Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 3

Capitulo 2: Coincidencia

Regresaron a Altana, vendieron su botín, dividieron el dinero recaudado, cenaron, regresaron a su hogar en la casa de los soldados voluntarios, se bañaron, regresaron a sus habitaciones, luego todo lo que quedaba era ir a dormir. Eso era todo, pero Haruhiro no podía ponerse de humor para hacerlo.

La lámpara colgante en la pared ya había sido apagada.

Esa lámpara, y dos literas llenas de heno. Eso era todo lo que había en esta habitación.

Quiero despedirme de este lugar y encontrar una habitación mejor para quedarme. Es una opción ahora, pero no puedo dar ese salto.

Haruhiro estaba acostado en su litera superior. Moguzo estaba en la litera inferior junto a él, mientras que Ranta estaba en la superior. Había tres de ellos en una habitación para cuatro personas. Al principio, la habitación estaba en su capacidad máxima, y ​​había cuatro de ellos.

Haruhiro estaba a punto de llamar en silencio el nombre de su camarada perdido, pero se detuvo.

Cuando bajó de su litera…

“…¿Haruhiro-kun?” Moguzo lo llamó. “¿Pasa algo?”

Ranta estaba roncando fuerte. Parecía que estaba dormido.

“Uh… Sí.” Incapaz de encontrar una buena respuesta, Haruhiro fue vago. “Bueno, en realidad no es que todo esté bien.”

Después de decirlo, se arrepintió de no solo decir que tenía que ir al baño o algo así.

“…¿Vas a algún lugar?” Preguntó Moguzo.

“¿Eh? No voy a ninguna parte. Solo… ¿afuera… a tomar un poco de aire fresco?”

Haruhiro solo dijo lo que le vino a su mente, y se sintió un poco incómodo, pero Moguzo no presionó más el asunto.

“…Está bien.”

Haruhiro se sintió aliviado. “Sí. Moguzo, debes estar cansado. Al menos suenas así. Deberías dormir. Buenas noches.”

“Buenas noches.”

Después de salir de la habitación, debatió sobre si realmente salir a tomar un poco de aire fresco. No le habría importado, pero tampoco quería hacerlo especialmente. Si Moguzo estaba dispuesto a hablar con él, tal vez ni siquiera necesitaba salir de la habitación.

¿Debí haberle pedido a Moguzo que me diera un consejo?

No podría hacer eso, ¿verdad?

¿Por qué no podía? Sentía que podía explicarlo, pero también que no podía. Era solo que no podía hablar con Moguzo.

Sin embargo, Moguzo es un buen tipo. Parece que podría mantener la boca cerrada. Pero ese no es realmente el problema.

Haruhiro se agachó, apoyando la espalda contra la pared en el pasillo del primer piso de la casa de huéspedes. Había una serie de lámparas viejas en el pasillo y, aunque no podía llamarse brillante, no era completamente negro.

Ahora, en cuanto a si podría haber hablado con alguien que no sea Moguzo, ese no era realmente el caso. Por ejemplo Ranta, nunca, de ninguna manera. Ni siquiera lo consideraría. Si hablara con Yume, la conversación se sentiría como si fuera a otra dimensión y no tendría sentido para él. En cuanto a Shihoru—

Hmm… Ahora que lo pienso, nunca he hablado mucho con ella, ¿verdad? Era difícil imaginar una situación en la que estuviera hablando a solas con Shihoru.

Ahora Mary, ella seguramente lo escucharía.

Pero, ¿estaba bien? No se sentía así. No quería que Mary lo complaciera más, no quería mostrarle sus debilidades, quería actuar con calma, tenía ese tipo de sentimientos, pero había más que eso.

Mary se unió a el grupo después de que ya se había formado, por lo que aunque no es del todo el hecho de que se sienta menos miembro que nosotros, ella se muestra más entusiasta al respecto, se podría decir que siente que necesita contribuir más al grupo, creo. Siento que me aprovecharía de eso, y me hace dudar. Aunque podría estar pensando demasiado.

Además, ¿por qué tenía que preocuparse tanto?

Después de superar una crisis de vida o muerte por pura suerte, ahora lo estaban haciendo bastante bien. Es cierto que si su suerte hubiera sido mala, podrían haber sido eliminados. Sin embargo, encontrarse con Death Spots en ese momento en particular también había sido mala suerte, y fue la buena suerte de Haruhiro lo que le permitió matarlo. Todo estaba equilibrado.

Al final, Haruhiro podría estar insatisfecho.

Estaba pensando mucho en el grupo. Con desesperación y sinceridad, estaba destrozando su cerebro y agonizando. Sin embargo, ¿qué pasaba con sus camaradas? Lo estaban tomando bastante fácil. Estaban aprendiendo nuevas habilidades, adquiriendo nuevo equipamiento y sintiendo que se habían fortalecido al hacerlo.

Bueno, en realidad, podrían haberse vuelto más fuertes, pero aun así, Haruhiro y su grupo estaban en el nivel más bajo de los soldados voluntarios. No era el momento de estar engreídos solo porque Kemuri de los Day Breakers los había invitado a una ronda después de que Haruhiro había matado a Death Spots. Eso no había sido habilidad, era puramente que había sido bendecido con buena suerte. Tenía que asegurarse de no sacar conclusiones erróneas de ello. ¿Por qué el resto de ellos no entendía eso? ¿Haruhiro era el único que entendía? ¿Estaban bien las cosas así?

Si nos dejamos llevar, será peligroso.

Las cosas malas siempre suceden.

Todos deberían saber eso muy bien ahora.

Y aún así…

“Ah… vaya…” Haruhiro tiró de su cabello.

Esto se está volviendo demasiado problemático.

Todo este pensamiento confuso no va a cambiar nada. Si todos los demás están bien con las cosas, entonces tal vez esté bien.

Cuando se puso de pie, escuchó un ruido. O mejor dicho, escuchó pasos. Alguien caminaba hacia su dirección.

Venían del vestíbulo.

A la luz de la lámpara, las vio. Dos personas. Ambas chicas. No Yume y Shihoru. ¿Los nuevos soldados voluntarios, entonces?

Haruhiro sabía que había nuevas personas que se habían convertido en aprendices de soldados voluntarios después de ellos. Se había ido a bañar al mismo tiempo que dos o tres de los chicos, así que hablaron brevemente, pero aún no había conocido a las chicas.

¿Tal vez debería volver a la habitación?

Pero Haruhiro no se movió. ¿Porque eran chicas? ¿Porque al menos quería ver si eran llindas o no? ¿Porque esperaba poder familiarizarse con ellas, para que estuvieran cerca? No podía decir que estaba completamente libre de esos motivos ocultos, pero tampoco podía decir con seguridad si los tenía.

Bueno, voy a ver qué pasa.

Haruhiro se quedó agachado donde estaba. Intentó no mirar en su dirección. Aunque, si seguía mirando hacia abajo, eso parecería forzado. Estaba mirando a la pared, sin la mirada perdida. Así era como si estuviera tratando de mirar.

¿Soy un idiota? ¿Qué estoy haciendo? Deben estarse preguntado que quién es este tipo extraño. Se está mostrando en la forma en que caminan. Están claramente en guardia.

Está bien, soy inofensivo, pensó Haruhiro para sí mismo. No haré nada, ¿de acuerdo? Vamos, sigan. No me hagan caso.

Debió haberse ido antes de que llegaran las chicas.

Es extraño, ¿verdad? Estoy encontrando sospechosas mis propias acciones. Sucede, supongo. Algunas veces. No lo sé. ¿Es así? Hmm.

Las chicas caminaron frente a Haruhiro.

—Entonces, una de ellas se detuvo.

De algun modo…

¿Eh?

¿Se siente como… si alguien me está mirando?

Haruhiro levantó la mirada y vió a las chicas. No se lo había imaginado.

Una chica con el cabello en un corte bob miraba a Haruhiro con sus grandes ojos.

Sus ojos realmente eran grandes. Parecían que podrían caerse en cualquier momento.

Ella tenía ligeras bolsas formándose bajo sus ojos. Sus labios de puchero le daban un aspecto caprichoso, y daba la impresión de que era difícil de acercarse. Sin embargo, por otro lado, él estaba extrañamente interesado en ella.

—Espera, esta chica, ¿por qué me está mirando así?

“¿Choco?” Dijo la otra chica de cabello corto, colocando una mano sobre el hombro de la chica del corte bob. “¿Qué pasa?”

“Eh…” El que había hablado sin la intención de hacerlo no era la chica bob, era Haruhiro. “…¿Choco?”

Choco.

—¿Dijo Choco?

“¿Sí?” Preguntó la chica del corte bob, inclinando su cabeza hacia un lado.

Me agaché frente a una gran caja llena de luz.

Había alguien parado a mi lado. Una chica con el cabello en un corte bob.

—Choco.

Así fue como llamé a la chica con el corte bob.

…¿Qué fue eso?

Justo ahora.

¿Estaba recordando…? ¿Recordé? No lo sé. Pero. Choco.

Choco.

Al menos ese nombre, lo recuerdo. ¿Solo el nombre? No, eso no es todo.

Esos grandes ojos. Las ligeras bolsas debajo de ellos. Esos labios carnosos. Su peinado. Ese corte bob.

La conozco.

“Uh, oye.”

Pero, ¿qué debería decirle a ella?

¿Me conoces? ¿Algo como eso? Si lo hiciera, ella podría actuar así también. Sin embargo, esto no se siente como un encuentro entre viejos conocidos.

Pero ella estaba mirando a Haruhiro. Todos habían olvidado lo que les había pasado antes de venir a Grimgar. Tal vez ella también lo había olvidado, pero había algo que jalaba su mente. Como a Haruhiro. Si era así…

La chica de cabello corto se interpuso entre ella y Haruhiro. “…Si estás aquí, también debes ser un soldado voluntario, ¿verdad? ¿Necesitabas algo de nosotras?”

“No, no es que necesite nada.”

“Bueno, entonces adiós.”

“Ah, está bien.”

“Vamos, Choco.”

“De acuerdo.”

Se fueron rápidamente.

Mientras se iban, Choco se volvió solo una vez. Sus ojos se encontraron. Sin embargo, pronto volvió a mirar al frete de nuevo.

¿Pensaron que soy espeluznante?

Si es así, es un poco de un shock. No, no solo un poco. Podría ser un gran shock.

“…Choco,” susurró Haruhiro, y luego pensó: Si ella pudiera escucharme, estaría aún más asustada.

¿Ella es la misma Choco?

“Es una coincidencia… ¿verdad?”