Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 1

Capitulo 2: Comencemos por X

Parte 5

A cambio, nosotros cargaríamos con esa carga, pero eso era preferible a dejar el destino de nuestro reino en las manos de otro país.

—Entonces, Tomoe, nuestro país necesita hacer todo lo posible para protegerte —le dije.

—¡¿P-protegerme?!…

—Sí. No es ninguna exageración decir que, en este momento, eres mucho más importante que un tipo como yo. Honestamente, si esta información se filtra, en el momento en que te secuestren, este país estaría arruinado.

—De ninguna manera… Lo estás inventando… ¿verdad? —Tomoe miró inquieta a su alrededor sin descanso, pero nadie lo negó.

No fue exagerado decir que Tomoe tenía el destino de este país en sus manos. Si bien nunca lo haría yo, otro país podría haber fingido que nunca había escuchado nada de esto y podría “deshacerse de ella”. Así de importante era la existencia de Tomoe.

—Entonces, en orden de mantenerte en el más alto nivel de protección que podamos, ¿quieres vivir aquí en el palacio? Si no fuera el caso, es posible que no podamos ser capaces de protegerte en el campamento de refugiados.

—Awoo… —gimió Tomoe.

—Espera un momento. —Marx levantó la mano— Si tenemos a alguien que no es de sangre real viviendo en el palacio, ¿no podría eso traer un escrutinio no deseado?

—Hmm. Bueno, dime cómo podemos acogerla como realeza, entonces.

—Diciéndolo así, lo hace sonar tan fácil… Hay una serie de formas en que una persona común puede convertirse en realeza. Una sería que usted la adoptara a ella, señor. Sin embargo, como la boda no ha sido llevada a cabo todavía, esto no es posible. Y la ceremonia de boda llevará más de un año para prepararse, después de todo.

—Lo escuchaste, Liscia —dije.

—Hey, no me tires eso. —Liscia rápidamente desvió la mirada.

Vivir con Liscia como mi esposa y Tomoe, que ya tiene alrededor de diez, como mi hija, eh… Sí, simplemente no me lo puedo imaginar.

—¿Algo más? —le pregunté.

—Podrías tomarla como una esposa secundaria, señor.

—Eso es… todo un desastre.

Ella es lo suficientemente joven como para estar en la escuela primaria, amigo. Me recuerda a esa imagen de Backbeard diciendo: “Maldito lolicon”.

Marx se aclaró la garganta.

—Ella está apenas dentro del rango de edad aceptable para un matrimonio político, creo.

—Souma… Diez años de edad es un poco joven…

—¡¿Por qué me estás culpando a mí aquí?!

Ahora Liscia me está mirando fríamente. No estoy en esas cosas, ¡¿de acuerdo?!

—Hey, espera, la ex pareja real puede simplemente adoptarla.

—Hmm. Creo que sería aceptable. —Marx se estaba riendo.

¡Este bastardo, él dijo todas esas cosas cuando ya sabía que eso era posible!

—¡Eso suena bien! ¡Siempre quise una hermana pequeña! —dijo Liscia.

—¡Whuwhuh! —Tomoe lloraba en confusión.

Liscia abrazó fuertemente a Tomoe, provocando que farfullara y entrara en pánico. En cuanto a la propia Liscia, tenía una mirada más relajada de lo que yo había visto en su rostro antes.

Ahora que lo pienso, puesto que mi Liscia es mi prometida, Tomoe va a ser mi cuñada. Un cuñada loli con orejas de lobo… Son muchos atributos para su personaje.

—Pero, pero… Tengo una familia. Mi mamá y mi hermano menor me están esperando en el campamento. —dijo Tomoe, liberándose del excesivamente cursi abrazo de su (posible) hermana mayor.

—Ooh, la adopción es sólo para las apariencias, así que no tienes que preocuparte por eso. Si te conviertes en mi cuñada, tu madre y tu hermano serán mi familia, así que no me importa si también viven en el palacio. Vamos a proporcionar algunos fondos para que vivan, y si quieren trabajar, les daremos algo que hacer en el palacio.

—Bueno… en ese caso… está bien. —Tomoe aceptó algo tímida.

Bueno. Eso no termina del todo bien, pero creo que he hecho lo que puedo por el momento. De alguna manera, obtuve una cuñada en el proceso, pero, oye, ella es linda, así que todo está bien.

—Ahora, volvamos a la sala. —dije— Estamos manteniendo a madame Juna esperando.

Han pasado casi treinta minutos, después de todo. Ella probablemente no puede ganar mucho más tiempo.

—Por ahora, sólo daremos a Tomoe el premio en efectivo como su recompensa. Si la ex pareja real anunciara repentinamente que la estaban adoptando, sería como decirles a todos que algo está pasando. Dejaremos pasar algún tiempo y luego lo anunciaremos otro día. Me gustaría que todos ustedes actuaran con eso en mente, ¿entendido?

—¡Sí, Su Alteza!

***

Treinta minutos después de que el rey Souma pidiera un descanso, la ceremonia reanudó la entrega de premios. En este momento, la niña lobo mística estaba siendo elogiada.

A medida que se desarrollaba esa escena, me puse de pie con los otros ganadores del premio viendo.

—Tu talento es notable. —le dije a la niña lobo.

—Espero que lo pongas en uso para nuestro país.

—¡S-sip! ¡Lo entiendo!

… Ella estaba tartamudeando por todo el lugar, pensé. Qué adorable.

¿Qué podría haber dicho esa adorable niña para alarmar al rey tanto que había pedido un descanso? Además, esa niña era la única que había sido llamada durante el receso. Estaba claro que había sido algo importante, pero no había forma de que supiera qué era en este momento.

Desde el momento en que llegué aquí, había estado observando al rey en cuestión. Parecía normal. Había escuchado que había sido invocado como un héroe, pero se parecía exactamente a cualquiera de los ciudadanos comunes.

No usaba una corona, no llevaba cetro, no llevaba capa y, aunque su diseño era inusual, cuando estaba parado allí con esas ropas casuales, no parecía un rey incluso estando de pie frente al trono.

Si lo buscaba, de vez en cuando sus ojos adquirían una apariencia de estadistas. Era un hombre muy difícil de precisar. Por la manera en que actuó hasta ahora, podría decirse que era un rey pasable, supongo.

Con la atractiva y directa guerrera elfa oscura, él había mostrado magnanimidad, e incluso sin pretenderlo, había encontrado una solución a su problema. Por lo que había pasado con la niña lobo místico, parecía que también podía improvisar cuando fuera necesario. Había sido un poco torpe, pero, bueno, le daría una clasificación aprobatoria.

Sin embargo, su verdadera prueba comenzaría aquí.

El hombre gordo a mi lado sudaba profusamente, aunque no podía decir si era sudor frío o sudor grasiento. Me volví para mirarlo. Era su turno para recibir el siguiente premio.

De camino hasta aquí, él mismo me había dicho cuál era su talento. Y, en lo que a mí respecta, el suyo era “el talento que este país necesita en este momento”.

Cuando lo mire, ¿cuál será el juicio del joven rey?

¿Despreciará el aspecto del hombre (un gran vientre redondo y una cara regordeta), que nadie llamaría atractivo, incluso como halago vacío?

¿Hará un hazmerreír de él delante de todo el país? Aunque él no llegue tan lejos, ¿echará a perder la importancia del talento del hombre?

Si él hace alguna de esas cosas, yo…

—¡Siguiente, Poncho Panacotta de la aldea de Potte, un paso adelante!

—¡S-sí, lo haré, sí!

Cuando el primer ministro Marx lo llamó por su nombre, el hombre gordo llamado Poncho avanzó con pesados pasos, con un vientre redondo bamboleándose. La forma cómica en que él caminaba atraía las risas de todos. Incluso la princesa Liscia estaba luchando para suprimir una sonrisa.

Cuando miré para ver la reacción del rey, su rostro era serio. No sonríe, no estaba disgustado, sólo miraba a Sir Poncho con una expresión seria.

—Este talento, como habrán adivinando mirándolo, es para comer. —dijo Marx.

—Durante el proceso de solicitud, varias personas afirmaron tener el ‘talento de ser un gran comelón’, pero nadie pudo vencerlo. Además, su actitud hacia la búsqueda de buena comida es inusual. Ha viajado por el mundo, comiendo los platillos más famosos y extraños de cada región. En sus propias palabras: ‘Si es comestible, me lo como’. Sin embargo, al parecer, él ha gastado toda su fortuna en viajar y comer, por lo que no está tan bien como podría parecer… Ejem. A pesar de eso, se puede decir que tiene un talento que es único en nuestro país, así que…

—¡Te he estado esperando! —El rey se estaba moviendo antes de que Marx pudiera terminar de leer la explicación. Cuando llegó a Poncho, tomó su mano con ambas manos, sin ocultar su euforia en lo más mínimo.

—¡Estoy feliz de que hayas respondido a mi llamado! ¡Eres el tipo de persona que había estado esperando!

—Eh… uh… ¿Qué pasa? —Los ojos del Sir Poncho se movieron rápidamente. Su cerebro no podía seguir el ritmo de la situación.

Finalmente, su mente se puso al día, y su rostro se puso rígido.

—¿Y-yo, Su Majestad?

—¡Exactamente! ¡Tú eres el que este país ha estado esperando! Más que cualquiera de estas personas talentosas, ¡me alegra que hayas venido! Siempre pensé que, si alguien como tú estaba entre los funcionarios civiles, ¡valdría la pena recomendar que se postulara!

—¿Si-siente eso tan fuertemente acerca de mí al decir eso?

—Sí. ¡Tu conocimiento de andar comiendo alimentos famosos y extraños será la clave para salvar a este país!

Cuando el rey dijo eso, Sir Poncho lloró en un mar de lágrimas.

—Y-yo… Todos siempre me llamaron grasoso… Un idiota derrochando su dinero en comida… En cuanto a mí, anduve comiendo sólo porque quería comer, así que pensé que tenían razón… ¿Puede incluso mi gula ser de servicio para este país?

El rey golpeó el hombro de Sir Poncho, que estaba llorando.

—Deja que ellos digan lo que quieran acerca de ti. No importa cuán trivial sea algo, si es lo que amas, es un talento. ¡Estate orgulloso! ¡El apetito en el que no dudó en gastar su fortuna salvará a este país! ¡Por favor, comparte tu sabiduría conmigo!

Al escuchar la solicitud seria de su rey, Poncho se secó las lágrimas con su manga.

—¡S-sí! Si mi conocimiento puede ser de ayuda, ¡por favor, utilícelo, sí! —respondió alegremente.

Cuando miré a mi alrededor, la mayoría de los asistentes estaban de pie allí, boquiabiertos, incapaces de digerir la situación. En medio de eso, el rey Souma regresó al trono, entonces se volvió a Marx y dijo:

—En este país hay alguna tradición del rey recompensando a los siervos meritorios, o aquellos para quienes tiene grandes esperanzas, con un nuevo nombre, ¿no es así?

—… Ah, sí. Eso es correcto, Milord.

—En ese caso, Poncho, le otorgo a usted el nombre Ishizuka. En mi patria natal, este era el nombre de un ‘insaciable buscador y evangelista de alimentos’. Trabaja duro para no avergonzar a ese nombre.

—¡S-sí!… ¡S-sí, señor mío! ¡Sí, gracias!

Este fue el momento explosivo en el que nació Poncho Ishizuka Panacotta. La primera persona a la que el rey Souma le da personalmente la bienvenida como uno de sus siervos fue el hombre corpulento con el apetito vigoroso, Sir Poncho.

Quería gritar de alegría. ¡Espléndido! ¡Este era un rey que tenía sus prioridades muy claras!

Si el contrataría a Poncho o no, había sido un referente para este rey. Yo había pensado que, si no reconoce el valor del hombre, pero lo contrata sobre el potencial que podría ser de utilidad algún día, eso sería pasable. Si él hubiera decidido no contratarlo únicamente basado en su apariencia, eso podría ser un fracaso. Nunca me atreví a imaginar que lo recibiría tan entusiasmado. Este fue un feliz error de cálculo para mí.

Este hombre bien puede salvar a este país.

Sentí que algo surgía de mi interior.

… Parece que no podré seguir mirando por más tiempo.

—Rey Souma, una palabra con usted, si me lo permite. —le dije.

***

—Rey Souma, una palabra con usted, si me lo permite.

Con todos los premios repartidos, justo cuando estaba a punto de declarar el fin de la ceremonia, el joven hombre con túnica negra, Hakuya Kwonmin, dio un paso adelante y se arrodilló. Ahora sus ojos soñolientos estaban abiertos de par en par. Sólo haciendo eso, misteriosamente tenía un aire completamente diferente sobre él ahora.

Sintiendo algo como un ligero presentimiento, me volví hacia Hakuya y le pregunté:

—¿Tienes algo que decir?

—En efecto. Aunque estoy aquí por recomendación de otro, ahora es mi deseo recomendarme.

Una recomendación propia. ¿Quiere venderme sus propios méritos, entonces?

—Hmm… ¿No te prometí el puesto de bibliotecario en los archivos del palacio? Si quieres hacer una recomendación propia, ¿eso significa que no estás satisfecho con el puesto? ¿Qué es lo que buscas?

—Debe ser posible, deseo ponerme a su servicio, Su Majestad.

—¿Pero no como un bibliotecario?

—Correcto. Con mi sabiduría, busco apoyar su supremacía.

—¿M-mi supremacía?

La supremacía es algo audaz de reclamar, pensé. Si él quiere apoyar eso con su sabiduría, ¿en qué planea convertirse? ¿Un general que maneja asuntos militares y extranjeros, o un primer ministro que se ocupa del manejo de asuntos internos?…

Miré directamente a Hakuya.

—Divertido. ¿Pero tienes un talento lo suficientemente bueno para lograr eso?

—Humildemente, sostengo que sí.

—Entonces, ¿puedes hacer algo más que recitar la ley de memoria?

—Con todo respeto, creo que ya lo dije. ‘Leyes, literatura, manuales técnicos; leeré cualquier cosa’, dije. Tengo información en cada campo de estudio almacenado dentro de mi cabeza.

—Ya veo…

Ahora sabía lo que me había estado molestando antes. Aunque podía recitar las leyes de memoria, él había dicho que leía todo tipo de libros. Eso significaba que su conocimiento no estaba limitado sólo a las leyes. Para él, las leyes que él había memorizado eran un pequeño fragmento de la gran diversidad de conocimientos que poseía.

—¿Por qué no lo dijiste antes?

—Intenté juzgar si eras un gobernante digno de mis servicios.

—Entonces, ¿esto significa que soy digno?

—Supongo que recibiste una marca de aprobación.

Qué insolencia, pensé. Aun así… él es divertido. ¿Se está jactando, o tiene la habilidad para respaldarlo?… De cualquier forma, no hay manera de saberlo todavía, supongo.

—¡Te dejaré con Marx! —dije—. Juzga el talento de éste y dale una posición adecuada para él.

—Muy bien, Su Majestad.

—Muchísimas gracias.

Marx y Hakuya se inclinaron.

Unos días más tarde, Marx irrumpió en la oficina de asuntos gubernamentales, llorando: “¡Su Majestad, ¿me pide que enseñe a un wyvern a volar?!”. Era una expresión idiomática de este mundo por tratar de enseñar a alguien que sabe más que uno.

En este momento, no tenía ninguna manera de saber que este había sido mi primer encuentro con el hombre que llegaría a ser conocido como el Primer Ministro de la Túnica Oscura.

***

En historia, hay algunas escenas que son fácilmente dramatizadas por las generaciones posteriores. Hay algunas condiciones para esto:

En primer lugar, debe ser el punto de inflexión de una era.

En segundo lugar, debe tener un cierto estilo cuando se dramatiza. Estas son las dos condiciones.

En la historia de Elfrieden, la escena más dramatizada en los últimos años era “La reunión del personal del rey Souma”. Se dice que hay tres personajes principales en esta escena.

Visto desde la perspectiva de Souma, este era uno de sus grandes logros. Desde la perspectiva del hombre que vendría a ser llamado el Primer Ministro de la Túnica Oscura Hakuya Kwonmin, se convertiría en “el punto de inflexión de una era”. Y desde la perspectiva de otras personas, fue el punto de inflexión de la historia de la vida de la Cenicienta.

Sin embargo, hay diferentes teorías sobre quién es esa tercera persona. Algunos dicen que fue la guerrera del viento del este, Aisha Udgard, quien, a pesar de ser un elfo oscuro que vivía en el bosque, le juró lealtad al rey, y desde ese momento, siempre estuvo a su lado para servirlo.

Algunos dicen que fue la prima lorelei, Juna Doma, quien fue reconocida por el rey. Aprendió las canciones de su país y dio nacimiento al concepto de una lorelei, que fue la palabra que llegó a significar un cantante Idol en Elfrieden. Fue amada por el rey y la nación por igual.

Algunos dicen que fue la sabia princesa lobo, Tomoe Inui, quien, a pesar de ser una refugiada, fue inmediatamente adorada por el rey Souma y la reina Liscia, y considerada como la hermana adoptiva de la reina.

Sin embargo, el más destacado en las dramatizaciones fue Poncho Ishizuka Panacotta.

Ridiculizado por todos por su peso, este hombre que era un extraordinario glotón, a través de “el encuentro personal del rey”, fue capaz de cambiar su vida. Para las personas agotadas con su vida cotidiana, esta verdadera historia los conmovió a ellos y les dio energía, y así llegó a ser dramatizado muchas veces.

Parece extraño llamar a la historia de un hombre corpulento como la historia de Cenicienta. Sin embargo, a pesar de ser un poco atolondrado, fue difícil que no te guste. Era amado por todos, y entonces dijeron que le iba perfectamente.

Además, debido a que la bienvenida emocional del rey a Poncho se transmitió por todo el reino, tuvo el efecto inesperado en muchas personas talentosas en Elfrieden, pensando: “Si incluso un tipo así puede ser importante, yo también puedo”. A partir de este evento, en años posteriores, se creó un nuevo proverbio que significa “comienza con cosas pequeñas”.