Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 1

Capítulo 3: Libertad, Igualdad, Fraternidad

Parte 1

Mi nombre es Kanou Shinichi, y soy el gerente general de Amutech, la primera compañía de entretenimiento general en este mundo alternativo.

Sí, eso suena genial, supongo, pero no cambió la realidad. El hecho es que fui arrojado a una situación en la que no se permitiría a los burócratas.

De todos modos, no importa los detalles. Básicamente, pensé que podría ser posible estar interesado en este mundo, o al menos en el Sagrado Imperio Eldant. No esperaba la primera vez. Solo estaba tratando de llegar al suelo.

Y eso requirió investigación.

“Podría estar aquí con lo que está aquí”.

Miré alrededor de mi oficina del primer piso.

“Biblioteca” podría haber sido una mejor palabra. Había hecho una larga lista de “productos otaku” para Matoba-san; los estantes estaban llenos de manga, DVDs de anime y Blu- rays, discos de juegos y más. Por supuesto, no se requerían manga y novelas También había muchos libros de diseño y carteles.

El resultado fue que mi oficina parecía una tienda de DVD de oro de una librería centrada en otaku en Akiba. Todo esto no iba a ser oro, pero fue impresionante.

“Está saliendo de un sueño hecho realidad”, murmuré, abrumado ligeramente.

Cada cosa que había recibido era un gasto necesario. Olvídate del impuesto a las ventas; la oficina estaba corriendo toda la cuenta. Matoba- san obviamente había recibido un poco de sorpresa, pero conseguir todo aquí era en realidad un problema mayor que el dinero.

Solo una nota, parece haber algún tipo de magnetismo o algo en el túnel hiperespacial, porque no sería posible trabajar con él, y habría sido una gran cantidad de ruido. Desafortunadamente, la conexión a Internet tuvo que ser eliminada de mi lista de deseos.

Siendo ese el caso, creé una lista separada de sitios que necesitaban una verificación regular. Las personas del otro lado echarían un vistazo periódicamente, descargarían cualquier artículo importante y los pondrían en medios físicos que me podrían traer. Perderíamos la inmediatez, pero solo iba a tenerlo.

“¿Es esta su cultura otaku, ‘Maestro?’ El hombre lagarto Brooke estaba de pie a mi lado, mirando alrededor de la habitación con asombro. Al menos, pensé que era asombro. Su cara escamosa hacía que su expresión fuera difícil de leer como siempre, pero su tono y sus gestos me dieron lo suficiente para continuar.

Por el momento, Brooke me estaba ayudando trayendo caja tras caja de mercancía de los contenedores afuera de esta habitación. Ahora que las cosas habían bajado, tuvo la oportunidad de ver lo que estaba dentro.

Myusel y yo habíamos llevado a cabo el trabajo de sacar los libros y DVD y cosas así de las cajas  y colocarlas en los estantes. Comenzamos temprano y pasamos todo el día en ello, sin embargo, solo habíamos terminado el sesenta por ciento.

“Sí, esto es todo. Pero bueno, solo mirarlo no nos llevará a ninguna parte. Brooke, si ves algo que te parece interesante, no dudes en agarrarlo”.

“¿Puedo realmente? ¿Un sirviente como yo puede tocar tus honorables posesiones?

“Está bien”, le dije con una sonrisa.

“No me importa si eres un sirviente o un rey, el punto es conseguir la mayor cantidad de gente posible. Pero necesito comentarios, así que por favor revisen esto, háganme saber lo que piensan”.

Brooke me miró. Sus ojos nunca parpadearon; parecían de cristal. Creo que estaba un poco sorprendido…

“¿Todavía no estás seguro? ¿Qué pasa si te digo… elige lo que quieras? Esa es una orden”.

“Hmmm…”

Brooke encogió los hombros y se rascó lo que supongo que era la parte posterior de su cabeza, luego caminó hacia el estante. De hecho, Myusel, con quien había tenido prácticamente la misma conversación, ya había tomado un puñado de manga con gran interés.

Han pasado más o menos diez días desde que le di la tabla de hiragana. Ella ya había memorizado el hiragana y también podía leer katakana. Como la ayudaba a estudiar todas las noches, incluso podía reconocer a una pareja. Resultó ser una cookie bastante inteligente. Sin mencionar que ha sido leído y escrito, incluso si estaba en el idioma de un mundo completamente diferente, y estaba aprendiendo japonés muy rápido.

Quizás parte de eso era que ella estaba viviendo conmigo. Como dije antes, los anillos mágicos que usamos actuaron casi como intérpretes simultáneos; Myusel todavía podía escuchar las palabras reales que estaba diciendo. Y algo así como ver una película subtitulada, cuando escuchó las mismas palabras una y otra vez, comenzó a aprender algo de japonés a pesar de sí misma.

Naturalmente, todavía no podía leer kanji, pero muchos mangas incluyen pronunciaciones en hiragana junto al kanji, y las imágenes en sí son una forma de comunicación en novelas gráficas, por lo que en realidad podría resolver lo que estaba sucediendo, en algunas series relativamente simples.

Le había ordenado a Brooke que recogiera un libro por la misma razón. Él y Myusel serían valiosos sujetos de investigación.

Justo cuando estaba pensando en todo esto, escuché una voz distinta. Parecía que alguien estaba peleando, tal vez en el pasillo, pero no pude entender lo que se decía. Aunque, si hablaran Eldant, no podría entenderlos de todos modos. Los poderes del anillo no eran absolutos. Si no pudieras ver a la otra persona o si estuvieras demasiado lejos, no siempre funcionaría. Pero entonces, de repente…

“¡KANOU SHINICHI!”

La puerta se abrió de golpe. Cuando vi quién había entrado en mi oficina, me quedé boquiabierto.

“¡¿Emperatriz Eldant?!”

“¡En efecto!”, Respondió Su Majestad No-Realmente-un-Arquetipo-Niña- Personaje-Majestad. “Así que aquí es donde te has estado escondiendo, Kanou Shinichi. ¡Hemos venido a observar tu evangelismo de primera mano y lo antes posible!” Petralka gruñó, pareciendo pensar que debería estar agradecido por esto.

Aparentemente, se había enterado de que se habían traído grandes cantidades de mercancía otaku y había venido a ver por sí misma. Sabía que estábamos en la ciudad del castillo, pero ¿era realmente seguro para la emperatriz salir sin siquiera un guardaespaldas? Espera… ¿Qué tan rápido podría viajar, de todos modos?

Estaba ocupado manteniendo estas interjecciones reprimidas cuando:

“¡S-Su M-Majestad…!” Varios pasos detrás de ella llegó un viejo frágil, con los hombros agitados dolorosamente: Zahar, el primer ministro. “S-Su Majestad… una emperatriz no debe correr… por un pasillo”, jadeó.

“¡Y-Y golpear una puerta es lo más inadecuado…!”

En los juegos, manga, anime y novelas ligeras, los primeros ministros siempre parecen caer en una de las pocas categorías. Tienes a los tipos patéticos que se están hinchando en la gloria reflejada del gobernante, los tipos malvados que controlan al gobernante como un títere, y los tipos de los últimos jefes que fingen ser sujetos fieles pero planean en secreto la rebelión. Pero este viejo parecía querer realmente a la emperatriz bien, incluso si era un poco indulgente. Un servidor genuinamente bueno.

Petralka, sin embargo, no parecía darse cuenta de su particular expresión de lealtad.

“Deja de parlotear, viejo. No corrimos, simplemente caminamos rápido”.

“Oh, Su Majestad, no más de su pedantería real…” Zahar dejó escapar un gemido y se llevó las manos a la cara. Evidentemente, esta no era la primera vez que habían pasado por algo como esto. Me sentí mal por él. Seguramente, tenía deberes del primer ministro que atender.

“¡Hmm!” Petralka miró alrededor de mi oficina, que, a pequeña escala, había sido atacada por Akiba e hizo un ruido impresionado. “¡De lo más llamativo! ¿Es esta la “cultura otaku” de la que nos hablaste?” Sus ojos brillaron con anticipación.

Mm-hmm. Esa es la expresión perfecta para una niña loli.

Espera… Myusel también tenía dieciséis años, ¿verdad? Podría haber sido conservador, pero me enorgullecía de tener una amplia gama de experiencia en lo que respecta a los personajes moe. Y Petralka era moe de una manera ligeramente diferente a Myusel.

“¡Cuán diferentes son estos de sus tapices de pared de colores extravagantes!”

A diferencia de Brooke, Petralka ni  siquiera había pensado en pedir permiso; ella había arrastrado a Zahar a las estanterías con ella y ahora estaba hojeando un manga tras otro con exclamaciones de “¡Ooh!” o “¡Hmm!” Hasta donde yo sabía, no podía leer una palabra de japonés, pero eso no pareció impedirle disfrutar de los libros.

Uf. La vista de ella poniéndose de puntillas para llegar a los estantes más altos fue tan linda que debería haber sido ilegal.

“… ¿Hmm?” Petralka hizo un sonido desconcertado mientras hojeaba las páginas de un libro.

“¡No lo entendemos!”

“Bueno, er, no podrías”, sonreí.

Ella era diferente de Myusel en todas las formas imaginables. Brooke también, aunque parecía interesado, probablemente no tenía la menor idea de lo que estaba sucediendo en ninguno de los libros. En cualquier caso, él y Myusel se habían congelado contra la pared en el instante en que entró Petralka.

Supongo que fue una reacción natural. Cualquiera se sorprendería de que una emperatriz apareciera de la nada. Y en un mundo medieval como este, ella era básicamente una gobernante absoluta. Si alguno de ellos dijera o hiciera algo descuidado frente a ella, sus vidas podrían terminar antes de que lo supieran. Decirles que se calmen probablemente no habría tenido sentido.

“Sigh. Y aquí estas fotos se ven tan interesantes”, dijo Petralka decepcionado.

Lo siento, sabía lo sensible que era con su aspecto joven, pero era tan adorable con esa expresión en su rostro que simplemente no podía pensar en ella como la gobernante de una nación entera. Quería desesperadamente hacer algo por ella.

“…Usted. Kanou Shinichi”.

“¿Qué pasa, majestad? Um, puedes llamarme Shinichi, por cierto. Decir “Kanou Shinichi” todo el tiempo es como si fuera a dirigirme a usted como “Su Majestad Imperial Petralka an Eldant the Third” cada vez que hablamos”.

“Mm. ¿Entonces dices que deberíamos llamarte Shinichi?” Pareció confundida por un segundo.

“Sí, Su Majestad”, le dije, haciendo una pequeña reverencia, casi de mayordomo.

“Mm. Tenemos un proverbio: “Cuando estés en Kamara, come lo que comen los kamaranes”. Para disfrutar de la cultura otaku, accederemos a tus formas”. Ella sonrió benignamente y asintió.

No tenía muy claro qué era “Kamara”, pero el sentimiento era bastante familiar. Tal vez fue algo que todos los humanos compartieron.

“Shinichi”, dijo, con una sonrisa muy loli.

“¿Si su Majestad?”

“Le damos una dispensa especial para que se dirija a nosotros como Petralka”.

“Su Majestad”, protestó Zahar, “eso es todo…”

“¿No fuiste tú quien nos enseñó que cada tierra tiene su propia gente y cada gente sus propios valores? ¿Y qué ignorar esos valores solo genera resentimiento? ¿Y que por esa razón, un líder a veces debe inclinarse ante convenciones que no son las suyas?”

“Erm… yo… de hecho te enseñé que…”

“Entonces no te preocupes. Será solo dentro de esta mansión. Esta casa es, si quieres, el feudo que le hemos dado a Shinichi. ¿Ves, Shinichi? Fuera de estos muros, continúa llamándonos Su Majestad. Es cierto que cualquiera que lo escuchó llamándonos por nuestro primer nombre podría malinterpretarlo”.

“¿Entender mal?”

“Normalmente”, dijo el primer ministro Zahar, sacando un pañuelo de una bolsa y limpiándose el sudor de la frente, “solo los miembros de la familia real pueden usar los nombres de pila de los demás. Además de los relacionados con la sangre y el matrimonio, solo otra persona puede usar el nombre Imperial, y ese es su prometido”.

“………… Erm”. Ahora era yo quien estaba empezando a sudar.

“¿Estás seguro acerca de esto?”

“¿Seguro de qué?”, Dijo Petralka con una mirada de perplejidad.

“Er, bueno… No importa”.

Si no la molestaba, no tenía sentido que actuara tan quisquillosa al respecto, ¿sabes? Si solo los miembros de su familia pudieran llamarla

Petralka, entonces solo necesitaba pensar en esto como si fuéramos de la familia. Como si fuera mi hermana pequeña, diga…

No hablé por un momento.

“¿Qué pasa, Shinichi?”, Preguntó Petralka.

“Oh, eh, nada”.

Definitivamente no estaba tratando de evitar tener una gran hemorragia nasal por la imagen de Petralka llamándome “Big Bro ♪”.

De hecho, tenía una hermana pequeña en Japón, por lo que la idea de “hermana pequeña moe” realmente nunca me convenció. Pero si se tratara de alguien como Petralka, básicamente un personaje bidimensional que cobra vida, literalmente la imagen de la dulce pero un poco descarada hermana pequeña, bueno, tal vez podría verlo.

“Lo que es más importante, ¿qué tienes en mente, Su Majestad? Quiero decir, Petralka?”

“¿Hm? Ah, sí, Shinichi, es cierto. Tal como están las cosas, no podemos disfrutar de la cultura otaku. Estos anillos solo funcionan con alguien que lleva uno; no podemos leer estas letras”.

“Es verdad.”

“Y por lo tanto”, dijo Petralka con una sonrisa…

La expresión era muy linda, no hay duda. Pero por alguna razón, tuve un mal presentimiento sobre esto.

***

¿Cómo pasó esto…? Realmente no sabía cómo.

A mi derecha estaba Myusel, luciendo un poco aterrorizado. A mi izquierda estaba sentada Petralka, la imagen de la seriedad.

Y me senté entre las dos chicas, con los dientes casi nerviosos. Después de todo, estábamos prácticamente hombro con hombro. Podría haber olido su olor corporal, si quieres ser franco. Y casi como si eso no fuera suficiente para ellos, ambos se arrastraron más cerca de mí.

Atrapado entre dos mujeres jóvenes, solo estaba aferrado a mi equilibrio emocional. Sentí que si hacía un ruido extraño, podría haber una ruptura crítica.

El sudor se deslizó por mi mejilla. Con todo mi cuerpo rígido, susurré con voz temblorosa: “P-Por favor, no me mates…”

Ni Myusel ni Petralka dijeron nada. Pensé que gritaría por el peso del silencio.

Pero justo entonces, Petralka me susurró: “¡Oye!”

Ella susurró. Justo en mi oído. Su aliento… El aliento de la emperatriz loli estaba justo en mi oído…

Pero mientras estos pensamientos enloquecidos de moe corrían por mi cabeza, ella continuó: “¡Date prisa y pasa la página! ¡Estamos ansiosos por saber qué pasa después! ”

Todavía estábamos en mi oficina, sentados juntos en un sofá en mi improvisada rebanada de Akiba.

Un manga estaba abierto sobre mis rodillas. Fue un drama de aventura y fantasía, algo que elegí porque pensé que sería fácil para Petralka y Myusel conectarse. No pensé que SF o acción dura necesariamente tendría sentido para ellos en este momento, y una tira de cuatro paneles sobre la vida cotidiana, y menos aún.

Además de eso, estaba leyendo el cómic en voz alta para el beneficio de estas dos chicas que no podían entender japonés. Como nota, solo estaban Petralka y Myusel en la habitación conmigo. Brooke se había excusado alegando que tenía trabajo que hacer en el jardín, mientras que Zahar y Minori-san estaban esperando afuera. Petralka los había perseguido, juzgándolos una distracción para leer manga.

Entonces, ¿por qué estaba Myusel con nosotros? Porque le había pedido a Petralka que la dejara quedarse. Después de todo eso de llamarla por su primer nombre, tuve la sensación de que sería una muy mala idea estar sola en una habitación con ella, y de todos modos, quería que Myusel aprendiera algo más de japonés, así que le pedí que fuera se le permite quedarse mientras leo.

Normalmente, estaría realmente agradecido por una situación como esta, pero…¿’