Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 4

Capitulo 2: Ojos Rojos Y Una Espada De Plata

Parte 2

Espera. Aguanta. Si Lea tenía razón, eso significaba que había olvidado mi promesa a Harissa debido a este encanto. ¿Pero qué hay de Harissa? Cuando salí de la casa esta mañana, me saludó cuando salí por la puerta principal. Si le hubiera prometido ir de compras con ella, ¿por qué no había dicho nada? ¿Rosalind también le había hecho algo a Harissa?

“¡Gwaaah!”

Algo se rompió en mi mente. La niebla roja que se deslizaba en mi visión se desvaneció, y mi cabeza finalmente se aclaró.

“Rosalind. ¿Qué le hiciste a Harissa?”

“Hmph. Así que mi encanto realmente se ha roto… ”

“¡Responde a mi pregunta! No es solo Harissa, ¿verdad? También le hiciste algo a Satsuki e Iris, ¡¿no?!”

“¿Alguna cosa? No eres muy brillante, ¿verdad? Les hice lo mismo que te hice a ti.

Lo que significaba que Rosalind también los estaba controlando.

“… ¿Qué es lo que quieres tanto de mí que estás dispuesto a hacer todo esto?”

Mis recuerdos volvían y también recordaba la conversación que tuve con Hibiki.

“Te veré a las 5:00 p.m. mañana.”

Miré el reloj de la estación. Eran casi las cinco. “¡R-Rekka! ¿Qué es todo este alboroto? ”

Justo a tiempo, Hibiki salió de la estación, junto con una chica que no conocía. Ella corrió rápidamente hacia nosotros.

“¿Escándalo…?”

Solo entonces me di cuenta de que todos nos estaban mirando. Supongo que incluso en una estación pequeña como esta, una discusión repentina llamaría la atención. Y, por supuesto, la mayoría de las estaciones tenían una caja de policía frente a ellas…

“¡Hey, niños! ¿Qué estás haciendo?”

“¿Estás bien? Ven aquí.”

Dos oficiales llegaron corriendo. Uno de ellos puso suavemente su mano sobre el hombro de Rosalind e intentó alejarla de nosotros.

Dado lo joven que parecía, era un hecho que los policías estaban preocupados por ella, pero…

“¡¿Cómo te atreves a tocarme?!”

“?!”

Sentí una repentina vendaval precipitarse a su alrededor y reflexivamente cubrí mi rostro con ambos brazos. Hubo una poderosa sensación de presión, supongo que se podría llamar. Era diferente a las auras asesinas que había sentido antes… Era una presencia, una poderosa, como una fuerza invisible que emana de la pequeña niña delante de mí.

“Hmph. Entonces Lea, Namidare y la otra todavía están de pie, ¿eh?”

Yo. Lea. Hibiki Aparte de nosotros tres, todos los demás en la plaza se habían desmayado. Había gente esperando taxis, pero afortunadamente no había ningún automóvil que pasara. Esto habría causado un grave accidente.

“Tch… Hey, Chelsea. Despierta.”

Incluso la chica que había llegado con Hibiki se había derrumbado. Asumí que era la chica que había mencionado por teléfono. Hibiki ahora la sostenía e intentaba que recuperara la conciencia.

“Lo siento. Se suponía que debía hablar contigo sobre tu historia, pero parece que te atrapé en la mía.”

“Sí, yo supongo que sí. Pero si la chica rubia es tu enemiga, ¿quién es tu heroína esta vez? ”

“…”

Ahora que lo pienso… ¿quién era? Solo me di cuenta después de hablar con Hibiki ayer que esto era una especie de señal de que estaba a punto de ser arrastrado a una historia. Rosalind había usado su encanto en mí inmediatamente después  de eso, así que no tuve la oportunidad de preguntarle a R si era una heroína.

No fue obvio ayer, pero en este punto estaba claro que Rosalind quería hacerme daño. Entonces, en términos de manga o novela ligera, ella era claramente el malo. Pero entonces, ¿quién era la heroína? Miré a R.

“Oh, lo que te atrapa ahora es la historia de Rosalind”, dijo la chica del futuro con su voz monótona habitual.

Espera… ¿R estaba tratando seriamente de decirme que se suponía que debía salvar a una ‘heroína’ que en realidad era mi enemigo? Todas las señales parecían estar apuntando a sí.

“Rosalind… Por favor, solo dime qué buscas”.

Esperaba que ella me respondiera si volviera a preguntar. Pero mi enemigo, la heroína de esta historia, solo entrecerró los ojos rojos y torció los labios.

“¿Qué busco? Eso es simple… Quiero vengarme del que se llama Namidare, que me selló y me hundió en el mar hace cien años”.

Podía sentir el odio en sus palabras mientras hablaba.

“No tienes ni cerca de cien años. ¿No deberías estar muerto si lo estuvieras?”

“Soy un vampiro”, dijo Rosalind, revelando casualmente su verdadera identidad.

“… ¿Un vampiro? Pensé que no podías soportar estar al sol”.

Hibiki sacudió levemente la cabeza y dijo: “Se dice que los vampiros tienen cualquier cantidad de debilidades, pero no todos los vampiros son débiles ante las mismas cosas. Los vampiros poderosos en particular tienen muy pocas debilidades… ”

“Correcto. Luz del sol, agua corriente, cruces, ajo… Nada de eso funciona en mí”.

Rosalind se echó a reír. Cuando lo hizo, pude ver afilados dientes caninos que no había notado antes. Probablemente había estado ocultando su identidad todo el tiempo.

“Voy a chuparte la sangre y convertirte en un vampiro, Namidare”. Ella dejó de reír y me fulminó con la mirada. “Voy a quitarte todo. Incluso tu humanidad. Pasarás una eternidad en la desesperación… como mi juguete”.

Un escalofrío recorrió mi columna vertebral. Me di cuenta por su voz que hablaba en serio.

“Entonces la razón por la  que te transferiste a nuestra escuela  y te acercaste a mí fue…”

“Por supuesto. Fue para descubrir lo que era más importante para ti.”

¿Es por eso que ella fue tras Satsuki y las demás?

Apreté los dientes, tanto de rabia como de arrepentimiento. Rosalind era, sin duda, mi enemigo. Pero también era una heroína que quería quitarme todo y luego convertirme en vampiro. Eso fue lo último que quería.

Mi corazón estaba abrumado por la rabia amarga, pero mi cabeza daba vueltas por la confusión. La línea de sangre del Namidare me atrajo a historias que estaban al borde de un mal final sin mi ayuda. El objetivo de Rosalind era obtener algún tipo de venganza convirtiéndome en un vampiro… Sí, está bien. Puedo ver cómo me necesitaría específicamente para eso si yo fuera a quien buscaba.

Pero si ella falló, ¿cómo fue ese un mal final? Me pareció que su vida seguiría el mismo camino si se vengaba o no. Pero ella era un vampiro…

Todavía no entendía completamente la ‘historia’ de Rosalind en este momento. ¿Había algo más profundo pasando? ¿Había algo más que ella necesitara? ¿Algo que la haría desesperar incluso de la vida misma si no pudiera conseguirlo?

Pero, por supuesto, si el héroe suplente (léase: yo) fue eliminado antes de que pudiera aprender lo que estaba sucediendo, no podría ayudarla de ninguna manera. Primero, necesitaba superar esto, curar a las chicas y descubrir qué diablos pasaba con esta historia.

“No te dejaré convertir a Rekka en un vampiro”.

Lea fue la primera en actuar. Mientras hablaba, la humedad en el aire a nuestro alrededor comenzó a condensarse, formando una bola de agua frente a ella. Era su firma mágica del agua.

“Hmph. No eres nada”, se burló Rosalind, preparándose para la batalla también.

Hibiki y yo nos tensamos también.

“¡Te destruiré!” Lea gritó mientras lanzaba una bola de agua del tamaño de una pelota de softball.

Rosalind se agachó para esquivarlo, pero justo cuando estaba a punto de pasar por encima de su cabeza, explotó, empapando su vestido y su cabello rubio.

“… Acabo de decirte que el agua corriente no funcionaría en mí”. La cara húmeda de Rosalind se retorció de ira.

“Solo quería ver por mí misma”, dijo Lea sin inmutarse.

“¡No disfruto arruinando mi ropa por una razón tan estúpida!”

Ahora era el turno de Rosalind. Ella cerró la brecha entre ellos en un instante.

¡Bam!

Hubo un ruido horrible cuando Lea bloqueó el golpe del vampiro con la palma de su mano.

“Oh, ¿decidiste bloquearlo?”

Rosalind no estaba impresionado. Golpeó otra vez, y luego otra vez. Lea bloqueó con éxito cada uno de sus golpes, pero fue todo lo que pude hacer para seguir sus movimientos. ¿Y qué demonios fue todo ese ruido?

¡Parecía que alguien estaba golpeando un martillo contra una lámina de metal!

“¡Maldición!” I grité.

Quería ayudar, pero esta pelea estaba en otro nivel. Ni siquiera Hibiki parecía que pudiera hacer algo.

¡Boom!

Hubo un ruido aún más fuerte que los anteriores cuando Rosalind cayó hacia atrás con los brazos cruzados frente a ella.

“Incluso un pequeño vampiro sigue siendo un vampiro, ¿eh?” Lea se susurró a sí misma mientras bajaba la pierna que acababa de usar para patear. Había un solo corte en su mejilla. La sangre goteó por su mandíbula antes de caer al suelo.

“¡Lea!”

“Es solo un rasguño”.

Se limpió la mejilla cuando corrí hacia ella, como diciéndome que no me preocupara. Lea una vez fue conocida como La bestia más fuerte, pero había perdido casi todo su poder.

Podía comer la materia oscura de Tsumiki para recuperar su fuerza temporalmente, pero aun así no la acercaba a su antigua gloria. ¿Eso la hizo más débil que Rosalind en este momento…?

“Mmm delicioso.” Rosalind lamió la sangre de su mano. “Y este sabor… Con ese cuerpo, ¿no me dices que todavía eres una doncella pura?”

“Estuve encerrada completamente sola durante mucho tiempo”.

“Hibiki”, le pregunté, “¿qué es una ‘doncella pura’?”

“¡¿Qu—?! ¡N-No me preguntes eso! ¡Averígualo tú mismo!” Hibiki parecía saber la respuesta, pero se negó a decirme.

“Pero fue Rekka aquí quien rompió el sello que me unió”, dijo Lea con orgullo. Ella sonrió y me miró brevemente. “Si iba a dejar de ser una doncella pura, me gustaría que estuviera en manos de Rekka”.

Tanto  Rosalind  como   Hibiki   parecían   sorprendidos. Sus rostros se volvieron de color rojo brillante. ¿De qué se trataba esta ‘doncella pura’?

¿Era algo con lo que podía ayudar a Lea?

“Lea es bastante el espíritu libre, ¿eh? Si tan solo fuera un poco más agresiva…”

Incluso R parecía saber de qué estaba hablando Lea. Supongo que realmente era el único que quedaba fuera. Sin embargo, el misterioso comentario de Lea (al menos para mí) había detenido la batalla por un momento, pero…

“¡Gah! ¡Esto es tan estúpido! ¡Vamos a terminar esta pelea ya!” Gritó Rosalind. El mismo aire a su alrededor parece temblar.

“… Si hubiera sabido que esto iba a suceder, habría comido más de la cocina de Tsumiki”, susurró Lea mientras se agachaba.

“¡Tch…!”

Alineé mis manos en puños, y Hibiki se movió frente a Chelsea. Pero entonces… el cuerpo de Rosalind explotó de repente en una niebla roja.

“¡¿Qué demonios?!”

La niebla roja nos tragó a todos, cegándonos efectivamente. “¡¿Es este su poder especial como vampiro?!”

Podía escuchar a Hibiki, pero no podía verla.

“… ¡Gah!”

Luego, escuché un grito bajo seguido por el sonido de alguien colapsando. La niebla roja luego convergió en un solo lugar como si tuviera una mente propia. Cuando se despejó, Rosalind reapareció. Una Lea derribada yacía a sus pies.

“¡Lea! ¡Maldición!”

“No te muevas”.

Comencé a saltar hacia adelante, pero Rosalind extendió una mano que parecía transformarse en dos lobos rojos y negros. ¡Maldición! ¿Podría ella hacer lo que quisiera? Cuando me di cuenta de que este era otro de sus poderes vampíricos, tanto Hibiki como yo habíamos sido derribados por los lobos.

“Has perdido una gran parte de mi tiempo”, dijo Rosalind. “¡Gaagh…!”

Incluso en su estado debilitado, tenía que ser increíblemente poderosa para enfrentarse cara a cara con Lea de esa manera. Y además de eso, ella tenía todas sus habilidades especiales. ¿Era este el verdadero poder de un vampiro?

“Ahora, comencemos con el más problemático…”

Rosalind se agachó con su otro brazo y agarró a Lea por el pelo. Ella levantó la cabeza para que estuvieran cara a cara. Entonces sus ojos rojos brillaron. Era su encanto mágico. Lea se había resistido antes con su fuerte voluntad, pero ¿qué pasaría cuando estuviera inconsciente?

“Eres mi aliada. Quieres hacer todo lo que puedas por mí. Y no escucharás a nadie más que a mí”.

“Hnn… Hnngh…” Lentamente, Lea se levantó. “¡Lea!”

“…”

Pero ella no me respondió. Al menos la parte del encanto “no escuchará a nadie” debe haber estado vigente.

Rosalind se rio cuando la vio.

“Tú… ¿Qué estás tratando de hacer controlando a Lea?”

“Te lo dije, ¿no? Voy a tomar todo de ti”. Ella me miró, prácticamente inexpresiva. “Esta vez, te lanzaré un hechizo más poderoso. Uno tan poderoso que ni siquiera se dará cuenta si desaparecen todas las personas que le importan. Luego, cuando hayas perdido todo, estaré allí para consolarte… Y una vez que no puedas vivir sin mí, te diré la verdad”.

“¡De ninguna manera! ¡Nunca me olvidaría de todos!”

“Ríndete ahora. No hay nada que puedas hacer sino convertirte en mío, Namidare”.

Rosalind extendió su mano hacia mi cara. “¡No… no me rendiré!”

Enfoqué mi mente para resistir el encanto, tratando desesperadamente de pensar en alguna forma de salir de esto. Fue justo en ese momento que vi por el rabillo del ojo a alguien que saltaba hacia nosotros desde lo alto del edificio de la estación. ¡Apuntaban directamente a la espalda de Rosalind!

“¡¿Qué?!”

Fue un ataque sorpresa desde su punto ciego, pero Rosalind debió de sentirlo de alguna manera. Rápidamente trató de volver a poner a los lobos en su brazo y darse la vuelta, pero ya era demasiado tarde. Un cuchillo afilado sobresalía de su hombro izquierdo.

“¡Gwaah!”

Con un grito, Rosalind trató de alejarse del misterioso atacante. Fue solo entonces que pude ver bien a nuestro aliado sorpresa. Era una niña con el pelo largo, descuidado y plateado. Estaba mirando a Rosalind, pero no había ninguna sugerencia de una expresión en su rostro. Ella ni siquiera habló.

“…”

Su largo cabello plateado se movía por sí solo en desafío a la gravedad. Las puntas de su cabello se entrelazaron, formando innumerables hileras de cuchillos plateados. ¿Entonces ella tampoco era humana? Mientras miraba en estado de shock, la misteriosa chica cargó contra Rosalind.

“¡Lea, protégeme!”

“Entendido.”

En respuesta a la orden de Rosalind, Lea se estrelló contra la chica de cabello plateado desde un lado.

“…”

Aún sin decir una palabra, convirtió su cabello plateado en algo parecido a un escudo, probablemente usando el mismo método que había usado para hacer los cuchillos hace un momento, y saltó lejos de Rosalind.

Los lobos convocados de Rosalind se convirtieron en niebla y se reformaron como su brazo nuevamente. Eso nos dio un respiro. Con los lobos desaparecidos, pudimos levantarnos ahora.

Yo y Hibiki. El atacante de cabello plateado. Rosalind y Lea. Un extraño triángulo se estaba formando entre todos nosotros.

“Silver Slayer… ¿Todavía estás viva?”

“Afirmativo.”

La misteriosa atacante, Silver Slayer, parecía conocer a Rosalind. “Siempre eres tan antipática. Y siempre tan persistente.”

“Fui creado para vencerte. Es inevitable que te siga hasta que lo haga, vampiro.”

“Hmph. Eres la muñeca esclava de un alquimista. Nada más”, dijo Rosalind enojada mientras apretaba la herida aún sangrante en su hombro. “Tch. Las heridas plateadas sanan muy lentamente… Nos vamos, Lea”.

Rosalind saltó con sorprendente fuerza y aterrizó muy, muy lejos.

“¡Espera! ¡Lea!”

“…”

Lea me ignoró por completo y siguió al vampiro. Se habían ido antes de que lo supiéramos. Ahora solo éramos yo, Hibiki, Chelsea, todavía inconsciente, y la extraña chica que Rosalind había llamado Silver Slayer.