Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 4: Aprendiz De Doncella En El Templo I

Capítulo 11: El Trabajo de Delia

“¡Por tu culpa, el Sumo Obispo me echó de sus habitaciones! ¡¿Qué vas a hacer con esto?!” gritó Delia furiosa después de subir las escaleras corriendo a mi habitación. No estaba segura de cuán lejos había corrido, pero su cabello rojo oscuro era un desastre, y estaba sin aliento cuando se paró frente a mí. Había estado tan ocupado preparando la cocina los últimos días que, sinceramente, no la había visto en lo que pareció mucho tiempo.

«¡Esto es tu culpa! ¡Haces que el Sumo Sacerdote te dé una habitación, pero no me digas nada, así que el Sumo Obispo comenzó a llamarme incompetente! ¡Caray!”. Obtuve la habitación a través de los canales oficiales, solo quería un lugar para cambiarme de ropa, y no podía informarle a Delia ya que no sabía dónde estaba, así que, si me lo preguntas, que la llamen incompetente no tiene nada que ver conmigo.

«¿Qué quieres de mí, Delia?»

“Déjame quedarme en tu habitación. ¿Qué más? Soy tu sirviente, después de todo”.

«¡Conoce tu lugar!» Antes de que pudiera entender lo que estaba sucediendo, Benno golpeó la mesa con el puño. Delia parpadeó sorprendida y miró a su alrededor con las manos en la cabeza.

«Delia, no deberías actuar así delante de un visitante. ¿Que estabas esperando?»

«¡¿P-Por qué debería tener que escuchar a un plebeyo como tú?!»

«Parece que todavía no lo entiendes, ¿eh?» Benno entrecerró los ojos y levantó un puño, lo que llevó a Delia a cerrar la boca. Gil también se sacudió de miedo, probablemente recordando la vez que Lutz lo golpeó.

«Myne, no necesitas a alguien que ni siquiera pueda hacer bien su trabajo. Contratar a alguien sin motivación para trabajar es una pérdida de motivación. Deshazte de ella”, escupió Benno. El hecho de que Lutz hubiera dicho lo mismo sobre Gil mostró cuánto Benno lo estaba influenciando.

«Fran, no entiendo completamente en qué posición se encuentra Delia en este momento. ¿Ser expulsado de las habitaciones del Sumo Obispo significa que ha cortado lazos con ella?”. Eso debe haber sido exacto, ya que las lágrimas visibles brotaron en la esquina de los ojos de Delia mientras me miraba y protestaba con una voz quebrada.

«… Todavía no me ha cortado».

«No puedo decir con certeza que fue cortada».

«¿Verdad? ¿Quién cortaría a una chica linda como yo?” La cara de Delia se iluminó ante las palabras de Fran. Pero Fran golpeó a Delia con la cruda realidad, su expresión nunca cambió.

“Delia no sabía que le habían dado habitaciones, no podía servirte porque no sabía dónde estaban su habitación y, en última instancia, no podía proporcionar ninguna información de valor al Sumo Obispo.

No sería sorprendente para él estar muy disgustado con ella”, explicó Fran rotundamente cuando Delia abrió los ojos con incredulidad. Parecía que estaba razonablemente enojado con Delia por no solo no hacer su trabajo como sirvienta, sino también por tratar de causarme problemas a mí, su maestra. Su expresión no cambió, pero eso hizo que su ira se sintiera más sincera.

“Si le asignaron a Delia debido a su edad, es probable que el Sumo Obispo pensara que se convertiría rápidamente en su amiga y, por lo tanto, en una fuente confiable de información. El hecho de que ella actuara con una hostilidad flagrante desde el principio y te pusiera en guardia de inmediato fue sin duda una increíble decepción para el Sumo Obispo».

«D-De ninguna manera…» La expresión de Delia quedó en blanco. Luego, un momento después de darse cuenta de que el Sumo Obispo la había cortado completamente, le sonrió dulcemente a Fran.

«¡Pero, pero! Sería ridículo que una aprendiz de doncella del santuario tuviera que tener sirvientas. ¿No es así?» En un movimiento acorde con su personalidad astuta, el intento de Delia de asegurarse un lugar para ella no estaba dirigido a mí, su maestro, sino a Fran, un adulto con la posición más alta entre mis sirvientes. Fran, que generalmente no dejaba que sus emociones se mostraran en su rostro, miró a Delia con su asco completamente visible. Entonces, él dio una sonrisa fría.

“La hermana Myne viaja al templo desde su casa, por lo que no necesita un sirviente para vestirla o algo similar. Los últimos días han demostrado que su ausencia no causará ningún problema. Y en cualquier caso, si es necesario, simplemente puede seleccionar un nuevo sirviente del orfanato”. Pensé que no podría deshacerme de Delia desde que el Sumo Obispo me la había asignado, pero la situación había cambiado, y aparentemente podría conseguir nuevos sirvientes si quisiera.

«Esa es una buena sugerencia», observé, lo que hizo que Delia se mordiera el labio con lágrimas que comenzaran a gotear por sus mejillas.

«… ¿También me vas a echar?»

Al ver las lágrimas demasiado bonitas de Delia, entendí sin lugar a dudas que realmente había nacido para ser adorada por los hombres. En el momento en que la pusieron en una situación inconveniente, comenzó a llorar y actuar dulcemente. Incluso me estaba mirando en ángulo con los perfectos ojos de cachorro.

Ella sabía muy bien que las chicas podían usar su apariencia como arma incluso a una edad temprana. Era honestamente impresionante que ella estuviera tan cómoda con su propia ternura. Si hubiera intentado lo mismo cuando era Urano, me habrían echado y me habrían llamado asquerosa.

Para ser honesta, fue bastante molesto verla actuar triste e inocente después de pasar días sin ser más que malvada e insultante para mí, pero bueno, ¿no sería aún cruel patear a una niña llorando en la calle? Un pesado silencio cayó sobre la habitación, sin que nadie quisiera decir nada. Pero eso solo duró unos segundos.

«No sé por qué te preocupa que te echen cuando ni siquiera vives aquí. No eres uno de nosotros». Con una sonrisa en su rostro, Gil pisoteó la atmósfera de simpatía que Delia había creado.

«¡¿Q-Q-Qué?!»

«No hay lugar aquí para las personas que no hacen su trabajo. No hay comida, tampoco. El dicho dice: «¡el que no trabaja no comerá!» ¿Verdad, hermana Myne?”

Gil hinchó el pecho con orgullo, feliz de haber recordado lo que le dije. No estaba seguro de si entendía completamente el significado de lo que acababa de decir, pero me alegré de que hubiera hablado cuando nadie más quería hacerlo. Tendría que darle muchos elogios más tarde. Y, naturalmente, ignoré a Benno cuando murmuró: «¿Es algo que una chica demasiado débil para hacer algún trabajo debería decir?»

“Le di a Gil una habitación y mucho para comer porque está trabajando duro para mí. No tengo nada que darle a alguien que se niega a hacer su trabajo».

“Está bien, lo entiendo. Solo tengo que hacer mi trabajo «, dijo Delia antes de que ella se deslizara sobre el regazo de Benno y lo mirara con una sonrisa, recostándola contra él. Parpadeé confundido, sin comprender realmente lo que estaba sucediendo. Benno hizo una mueca y le estrechó la mano.

«Lo siento, pero no estoy interesado en una niña como tú. Bájate.»

«¿Mira? Tu visitante está enojado porque no hay doncellas grises aquí «, proclamó Delia con una sonrisa victoriosa y presumida mientras bajaba del regazo de Benno. En otras palabras, ella acababa de mostrarme el «trabajo» que los criados del santuario del Obispo se vieron obligados a hacer. Quería acunar mi cabeza con horror, y parecía que Benno sentía lo mismo. Miró a Delia mientras se frotaba las sienes y no intentaba ocultar su disgusto.

«Para empezar, no me interesan las flores. No me confundas con uno de esos nobles que vienen aquí solo para admirar las flores».

«¿Qué? Espera, ¿eso significa…? ”. El trabajo de Delia hasta ahora había sido cuidar a las sirvientas del Sumo Obispo mientras refinaba su propia belleza y habilidades para convertirse en su amante en el futuro. Eso, y para mostrar dulces sonrisas a sus visitantes.

«No necesito ni quiero que ninguno de mis sirvientes haga eso».

“Yo también puedo limpiar. Uno de mis trabajos era tomar la ropa del Sumo Obispo, e incluso mantuve su habitación limpia también”, dijo Delia mientras apretaba mi manga con fuerza. Me di cuenta de que al darme cuenta de las habilidades que había perfeccionado durante toda su vida no me importó, su autoconfianza y su sentido interno de valores habían comenzado a desmoronarse. Su expresión se puso rígida y miró alrededor de la habitación, sin usar una dulce sonrisa o lágrimas falsas. Pero no había nadie que se ofreciera a ayudar a la linda, linda Delia.

Probablemente era cierto que Delia había sido expulsada de las habitaciones del Sumo Obispo y que ella estaba en problemas. Miré a Fran sin saber qué hacer. Suspiró de mala gana.

“Creo que una tarde en la sala de detención será suficiente. Es cierto que, después de todo, debe arrepentirse por intentar sabotearla”.

«Me arrepentiré. Haré mi trabajo correctamente de ahora en adelante. Así que por favor… No me eches. No digas que no me necesitas», declaró Delia desesperadamente, conteniendo visiblemente las lágrimas reales. La intensidad de su voz me hizo abrir mucho los ojos, y al mirar alrededor de la habitación, vi a Fran y Gil haciendo expresiones de dolor también, como si les hubieran dicho a ellos mismos que no los necesitaban.

Gil era un niño problemático que era enviado regularmente a la sala de detención. Fran había sufrido profundamente cuando pensó que el Sumo Sacerdote lo había abandonado. La difícil situación de Delia probablemente había desenterrado esos recuerdos dentro de ellos.

«Fran. Si Delia hace su trabajo correctamente, entonces no tengo ningún problema con que me sirva».

«… Si ese es tu deseo, Hermana Myne». Fran dejó escapar un pequeño suspiro de alivio, luego miró a Delia con una expresión severa. “Delia, si deseas trabajar aquí, primero debes cuidar tu lenguaje con más cuidado. La hermana Myne no necesita un sirviente desleal que no la considere su maestra”.

«Entendido». Gracias a Delia que dijo que haría su trabajo correctamente, evité con éxito tener que echar a una niña llorando. Puse una mano sobre mi pecho y suspire de alivio.

«Entonces, Delia, ¿qué puedes hacer exactamente?»

“Puedo mantener esta habitación limpia y organizada, como debería ser la habitación de una doncella del santuario azul. ¡Empezando aquí!” Delia disparó un dedo en dirección a lo que había pensado que era un armario. En realidad, era una habitación para usar el baño y lavarse. No me había dado cuenta ya que no había nada en la habitación que pudiera dar esa impresión.

“¿Por qué no se ha preparado el baño a pesar de cuántos días han pasado? Dejando de lado lavarte, ¿cómo te has estado aliviando?”

«¿Hm? Hay un baño en el primer piso, así que iba a ir a limpiarlo yo misma».

«¡¿Ahí vas de nuevo?! ¡Increíble! ¡Geez! El baño del primer piso es para sirvientes, y no solo eso, ¡sino también para hombres! ¡Qué vergüenza!” Hmmm, ¿soy solo yo, o su actitud realmente no ha cambiado tanto?

Delia comenzó a enumerar todo lo que faltaba en la habitación, incluido un soporte de espejo y un escritorio. Había estado comiendo y escribiendo en la mesa redonda en el medio de la habitación, pero aparentemente era vergonzoso que lo hiciera una doncella del santuario azul.

Aunque no tenía la intención de bañarme aquí, ella insistía bastante en preparar el baño de todos modos, por si acaso.

«Señor. Benno, ¿puedes encargarte de esto?”

«Déjamelo a mí. Si te estás perdiendo todo esto, sí, definitivamente necesitas un sirviente que sepa cómo operan las doncellas. Y con alguien que te grita así, tal vez aprenderás a actuar un poco más como una chica noble».

«Ngh…»

Después de todo lo que se hizo, Delia trajo una jarra de agua al segundo piso. Necesitaría agua aquí para lavarme la cara y las manos, y para limpiar después de aliviarme.

Había pensado que Delia se parecería más a una princesa débil, ya que había tratado de ser una amante, pero Delia tenía tanto la fuerza del brazo como la resistencia necesarias para llevar una pesada jarra de agua hasta el segundo piso de mi habitación.

«¡No puedo creer que ni siquiera tenías agua aquí, caramba!» Después de ver a Delia comenzar a hacer su trabajo mientras se quejaba básicamente para sí misma, Fran regresó a la cocina y Gil comenzó a limpiar el primer piso. Tomé mi primer bocado del postre y hablé con Benno entre bocados.

“Por cierto, el Sumo Sacerdote me ordenó que preparara túnicas azules ceremoniales. ¿Qué está buscando exactamente? ¿Qué los hace especiales?”

“Son bastante diferentes de las túnicas normales y están diseñadas para atraer la atención de quienes están fuera del templo, al igual que el atuendo especial que usaste en tu bautismo. Hay bordado verde, el escudo de tu familia, y…” Benno hizo una pausa a mitad de la oración, luego me lanzó una mirada de sorpresa.

«Espera, ¿cuándo vas a una ceremonia? No sé exactamente cuánto tiempo lleva hacer un par de túnicas ceremoniales para los nobles, pero no hay posibilidad de que esté listo para mañana”. Me di cuenta al romper su tono cortés de discurso que estaba ansioso. Naturalmente, dado que la ropa no fue hecha en segundos por máquinas aquí, tomaría algún tiempo preparar las túnicas.

“Dijo que no irían muchos ya que solo soy un aprendiz, pero eso es todo lo que sé. Tal vez Fran sepa cuándo será la próxima ceremonia. ¡¿Hey, Fra… Brhggh?!”. Comencé a llamar a Fran, pero Benno me bloqueó la boca con una mano y señaló con los ojos el timbre de la mesa. Oh, Correcto. Yo uso el timbre cuando llamo a la gente. Toqué el timbre y oí a Fran subir las escaleras.

«¿Qué necesitas, hermana Myne?»

«El Sumo Sacerdote me dijo que preparara túnicas ceremoniales, pero no sé cuándo será la próxima ceremonia. ¿Lo sabes, Fran?”

«Si la Orden del Caballero convoca la ayuda del templo en el otoño, esa será la ceremonia más pronto a la que debe asistir».

«Otoño, ¿eh? Podría ser difícil si tengo que empezar desde cero «. Naturalmente, cuando se trataba de hacer un atuendo especial para un noble, uno tenía que comenzar eligiendo el hilo con el que tejer la tela. Cuando Benno frunció el ceño, Fran señaló la caja de madera junto a la pared.

“¿Y si usaras la tela que regalaste al templo? Es de muy alta calidad y debe ser utilizable después de teñirse con el color adecuado».

«Buena idea. No tomará más de unos días así. Sin embargo, Myne no tiene un escudo familiar. ¿Será eso un problema?”

«¿Su taller tiene una cresta?»

«¡Haré uno yo mismo!» Mientras Fran y Benno discutían el diseño de las túnicas ceremoniales, comencé a pensar en un diseño para la cresta de mi taller. Quería que fuera solo un libro con una pluma y tinta cerca, pero Fran y Benno lo rechazaron por ser demasiado simple. Agregué la madera utilizada para hacer el papel, flores para horquillas, y lo organicé todo en la forma de una cresta adecuada. Fran estaba muy satisfecho con lo elegante y femenina que era, lo cual estaba bien para mí.

«Hermana Myne, los chefs han terminado de preparar la cena».

«Entiendo. En ese caso, ¿verificaría si han terminado de limpiar?”. En mis órdenes, Fran revisó la cocina, habló con los chefs sobre los planes de mañana y luego los despidió. La partida de los chefs significaba que también era hora de que me fuera.

“Iré a casa por hoy. Por favor, cámbiense, ustedes dos.” Gil y Fran rápidamente fueron a sus habitaciones individuales para cambiarse. Lutz pronto se iría de la ciudad con Benno por negocios, por lo que mis sirvientes estaban entrenando para administrar mi salud por su cuenta.

Me quité la túnica azul para preparar el camino a casa. Pero cuando comencé a deshacer mi faja, Delia se paró frente a mí con la cabeza en alto y su expresión llena de ira.

«¿Qué crees que estás haciendo, hermana Myne?»

«¿Cambiarme de ropa?» Solté mi faja, recordando que los nobles no debían cambiarse de ropa solos. Levanté los brazos y esperé a que Delia me cambiara, solo para ver que sus ojos se torcían de ira.

“¡¿Cambiando delante de un hombre?! ¡Absolutamente desvergonzada!”, Gritó Delia mientras miraba a Benno, que todavía estaba sentado a la mesa. Parpadeé sorprendida, no había esperado que ella se enojara tanto cuando tenía un conjunto completo de ropa debajo de la túnica.

«¿L-lo siento? Pero son solo túnicas, tengo ropa debajo de ellas».

“¡Solo debes quitarte la ropa frente a los hombres cuando intentes seducirlos! Si dejas que todos los hombres te vean cambiar, tu valor como mujer caerá dramáticamente. Esto es realmente algo que ya deberías saber. ¡Dios!”

«U-Um. Está bien…” No creo que estemos en la misma página aquí. Pero ella se está enojando por mi bien, así que es un poco difícil señalar eso.

“Por favor espere en el pasillo, Maestro Benno. Aunque es joven, estamos hablando de una mujer que cambia aquí. Gracias por su comprensión.»

«Bueno, no puedo discutir contigo allí». Benno contuvo la risa y bajó las escaleras. Después de asegurarse de que se había ido, Delia desabrochó mi faja y me quitó la túnica. Trabajó rápida y eficientemente, con su experiencia cuidando a las doncellas del santuario gris que se hizo evidente. Dobló cuidadosamente mi túnica azul y volvió a colocar mi horquilla en su lugar.

«La hermana Myne está lista ahora». Delia asomó la cabeza por la escalera que daba a la puerta y llamó por las escaleras. Allí, se congeló con los ojos mirando hacia los escalones.

«¿Qué, son esas ropas…?»

«Un regalo de la hermana Myne». La voz de Gil solo dejó en claro cuánto quería presumir. Sin duda estaba hinchando su pecho con orgullo.

«¡No es justo! ¡¿Qué hay de mí?!»

“Obtuve esto por hacer bien mi trabajo. No obtuviste nada porque no estabas haciendo tu trabajo».

«¿Qué trabajo hiciste?»

“Limpié este lugar. Ella me dio un regalo ya que trabajé duro por mi cuenta. Jeje, muy bien, ¿no?”

«¡Lo que sea! ¡No estoy celosa de ellos ni de nada!” Delia, frustrada y envidiosa más allá de lo imaginable, interrumpió la conversación con lágrimas en los ojos. Me fulminó con la mirada y señaló las escaleras.

«Te están esperando. ¿Tal vez deberías darte prisa y marcharte?”

«Bueno, también compré algo de ropa para ti, pero supongo que no las quieres”.

Delia me miró con los ojos tan abiertos que parecía que se le iban a caer los globos oculares.

«Nunca dije que no los quería. Ni una sola vez”. Saqué el último paquete de ropa del armario y se lo tendí a Delia. Extendió la mano para tocarlo, luego retiró las manos con una mirada en mi dirección.

«… ¿No te importa?»

«Trabajarás duro para mí de ahora en adelante, ¿no?»

«Bueno, no sabrás nada sin mí cerca. No tengo otra opción». Con sus mejillas sonrojadas, Delia me arrebató el bulto y salió corriendo a su habitación en el segundo piso, evitando el contacto visual.

«Heeey, ¿ya bajas?»

«Espere un momento, Delia está cambiando». Miré a la puerta de la habitación de Delia mientras respondía a la llamada impaciente de Gil. Se estaba tomando mucho tiempo solo para cambiarse de ropa. Ya no cuánto tiempo esperé, ella simplemente no estaba saliendo.

«¿Ya terminaste, Delia?» Abrí la puerta y vi a Delia bailando con su ropa nueva, cantando una canción con una amplia sonrisa en su rostro. En el momento en que hicimos contacto visual, se congeló, luego agarró su falda con fuerza y comenzó a temblar. Me miró con la cara roja hasta las orejas.

«¡N-No abras la puerta sin llamar! ¡CARAY!”

(JuCaGoTo: Misión Secundaria: Completa – Ganarse a la Espía Tonta, Hecho. Misión principal: Robar el Puesto de Sumo Obispo – Aun En Marcha.)