Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 3

Capítulo 1: Sí, Es Otro Mundo

Parte 5

Era posible que pudiéramos seguir el ejemplo de algunas clases universitarias: simplemente tener a todos los estudiantes en una sala gigante y que un maestro les dé una conferencia, el conocimiento fluya unilateralmente de nosotros a ellos. Aun así, sin embargo, dos instructores obviamente no eran suficientes.

“Una idea es separar a los estudiantes en años de clase y hacer que los estudiantes de nivel superior, como Myusel, enseñen a los principiantes”.

Ya sea manga, anime, novelas o juegos, primero tenía que aprender un mínimo de escritura japonesa. Había algunos estudiantes que ya estaban tan avanzados que estaban traduciendo novelas ligeras de los japoneses; podríamos tomarlos como instructores en las clases más básicas para corregir nuestra escasez crónica de personal.

Petralka, sin embargo, parecía sorprendida. ¿Lo ha hecho Myusel? “Uh… ¿No se puede?”

Myusel era nominalmente mi doncella, pero estrictamente hablando, el Sagrado Imperio Eldant era su empleador, en otras palabras, Petralka era su jefa. Si ella vetara la idea de la enseñanza de Myusel, nunca podríamos seguir adelante.

“No estamos necesariamente diciendo que no puedes hacerlo”, dijo Petralka, pero parecía inusualmente vacilante para decir lo que piensa.

Continué: “Pero me preocupa que si el tiempo de Myusel se dedica a la enseñanza, no podrá atender las tareas del hogar. Me encantaría conseguir que otra criada recoja la holgura… ”

Esto definitivamente fue algo que tuve que pedirle a Petralka que manejara por nosotros.

Es cierto, era posible que Amutech pudiera contratar a un ama de llaves, pero traer a alguien de la Tierra parecía ser una molestia, y en cuanto a encontrar a alguien por aquí, dejar que el Imperio hiciera la contratación parecía mucho más seguro en términos de verificación de candidatos ‘fondos y así sucesivamente.

“Shinichi”.

“¿Si?”

“¿No es esencialmente una solicitud para aumentar el número de mujeres a tu alrededor?” Petralka me estaba mirando directamente.

“¿Huh? ¡UH no! ¡Eso definitivamente no era lo que tenía en mente!” Dije, sacudiendo mi cabeza vigorosamente.

Ahora que lo pensaba, viviendo conmigo en la mansión estaban Myusel, Elvia y Minori-san, tres mujeres jóvenes elegibles. Por supuesto, había otro chico allí (Brooke), pero él era un hombre lagarto y, como jardinero, pasaba la mayor parte del tiempo afuera. Su apariencia totalmente inhumana, combinada con la relativa poca frecuencia con la que estaba dentro de la casa… Bueno, podía entender dónde podría dejar la impresión de que tenía algo de harén.

“¿Y?”, Preguntó Petralka, tamborileando con los dedos en el reposabrazos de su trono. “¿Estás esperando otro ayudante de pecho grande?” Su mirada era tan fría que podría haber estado disparando rayos helados de sus ojos.

“¡¿Qué quieres decir con otro?! Te dije que todo fue un gran malentendido,

¡¿no puedes dejarlo ir ya?! ,” Casi grité.

Parecía que Petralka me había encasillado por tener una fijación de pechos grandes. Y claro, no tenía nada contra un gran estante, ¡pero también me gustaron los pequeños! Tome a la propia Petralka, por ejemplo.

Tenía este pequeño oleaje perfecto, notable pero no abrumador, como si encajara en la palma de tu mano… Pero si dejo salir algo de eso de mi boca, hay una clara posibilidad de que mi cabeza se detenga de tajo.

“Mientras consigamos que alguien ayude a Myusel en la casa, no importa quiénes sean”.

“Hmm. Pero si Myusel comienza a ir a la escuela…”

“¿Algo pasa con eso?”

“Significaría que ustedes dos estarían juntos prácticamente mañana, mediodía y noche”.

Parecía que este era un tema de considerable reflexión para ella, pero en lo que a mí respecta, estaría perfectamente feliz de estar con Myusel todo el tiempo, y no vi qué problemas particulares podría plantear para Petralka.

¿O hubo algún matiz en esta situación que no estaba notando? “¿Petralka?”

“Oh no. No es nada. Ella sacudió la cabeza demasiado enfáticamente. En serio, ¿qué está pasando?

“En cualquier caso, muy bien. Consideraremos su petición de una criada. Sin embargo, encontrar a alguien adecuado para un puesto como este puede llevar un tiempo sorprendentemente largo…”

“Gracias por tu ayuda”, dije con seriedad, haciendo una reverencia. “¿Hay algo más?”

“Uh, esto y aquello”, dije con un suspiro.

Estábamos recibiendo más alumnos, eso fue algo bueno en lo que respecta. Directa o indirectamente, cada vez más personas se estaban interesando en la cultura otaku, y dado que también estábamos enseñando lectura y escritura, significaba que el nivel cultural de todo el Imperio Eldant aumentaría. Pero también…

“Si tenemos docenas de veces más estudiantes de los que tenemos ahora… tengo que preocuparme de que la lucha empeore también”.

“¿Lucha?”

“A veces las personas de diferentes razas no parecen llevarse bien…”

Pensé en la conmoción en la escuela el otro día.

***

¡Bam! Un puño se cerró sobre un escritorio. Todos miraron en la dirección del sonido. Una chica baja y un tipo más alto estaban parados allí, mirándose las dagas el uno al otro. La niña era una enana, y el niño era un elfo.

Si te lo estabas preguntando, era el enano quien había golpeado su puño sobre el escritorio. Dejó una abolladura de un centímetro de profundidad en la superficie de madera.

Los enanos eran inevitablemente bajos, y las chicas en particular tenían caras querubínicas, por lo que era fácil pensar en ellas como niños, pero también eran terriblemente fuertes, y si pensabas que “son solo camarones” o “son solo niños”. “, Podrías estar en un mundo de dolor. Había visto a una unidad de las fuerzas de operaciones especiales del JSDF, la élite de la élite, ser golpeada por mujeres enanas que no portaban armas en absoluto.

En defensa del JSDF, los soldados probablemente vieron a los enanos como mujeres y niños (posiblemente ambos a la vez), por lo que no lucharon con toda su fuerza. Los soldados también habían sido golpeados con magia, y el tamaño pequeño de sus oponentes les hacía difícil luchar de todos modos. No importa cuán bien entrenados estuvieran, los soldados probablemente nunca habían imaginado que tendrían que luchar contra enemigos de apenas 1,5 metros de altura.

“¡Solo dices eso otra vez!”

“¡Con alegría! ¿Cuántas veces quieres oírlo?” El elfo miró al enano, quiero decir, literalmente, que era casi cincuenta centímetros más alto que ella, y resopló. “¡¿Cómo puedes imaginar que Ko ** tsu y Bar ** by son todos amorosos?! ¡Eso es ridículo! ¿Por qué disfrutas tanto forzando a todos a tener relaciones homosexuales? Enano asqueroso. ¿En última instancia, proviene de todo el tiempo que pasas cerca de la tierra? Eso es lo que dije.”

Para no quedarse atrás, el enano respondió: “¡Una gran charla de alguien sin el músculo para respaldarlo! ¡Te he escuchado! “¡Ka * de-chan es mi esposa!”

“¡Azul ** se-chan es tan moe!” ¡Deberías estar avergonzado!¿Qué clase de imbécil eres?”

Un volumen de algún manga u otro estaba sentado en la mesa entre ellos. Cuando vi el título, me di cuenta de que era la versión manga de un anime en particular. El DVD debe haber estado disponible en la biblioteca, que habíamos configurado para que la gente pudiera ver videos. Parecía que estaban teniendo algún tipo de discusión sobre los personajes del manga…

“¿Desconcertado? ¿De qué me tengo que avergonzar? ¡Moe es cultura! En definitiva,…”

“¡Por último! ¡Por último! ¿Crees que puedes dejar de pensar porque sabes qué es todo “en última instancia”? Ahora sé por qué los elfos son tan ligeros: ¡no tienes cerebro para agobiarte! ”

“¡Mejor que una cabeza llena de rocas, como los enanos!”

Realmente iban a hacerlo, intercambiando un desfile de insultos que harían que tus dedos se curvaran.

Sin embargo, ya había comprendido lo que estaba pasando. El enano estaba dando un giro yaoi a este manga, y el elfo se estaba burlando de ello por eso.

“Suspiro…” Sabía por experiencia personal que lo que las chicas y los chicos querían de un trabajo otaku dado a veces era muy diferente. Pero a diferencia de la mayoría de los manga y las novelas, el anime a menudo no estaba separado por “etiqueta”, por lo que los hombres y las mujeres con frecuencia se encontraban consumiendo los mismos trabajos juntos, pero cada uno lo interpretaba y disfrutaba a la luz de sus propias preferencias.

Era natural que los chicos y las chicas recibieran moe por diferentes cosas. El elfo y el enano supuestamente estaban hablando de la misma serie, pero dado que cada uno de ellos venía de la dirección de lo que más les gustaba, terminaron hablando uno al lado del otro, como era demasiado obvio al escucharlos.

En circunstancias normales, tales diferencias de preferencia generalmente no se infligieron entre sí. Tome Comiket, por ejemplo. Las distinciones de género se hacen tanto espacial como temporalmente, y generalmente las personas con intereses opuestos nunca se ven. Las cabinas que venden doujinshi  dirigidas  a  mujeres  y  las  que  venden  doujinshi  dirigidas  a hombres no comparten el mismo espacio, incluso si sus libros están basados en el mismo anime.

Eso es lo típico, eso sí. Muy pocas personas buscan deliberadamente a aquellos con diferentes preferencias e intentan discutir. Otaku generalmente prefiere ignorar a las personas que no pueden entenderlos. Para bien o para mal, otaku sabe cómo manejar a otros otaku. La cultura surgió orgánicamente.

Sin embargo, ese tipo de “sentido común” no se podía contar en esta escuela. El Sagrado Imperio Eldant nunca había tenido mucho en cuanto a la “cultura del entretenimiento”, y la infusión liberal de manga, anime, juegos y novelas ligeras que habíamos traído produjo una especie de reacción exagerada, como una medicina que era demasiado efectiva. No sabían cómo distanciarse de las personas cuyos intereses diferían de los de ellos.

Y encima de eso…

“¡Elfos! Hmph! ¿Quién los necesita?”

“¡Enanos! ¡Qué aburrimiento!”

Los elfos y los enanos nunca habían sido los mejores amigos; Agregue un desacuerdo sobre los medios a la mezcla y tenía una receta para algunos argumentos realmente estupendos. A menudo buscaban una excusa para luchar de todos modos, y menospreciar los intereses de los demás resultó ser una excelente manera de atraer a sus oponentes.

“¡Oye! Si crees que voy a dejar pasar eso, ¡tienes otra cosa por venir! ”

“¡No creo que pienses en absoluto!”

“¡Pruébame, tienes forma de bellota!”

“¡Todo ese tiempo en los árboles debe haber puesto musgo creciendo en esas orejas gigantes!”

“¡Todo ese azufre subterráneo debe haber podrido tu cerebro!”

Y teniendo en cuenta que el trabajo otaku en cuestión no era más que la chispa, estos argumentos inevitablemente se convirtieron en una serie de comentarios negativos sobre la apariencia, habilidades o historia de la otra raza.

Cualquier persona de la misma raza que estuviera presente obviamente no iba a dejar pasar ese tipo de púas. Muy pronto, lo que comenzó como una disputa personal entre un niño elfo y una niña enana se había convertido en un aula entera de personas que se enfrentaban, elfos contra enanos.

“¡Je! ¡Apenas vale la pena hablar contigo! ”Cantó el elfo. “Oh, es cierto”, respondió el enano. “¡Lárgate! Eres lo peor.”

“¿Disculpa? ¡Como si no hablaras sin siquiera escuchar lo que digo! ”

Sabía por experiencia personal que este tipo de argumentos nunca terminan realmente. Por lo general, alguien simplemente dice algo como “¡Estás equivocado!” O “Eres tan tonto que ni siquiera vale la pena hablar contigo”, ignorando cualquier tipo de argumento racional, sin mencionar el punto de vista de la otra persona. Así es como funciona en línea, seguro. Pero dado que las diferencias de interpretación y preferencia por cualquier trabajo otaku dado eran solo una excusa para comenzar a pelear, en realidad no se trata de quién tiene razón y quién está equivocado.

Cuando se trata de cosas como el anime, pensarías que puedes disfrutarlo como quieras. Pero la gente comienza a hablar sobre cómo “debería ser”, y luego las cosas se salen de control, porque con un millón de formas de disfrutar cualquier trabajo, ninguna conclusión va a complacer a todos.

Y por eso… “¡Imperdonable!”

“¡Me quitaste las palabras de la boca!”

El elfo y la enana tomaron posiciones de combate y comenzaron a cantar magia.

“¡Emarufe Ekansu! ¡Serpiente llameante!”

“¡Erifutoshigeru Tosegunotosu! ¡Fuego con fuego!”

La bobina de llamas que disparó el elfo se enroscó alrededor del enano como una serpiente, tal como su nombre indicaba. Pero el enano, siendo un enano, había lanzado un hechizo de resistencia al fuego, y la conflagración detuvo el pelo de su piel, sin causar daños.

Por cierto, los elfos tienden a ser más hábiles en magia ofensiva, mientras que los enanos a menudo se especializan en hechizos defensivos. Lo aprendí yo mismo.

“¡Gunoru Edirutosu! ¡Estocada de mil pies!”

“¡Tifu Murottsu! ¡Puño de tormenta!”

Hubo un tremendo estallido cuando la chica enana cayó sobre un hombro y el elfo saltó hacia atrás y disparó un hechizo a cambio. Antes de que el enano pudiera conectarse con su objetivo, un torbellino giró y la detuvo.

Tal vez los dos no eran tan poderosos, o tal vez ambos se habían retenido en el último instante para que no hubiera víctimas, porque ninguno parecía estar herido, pero el poder de su magia había arrojado poco chispas en cada esquina del aula.

“¡Ay, está caliente! ¡Mira lo que estás haciendo, bribón de orejas largas! ”

“¡Yowch! ¡¿Qué te pasa, semihumanos?! ”

Los gritos provenían de personas que habían resultado heridas cuando el enano, aún envuelto en la espiral de llamas, vino volando hacia ellos.

La sala estalló. Gritos, gritos y discusiones se extendieron por todas partes. La discriminación racial es bastante mala por sí sola, pero cuando se inspira en una disputa sobre 801 (es decir, yaoi) y moe, eso solo agrega un sabor extra de lo patético. Y el profesor Tolkien giraba en su tumba para ver a un elfo obsesionado con los moes y un enano loco por el 801.

Los gritos, los pisotones y los golpes corrieron todos juntos. Incendios y descargas eléctricas e impactos y piezas de cosas volaron por todas partes. El aula de repente parecía haberse convertido en un campo de batalla literal.

“Ejem.” Minori-san, de pie junto a mí en el atril, me estaba mirando. “¿No vas a hacer algo al respecto?”

“¿Te parece que tengo un deseo de muerte?”

Quería tener una lección adecuada tanto como cualquiera. Además, no es que me haya gustado ver a la gente pelear o ver cómo se aniquilan mis útiles escolares. Ver figuras destruidas, incluso si fueran producidas en masa, me dolía el corazón y me dolía el espíritu por el desperdicio de manga y novelas hechas trizas.

Sin embargo, si saltara, solo podría lastimarme, como ya había aprendido por experiencia dolorosa. Podría intentar gritar, pero ¿quién me iba a escuchar? Todos estaban demasiado preocupados por el “enemigo” frente a ellos. El aula estaba completamente fuera de mi control, y no sentía que pudiera hacer nada al respecto.

“Supongo que no tenemos otra opción, entonces”, dijo Minori-san con un suspiro.

Lo que vino después sucedió en un instante. O más bien, una explosión.

En un espacio cerrado, incluso un 9 mm es bastante ensordecedor. Elfos, enanos y humanos se congelaron en su lugar y luego se volvieron hacia nosotros. No me estaban mirando. Estaban mirando a Minori-san, que sostenía su pistola de 9 mm JSDF sobre su cabeza. Sin pensarlo realmente, miré hacia el techo, pero no vi ninguna señal de bala. Tal vez lo había cargado con espacios en blanco.