Tantei wa mou, Shindeiru (NL)

Volumen 1

Capitulo 2: Así es, ella es la autoproclamada “Saikawa idol”

Parte 3

Natsunagi me miraba con una expresión de “¿Este tipo va en serio?”, pero no debo preocuparme.

—¡Muchas gracias~! Acaban de escuchar “¡La parada rápida de las nueve estrellas!” de nuestro segundo álbum.

—Como si fueran a hacerlo —murmuró Natsunagi.

—¿Eh? ¿No te gustó “¡La parada rápida de las nueve estrellas!”? No te preocupes por los pequeños detalles, esa es la cualidad Yui-nya.

—Cualidad Yui-nya…

Estuve estudiando sus canciones y, generalmente, son así. Tienen melodías pegadizas y letras locas que te enredan la lengua y, mientras más las cantas, te hacen sentir como si fueran las mejores… esa es la cualidad Yui-nya.

—¡Gracias  a  ti  también,  hentai-san~!  —Desde  el  escenario,  Yui-nya saludaba hacia las gradas.

—Natsunagi, se refiere a ti.

—¡Es un mil por ciento sobre ti!

—No, seguro vio alguna cosa que sale de Natsunagi.

—¡…! ¡No lo hagas sonar como si fuera alguien raro! —dijo ella, y, con una cara roja, trató de patearme con sus tacones.

—Hey, ¿por qué usas tacones en un concierto? Es difícil saltar, ¿no?

—¡No voy a saltar! ¡Lo que está saltando es tu cabeza! Qué maleducada. Yo solo quiero disfrutar del show…

—Empezaré con la siguiente canción~.

Y, en ese momento, Yui-nya dirigió su mirada al staff.

—Aquí viene.

—¿Qué cosa?

—Vamos, Natsunagi. Ya cantó “81”, ¿qué es lo que sigue?

—Ya te dije que no sé el orden de las canciones. Más bien, no abrevies “¡La parada rápida de las nueve estrellas!” como “81”28. No uses palabras que solo crearían los otakus.

Lo entendió bien, como era de esperarse de una detective.

—Ahora es el turno del número 18. Estamos aquí para escucharla, ¿no?

—Aunque es la primera vez que escucho esa razón… Ya veo, no se lo había dicho a Natsunagi aún.

No, quiero decir, bueno…

No tenía la intención de decirle. Ni a ella ni a nadie.

Seguro es más conveniente de esa manera.

Un otaku que, mientras estaba trabajando, se dejó llevar por las canciones de Yui-nya… Probablemente, sería mejor seguir con ese papel.

—¿No lo sabes? En esta canción, Yui-nya rompe el sello.

—¿Sello?

Así es, el sello.

El sello que Yui-nya… mejor dicho, el sello que Yui Saikawa se impuso a sí misma. El secreto.

—Entonces, escuchen por favor “Zafiro ☆ Fantasma”.

Con la introducción en un high tempo, Saikawa comenzó a dar ligeros pasos sincronizándolo con la canción.

Como un espejo que refleja el azul mundo… ～♪

En esta semana, había escuchado todas las canciones que Saikawa había cantado y, sobre todo, había visto todos los videos que había hecho.

Y, dentro de ellos, había uno que me pareció muy extraño.

Sin dudas, la extrañez que sentí el día en que la conocí fue lo que me permitió conectar los puntos que encontré.

“Saikawa Yui está mintiendo”.

Hoy he venido hasta aquí para comprobar eso.

Después  de  un  tiempo,  terminó  la  segunda  canción,  y  empezó  el intermedio.

—Uhm… Kimitzuka… mira hacia allí. —Natsunagi inclinó su cuerpo un poco al costado.

En el lado izquierdo del escenario, en los bastidores, podía verse un hombre vestido completamente de negro y con gafas de sol.

Su ropa, sin embargo, no se parecía a la del staff.

—¿No se ve raro ese tipo?

Como era de esperarse de la detective, tiene una buena intuición, pero…

—¿Uhm?, ¿qué pasa?

A propósito, fingí no darme cuenta.

Disculpa, Natsunagi. Espera un poco más.

Una vez terminó la tercera canción, y cuando estaba comenzando el intermedio, el hombre de negro empezó a correr en dirección a Saikawa.

—¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

El grito de Saikawa resonó a través del micrófono, llenando todo el domo con su grito.

—¿Quién es ese? ¡Atrápenlo!

Rápidamente, el hombre fue capturado por el personal de seguridad, justo antes de poder tocar a Saikawa.

—… Como esperaba, es así.

La extrañez que había sentido toda esta semana. Y ahora, viendo esto directamente, al fin podía estar seguro.

Me alegro de haber venido hoy aquí, aunque tuve que haber hecho algunas cosas absurdas…

—¡Kimitzuka! ¡Rápido!

Viendo a Saikawa, que permanecía perpleja y sin moverse, Natsunagi se quitó los tacones y corrió hacia el escenario descalza.

Es una hermosa escena.

Sin embargo, esa pasión es algo innecesario para los detectives.

La amabilidad, la compasión… algunas veces retornan como veneno.

Eso es algo que Natsunagi no conoce todavía.

—¿Estás bien? —Después de un tiempo, yo también subí al escenario y le hablé a la asustada Saikawa.

—Aaah, hentai-san… muchas gracias.

—Aun después de esta situación… Ya deja de llamarme “pervertido”.

Pero, si puedes hacer esas bromas, supongo que estás bien. No quería que esta experiencia se convirtiera en un trauma para ella.

—Nunca se sabe qué va a pasar. La seguridad de la joya es importante, pero es mejor que aumentes la seguridad del escenario. Después muéstrame los lugares detrás del hall.

—Sí…

Parecía que no se le había pasado el shock, por lo que asintió sin fuerza. Me siento mal por eso…

Sin embargo, el principio de comportamiento de los detectives se basa totalmente en la lógica. Solo quiero que comprendas eso… bueno, aunque yo soy solo un asistente.

***

La batalla decisiva es el domingo

Al día siguiente, domingo, por fin era el día en que robarían el tesoro de la familia Saikawa, el “Zafiro Milagroso”, solicitud que aceptamos por parte de la actual cabeza de la familia Saikawa, Saikawa Yui. Por esa razón, junto a Natsunagi, teníamos planeado actuar como seguridad de la casa.

Así, nos encontramos de camino a nuestro destino en un taxi.

—Kimitzuka, lo que me dijiste ayer es verdad, ¿no? —preguntó Natsunagi, que estaba sentada a mi lado en los asientos traseros.

Ayer… Después del ensayo, estuve discutiendo con Natsunagi los planes para hoy en la cafetería de siempre. Fue la primera vez que hablaba del secreto de Saikawa Yui con Natsunagi.

—¿No es porque me crees que estás aquí?

—En cierta manera, pero ¿estará bien todo allí? No podemos dejarlo vacío…

—Aaah, ya me ocupé de eso. Al parecer, Fuubi-san va a ir.

—… Pensé en preguntarte en algún momento, pero… ¿qué es realmente ella?

—Es alguien que tiene la fuerza para derrotar a un batallón de un ejército por sí sola.

—No es que esa sea una respuesta…

Lo siento, pero tampoco sé todo sobre ella. Pero, sin dudas, es alguien en quien puedes confiar.

—¿Hay algo que te preocupe?

—No, nada… Es solo que no me siento completamente de acuerdo.

—¿Sobre qué?

—Al final, Kimitzuka es el que va a resolver el caso.

“A pesar de que yo soy la detective”, dijo por lo bajo mientras veía el sol caer por la ventana.

—Esta vez es solo una casualidad.

—No lo sé…

—Estoy seguro que llegará el día en que vendrás a salvarme.

De cualquier manera, hasta ahora he sido el que ha estado en esa posición.

Tengo que trabajar al menos un poco, o tu corazón se enojará.

—Ya va a comenzar el concierto —comenté, mirando el reloj en mi muñeca.

Convencer a Fuubi-san, pedir la ayuda de ciertas personas y el venir aquí me consumió más tiempo del que esperaba.

—No sería bueno si no llegamos a tiempo para esto…

El concierto de Saikawa Yui está por comenzar con la primera canción.

—Así que sí te importa… —preguntó Natsunagi, como si ya hubiera aceptado la conversación anterior, levantando un poco las comisuras de su boca.

—Solo por trabajo. No estoy interesado en “Raspberry x Grizzli”. Te lo dije ayer en la cafetería, ¿no?

—Lo hiciste, pero… ¿en verdad puedes hacer todo eso actuando? El Kimitzuka de ayer era asqueroso.

—No digas eso. Que una chica de preparatoria te diga que eres asqueroso duele más que cualquier cosa.

—En verdad, sigo pensando que hay una posibilidad de que estés yendo allí porque te gusta.

—Idiota, no iría al domo si no fuera por trabajo.

Mientras hablamos tranquilamente, nos dirigíamos a nuestro objetivo… al domo en donde Saikawa Yui dará su concierto.

Aunque haya tomado medidas, será inútil sino llego a tiempo.

—¿Podría acelerar un poco? —pregunté al taxista.

—… Abróchense el cinturón. —El conductor tenía el pelo rubio debajo del gorro, y, a través de esa sombra, sus opacos ojos me miraban a través del retrovisor.

—Quisiera llegar para “81”…

—Sabía que sí te gustaba.

***

Zafiro ☆ fantasma

—Esto… es muy diferente al ensayo.

Al llegar al domo y abrir la puerta al hall, lo que nos esperaba eran abrumadores luces y sonidos. Se reflejaban 7 luces de diferentes colores y un sonido intenso que resonaba hasta lo profundo del estómago.

Estoy seguro que estamos en otro mundo, una esfera aislada de la vida cotidiana.

Y la que gobierna este mundo es la idol… Saikawa Yui.

Incontables haces de luz estaban orientados hacia la chica con el vestido de varios adornos.

La canción, que era cantada con una voz que podría enamorar a cualquiera, si mal no recuerdo, era su último single.

Al fin llegábamos a la segunda mitad del concierto, momento en que un mix de sus mejores canciones iba a comenzar.

—¡Hey!

Las mangas de mi ropa fueron jaladas, trayendo a la realidad mi conciencia.

—¡¿Nuestros asientos?!

Natsunagi se empinó y me gritó al oído. Si no lo hubiera hecho, no la habría escuchado.

—¡Es obvio que no hay, ya que no había más tickets!

—… Ah…

Entonces,  si  preguntan  cómo  pudimos  entrar  hasta  aquí,  es  porque pusimos a dormir por un rato al personal de seguridad.

—Hablando de eso, ¿estarán bien los tipos de antes?

—¡Están bien! ¡Ya no tengo la intención ni la obligación de hacerlo de nuevo!

Ya había conversado con Fuubi-san para que se encargara de arreglar las consecuencias futuras de nuestras acciones aquí.

De  pronto,  la  canción  terminó  y,  después  de  los  aplausos,  hubo  un momento de silencio. Era nuestra oportunidad.

—Natsunagi, tenemos que ir —dije en voz baja, tocando el hombro de Natsunagi.

—¿Eh? ¿A dónde?

—A un lugar lo más cercano posible al escenario.

Ayer había podido confirmar el lugar con el pretexto de ir a ver el ensayo.

Así, nos agachamos y empezamos a avanzar lo más rápido posible para no llamar la atención.

—¿Esa mochila no es un estorbo? Debiste haberlo dejado en el auto… — dijo ella, señalando el bolso de mano que llevaba.

—Aaah. Sí, un poco.

—¿Qué contiene?

—Algo que no quiero usar.

También podría decir  que era algo que deseaba no usar  para poder terminar el trabajo.

—Hmm… Bueno, no importa. ¿Entonces? La canción que hablabas todavía no sale, ¿no?

—Sí, es la que sigue después de “81”.

—Ahora que lo dices, es cierto… Ir al ensayo de ayer en verdad era por trabajo.

—Desconfías  demasiado…  No,  para  un  detective,  tener  ese  nivel  de desconfianza es algo bueno.

—… Tal vez.

Repentinamente, comenzó una nueva canción.

Según el ensayo, la siguiente canción sería “81”, y, si el incidente ocurriera, sería en la siguiente canción: “Zafiro ☆ Fantasma”. Solo quedaban diez minutos…

Para que no sospecharan de nosotros, caminábamos lenta y cuidadosamente.

—¿Qué harás al estar cerca del escenario? —me preguntó Natsunagi al oído.

—Honestamente, no estoy seguro. No sé lo que puede pasar, incluso puede que al final todo continúe sin ningún inconveniente. Es por eso que lo que podemos hacer es asegurarnos de hacer todo lo que esté a nuestro alcance dentro de los términos de la solicitud.

Solo no quiero perderme el momento en que eso pase, eso es todo. Por eso nos estamos escondiendo lo más cerca posible a Saikawa.

No sé dónde están, pero debemos estar más cerca de ella, aunque sea un poco.

—¡Gracias a todos~!

Los gritos de los fans aumentaron una vez la canción terminó.

Finalmente, la siguiente canción es “81”… creo que nos apuramos un poco más de lo necesario.

—¡Ya que estamos al máximo, vamos con eso!

Después de su corta intervención, comenzó la siguiente canción.

—Vamos con… ¡“Zafiro ☆ Fantasma”!

¡¿Qué…?!

El orden de las canciones es diferente a la del ensayo… ¡Esto es malo, nos ha tomado mucho tiempo el venir aquí!

—¡No puede ser!

—¡Sí! ¡Debemos apresurarnos, Natsunagi!

—¡La canción que tanto estaba esperando Kimitzuka, “81”!

—¡Que no lo hago!

No es momento para bromas.

Por supuesto, Natsunagi también lo sabe, por lo que empezó a dirigirse al escenario.

Como un espejo que refleja el azul mundo… ～♪

La emoción en el lugar se elevó de inmediato y, junto a un sonido y luces fuertes como el de una explosión, todos empezaron a entusiasmarse.

“Zafiro ☆ Fantasma”… el mayor éxito de Saikawa Yui y su canción número 18.

De seguro, ella realizará ese performance en esta canción. Y eso, seguramente, se convertirá en el detonante.

Para impedir eso es que estamos aquí.

—Los tipos de los que hablaste, si están escondidos, ¿en dónde lo harían?

—No lo sé… puede que estén en las gradas con el público, o que estén escondidos tras los bastidores tal y como lo hizo el hombre de ayer.

Ayer, Saikawa y su staff me mostraron la parte de atrás del hall y de las instalaciones, pero, en vez de ayudar, nos generó más dudas. No era posible para nosotros dos solos el poder cubrir todas esas posibilidades.

Además, no es como si ellos estuvieran concentrados en ese lugar. Después de todo, al igual que ayer y hoy, incluso ahora deben de estar muy ocupados. Es por eso que no tenemos de otra que obedecer los términos de la solicitud.

Los secretos ocultos en la caja de tesoros ～♪

La canción estaba llegando a su final, y se acercaba la parte en donde sucederá el pico del show, el momento en donde liberará su sello. Si algo fuera a ocurrir, sería dentro de poco.

—… Bien, ya llegamos.

Al fin llegamos al pasillo junto al escenario, más allá de los asientos que rodean al mismo.

¿En dónde están?

Agudizamos la vista, buscando a alguien que no conocíamos.

Sin embargo, las luces de colores dificultaban nuestra búsqueda, y el potente sonido de los parlantes cercanos rompían nuestra concentración.

—¡…!

Parecía que Natsunagi dijo algo, pero por la bulla no pude escuchar nada.

… Diablos, el ambiente nos juega en contra peor de lo que esperaba.

Probablemente, en algún lugar… deben de estar en un lugar cercano. Pero ya no tenemos mucho tiempo.

Confié mi decisión a la experiencia que tenía y concentré mis ojos y oídos al lugar, pero era arriesgado dejarlo todo sobre la experiencia. Si la vista y el oído no funcionan correctamente, el cerebro también deja de hacerlo.

Esto no es bueno, el sonido y la luz están haciendo que mi cabeza se maree. Estoy empezando a sentir náuseas…

Me gustaría pedirle ayuda a Natsunagi, pero por cómo está el lugar, no podemos comunicarnos.

Algo, alguna pista…

… No, espera.

Ya veo. Incluso en este ambiente, tal vez él…

—¡Soy yo! ¡Me oyes!

Presioné mi sien y le grité al tipo que habíamos contratado para que sea el conductor del taxi.

“No puedo ver, pero, si puedo escuchar, puedo hacer algo como conducir…”. El tipo que dijo eso, después de poner a dormir a los guardias de seguridad, debe de estar fumando en los alrededores del lugar.

En otras palabras, está a unos cientos de metros de aquí, pero esa distancia no es nada para él.

Estoy  seguro  de  que  mi  voz  le  llegará,  incluso  en  medio  de  este estruendoso ruido. Incluso los latidos del enemigo le llegan, si se trata de él.

—¡Koumori, ¿dónde está el enemigo?! El bolsillo de mi pantalón vibró.

El mensaje contenía el símbolo “→”.

… ¿Esto es una flecha? ¿Algún tipo de código?

—¡…! Así que es eso…

Dejé a la sorprendida Natsunagi y empecé a subir rápidamente al escenario donde estaba Saikawa.

En medio del show de la canción, Saikawa se quita el parche de su ojo izquierdo.

Anunció que, en su canción nro. 18, haría una la mejor de sus performances, uno que usaría toda su fuerza29.

Los gritos aumentaban.

Pero ese mismo es el sello de Saikawa Yui. El secreto que nos ocultó.

—¡… El Zafiro Milagroso valorizado en tres mil millones de yenes es el ojo izquierdo de Saikawa Yui! —grité mientras sostenía a Saikawa en mis brazos y esquivaba las flechas que provenían de una pistola.