Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 14

Capítulo 2: Las Intenciones De Reiss En Rodania

Mientras tanto, varias horas después de que Christina y Flora fueran enviadas originalmente al bosque en el Reino de Paladia…

Rodania, la capital del dominio del Marqués Rodan, fue el hogar de la sede de la Restauración. La oficina central de la Restauración estaba ubicada en la casa de huéspedes, que Celia estaba visitando. Normalmente, los principales nobles de la Restauración y sus secretarios trabajarían duro en sus deberes, pero nadie abrió la puerta cuando ella llamó.

“Disculpe…” Celia abrió la puerta vacilante.

No había señales de nadie más dentro de la silenciosa oficina.

Eso es raro… ¿Todos salieron a ver a la Princesa Christina y a la Princesa Flora?

Celia estaba visitando la oficina central el día en que Christina y Flora estaban programadas para regresar a Rodania desde el Reino de Galarc. Ladeó la cabeza con asombro, pero no sería demasiado extraño que todos fueran a saludar a las dos princesas si ya hubieran regresado.

Eso fue lo que pensó, cuando Aishia de repente se materializó a su lado.

“¡O-Oye, Aishia! No puedes materializarte aquí, incluso si no hay nadie en la habitación”, la regañó Celia nerviosa. No pensó que la habitación estaría vacía por mucho tiempo, lo que significaba que alguien podría volver en cualquier momento.

“Retrocede. Hay una presencia extraña”, dijo Aishia, mirando a la esquina de la habitación.

“¿Eh…?” Celia siguió su mirada.

La distancia entre ellas era de unos pocos metros.

“Supongo que no hubo escondite después de estar tan cerca. Y como esperaba, el que protegía a Celia Claire en forma de espíritu eras tú… Tenía mis esperanzas, pero parece que ese hombre me ha burlado por completo. Qué molestia…”

El embajador del Imperio de Proxia, Reiss, se quedó allí en silencio.

¿Cuánto tiempo había estado allí? Era como si hubiera aparecido de la nada.

“¿Por qué sabes sobre la forma espiritual de Aishia…?” Celia murmuró con una mirada estupefacta.

“Me pregunto por qué de hecho…” se rio con aire de suficiencia.

“¿Qué quieres?” Aishia miró a Reiss mientras le preguntaba directamente.

“¿Crees que respondería a eso? Eso es lo que me gustaría decir, pero mi propósito no es confrontarlo aquí, no soy tan precipitado. Tenía negocios con un miembro en particular de la Restauración. Desafortunadamente, mi momento no fue el mejor… Parece que todos en esta sala ya se han dirigido al puerto”. Reiss se encogió de hombros y miró por la ventana como si quisiera cambiar de tema.

“¿Negocio? ¿A quién persigues?” Aishia preguntó en su tono plano, pero su mirada era un poco más aguda de lo normal.

“Me temo que no puedo decirte mucho”.

“Si es Celia lo que buscas…” Aishia se paró frente a Celia como para protegerla de Reiss. Ya había dejado clara su hostilidad en su viaje de Cleia a Rodania; si estaba detrás de Celia, entonces había menos razones para que ella le mostrara misericordia.

“Para que quede claro, la razón por la que me enfrenté al titular de su contrato en el viaje de Cleia a Rodania fue simplemente por la princesa Christina. Bueno, mis planes se frustraron y la princesa llegó a salvo a Rodania al final, pero… mientras no te interpongas en mi camino, tampoco tendré motivos para hacerte daño”. Reiss levantó ambas manos para mostrar que no tenía intenciones hostiles.

“¿Por qué estás detrás de la princesa Cristina y la princesa Flora?” Celia preguntó conteniendo el aliento.

“Me temo que tampoco puedo responder a eso”.

“¿Hay algún espía entre los líderes de la Restauración? ¿Es por eso que estás aquí?”

“¿Quién sabe?” Reiss evadió las preguntas inquisitivas de Celia con respuestas vagas.

“Dijiste que te engañaron antes”. Celia recogió una parte de la declaración anterior de Reiss para investigarlo más.

“Dejemos la charla innecesaria en eso. Esta situación es extremadamente inesperada para mí, así que me gustaría irme lo antes posible”. Reiss terminó la conversación allí y se dispuso a marcharse.

“No se puede confiar en tus palabras. Por lo tanto, no voy a dejar que te escapes”, declaró Aishia en voz baja.

“¿Oh? ¿Quieres pelear conmigo? ¿En un espacio tan restringido como este? Una cosa sería si me dejaras retirarme en silencio, pero si vas a pelear, me resistiré”. La habitación inevitablemente sería destruida si peleaban, estaba insinuando Reiss. “Dudo que incluso tú seas capaz de reprimirme fácilmente. Mucho menos mientras proteges a Celia Claire mientras luchas”.

Reiss miró a Celia.

“Yo-yo puedo pelear un poco yo misma. ¿Pensaste que te dejaríamos ir en paz después de que te colaras hasta nuestra oficina más íntima? Incluso si dejo de lado el asunto de la princesa Christina y la princesa Flora, todavía estás relacionado con el enemigo de Haruto”. A pesar de la mirada nerviosa en su rostro, Celia lo refutó sin cobardía.

“Sin embargo, no me he colado. Desde que me encontraste así y todo. ¿Y si me invitaran aquí como diplomático?” Reiss se rio entre dientes mientras eludía el punto. Mientras decía eso, se acercó al balcón de la oficina.

“Si quieres salir de la propiedad, puedes salir por la puerta principal y no por el balcón”, dijo Aishia, levantando su mano derecha hacia el techo. Ella ya había preparado su esencia mágica para el combate, pero instantáneamente aumentó aún más esa esencia. Luego, sin que ocurriera ningún fenómeno visualmente obvio, un sonido ultrasónico chirriante resonó en el aire.

“¿Una poderosa resonancia entre el canto y el maná…?”

Si bien Celia no podía usar las artes espirituales como hechicera que manejaba magia, había vivido en la casa de piedra durante mucho tiempo. Gracias a su entrenamiento con Rio y las chicas espirituales, pudo ver la luz del canto y detectar maná.

Por lo tanto, entendió precisamente lo que Aishia había intentado hacer. Es decir, había forzado una poderosa resonancia entre el canto y el maná en la totalidad de Rodania, creando una señal que solo podía ser notada por aquellos que podían sentirla. Sara y los demás pronto se darían cuenta de que algo había sucedido.

“Ya veo, entonces vas con eso… Me iré ahora, entonces.”

Reiss adivinó de inmediato que sus aliados se escondían cerca. Si todos se unían, Aishia podría concentrarse en perseguirlo solo, algo que sería extremadamente problemático. Con un suspiro molesto, Reiss dio un gran salto al balcón y voló por los aires con artes espirituales.

Al mismo tiempo, Aishia recogió a Celia en sus brazos como una novia. “Vamos a perseguir a ese hombre. Agárrate fuerte de mí”.

“¡¿Eh…?!” Celia dejó escapar un ruido histérico al ser captada abruptamente. Aishia aceleró de repente y salió volando desde el balcón.

“¡Espera! ¡Esperar!” Celia gritó.

“No abras la boca mientras aceleramos. Podrías morderte la lengua,” aconsejó Aishia con calma. El vuelo usando artes espirituales implicó la instalación de una barrera contra el viento contra los alrededores, de modo que la resistencia del aire se eliminó mientras volaba a altas velocidades.

Como resultado, uno podía conversar mientras volaba, pero cuanto más rápido fuera el vuelo, más retroceso se sentiría por la aceleración. Aishia podía controlar incluso ese retroceso con sus artes espirituales, pero su control no era tan preciso con la considerable carga de llevar a Celia en sus brazos.

“Dios, no me sorprendas así. Aunque supongo que fue una emergencia, tiene sentido… ¿Pero qué hacemos ahora?”

Una vez que el retroceso de la aceleración de Aishia finalmente se calmó, Celia frunció los labios de manera linda. Sin embargo, pronto dejó esos sentimientos atrás y se concentró en perseguir a Reiss. Podía verlo huir por el aire delante de ellos, y cuando miró hacia abajo, pudo ver la ciudad de Rodania debajo.

“Llevaremos a Reiss a la casa de piedra. Lo atacaré por los lados, así que usa tu magia para evitar que se mueva hacia arriba. No necesitas reprimirte. Puedes usar hechizos mágicos de ataque intermedio”.

“E-Está bien. Voy a darle una oportunidad.” Celia tragó saliva y asintió con la cabeza a las órdenes de Aishia.

“Aquí vamos, entonces”. Aishia creó innumerables bolas de luz a su lado, cada una de aproximadamente un metro de diámetro. Al momento siguiente, todos dispararon hacia afuera y se curvaron en dirección a Reiss.

“Como se esperaba de un espíritu humanoide. Qué control tan maravilloso”. Reiss miró hacia atrás y evadió las esferas de luz que se curvaban irregularmente.

“No soy tan bueno como tú, ¡pero haré todo lo posible con la esencia mágica hasta que Sara y los demás lleguen como respaldo! ¡Quinteto Mago Magicae Displodo!” No iba a ser una carga como lo había sido en el viaje de Cleia a Rodania. Celia concentró toda su energía mental en recitar su hechizo. Siete círculos mágicos aparecieron a su alrededor; tardó apenas tres segundos en apuntar y disparó a solo un pelo por encima de la cabeza de Reiss.

¡Wow! ¿Siete hechizos de ataque intermedio a la vez, dices? Su despliegue de hechizos  también es rápido. No pensé que la estaba subestimando, pero veo por qué ahora la llaman la hechicera genio. Sería una cuestión si me enfrentara a ella solo, pero tener un hechicero de este nivel como apoyo es bastante problemático…

Reiss evitó los misiles de luz de Celia bajando ligeramente su altitud, cuando el siguiente bombardeo lo atacó sin demora. Había tantas balas como círculos de hechizos, y tan pronto como esquivaba una, la siguiente vendría volando. Además de eso, no eran solo los ataques de Celia que venían hacia él.

Cuando trataba de elevar su altitud, la magia de Celia lo atacaba, y las artes espirituales de Aishia cambiaban libremente de dirección para volar hacia él desde los lados.

He estado completamente bloqueado desde arriba y hacia los lados. No puedo acelerar como quiero así. Ya dejamos los cielos de Rodania, así que quizás sería mejor para mí esconderme en el bosque.

Pensando en eso, Reiss bajó la mirada hacia el bosque. “Guh…”

De repente, una bala de hielo, fuego y luz salió disparada desde el suelo. Orphia salió volando del bosque.

Esta es… una situación bastante desafortunada. No, supongo que me llevaron aquí a propósito. Reiss hizo una cara contemplativa ante la difícil situación en la que se encontraba. En ese momento, Aishia bajó en picado y se acercó a Orphia.

“¡Lady Aishia!”

“Orphia, llévate a Celia. Protege la casa con todos los demás”, dijo Aishia, arrojando a Celia en dirección a Orphia.

“¿Eh? ¡¿Queeeeeeee?!”

Celia gritó ante la repentina sensación de flotar. Sin embargo, estaban compitiendo contra el tiempo en este momento. Reiss ya había tenido la oportunidad de acelerar y retirarse.

“Me iré ahora”, dijo Aishia una vez que Orphia atrapó a Celia, que todavía estaba nerviosa. Aishia aceleró hacia arriba una vez más, volando tras Reiss.

No parece que se vaya a rendir. Honestamente, qué día tan desafortunado. Reiss tenía una rara mirada de dolor en su rostro. ¿Cómo terminaron las cosas así? Recordó los eventos que llevaron a este momento…

***

Poco antes de que Rio se fuera al Imperio de Proxia…

En el balcón superior del castillo de Proxia estaban Lucius, el emperador Nidoll y el embajador Reiss. Lucius había irrumpido en ellos.

“El bastardo es mi presa”, dijo sobre Rio, luego se fue, dejando a Nidoll y Reiss en el balcón.

“Ahora… ¿debo explicar el plan para matar a Haruto Amakawa, el chico también conocido como Rio y el Caballero Negro?” Reiss lo mencionó alegremente.

“¿Lo vas a matar? ¿El mocoso no fue capaz de alcanzar a los trascendentes?” Nidoll preguntó con franqueza.

“Bueno, parte de la razón por la que los trascendentes fueron presentados como ejemplo fue para controlar a Lucius. Aunque parece que no tuvo ningún efecto”. Reiss se encogió de hombros con molestia. “Sin embargo, es cierto que el poder de combate del Caballero Negro supera al de la clase de gran héroe desde el momento de la Guerra Divina. Si bien no sé si es capaz de realizar ataques de amplio alcance como los héroes iluminados, sería prudente considerar su habilidad de combate individual tan amenazante como la de ellos. Él tiene un contrato con un espíritu humanoide, después de todo. Su amenaza cuando se combinan sería…”

“¿Algo que superaría a un héroe iluminado?” La expresión de Nidoll se contrajo con una sonrisa.

“Pareces bastante complacido. Sin embargo, estas no son buenas noticias para mí”. Reiss suspiró con cansancio.

Estoy seguro de que su poder combinado no puede alcanzar el de los trascendentes, pero el hecho de que sean iguales a los héroes iluminados significa que serán iguales a nosotros cuando estén libres … Lo que sería extremadamente problemático si fuera cierto, pensó Reiss.

“Y entonces planeas dividirlos y triturarlos individualmente. De hecho, ese es uno de los fundamentos de la guerra”. Nidoll adivinó correctamente el plan general en el que estaba pensando Reiss.

“Sí. Debería estar completamente convencido de que Lucius está conectado conmigo, ya que soy el embajador del Imperio de Proxia. Si su resentimiento por Lucius es fuerte, no debería poder pasar por alto este país. No pasará mucho tiempo antes de que venga aquí, a este mismo castillo. Deberíamos aprovechar esa oportunidad con cuidado”.

“¿Y ahí es cuando quieres que le pase un mensaje al Caballero Negro?”

Reiss asintió con satisfacción. “Me alegra que seas rápido en la asimilación. Sin embargo, su llegada será impredecible, y si se encuentra con Lucius, terminaremos involucrados en una destructiva colisión frontal entre ellos. Esta situación deberá evitarse”.

“Eso también parece interesante”.

“No es interesante para mí. Es por eso que será necesario preparar una ubicación diferente para el enfrentamiento y hacer que Lucius evite el castillo por el momento. Yo mismo asumiré ese papel”.

“En cuyo caso, mi papel será guiar al Caballero Negro”.

“En efecto. Si su objetivo es simplemente Lucius, entonces no querría pelear con más personas sin ninguna razón. Usa eso para tu ventaja y haz que siga a Lucius”.

“¿Realmente saldrá tan bien?”

“Eso dependerá de tus capacidades y un poco de suerte. Si decide que este castillo no merece su tiempo para una visita, el plan se arruinará”.

“Lo seria.”

“Sin embargo, en ese caso, podemos guiarlo de otra manera al campo de batalla que prepararé. Pero sí creo que pasará por este castillo. Ni siquiera él debería poder deslizarse más allá de la barrera del castillo sin ser detectado, por lo que será tu momento de brillar una vez que se haya colado”.

“Naturalmente, debería tratarlo como un intruso. ¿Es eso correcto?” Nidoll preguntó con un ligero rebote en su voz.

“Mientras lo guíes a la ubicación del campo de batalla, te dejo el resto a ti. Sin embargo, debes aclarar absolutamente que tu relación con Lucius es como mercenario y empleador, y debes insinuar que Lucius está en el Reino de Paladia. Eso es lo que te pido”.

“El campo de batalla será Paladia, dices. Es una pena que no pueda ir yo mismo… tendré que conformarme con disfrutar del acto de apertura. Ha pasado algún tiempo desde la última vez que me enfrenté a un oponente poderoso. Hace que mi corazón salte”. Nidoll habló alegremente mientras imaginaba su confrontación con Rio aquí.

“Mantenga las cosas con moderación… Incluso si se cuela, no peleará con la intención de matar, ya que su objetivo es obtener información. Si la batalla se vuelve demasiado acalorada e intensa, puede suceder lo peor”. Reiss entrecerró los ojos mientras enfatizaba su punto.

“Seguramente ese no debe ser el sonido de preocupación por mi derrota que estoy escuchando. Y de ti, nada menos”.

“Si se trata de una batalla total, incluso tú estarás en una posición desfavorable en tu estado actual. Puede que no sea lo que  quieres escuchar, pero ten algo de moderación en tu diversión”.

“Bien.”

“Bueno. Durante ese tiempo, arrastraré a Lucius y trabajaré para asegurar nuestra victoria”.

“¿Qué piensas hacer?” Nidoll preguntó con interés.

“Mi primera idea es traer al menos a uno de los héroes de nuestro lado como peón. En el peor de los casos, podemos estimular su despertar y lanzarlos contra el Caballero Negro”.

“Mmm. Hablando de héroes, hubo un informe de que cierta iglesia ha hecho un movimiento”.

“¿Te refieres al santo de la Iglesia del Fin? Estaba planeando dejar ese caso hasta después de que se hubiera ocupado del Caballero Negro. En términos de amenaza, está muy por encima de ellos”.

“¿A qué héroe pretendes atraer a este lado, entonces?”

“Hay un héroe sin ninguna afiliación a un reino u organización, disfrazado de aventurero. Ha habido varias actividades alrededor de la princesa del Reino Rubia con respecto a eso, así que estoy considerando aprovechar esta oportunidad para acoger al héroe. Si las cosas van según el plan, esto también debería actuar como una distracción para Lucius”.

“Qué demasiado protector de tu parte”.

“No hay mejor candidato en este momento que Lucius, después de todo… Me gustaría evitar perderlo a toda costa. Es por eso que estoy haciendo todo lo posible para mantenerlo complacido”. Reiss negó con la cabeza con cansancio, mientras Nidoll sonreía con satisfacción.

“Estoy seguro de que está más allá de mi imaginación. Entonces, ¿cuál será el núcleo de su plan para la victoria sobre el Caballero Negro?”

“Es sencillo. Solo tenemos que tomar rehenes. Rio puede ser fuerte, pero es susceptible a lo que suceda si tomamos rehenes. Será simplemente una cuestión de llevarse a alguien valioso para él desde su base de operaciones mientras está fuera. Nos haremos un enemigo total de él si nos equivocamos, pero, bueno… Este método se adaptará mucho más a los gustos de Lucius, por lo que será más fácil ganar su cooperación”, dijo Reiss con una risa fría. Derrotar a un enemigo apuntando a su debilidad era una táctica normal en la batalla.

“Ya veo,” Nidoll tarareó con significado. “¿Algo te preocupa?”

“De hecho, eres un hombre astuto. Sobresales en hacer que la gente haga cosas por ti. Sin embargo, ¿quizás hay algo que te estás olvidando?”

“¿Cuál podría ser…?”

“Ese Lucius también es una bestia astuta. Se mueve por instinto, aprovechando a los  demás. No es del calibre  para ser tenido como mascota”.

“Creo que estoy consciente”.

“No sé cómo has calculado tu victoria, pero … No importa cuánto Lucius se vea obligado a trabajar contigo para localizar al Caballero Negro, siempre y cuando le ocultes las cosas importantes, para él. No te obedecerá”, advirtió Nidoll.

“Bien. Encontraré la ocasión para contarle todo lo que no sea el hecho de que su  amado hijo vendrá al  castillo,” dijo Reiss, levantando ambos hombros.

“Ya veo. He dado mi advertencia”.

“En efecto. Ahora, ya es hora de que me vaya”.

Con los asuntos esenciales discutidos, Reiss le dio la espalda a Nidoll y se marchó.

“Ahora, qué hacer desde aquí…” El murmullo de Nidoll fue deliciosamente animado.