Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 3

Capítulo 3: Fútbol… ¿Fútbol?

Parte 3

Dada la baja tasa de alfabetización entre los hombres lagarto, dicha red de comunicación era una necesidad.

Normalmente piensas en esas redes como el uso de las mismas personas para llevar mensajes de un lado a otro, pero aparentemente esta vez la respuesta se le había confiado a Cerise.

“El Consejo Tribal se inclina a participar en el partido ante Su Majestad”, nos informó Cerise.

Pensé en cuando le había pedido a Brooke que formara un equipo de hombres lagarto. No parecía muy entusiasmado, pero estaba claro que todavía había hecho lo que le pedí.

“Existe la esperanza de que si lo hacemos bien, podría elevar el estado de nuestra especie”, dijo Cerise.

“Correcto. Tenía el mismo pensamiento”, dije.

Los humanos y los semihumanos de varias razas vivieron y trabajaron codo con codo en el Imperio Eldant, pero los hombres lagarto permanecieron en el fondo del tótem.

Tal vez eso tenía sentido, dado que alguna vez habían sido enemigos de los otros pueblos, pero eso había sido hace más de un siglo, y personalmente nunca había sabido que Brooke fuera otra cosa que un trabajador diligente que me ayudaba cuando lo necesitaba. De acuerdo, no quisiera encontrarme con él en un pasillo oscuro, pero…

“Tú”, dijo Cerise, asintiendo hacia mí. “Eres un humano. ¿Por qué estarías interesado en el bienestar de los hombres lagarto?”

“Er… Esa no es una pregunta fácil de responder”, le dije, rascándome la mejilla. Sentí que si alguien estaba siendo discriminado, quería hacer lo que pudiera para criarlos en el mundo y obtener los mismos derechos. Pero solo podía pensar de esa manera porque había nacido en el país agradable y pacífico que era el Japón moderno.

“Es porque no soy de este mundo”, dije. “Parece que los hombres lagarto y los humanos fueron enemigos una vez, pero no tengo ningún recuerdo personal o cultural de eso”. Brooke trabaja en mi casa y parece una persona realmente decente. Me ayuda mucho. Es bastante natural para mí esperar que él y su gente puedan ser tratados un poco mejor por aquí”.

Cerise guardó silencio. Sin embargo, por la forma en que su lengua se deslizaba dentro y fuera de su boca, supuse que estaba sorprendida.

Al igual que no podía distinguir fácilmente a diferentes hombres lagarto, Cerise probablemente no me conocía de ningún otro humano, en otras palabras, ninguno de los otros que felizmente la discriminaban. Tal vez eso le hizo difícil creer lo que estaba diciendo, como si hubiera levantado la palma de mi mano y declarado exactamente lo contrario de todo lo que había esperado. Sería confuso.

Fue entonces cuando Myusel intercedió en mi nombre. “Ese es el tipo de persona que Shinichi-sama es. Él también ha hecho mucho por mí”. Con cautela se llevó una mano al cabello y se la quitó para revelar las orejas. Odiaba que los extraños vieran sus oídos. Pero, ya sea por algún cambio de corazón, o para respaldarme, estaba dispuesta a soportar la ignominia.

“Eres-”

“Si. Un medio elfo.” Myusel asintió.

Ahora Cerise estaba definitivamente un poco sorprendida. Se quedó allí, sin decir nada, hasta que finalmente se las arregló, “Shinichi-sama… Ese es tu nombre, ¿no?” Sonaba vacilante. “Eres… una persona muy inusual”.

“Sí, escucho mucho eso”. Sonreí. De Myusel y Brooke, entre otros. No pensé que fuera porque era particularmente especial o algo así. Cualquiera nacido en el Japón moderno y traído aquí encajaría en la descripción. Cualquier persona nacida y criada en un mundo donde la libertad y la igualdad eran asuntos, por supuesto.

Cerise volvió a callarse y me estudió. Entonces ella dijo: “Ya veo. Usted también es la razón por la que Brooke fue tan lejos como para contactar al Consejo Tribal en busca de ayuda.”

“¿Huh?” Era mi turno de sorprenderme.

Sospeché que estaba aludiendo al intento de asesinato. Brooke había traído a varios guerreros lagarto, presumiblemente con la esperanza de que pudieran ser de alguna ayuda para que no fuera secuestrado o asesinado. Había sido tan indiferente al decirme que se había puesto en contacto con el Consejo Tribal que supuse que era algo normal, pero…

Por lo que Cerise nos dijo, era bastante raro que Brooke se pusiera en contacto con cualquier otro hombre lagarto, y mucho menos con el Consejo. Aparentemente, el intento de asesinato fue la primera vez que pudieron identificar su ubicación. También fue lo que llevó a Cerise a venir aquí.

Espera…

¿Identificar su ubicación? ¿Entonces había sido, como, un fugitivo hasta ahora? ¿Una persona desaparecida? ¿Cómo y por qué había sucedido eso? ¿Podría ser que Brooke realmente no se llevara bien con su propia especie? Y si es así… ¿se había entregado deliberadamente, contactando al Consejo por mi bien?

“Brooke…”

Le debía aún más de lo que me había dado cuenta. Quería encontrar alguna forma de pagarle.

“El Consejo dice que en los próximos días encontrarán once participantes y se los enviarán aquí”, dijo Cerise.

Los hombres lagarto generalmente dormían al aire libre. Mientras tuvieran un lugar seco, podrían cavar un hoyo y dormir. Según Cerise, podrían aprovechar la energía geotérmica, por lo que no era necesario que preparáramos un lugar para que durmieran los visitantes.

“¿Once participantes?”, Pregunté. “Si.”

“Er… ¿Qué pasa con Brooke?” Había esperado que él estuviera entre los once. “Oh, ¿o te refieres a once personas incluyendo un suplente?”

“No. Brooke no participará —dijo Cerise con firmeza. “Aunque el Consejo Tribal le pidió a él, nuestro héroe, que lo hiciera”.

“Brooke… ¿Su héroe?” Eso parecía salir del campo izquierdo. “Espera un segundo… Brooke es realmente tan importante entre los hombres lagarto, ¿no?”

Después de un momento de lo que parecía ser una duda, Cerise asintió y dijo: “Sí, lo es”.

Ella nos contó la historia: una vez, Brooke había sido general de su pueblo y había logrado una serie de victorias militares que mejoraron enormemente la posición de los hombres lagarto. Los hombres lagarto siempre habían sido luchadores, pero Brooke era fuerte incluso para sus estándares, por lo que se ganó su respeto.

Sin embargo, eso hizo que pareciera que sería mejor quedarse con su propia gente y permanecer en el ejército. ¿Por qué dejar todo eso para servir a un humano como jardinero?

“Quiero decir, ¿por qué él…?”

Pero Cerise no respondió mi pregunta. Tal vez fue difícil de responder. Tal vez tuvo algo que ver con la negativa de Brooke a reconocer a su esposa.

“Creo que debo irme por hoy”, dijo Cerise. Ella se inclinó ante nosotros y se alejó.

“Ella es realmente algo”, dije mientras la veíamos irse. “Sí, yo también lo creo”, dijo Myusel.

“Brooke no parecía querer tener nada que ver con ella”, dije. “Me pregunto porque.”

Myusel sacudió la cabeza en silencio. Parecía que tampoco tenía sentido para ella.

“Shinichi-kun”, dijo Minori-san, finalmente hablando. “No creo que debas estar husmeando en la vida privada de las personas. Especialmente no vive el hombre lagarto. Son tan diferentes de nosotros que podrías pensar que estás haciendo lo correcto, pero terminas causando nuevos problemas”.

“Sí… tienes razón”, le dije, asintiendo. Pero en el fondo, no estaba muy seguro.

***

No soy muy listo.

Oh, claro, tengo una buena cantidad de conocimiento otaku, pero no mucho más. Y, francamente, después de cierto punto, no creo que el conocimiento de acaparamiento te haga mucho bien.

Hay un nivel básico de información necesario para pensar y tomar decisiones, pero no es como si se fuera a convertir en un especialista en todos los campos, y en una época en la que podemos buscar rápidamente casi cualquier cosa que queramos en Internet, volumen de Trivia solo no es algo de lo que estar orgulloso.

Si la inteligencia tiene que ver con la cantidad de hechos que puede meter en su cerebro, entonces las computadoras son mucho más inteligentes que los humanos.

Entonces, ¿qué considero inteligencia real? Creo que las personas inteligentes son aquellas que pueden utilizar rápidamente el conocimiento que tienen. Personas que pueden extrapolar de lo que ya saben. Ellos son los que pueden decir lo que va a pasar y los que pueden hacer algo al respecto.

Realmente no me veo como ese tipo de persona. Entonces, ¿a qué me refiero con todo esto? Bueno, eh… Estaba parado allí, absolutamente atónito.

Era solo otro día y las clases habían terminado. Los estudiantes, como siempre, estaban en los campos de fútbol al lado de la escuela, practicando para la exhibición imperial. Estaba mirando al equipo de los elfos. Dirigido por Loek, el elfo amante de los moe que había peleado con la enana Romilda, el equipo se había dividido en grupos de cinco y estaban teniendo un partido de práctica.

“¡Graaaaaaahhhhhhh!”

Miré estúpidamente mientras uno de los jugadores soltaba un grito muy poco elfo y le daba un puntapié a la pelota.

Y eso estuvo bien. Eso estuvo bien. El problema era- “¡Grita, oh globo mágico!”

—Como gritó el elfo, la pelota estalló en llamas. No quiero decir metafóricamente. ¡Me refiero a whoosh, fwoosh! Fuego.

¿Qué diablos estaba pasando aquí? “¡Retosabunogarudo raripusu!” Agregó el elfo.

La pelota tomó un camino de sacacorchos, quemándose todo el tiempo, y se precipitó hacia la meta. Parecía menos como una pelota de fútbol y más como una bala de cañón, o tal vez un meteorito que cae.

“¡Haaaaaaaaaahhhhh!”

El portero evidentemente estaba cargado, porque dio un gran grito y tomó una postura defensiva, con los brazos cruzados frente a su cuerpo como si fuera a hacer un X-block de karate.

De ninguna manera pensó que iba a detener esa bola de cohetes así, ¿verdad? Hubiera sido lo suficientemente difícil incluso si la pelota no estuviera activamente en llamas. En lugar de pararse allí como si fuera a hacer un movimiento final de estilo anime, ¿no debería estar estirando las manos para atraparlo?

Sin embargo, mientras pensaba en todo esto, el portero dio otro poderoso grito, dejó caer los brazos a los costados y empujó la cabeza hacia adelante. ¡¿Qué demonios?! ¡Era como si deliberadamente fuera a lanzar una bola en llamas! Pero si se encontró con esa cosa de frente, no iba a terminar con un pequeño y lindo “¡Yowch!” O “¡Eso está de moda!”

“¡Tinifuini eruou!”

Justo en frente de la cara del elfo, casi literalmente ante sus ojos, por así decirlo, apareció una barrera translúcida. La pelota, aún en su curso en espiral, se estrelló contra ella. La barrera se dobló, distorsionando la apariencia del paisaje a su alrededor, pero no cedió.

La pelota fue arrojada hacia atrás con casi tanta fuerza como había sido pateada hacia adelante. Las llamas se extinguieron por su contacto con la barrera, pero la velocidad de la pelota sola fue suficiente para matar a alguien.

“¡Lo tengo!”, Gritó un elfo diferente, volando hacia adelante. De nuevo, no estoy hablando figurativamente aquí. ¡¿Qué era este tipo, el cañón humano South Dipper?! Sin siquiera comenzar a correr o incluso doblar las rodillas, el elfo voló por el aire y dirigió la pelota.