Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 6: Aprendiz De Doncella En El Templo III

Epilogo: Sin Myne

Mientras Delia transportaba agua desde el pozo hasta el segundo piso, Gil regresó temprano del taller. La única vez que regresó a los aposentos antes de que Myne llegara fue cuando recibió un mensaje de Lutz, por lo que Delia inmediatamente concluyó que Myne se había enfermado nuevamente.

… Dios, hermana Myne, ¿qué estás pensando? ¡Finalmente tienes que irte a casa y ya estás enferma!

Quejándose de su enfermiza maestra por dentro, Delia le preguntó a Gil si la hermana Myne estaría ausente por el día. Se sacudió sorprendido, luego miró hacia donde estaba Delia en la escalera.

“Ella… se va a ir por unos días. ¡Ah Fran! Escucha…” Gil dio una respuesta apresurada y luego, al notar a Fran, corrió hacia él lo más rápido que pudo.

“No hay necesidad de correr, Gil. Y ten cuidado de usar el lenguaje apropiado cuando presente su informe”.

Delia volvió a subir las escaleras, agua en mano, mientras escuchaba a Fran darle a Gil las mismas advertencias que siempre hacía. Cuando llegó al segundo piso, vio que Rosina estaba afinando el harspiel, habiendo terminado el papeleo que le había dado Fran. Su belleza brilló mientras afinaba con gracia el instrumento con manos expertas; mantuvo las uñas cortas para poder tocar el instrumento correctamente, pero por lo demás Rosina tenía las manos suaves y blancas de alguien que no hacía trabajo manual. Ella era una tutora de música que manejaba el papeleo — el trabajo físico como cargar agua estaba fuera de su alcance.

… Diferentes roles, diferentes expectativas. Por supuesto, no se nos darían trabajos similares. ¡Es por eso que necesito aprender a hacer muchas cosas diferentes, para que el Sumo Obispo me honre con sus afectos nocturnos!

 La resolución de Delia se fortalecía cada vez que veía la brecha clara entre ella y las otras doncellas de aprendices grises. Había logrado sobrevivir a su tiempo en el miserable sótano del orfanato mientras los otros niños morían uno por uno a su lado, y ahora su objetivo de vida era ganarse el favor de la máxima autoridad en el templo, el Sumo Obispo, y luego vivir bajo su protección mientras recibe más de su amor que nadie. Por esa razón, necesitaba aprender del ejemplo de Rosina y comportarse de la manera más elegante y sofisticada posible.

… Después de todo, Jenni estaba recibiendo el afecto del Sumo Obispo, y ella solía ser una de las asistentes de la hermana Christine también.

Esos eran los pensamientos de Delia mientras tomaba una jarra de agua y se dirigía al baño. Una vez allí, levantó el cubo que ya había traído y vertió agua en la jarra. Llevar agua al segundo piso era importante tanto para limpiarse como para aliviarse cuando la naturaleza lo requería, y llevar el balde hasta allí desde el pozo era la tarea más exigente físicamente de Delia.

“Mm, ¿supongo que un cubo más servirá?”

Se necesitaba menos agua en los días en que Myne estaba ausente. Delia comprobó cuánto había en la jarra antes de salir del baño con el balde vacío. Allí encontró a Fran instruyendo a Rosina para que fuera a buscar ropa de ciertas medidas.

“¿Quieres que lo busque, Fran?”

“Supongo que aún no has terminado de cargar el agua, Delia. Por favor, dale prioridad a eso”, dijo Fran con una sonrisa amable.

Delia podría encontrar la tela que Fran necesitaba mucho más rápido y, sin embargo, se estaba volcando para preguntarle a Rosina. En otras palabras, algo había sucedido que no querían que el Sumo Obispo supiera.

… Me pregunto qué podría ser eso. Se preguntó Delia. Sin embargo, ella no preguntó; ella sabía que Fran no le daría una respuesta clara sin importar lo que intentara. Su mejor movimiento, entonces, fue ir con la corriente. En lugar de alertarlo de sus intenciones indagando directamente, podría preguntarle a Rosina por casualidad más tarde.

“¿Para qué se usará la tela, Fran?” Rosina preguntó.

“Par envolver carne”, respondió, “no es necesario que sea tela de alta calidad”.

… ¿Envolver carne?

El cubo vacío se balanceó mientras Delia bajaba las escaleras, ahora esforzándose por escuchar su conversación. La voz de Rosina se volvió demasiado baja para escuchar, pero fue reemplazada rápidamente por la de Gil desde la cocina. Raro. Ella había esperado que él volviera al taller después de entregar su informe.

“Queremos que sea, como, Hermana Myne agradeciendo a todos en la ciudad baja que la han ayudado”, dijo.

“Eso está bien para mí, pero ¿cuánto necesitas?” Hugo preguntó.

“Er… Realmente no sé demasiado sobre esas cosas. Puedes hacer lo que parezca correcto, Hugo. Fran dijo que no diera demasiado que se quedaría en la ciudad baja, así que…”

“Aaah, entonces tiene que mezclarse en la ciudad baja”, dijo Ella, saltando a la conversación. Su voz era lo suficientemente fuerte como para viajar a través de la puerta abierta de la cocina y llegar fácilmente al pasillo principal de la cámara. “Si es una celebración, debería ser suficiente con darles muchos venados y decir que es un regalo del taller”.

… ¿Me pregunto qué están celebrando?

Los únicos eventos de celebración en la vida de una doncella del santuario gris fueron su ceremonia de bautismo y su ceremonia de mayoría de edad — no había nada más. Pero Myne no tenía la edad adecuada para ninguno de esos. Algo más debe haber sucedido en la ciudad baja. Algo digno de una celebración. Delia consideró qué podría ser eso al salir de las cámaras.

Cuando Delia regresó, la atmósfera apresurada se había disipado. Gil se había ido con la carne necesaria para la celebración; Fran estaba trabajando mientras llevaba su habitual expresión plana; y Rosina lo estaba ayudando ya que Myne no vendría. La puerta de la cocina también estaba cerrada.

Cada vez que Myne no venía al templo, el horario de Delia se borraba; no necesitaba servir comida a nadie, y no necesitaba hacer té durante los descansos. No había baños para ayudar, ni ropa para cambiarse, y cuando se trataba de platos y ropa todo el mundo hacía lo suyo en cuestión de minutos.

Fran estaba ocupado incluso cuando Myne no estaba cerca. Y ahora que Rosina podía ayudarlo un poco con su trabajo, lo mismo era cierto para ella, aunque tomaba descansos para tocar harspiel cada vez que se presentaba la oportunidad. Gil pasó la mayor parte de su tiempo en el taller y el orfanato en estos días; el taller tenía que seguir funcionando incluso cuando el trabajo de Lutz significaba que tenía que estar ausente por largos períodos de tiempo. Gil realmente se estaba dedicando a aprender todo lo que podía sobre todo tipo de cosas.

En contraste, a Delia no se le dio ningún trabajo nuevo. La razón era simple: tenía conexiones con el Sumo Obispo, y nadie quería que participara en el importante trabajo de Myne. Delia no pudo evitar sentirse un poco triste por ser excluida, pero al mismo tiempo, tener conexiones con la máxima autoridad en el templo era una gran fuente de orgullo para ella.

“Estaré con el Sumo Sacerdote”, anunció Fran poco después de que sonó la tercera campana; fue a ayudar al Sumo Sacerdote con su papeleo incluso cuando Myne no estaba cerca.

Rosina, finalmente libre de papeleo, alcanzó el harspiel. No habría trabajo en los aposentos hasta la cuarta campana.

Delia salió de las cámaras del director del orfanato y fue directamente a la habitación del Sumo Obispo.

“Soy yo, Delia. Estoy aquí para dar mi informe al Sumo Obispo”, le dijo al sacerdote gris que estaba parado frente a su puerta, y después de una breve pausa, la puerta se abrió.

Jenni la recibió con una sonrisa.

“Lo siento, Delia. El Sumo Obispo recibió una invitación de un noble y actualmente está ausente”.

“¿No trajo los cálices al Barrio de los Nobles al final del invierno? Seguramente ya ha terminado. ¿Hay alguna otra razón por la que el Sumo Obispo necesitaría abandonar la ciudad ahora que la Oración de Primavera ha terminado?” Preguntó Delia, recordando el horario del Sumo Obispo que había memorizado mientras estaba en su habitación, aprendiendo a ser aprendiz.

Jenni respondió que no lo sabía, pero que un giebe sureño lo había invitado. Parecía que un noble terrateniente tenía negocios con el Sumo Obispo.

“Por lo tanto, recibiré su informe en su lugar”, dijo Jenni.

Delia le dijo a Jenni que había una celebración en la ciudad baja relacionada con Myne de alguna manera, y que le dieron un regalo de carne envuelta. Jenni tomó notas en una pizarra y, una vez que terminó, miró a Delia y le dedicó una cálida sonrisa.

“Delia, te mueves mucho más elegante y con gracia ahora que antes”.

Delia a menudo recibió elogios por sus esfuerzos para mejorar de parte de Myne y Rosina, pero escuchar los elogios de Jenni la hizo mucho más feliz. Después de todo, Jenni estaba viviendo el sueño de Delia de recibir el afecto del Sumo Obispo.

“Estoy aprendiendo a llevarme como Rosina. Quiero convertirme en la amante del Sumo obispo también”.

“Sí, es algo muy bueno a lo que aspirar. Qué nostálgico… Me pregunto qué está haciendo Rosina en este momento”.

Delia pasó a detallar todo lo que sabía sobre Rosina y cómo pasó su tiempo como asistente de Myne. Aprovechó esta oportunidad para hablar sobre Wilma desde el orfanato también.

Jenni escuchó con una sonrisa brillante y radiante.

“Pula bien tu belleza, Delia. Habrá un visitante noble muy pronto, creo”.

¿Me permitiría el Sumo Obispo darles la bienvenida? Oh… Pero Fran se interpondría en el camino. Nunca me dejaría venir.

Por un momento, los ojos azul claro de Delia brillaron de emoción, pero luego recordó su posición actual y se desplomó decepcionada. Jenni la miró con una sonrisa amable.

“Me han dicho que este noble es muy aficionado a los niños. Todo va a estar bien. El Sumo Obispo sin duda lo llamará a usted, Delia”.

Si a ese noble le gustaba Delia, podría no convertirse en la amante del Sumo Obispo, sino en la amante de un noble. Ella podría salir del templo. Al darse cuenta de que esta era una posibilidad real — aunque muy poco probable — el corazón de Delia latía con fuerza en su pecho cuando salía de la habitación del Sumo Obispo. Estaba tan emocionada por lo brillante que estaba por llegar a ser su futuro que se perdió el último susurro de Jenni.

“El noble está buscando un niño que tenga el Devorador, parece”.