿Qué está pasando?”

Reunidos en el gran espacio había varias docenas de hombres y mujeres. Los humanos constituían más de la mitad del grupo, pero también había mucha gente bestia. Sin embargo, no vi a nadie parecido a un elfo, un enano o un hombre lagarto.

Todos vestían atuendos tradicionales, la gente bestia, en particular, parecía mostrar mucha piel.

Ahora lo entiendo.

Siempre pensé que Elvia parecía bastante expuesta, pero ahora podía ver que era solo parte de la cultura de Bahairam.

Las personas del desierto en nuestro mundo a menudo cubrían todo su cuerpo para evitar quemaduras solares y ayudar a regular la temperatura, pero a medida que la “fase” de Elvia se aclaraba abundantemente, su pelaje podría volverse muy grueso y, cuando volviera a arrojarlo, la piel podría ser muy sensible. Así que en realidad era mejor para ella atrapar menos calor usando menos ropa.

Esta era una cultura que naturalmente había sido forjada por la vida diaria y el trabajo de su gente.

“Y eso es algo hermoso, ¿no?”, Comenté.

Tal vez el paisaje urbano abrumadoramente soso que había estado viendo todo este tiempo hizo que la sensación fuera más intensa de lo que debería haber sido, pero la gente frente a mí parecía, en mi mente, encarnar de inmediato tanto la cultura de Bahairam como la naturaleza de sus personas.

“Ya veo”, dijo Amatena lentamente. Solo por un segundo, algo oscuro pasó por su expresión.

¿Eh? ¿Era eso algo incorrecto decir?

Amatena debe haber notado que la miraba, porque ella sacudió la cabeza. “¿Hrm? Ejem. No es nada.”

Esa era otra forma de decir que no iba a responder ninguna pregunta al respecto. En cambio, decidí preguntar sobre nuestra ubicación.

Amatena y yo nos paramos contra una pared, mirando. “¿Qué tipo de reunión es esta?” Estaba bastante seguro de que no era una convención de cosplay…

“Es una boda”.

“Oh, por supuesto, un-”

¿Una boda?

Supuse que eso explicaba a todas las personas  vestidas con trajes tradicionales. Sin embargo, tal vez la ceremonia acababa de comenzar, pero había un elemento crucial de una boda que no parecía ver.

“¿Dónde están los novios?”

“Están justo ahí”.

“Correcto… ¿dónde?”

Amatena señaló a los hombres y mujeres en el centro de la habitación. Pero el gesto parecía abarcar al menos una docena de cada uno.

“Lo siento… ¿Quién se va a casar allí?”

“Todos ellos. Puedes contar al menos treinta parejas.”

“¿Treinta?”

¿Treinta novias y novios?

“Entonces espera. ¿Es este uno de esos, ya sabes… bodas masivas?”

“Correcto”. Amatena asintió con calma.

En cuanto a mí, no sabía qué decir. Intelectualmente, sabía que cada país tenía su propia cultura y costumbres, moldeadas por su propia historia y condiciones, por lo que difícilmente era el lugar de un extranjero, y mucho menos alguien de otro mundo, para ser crítico o crítico.

Pero el matrimonio fue uno de los eventos más importantes en la vida de una persona. ¿A todos realmente no les importaba casarse de una vez?

“Er, ¿está realmente bien que asistamos a una ceremonia de boda como esta?” Especialmente con un extraño como yo.

“Está bien”, dijo Amatena secamente. “Es natural que la familia esté presente en una boda. Y aunque tu repugnante yo no es familiar, estás conmigo, así que puedes unirte a nosotros”.

“Espera… ¿Familia?”

¿Amatena tenía alguna relación de sangre en ese grupo? Vi a algunos hombres y mujeres lobo allí…

Pero, de nuevo, habíamos venido aquí porque le había pedido a Amatena que me mostrara algo de la ciudad y su gente. ¿No significa eso que ella no habría ido a esta boda si no le hubiera pedido salir?

Y eso sugirió…

“De ninguna manera…”

Padre-gobernante, el título que le dieron a su rey, bailaba en mi cabeza.

Como para dar crédito a lo que estaba pensando, tres figuras aparecieron en un balcón que corría a lo largo de una pared del área abierta. Uno de ellos lo reconocí.

“Es eso…”

“Mm. El padre gobernante”, dijo Amatena.

Era él: el mismo rey de Bahairam que había visto el día anterior. Dos hombres musculosos, cada uno con el mismo tipo de uniforme que Amatena, lo flanquearon; tal vez eran guardaespaldas o algo así.

“¿Pero qué hace el rey del país en una ceremonia de boda?”

“Nuestro padre-gobernante mismo dice las palabras de bendición en las bodas familiares en nuestra nación. Uno hace un voto eterno al padre- gobernante, junto con un voto de lealtad hacia él. Esa es la ceremonia.”

“¿No prometes… a Dios, o algo así?”

“¿No dije que le prometimos al padre-gobernante?”

No hablé por un momento. ¿Era esto… ya sabes? ¿Una de esas cosas donde Su Majestad el Emperador también era un dios vivo?

“Entonces, la razón por la que todos se casan al mismo tiempo…”

“Estaban esperando que el padre-gobernante viniera a nosotros”, dijo Amatena.

Entonces el rey hizo estos recorridos periódicos por su reino, y cada vez que se presentaba, tendrían bodas en masa o lo que sea. Siempre había imaginado a un rey como alguien que permanecía encerrado en su castillo, pero parecía que el Rey de Bahairam realmente se movía.

Piénsalo. Según su vestimenta y cultura, creo que Bahairam estaba formado por personas que originalmente eran nómadas. Eso significaba que era probable que este tipo de estilo de vida establecido fuera algo relativamente nuevo para ellos.

Mientras pensaba en todo esto, una de las personas que estaban junto al rey abrió un trozo de papel de piel de oveja y gritó una palabra que no pude descifrar. Supuse que era el nombre de alguien.

Dado que esta era una ceremonia de boda, eso implicaba que era una de las nuevas novias y / o novios. Pero… espera un segundo. Entonces, ¿eso significaba que el tipo no era un guardaespaldas, sino más bien un sacerdote?

En cualquier caso, de la multitud de parejas surgieron un hombre y una mujer; se adelantaron y se arrodillaron.

“En nombre de nuestro padre más honrado, les administro el voto eterno”, dijo el hombre al lado del rey. “Sé siempre leal como miembros de nuestra familia”.

“Es nuestro profundo honor”, respondieron el hombre y la mujer. Ambos parecían muy serios, y, si puedo decirlo, no muy felices.

Y entonces…

“¡Siguiente!” Gritó el hombre al lado del rey. Los primeros novios se movieron rápidamente a un lado y otra pareja se adelantó. Se les dio el mismo discurso breve y extrañamente condescendiente, y ellos también respondieron: “Es nuestro profundo honor”, antes de apartarse.

Para la tercera pareja, estaba empezando a cansarme un poco. ¿Qué era esto, una línea de montaje?

Quiero decir, concedido, si Su Majestad el Rey realmente asistió a cada ceremonia de boda en el país, entonces no tuvo el lujo del tiempo. Era más como… sí, estaba tratando con extraños, pero ¿era esto realmente suficiente?

Entonces Amatena agregó otro giro del cuchillo. “En nuestro país, cuando un hombre o una mujer alcanzan la edad adecuada, él o ella se casa con una pareja elegida para él”.

“¿Huh? ¿Elegido? ¿Cómo un matrimonio arreglado? ¿Quién elige?”

“El padre-gobernante”, respondió en voz baja.

Okay espera. Espera.

¿El rey elige a los cónyuges de todos? Incluso para los estándares de este país, eso sonaba loco.

Parecía que tendría que ser lo suficientemente difícil asistir a cada ceremonia de boda en el país. Para él, también elegir personalmente a los socios de todos tenía que ser imposible. Presumiblemente, en la práctica, fue alguien cercano a él, o tal vez un funcionario en cada región, quien hizo las selecciones.

Pero incluso eso significaría…

“¿Entonces no te casas con la persona que amas, solo con la persona que el rey elige para ti?”

“Eso es correcto.”

“Eso es una locura, eso es lo que es”.

“Es natural que uno obedezca al honrado padre”, dijo Amatena sin rodeos. “…Correcto…”

No sabía qué más decir. Todo lo que sabía era que me hacía sentir enfermo. No estaba bien. El libre albedrío de la gente estaba siendo totalmente ignorado.

Pero entonces… no podría negar que esto también podría considerarse una diferencia cultural. El manga, el anime, los juegos y las novelas ligeras rebosaban de historias basadas en matrimonios estratégicos, coincidencias hechas por los padres de los socios.

Como recordé, durante la era de las guerras civiles de Japón, algo así como el noventa por ciento de los matrimonios que los guerreros hicieron fueron políticos, con el socio actuando casi como un rehén. El matrimonio amoroso de Toyotomi Hideyoshi con Nene fue la excepción, o eso había escuchado.

Por supuesto, en la mayoría de estas obras, los personajes principales se oponen al matrimonio arreglado, y se convierte en todo un drama. Pero el hecho de que pueda usarse para ese tipo de conflicto es otra forma de sugerir qué tan común fue en el pasado.

Así que tal vez fuimos yo y mis objeciones los que estuvimos realmente locos.

Pensé que lo mejor que podía hacer en este momento era cambiar de tema.

“Um… Mencionaste a la familia. ¿Con quién estás relacionada?”

“Todos.”

“¿De nuevo?”, Dije tontamente. “¿Todos?”

Miré alrededor de la habitación una vez más. Había docenas de hombres y mujeres allí, y muchos de ellos no eran hombres lobo. Estaba seguro de que no todas las personas presentes estaban allí para casarse, pero todavía era demasiada gente para que cada uno de ellos formara parte de la familia de Amatena.

Entonces supongo que eso debe significar…

Dada la forma en que se referían a su rey como el “padre-gobernante”, implicaba que todos los súbditos del reino eran hijos de su dios y padre, Su Majestad.

Amatena probablemente no se dio cuenta de que estaba confirmando mis sospechas cuando dijo: “Todos somos igualmente hijos del padre- gobernante, por lo que todos somos familia para todos los demás. Ese es el vínculo que nos une y que hace posible la augusta nación de Bahairam”.

No respondí de inmediato. Parecía que mientras estábamos hablando, los votos al padre-gobernante habían terminado.

¡Espera, eso fue rápido!

Es cierto, a los treinta segundos por pareja, treinta parejas solo tomarían unos quince minutos. Finalmente, el Rey de Bahairam dijo: “Que todos mis hijos se hayan unido hoy aquí, tengan una larga vida y mucha progenie”, y luego se retiró al edificio. Espera un segundo… ¡¿Esa fue toda la bendición del rey?!

Mientras estaba allí prácticamente echando humo, las novias, los novios y todos los demás involucrados en la ceremonia tomaron la señal del rey y comenzaron a filtrarse fuera de la habitación.

“¿Hay una recepción después de esto?”

“¿Ree-sep-shun?”, Preguntó Amatena. “¿Qué es eso?”

“¿Huh? Quiero decir…”

Había sucedido de nuevo. Cuando usaste una palabra para la que la otra persona no tenía un concepto, el anillo de intérprete mágico no podría traducirla. En sí mismo, esto no era tan inusual. Pero esta vez…

“Es, ya sabes… la fiesta que tienen después de una ceremonia de boda. Comida elegante, tal vez algunas bebidas…”

“Nuestro país ya no tiene funciones tan disolutas”, dijo Amatena bruscamente.

“Espere. ¿Disoluto?”

Uno pensaría que si alguna vez hubiera un momento para una fiesta, después de una ceremonia de boda sería ese. El objetivo principal de una boda era que los amigos y la familia de una pareja celebraran mientras partían en una nueva etapa de sus vidas juntos. La recepción fue la forma en que la pareja mostró su aprecio por los buenos deseos de todos.

¿Y ella pensó que eso era disoluto?

¿Podría ser que en Bahairam, fiestas como esa se consideraran un lujo inaceptable?

Mientras estaba allí en estado de shock, todos los demás en la habitación se fueron. Solo éramos Amatena y yo ahora.

“La palabra bahairam”, dijo Amatena como si se le acabara de ocurrir, “significa familia en la vieja lengua. Todos somos hijos del exaltado padre- gobernante, y en él todos somos iguales. No tenemos un sistema discriminatorio de divisiones como lo hace Eldant con su nobleza. Tampoco tenemos costumbres decadentes. Todos somos una gran familia, viviendo juntos aquí en este paraíso”.

“Paraíso”, repetí.

La palabra sonaba increíblemente fría allí en esa habitación vacía.