Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 3

Capítulo 4: El Héroe Se Para En El Campo

Parte 1

“Las cosas son como una roca rodante”. Recordaba vagamente haber leído esas palabras en algún manga o novela ligera en alguna parte. Me pregunto cuál fue.

A menudo, se necesita mucho esfuerzo para poner las cosas en movimiento, pero una vez que se ponen en marcha, es casi imposible detenerlos, incluso para la persona que los inició en primer lugar. Creo que eso es lo que se supone que significa la línea. Y en este momento, estaba experimentando el significado de ese dicho de primera mano.

Era el día del partido de exhibición. Fui al estadio, sintiendo un ligero dolor de cabeza. Montado a mi lado en el carruaje estaba Myusel, que llevaba una canasta con un almuerzo para llevar. Frente a nosotros estaban Minori- san y Matoba-san.

No vimos mucho de Matoba-san alrededor de la casa en estos días, pero este fue un evento bastante grande, con la presencia de la emperatriz, por lo que iba a venir como representante del gobierno japonés.

No me importó eso hasta donde llegó, pero…

“¿Maestro?” Myusel me dio una mirada preocupada. “¿Pasa algo?”

“¿Huh? ¿Qué?”

“Oh… perdóname por ser directa”, dijo con cuidado, “pero no pude evitar darme cuenta de que algo parece preocuparte”.

“Ah…” Le di una sonrisa ambigua. En este punto, era todo lo que podía hacer. “No estoy seguro de llamarlo preocupante, exactamente…”

“Oye, ¿por qué dejas que te moleste?”, Ofreció Minori-san. Ella, al menos, parecía haber captado lo que me preocupaba, o más precisamente, lo que era al final de mi cuerda. Por otra parte, una mirada a esos campos de práctica habría sido suficiente para regalarlo. “No es como si estuvieras tratando de llevar a alguno de estos equipos a la Copa del Mundo”, continuó. “Deje que Eldant haga fútbol a su manera”.

“Sí, tienes razón”, dije con un suspiro.

Hablando prácticamente, supuse que no había realmente un problema. Sin embargo, no pude evitar sentirme muy, muy preocupado.

“Hrm…”

A su debido tiempo, llegamos al estadio imperial. El conductor abrió la puerta del carruaje y nos hizo salir respetuosamente.

“¡Ciertamente te tomaste tu tiempo, Shinichi!”

¿A quién debería ver esperándonos sino a la emperatriz loli (solo en apariencia)?

“¿Pe-er, Su Majestad?”

“¡Hemos estado esperando con impaciencia!”, Dijo con su característico aire de autoridad. Parecía que estaba realmente emocionada por este partido. Garius me había mencionado que en un momento Petralka se había empeñado en formar su propio equipo y participar en el torneo. Dijo que le había tomado bastante tiempo convencerla.

Tener a la propia emperatriz en el campo podría intimidar comprensiblemente a todos los demás hasta el punto de que tener un juego sería imposible. Y el fútbol podría ser un deporte bastante duro, incluso antes de tener en cuenta a la gente mágica y bestia. Si Petralka salió a jugar y terminó lastimado, podría costarle la cabeza a alguien.

Sí, definitivamente es mejor para ella sentarse tranquilamente y mirar. “Ho. Así que también has venido, Myusel”.

“Sí, Su Majestad”, dijo Myusel con una reverencia. “Con el permiso de mi maestro…”

“… Hm”, respondió Petralka, asintiendo amablemente.

Petralka y Myusel habían estado bastante unidas desde el incidente de la “asamblea de patriotas”, pero aun así, Myusel tuvo cuidado de no ser demasiado familiar con la emperatriz. Solo estaba siendo cautelosa, pero a Petralka le parecía irritante a veces.

“En ese caso, deberás acompañar a Shinichi,” dijo la emperatriz. “¿Acompañarme a dónde?”, Pregunté, y por primera vez, Petralka sonrió. “A nuestro cuadro de visualización, por supuesto”.

***

¿Cómo pasó esto?

No era la primera vez que me encontraba desconcertado y confundido de esta manera. Como recordé, me había sentido de la misma manera cuando leía manga a Myusel y Petralka.

¿Esta vez?

“¡Ah, una vista excelente!”, Exclamó Petralka felizmente… desde su lugar de rodillas.

Así es: una vez más, Su Majestad Imperial estaba sentada en mi regazo. Ella pateó sus piernas de un lado a otro en anticipación sin aliento de la ceremonia de apertura. Fue adorable, pero para ser sincero, no pude disfrutarlo.

“Es casi un poco aterrador, ¿no?”, Dijo Myusel desde su asiento a mi lado. En ese momento, estábamos en el área de observación especial construida para Su Majestad.

No hace falta decir que era algo completamente diferente del resto de los asientos del espectador. El cristal, unido por marcos de madera, rodeaba la mayor parte.

Francamente, se sentía un poco como estar en un acuario. El piso en sí era de madera dura, pero el vidrio se extendía lo más cerca posible de nuestros pies para permitir la mejor vista del campo. Daba la sensación de que la caja flotaba en el aire, y había inspirado el comentario completamente comprensible de Myusel.

A la luz de las necesidades de seguridad de una configuración como esta, se había decidido de antemano quién se sentaría dónde. Además de Petralka, Garius y el Primer Ministro Zahar, había lugares para mí, Minori- san e incluso Matoba-san. Pero la presencia de Myusel, aparentemente, había sido inesperada; no había asiento para ella. El resultado fue que alguien tendría que pararse, o al menos sentarse en el suelo.

Myusel, dulce y retraída como siempre, se había ofrecido a tomar la palabra, pero me molestó hacerla sentarse en madera fría y dura cuando estaba en una bonita y lujosa silla. Estábamos tratando de decidir cómo manejarlo cuando Petralka anunció: “Nos sentaremos aquí, entonces”, y me señaló directamente. Por lo tanto, el estado actual de las cosas.

Myusel estaba sentado a mi lado, lo que significaba que tenía a la hermosa joven emperatriz en mi regazo y una hermosa doncella un asiento más allá. Cualquiera supondría que debo estar en el séptimo cielo, incluso si también me sintiera un poco incómodo…

Y en el pasado, podría haber estado de acuerdo con ellos. La realidad era que el sudor caía rodando por mi frente. Frente a la situación real, descubrí que no tenía los medios para disfrutarla.

Por un lado, este espacio era principalmente de vidrio. Eso nos dio una gran vista, claro, pero el Sacro Imperio Eldant no tenía espejos unidireccionales, por lo que estábamos en exhibición para todos los que se presentaron. El mirador imperial estaba ubicado en el punto más alto del estadio, pero algunos de los puestos de espectadores también alcanzaron esta altura; Si alguien me mirara y me viera con la emperatriz en mi regazo y una criada sentada a mi lado, ¿qué tipo de persona pensarían que era?

“Se ha probado su resistencia y durabilidad, por supuesto”. Esta garantía vino de Garius, que había puesto sus manos suavemente sobre mis hombros. Espera, ¿por qué sus manos estaban puestas suavemente sobre mis hombros? Pensé en preguntar, pero tenía demasiado miedo de que la respuesta pudiera lanzarnos por un camino verdaderamente 801 (¿yaoi, recuerdas?), Así que mantuve la boca cerrada. “No tienes que preocuparte, Shinichi”.

“Uh-huh…” Eso dependía de lo que él pensaba que estaba preocupado, pero no importa.

Por cierto, el cuadro de visualización de Petralka estaba bien separado del resto de las gradas. En parte eso fue porque, bueno, era para la emperatriz, pero deduje que las consideraciones de seguridad también desempeñaban un papel importante. Realmente no fue hace tanto tiempo que Su Majestad había sido secuestrada por terroristas. La excelente vista de la caja significaba que sería posible detectar a alguien sospechoso mucho antes de que se acercara. Magos y caballeros fueron publicados justo afuera, asegurándose de que nadie no autorizado se acercara a la caja.

Sin embargo, nada de esto parecía molestar a Petralka, que estaba de muy buen humor.

“¡Oh! ¡No podemos esperar!” Ella continuó agitando sus piernas felizmente.

¡Aargh! ¡Cada minuto que hace eso, se pone más y más linda!

Podía sentirla detrás de rodillas; Su cabello estaba tan cerca de mi nariz que prácticamente podía olerlo. Mi corazón comenzó a latir con la tristeza de todo, a pesar de lo peligrosamente cerca que estaba de Petralka. Fue entonces cuando pensé que sentía un apretón en mi hombro izquierdo.

“¿Huh? ¿Qué pasa?” Me volví hacia un lado. Por alguna razón, Myusel miraba abatido el suelo. Parecía que ella era la que había presionado contra mi hombro. Como si nuestros cuerpos estuvieran chocando uno contra el otro.

“¿Algo mal?”

¿Quizás el asiento era demasiado pequeño para ella?

Pero Myusel solo dijo: “Es… nada. No es nada “, en voz muy baja. No podía evitar la sensación de que sus mejillas estaban ligeramente rojas. Sin embargo, sintiendo que no sería correcto seguir el tema, me quedé en silencio.

“¡Oh, ho!”, Dijo Zahar un momento después. “¡Está empezando!” Gire mi mirada hacia el campo de fútbol, debajo de nosotros y más allá del cristal.

Los ocho equipos se organizaron de forma ordenada en el campo, frente a la caja de visualización. Estaban a punto de rendir homenaje a la emperatriz.

El equipo de caballeros. El equipo de JSDF.

El equipo de estudiantes elfos. El equipo de estudiantes enanos

El equipo mixto en el que estaba Elvia.

Y luego, finalmente, el equipo de lagarto.

“Gosh… creo que el JSDF está en una desventaja bastante grave aquí”, murmuré.

Todos los equipos de Eldant, en mayor o menor medida, probablemente podrían usar magia. Las autodefensas japonesas, sin embargo, no pudieron. ¿Qué iban a hacer con una descarga de patadas que parecía que salían directamente de un manga? Es cierto, Minori-san estaba en el escuadrón JSDF, y había sido testigo del “fútbol mágico” de los elfos y enanos de primera mano, por lo que tal vez había podido ayudarlos a idear una estrategia…

“Te sorprenderías. Parece que las probabilidades favorecen al equipo de JSDF,” dijo Matoba-san suavemente detrás de mí. “Vienen de la casa del fútbol, después de todo”.

Sí, genial. Eso no los convirtió en jugadores profesionales de fútbol o lo que sea. Sonaba como esa estafa donde un chico dice “Estoy con el departamento de bomberos” y luego trata de conseguir que compres un extintor de incendios.

“Espera un segundo. ¿Dijiste “las probabilidades”?”

“Sí”, respondió Matoba-san con calma. “Ya se están apostando bastante sobre qué equipo saldrá victorioso”.

Casi me ahogo. ¡Este fue el primer juego oficial de fútbol aquí, y la gente ya estaba apostando en él!

“Tenga en cuenta que no hay una ley que impida apostar en un partido de fútbol en este mundo”, dijo Matoba-san. “Como tal, ninguno de nosotros, incluido yo mismo, estamos en condiciones de condenar ese comportamiento”.

“¡Ugh! ¿Podrías parecer más burocrático?”

“Puedo recordarles que soy un burócrata”. Mi comentario no pareció conmoverlo.

Apuesto a que tenía dinero en al menos uno de los equipos…

“Oh, mira,” dijo Matoba-san. “Está comenzando. Ahí está Koganuma-kun”.

El equipo de JSDF había sido elegido para liderar a los demás en la apertura del juego. (¿Fue porque también vinieron de la “casa del fútbol”?) Minori-san dio un paso adelante y levantó una mano.

“¡El juramento de los jugadores!”, Declaró, y los jugadores de los otros equipos siguieron su ejemplo. “Los jugadores juramos honrar el verdadero espíritu de deportividad, respetando y cumpliendo las reglas del juego”

Y así sucesivamente y así sucesivamente; pero tenía serias dudas de que todos allí entendieran cuáles eran realmente las reglas del juego.

En cualquier caso, Minori-san llevó a los jugadores a través del resto del juramento. Entonces Garius se levantó.

“Muy bien”, dijo, hablando por un micrófono que habíamos tomado prestado del JSDF. “En nombre de Su Majestad Imperial, la Emperatriz del Sagrado Imperio Eldant, ¡que comience el primer juego!”

¡Yeeeeeeeeeeeeeeeeaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!

Todo el estadio estalló. (Esta vez estoy hablando metafóricamente).

Naturalmente, la gente del imperio no sabía realmente qué eran los deportes, y no sabía qué tipo de competencia podían esperar de este “fútbol”. Pero claramente sabían que era casi como un festival, algo para celebrar. Miré por encima de las gradas y vi que la gente que bajaba en los asientos generales, junto con los que estaban más arriba en los asientos especiales, se inclinaban hacia adelante, con los ojos brillantes, listos para un poco de fútbol.

Solté un pequeño suspiro. Deje que las fichas caigan donde puedan…

Habíamos llegado hasta aquí. Todo lo que podíamos hacer ahora era ver qué pasaba.

***

La velocidad fue increíble. El proyectil me recordó menos a un balón de fútbol y más a una bala que atraviesa el aire. No hace falta decir que esto no era algo que un cuerpo humano sin ayuda pudiera interceptar. Todo lo que el equipo de JSDF podía hacer, de pie allí, con sus uniformes verde oscuro, era mirar estupefacto mientras la pelota pasaba a toda velocidad hacia la meta.

Thud.

Honesto con Dios, prácticamente podía ver el efecto de sonido.

Creo que esa pelota podría haber roto la barrera del sonido. Naturalmente, arrancó la red de la portería, luego se dirigió directamente hacia el asiento del espectador. Pero si había algo en lo que podía confiar, era un muro diseñado y construido por ingenieros enanos y el JSDF. Se mantuvo firme

cuando la bola con forma de bala se estrelló contra ella, y no hubo más incidentes.

Las caras cenicientas de los jugadores de JSDF eran visibles incluso desde esta distancia. Si el portero, sin pensarlo, intentaba bloquear un tiro como ese, no había garantía de que sobreviviera.

El equipo de los caballeros, por otro lado, parecía prácticamente contento.

“¡¿Vieron eso?!”, exclamaban desde su banco. “¡Esta es la especialidad de los primeros caballeros!” Junto al banco había una colección de hombres y mujeres con túnicas que los hacían parecer mucho más magos. Aparentemente, estaban usando magia…

De repente, escuché dos voces justo detrás de mí. “¡Dios mío! ¡Una táctica abrumadora!”

“Por lo que parece”.

Giré la cabeza y vi a Matoba-san y al primer ministro Zahar de pie con micrófonos en sus manos.

¿Cuándo consiguieron esos?

El primer ministro estaba solo, pero Matoba-san estaba acompañado por un miembro de la Guardia Real, que interpretaba todo lo que decía. Esto no fue porque el hombre hablaba japonés; él simplemente tomó el entendimiento que le otorgó su anillo mágico y lo repitió textualmente.

Los anillos solo eran buenos para las interacciones uno a uno; no ayudarían a las personas en las gradas a entender las palabras de Matoba-san mientras se transmitían a través del micrófono. Por eso era necesario “interpretar” así.

Al parecer,  los dos  viejos (más un  intérprete) tenían la intención  de comentar el juego de fútbol. No recordaba haber hecho estos preparativos…

“El equipo de Jay Ess Dee Eff parece bastante aturdido”.

“Bueno, dudo que alguna vez hayan experimentado una pelota que viaja más rápido que la velocidad del sonido”.

“Dime, ¿no usas magia en tu país?”

“No, me temo que no. Sin embargo, tuvimos que permitir el uso de la magia aquí, a la luz de las tremendas habilidades físicas y deportivas de la gente bestia”.

“Ciertamente. ¿Qué más puedes hacer?”

Sonaban como si ni siquiera estuvieran involucrados. Lo cual, supongo, en realidad no lo eran.

“Erm… Parece bastante unilateral”, murmuró Petralka.

En solo un breve período, el equipo de los caballeros había anotado diez puntos completos. Supongo que eso es lo que sucede cuando tus patadas arrancan directamente del pateador a la portería.

En las raras ocasiones en que el JSDF lograba poner un pie en la pelota, los golpeaba en la cara con magia de viento, y el equipo contrario les arrancaba la pelota. Las fuerzas armadas japonesas estaban tan indefensas como los bebés.