Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 14

Capítulo 1: Las Pruebas De Los Hermanas Reales

Parte 3

¿Cuánto tiempo había pasado desde entonces? Para empezar, el suelo del bosque era lo suficientemente difícil para caminar, pero las dos tuvieron que avanzar con elegantes zapatos de tacón alto inadecuados para caminar. Sus costosos vestidos ya estaban manchados de suciedad en los dobladillos.

Sus pies estaban pesados y llenos de ampollas, por lo que Flora ocasionalmente les lanzaba magia curativa para aliviar temporalmente el dolor a medida que avanzaban. Sin embargo, el sol comenzaba a ponerse y el bosque se oscurecía mucho más. Su conversación disminuyó con el paso del tiempo.

No puedo ver el final del bosque en absoluto. ¿Cuánto tiempo hemos caminado? Dudo que se haya equivocado en la dirección, pero… pensó Christina mientras silenciosamente movía los pies, mirando a Flora que caminaba a su lado. La expresión de Flora mostró claramente su fatiga.

El campo de visión de Christina estaba lleno de los mismos árboles que habían estado mirando todo el día. Cuando partieron por primera vez, ella podía ver las profundidades del bosque, pero ahora estaba demasiado oscuro para ver muy lejos.

No había  tenido la intención de tomarse  el bosque a la ligera, pero esperaba que lo lograran hoy, razón por la cual su situación actual la agotaba física y mentalmente.

“Detengámonos aquí por hoy. Comeremos, dormiremos bien por la noche y luego nos prepararemos para mañana”. Christina decidió acampar antes de que el bosque se oscureciera por completo. Era otra regla férrea de viajar para establecer un campamento antes de que oscureciera cuando uno no podía llegar a su destino al atardecer.

“Okay.” Flora respondió con un suspiro que expulsó su fatiga.

“¿Dónde deberíamos dormir? Bueno, la única opción que tenemos son los árboles”.

Miró a su alrededor, pero no había terreno llano. También se esparcieron pequeñas piedras por el lugar, lo que dificultaba dormir en el suelo. Parecía que dormir contra un árbol sería lo mejor.

“¿Acampaste afuera mientras viajabas con Sir Haruto, Christina?” Preguntó Flora.

“No. Sir Amakawa gestionó el tiempo de viaje y la ruta de manera adecuada para que nunca tuviéramos que dormir al aire libre”.

Ella también había quedado impresionada en ese entonces, pero mirar hacia atrás en ese momento en su situación actual la hizo apreciar lo increíble que fue todo de nuevo.

En ese momento, el estómago de Flora dejó escapar un lindo gruñido de hambre. Un latido después, el estómago de Christina se hizo eco de ese sentimiento.

“¿Entonces vamos a comer?”

Las dos rieron divertidas y se dispusieron a cenar.

***

Esa noche, en medio del bosque oscuro que se había quedado completamente en silencio, Christina y Flora se sentaron bajo un árbol alto, envueltas en las mantas que tomaron de la cabaña y se acurrucaron ante una fogata.

Debe haber habido bestias nocturnas en el bosque, ya que sus gritos espeluznantes en la distancia hicieron temblar a Flora. Al principio había estado demasiado aterrorizada para dormir, pero la fatiga que acumuló finalmente la ganó, y ahora estaba dormida con la cabeza apoyada en el hombro de Christina.

“Flora, debes estar agotada. Vete a dormir ya”, le dijo Christina a su hermana cansada.

“¿Pero qué hay de ti, Christina…?” Los ojos somnolientos de Flora estaban llenos de preocupación. Su hermana mayor se había quedado despierta todo este tiempo porque Flora no podía dormir.

“Dormiré tan pronto como te duermas. Si te sientes somnolienta, deberías poder conciliar el sueño rápidamente”.

“Okay. Gracias.”

“Buenas noches.”

“Sí, buenas noches…” Flora debe haberse acercado a su límite, ya que se desmayó tan pronto como respondió, dejando a Christina como la única despierta.

No puedo creer que estemos acampando en el bosque. Aprendí un poco sobre acampar mientras estaba en la Academia, pero…

La información se había dirigido principalmente a la realeza y la nobleza. Por ejemplo, cómo ordenar a la gente, qué tipo de lugar era adecuado para acampar con una gran cantidad de soldados, etc. Aunque había participado en un simulacro al aire libre como parte de sus lecciones sobre operaciones militares, esos simulacros fueron simplemente por cuestiones de forma, ya que todo el personal, el equipo y el campo de pruebas se habían preparado con anticipación.

Sin embargo, una situación extremadamente irregular había ocurrido en su sexto año… Christina recordó el ejercicio al aire libre en el que participó cuando tenía doce años.

Dejaron la ruta que se les había proporcionado y, como resultado, fueron atacados por enjambres de monstruos que de otro modo habrían sido exterminados. Al final, incluso fueron atacados por un minotauro y evitaron por poco un incidente desastroso.

Si Sir Amakawa es la misma persona, entonces…

Hubo dos personas que inmediatamente vinieron a la mente de Christina. Uno era el huérfano,  Rio. El otro era  el caballero honorario, Haruto Amakawa. No importa cuánto trató de descartar su convicción de que los dos eran en realidad la misma persona, siempre volvía al mismo pensamiento.

Si Haruto Amakawa estuviera aquí en este momento, probablemente no sentiría ningún miedo por su situación actual. Aunque sabía que no era un buen pensamiento, Christina no pudo evitar pensar de esta manera.

Sabía que no era una persona muy capaz, pero ni siquiera podía usar magia en este momento. El miedo de si podría proteger a Flora era abrumador. Y ella era plenamente consciente de lo egocéntrico, conveniente y frustrado que era este deseo…

¿Por qué sigo esperando que él nos salve de esta situación…?

Alguien como ella debería haber sido incluso menos que un completo extraño para él. Haruto Amakawa dirigió su amabilidad hacia Celia, mientras que Christina solo había recibido las sobras de eso. Con ese pensamiento, se burló de sí misma con una pizca de culpa profundamente sembrada.

Tengo que hacer todo lo posible para que Flora vuelva a Rodania…

Christina acarició suavemente la cabeza dormida de Flora. Eso pareció aliviar sus tensos nervios, provocando que una repentina oleada de somnolencia la inundó.

Se había esforzado continuamente pensando que tenía que ser fuerte por su hermana, por lo que en realidad estaba bastante agotada. Incapaz de seguir luchando contra la somnolencia, Christina también cayó en un sueño profundo.

***

A la mañana siguiente…

La luz del sol acababa de empezar a filtrarse débilmente a través de los árboles. A pesar del incómodo ambiente para dormir, Christina y Flora durmieron toda la noche sin despertarse ni una sola vez. El bosque estaba frío mientras dormían y su calidad de sueño no era la mejor, pero ambas durmieron suficientes horas.

Las hermanas parpadearon y abrieron los ojos. Lo primero que apareció a la vista fue el paisaje del bosque, seguido de la vista del otro con los ojos cerrados con cansancio.

Luego, como su propia fatiga por caminar no se había recuperado, pronto cerraron los ojos para una segunda ronda de sueño, rindiéndose al calor de su manta. Querían descansar un poco más, incapaces de resistir ese deseo. Se quedaron medio dormidos, con solo un poco de estimulación necesaria para despertarlos la próxima vez.

“Mm…” Ante la sensación de que algo le hacía cosquillas en el cuello, Flora se despertó primero.

¿Qué…? Flora pensó, alcanzando su cuello.

“¡Oww!” Un dolor agudo le pinchó la nuca y la hizo estremecerse.

“¡¿Q-Qué?! ¿Qué pasó?” El grito repentino de Flora despertó a Christina con una sorpresa.

“H-Hay un dolor en mi cuello…” dijo Flora, frotando sus manos en el lugar donde sintió el dolor en pánico. Como resultado, algo pequeño salió volando. Fue una araña.

“¡Eek!” gritó, comprendiendo de inmediato la situación en la que se encontraba ahora y palideciendo cada vez más a cada segundo.

“¡N-No! ¡No! ¡No! ¡NO!” La había mordido una araña. Pensando que podría haber más insectos en su cuerpo, Flora se puso de pie y comenzó a palmearse nerviosamente.

“C-Cálmate. Está bien, lo miraré por ti”.

“P-Por favor, hazlo…” Christina se puso de pie y palmeó el vestido de Flora, revisando cuidadosamente si había algún insecto. También revisó debajo del vestido, confirmando que el único insecto que había hecho contacto era la araña.

“Todo está bien. No hay otros bichos”, dijo Christina aliviada.

“G-Gracias a Dios… Lo siento por eso. Grité de sorpresa,” Flora se disculpó por perder la compostura.

“Está bien. Me sorprendería si una araña también me mordiera mientras dormía”, dijo Christina con una sonrisa.

“Voy a comprobar si hay algún insecto en tu vestido también”, ofreció Flora, moviéndose para palpar el vestido de Christina para comprobar si hay sustancias extrañas adheridas.

“Antes de hacer eso, desintoxica el área en la que te mordieron con magia. La araña puede haber sido venenosa”, dijo Christina, mirando a la araña que huía.

“¡C-Correcto! ¡Purgo!”

Flora debió haber olvidado la posibilidad de las arañas venenosas, mientras se apresuraba a colocarse la mano sobre el cuello y comenzar a desintoxicarlo.

Escuché que hay algunos venenos que no se pueden desintoxicar con magia, pero…

Christina miraba con un dejo de inquietud.

La magia de desintoxicación, como su nombre lo indica, era la magia que se usaba comúnmente para neutralizar venenos, pero como Christina pensaba, había algunos venenos que no se podían desintoxicar. Esto se debía a que la magia desintoxicante descomponía las sustancias que eran tóxicas para el cuerpo humano y las hacía inofensivas; no tenía ningún efecto sobre las bacterias, los virus y el moho.

La tecnología médica no había avanzado lo suficiente en este mundo como para que la gente considerara el hecho de que las bacterias y los virus no eran un tipo de veneno, por lo que solo podían explicarlo porque Purgo no podía desintoxicar todos los venenos.

Dicho esto, estaba claro que eso solo haría que Flora se sintiera incómoda sin ninguna razón, por lo que Christina no lo mencionó. Solo podía rezar para que la magia desintoxicante funcionara, o para que la araña no fuera venenosa para empezar.

“Muéstrame el lugar en el que te mordieron… Parece que no está sangrando. Pero arroja magia curativa sobre él de todos modos”.

Christina se asomó a través de los espacios entre la mano de Flora lanzando magia para comprobar el área afectada.

“Okay.”

Después de que Flora activó la magia curativa como se lo indico, Christina preparó el mismo menú que ayer para el desayuno. Una vez que hubieron desayunado y calentado, las dos partieron para escapar del bosque.