Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 3: La Hija De Un Soldado III

Capítulo 4: El Bautismo de Freida

Me desperté con un gran revuelo fuera de mi habitación. Una criada que no era Jutte estaba sentada en la silla junto a la puerta, esperando que despertara. Era bastante joven, probablemente ni siquiera tenía veinte años, y parecía amigable. Me bajé de la cama y aparté las cortinas sorprendentemente pesadas para salir. Ella sonrió cuando me vio empujar.

«Buenos días», me saludó la criada.

«¿Cómo te sientes hoy?»

«No estoy enferma, pero tampoco me siento genial. Así que estaré tranquila hoy hasta que mi familia venga a buscarme».

Ella dejó escapar una risa tranquila. “La cena de anoche fue bastante inolvidable. Todos estaban hablando del postre que tú y la señorita Freida hicieron. Toda la familia desea conocerte ahora, Myne. Todos están decididos a que trabajes aquí en nuestra tienda”.

Jajajaja. Eso es bastante malo. ¿Escapé por poco de un destino terrible gracias a dormir temprano? ¿Debería quizás no dar un solo paso fuera de esta habitación? Incluso esta criada acaba de agregar que mi futuro sería más seguro si me uniera a su tienda… Ella es una de ellas. No puedo confiar en nadie. ¡Ningún lugar es seguro!

«Um, parece que hay muchas cosas que salen por la puerta…» Miré a la puerta para cambiar de tema y la sonrisa de la criada se amplió.

“Con el desayuno terminado, la joven señorita está preparando para su bautismo. Te guiaré a la cocina una vez que termine de cambiarte”.

Para ser sincera, tenía mucha hambre, ya que no había cenado anoche, pero me dolía el estómago solo de pensar en comer con la supuestamente dominante familia de Freida. Había perdido el apetito por casi cualquier cosa.

“Um, ¿podrían traer mi comida a esta habitación? No necesito mucho ya que no me siento bien, y comer con tanta gente me pondría muy nerviosa. Probablemente tendría problemas para comer algo así».

«Ajaja, está bien. Volveré enseguida». Después de cambiarme por un par de ropas viejas de Freida, la criada salió de la habitación. Me agaché en el suelo y acuné mi cabeza en el segundo que estaba sola.

…Esto es malo. ¿Quién podría haber visto venir esto? Sabía que el maestro del gremio y Freida tenían sus ojos en mí, claro. Pero, ¿qué es esto de que toda su familia me persigue ahora? ¿Todo por algún bizcocho? Tienen una gran cantidad de azúcar, por lo que debe significar que hacen toneladas de dulces. O tal vez — y ni siquiera quiero considerar esto posible — pero ¿tal vez el azúcar es un producto nuevo que acaba de ingresar al mercado y los dulces en general aún no se han desarrollado en el mundo culinario? Eso no puede ser lo que está sucediendo aquí, de ninguna manera.

Escuché a la criada regresar con comida mientras agonizaba de rodillas. Inmediatamente me puse de pie y puse cara de póquer cuando ella entró en la habitación.

«Por favor, disfruta de tu comida».

Deben haber recordado qué tipo de comida me gustaba, ya que el desayuno era una vez más pan blanco con miel y mermelada, además de jugo de fruta dulce. No había tanta sopa como me gustaría, pero había mucho tocino y huevos. Mis puntos débiles se habían resuelto en poco tiempo.

Una vez que terminé el desayuno, decidí que sería más seguro permanecer encerrada en mi habitación hasta que llegara mi familia, usando mi salud como un escudo. El maestro del gremio y Freida solos eran lo suficientemente amenazantes; No podría tratar con toda su familia de una sola vez. Si pudiera, habría convocado a Benno y Lutz a mi lado en busca de ayuda.

Desayuné lentamente, pensando en un plan para el resto del día, cuando Jutte de repente entró corriendo a mi habitación.

“Buenos días, Myne. ¿Cómo te sientes?” Dijo Jutte, su tono sonaba demasiado nervioso para alguien que simplemente hacía una pregunta simple. Parecía el tipo de persona que solo decía lo que consideraba necesario, por lo que respondí a su pregunta por adelantado, casi me había dejado caer el pan por la sorpresa.

«No es genial, pero no tengo fiebre».

“¿Podrías ayudarnos a preparar a Freida para su bautismo? No sé cómo ponerme las horquillas».

Hice las horquillas para el cabello, por lo que podría considerarse que el servicio al cliente explica cómo se las pone. Eso debería ser lo suficientemente simple como para no atraer más atención no deseada.

Terminé mi desayuno relativamente tranquila y luego seguí a Jutte a la habitación de Freida. La suya estaba en el tercer piso. Según Jutte, la generación del maestro del gremio vivía en el segundo piso, y sus hijos más nietos vivían en el tercer piso. Pero los pisos estaban conectados por una escalera central y todos comían juntos, por lo que no tenía ganas de vivir separados.

«Señora Freida, he traído a Myne».

La habitación de Freida tenía una partición junto a la puerta. Al tirar de la partición hacia un lado, apareció una habitación similar a la habitación de invitados con una cama con dosel en la esquina, solo con un mueble con aspecto de escritorio en el extremo opuesto de la habitación. También había una pequeña mesa en el centro de la habitación con varias sillas alrededor. Las cortinas y el dosel eran rojos y rosados, adecuados para una niña, pero por lo demás era una habitación simple que carecía de muñecas o juguetes.

Había varios cepillos y horquillas alineados a lo largo de la mesa y Freida estaba sentada en su silla, cepillándose el pelo. Parecía una muñeca de tamaño natural mientras el cepillo pasaba delicadamente por su cabello rosado exuberante.

“Buenos días, Myne. ¿Te sientes mejor?”

“Buenos días, Freida. No tengo fiebre, pero tampoco estoy muy bien». Dije mi salud en términos claros para que no me pidiera demasiado.

Su expresión se nubló un poco y bajó los ojos.

«Entiendo. Perdón por llamarte, entonces. Asumí que como habías hecho la horquilla de tu hermana mayor, también fuiste tú quien le arregló el pelo».

«Así es, lo hice».

«¿Podrías peinarme de la misma manera?»

Le había trenzado el cabello de Tuuli a la mitad desde ambos lados hacia adentro. Eso no se vería mal en Freida, pero eso sería un desperdicio de sus dos horquillas, y de todos modos pensé que se veía linda con dos colitas.

«Mmm, ya que tienes dos horquillas, no creo que sea exactamente el mismo peinado aquí. Te haré dos trenzas. ¿Suena bien?”

«Apreciaría que me enseñases a trenzar así también», agregó Jutte con ojos brillantes.

Dividimos el cabello de Freida en mitades y le expliqué lo que estaba haciendo mientras trenzaba el cabello junto a su oreja derecha.

«Deslizas esto aquí abajo, lo combinas aquí y lo tuerces así».

Jutte miró desde la izquierda y comenzó a trenzar también. Como se esperaba, a ella le fue bastante bien. Mis manos eran pequeñas y, aunque no era torpe con ellas, era difícil evitar que el cabello se desparramara. El cabello de Tuuli era naturalmente un poco ondulado, por lo que las trenzas algo descuidadas no sobresalían mucho, e incluso le parecían un poco elegantes, pero con el cabello de Freida se destacarían de una mala manera.

«Creo que será lo mejor si haces ambos lados una vez que aprendas a hacer esto, Jutte. Mis manos son demasiado pequeñas para trabajar bien con el cabello».

“Me imagino que es bastante difícil trabajar con manos tan pequeñas como las tuyas. Muy bien, trenzaré el resto de su cabello”.

Con la técnica ahora memorizada, Jutte trenzó suavemente el cabello de Freida. Me di cuenta de que estaba acostumbrada a tocar el cabello de Freida ya que no dejaba escapar nada de sus manos. Y como estaba tan bien cepillado, las trenzas estaban apretadas y no flojas como las que le había dado a Tuuli.

… Aww. Me duele ver mi propia incompetencia arrojada a mi cara así.

«Me hubiera gustado más tiempo para practicar esta técnica, pero…» murmuró Jutte con frustración, mirando el cabello trenzado de Freida. Abrí mucho los ojos, sorprendida de ver a Jutte expresando abiertamente sus emociones.

Freida esbozó una sonrisa preocupada.

«Parecía que Jutte había planeado consultarte sobre esto anoche y practicar toda la noche».

«Aaah, pero me fui a la cama temprano… Lo siento». Me disculpé por haber cargado una vez más a mi debilidad, pero Jutte solo sacudió la cabeza.

«No tienes nada por qué disculparte. Tu mala salud no es culpa tuya. Simplemente lamento que si hubiera preguntado antes, podría haber vestido a la Señora aún más hoy”.

 … Entiendo. El pasatiempo de Jutte es vestir a Freida. Ella es linda como una muñeca de tamaño natural, después de todo. Entiendo. Incluso puse un esfuerzo extra en sus horquillas, así que.

Una vez que terminó de trenzar sobre las orejas de Freida, Jutte insertó las horquillas más allá de las cuerdas que tejió en las trenzas. Como cada horquilla tenía cuatro mini rosas rojas oscuras, parecían un ramo de flores desde todas las direcciones y ángulos. Las flores blancas iban bien con su cabello rosa claro y enfatizaban aún más las rosas. Las hojas verdes aquí y allá agregaron un acento agradable también.

“Sí, ¡estos son incluso mejores de lo que esperaba! Son perfectos para ti, Freida».

«Te ves excepcionalmente linda, mi señora.»

Mientras las otras doncellas que habían estado ayudando a Freida a prepararse alababan su aspecto, Jutte le trajo el atuendo de hoy. Freida se puso de pie y una criada retiró la silla. Inmediatamente extendió los brazos para que las criadas se pusieran su ropa, así que huí apresuradamente de la proximidad.

Cuando Freida levantó un brazo, una manga abierta se deslizó sobre él, y cuando levantó el otro brazo, la otra manga también se deslizó sobre él. Varias criadas a la vez abrocharon botones, apretaron las cuerdas y vistieron a Freida mientras estaba parada en su lugar.

Dejé escapar un suspiro cuando vi lo que parecía una princesa cambiando de escena de una película a mis ojos. … Esto definitivamente requiere años de práctica para hacerlo bien. Si fuera yo, bajaría los brazos en el momento equivocado y golpearía a alguien debajo de mí.

«Myne, si fuera tan amable, ¿podría ver la procesión del bautismo desde la ventana de esta sala? Sucede que esta ventana es bastante visible desde el exterior para darme una mejor vista».

La habitación de invitados en la que estaba tenía vidrio ondulado, pero la habitación de Freida tenía vidrio recto adecuado para mirar hacia adentro y hacia afuera. Sería exacto decir que la habitación de Freida era como un asiento VIP para ver la procesión del bautismo entrar al templo.

«¿No te importa?» Miré entre Freida y la ventana. Ella sonrió.

«Por supuesto no. Si tienes miedo de estar aquí sola, Jutte puede mirar contigo».

«Me parece una idea espléndida», dijo Jutte, con una sonrisa brillante en su rostro. Probablemente quería ver a Freida completamente vestida en la multitud más que nadie, incluso si tenía que estar mirando a larga distancia desde una ventana. Y si Freida me la asignaba, estaría justificada de hacerlo.

Me hubiera sentido incómodo quedarme en la habitación de alguien cuando no estaban presentes, así que aproveché la idea.

«Jutte si te quedas conmigo sería realmente agradable».

Cuando nos decidimos por eso, habían terminado de ponerse los zapatos. Las doncellas agazapadas a los pies de Freida se pusieron de pie al unísono y retrocedieron un paso.

Freida, completamente vestida, giró en su lugar. Su atuendo blanco tenía un pelaje cálido alrededor del cuello y estaba bordado con colores rojos y rosados brillantes. Se adaptaba tanto a su cabello como a sus horquillas.

«¿Algo me parece extraño?»

«Para nada, te ves adorable».

«¡Wow solo wow!” Freida, eso te queda muy bien.

«Mi señora, he traído a tu familia a verte». Mientras elogiamos su atuendo, la familia de Freida fue informada de que estaba lista y vino a verla. El maestro del gremio fue el primero en pasar la partición.

“¡Dios mío, te ves espléndida, Freida! Estos magníficos manojos de flores son tan raros para esta temporada de invierno que te pareces a la Diosa de los Brotes que lleva la primavera. Verdaderamente adorable”.

«Las horquillas que compraste me parecen maravillosas, ¿no?» Freida sonrió con un dedo en una de sus horquillas.

El maestro del gremio prácticamente se quebró dónde estaba parado.

“Sí, lo hacen bastante. Tu sonrisa feliz vale todo el dinero del mundo».

La familia de Freida comenzó a entrar en su habitación una tras otra, casi como si hubieran estado esperando que el maestro del gremio terminara de elogiarla primero.

“Wow, Freida. Esos te quedan muy bien”.

«Eres más linda que cualquier chica que conozco».

Dos niños más jóvenes, ambos probablemente de unos diez años de edad con uno un poco mayor que el otro, se amontonaron sobre ella.

Espera… pensé que Freida no estaba acostumbrada a ser halagada. ¿Qué me estoy perdiendo aquí? Incliné la cabeza confundida y Freida levantó la vista, con una expresión que dejaba en claro que no apreciaba lo que habían dicho.

«… Queridos hermanos, ¿por qué están aquí?»

«¿Qué quieres decir con ‘por qué? Es el Día de la Tierra y prometimos celebrarlo contigo».

«Lo hiciste, pero ninguno de los dos cumplió una promesa, y hoy no esperaba que fuera diferente».

Ooof, ¿sus hermanos mayores rompen promesas con ella todo el tiempo? Ok, eso es justo. Me resultaría difícil creer cualquier cosa que dijeran si mintieran todo el tiempo así.

Los hermanos, notando la falta de fe de Freida en ellos, palidecieron y comenzaron a poner excusas. Mientras una pareja de aspecto relajado miraba a los niños, notaron las horquillas de Freida.

«Huh. Esas son unas bonitas horquillas para el pelo”.

“De hecho, me gustaría uno para mí. ¡Qué espléndidos son!”

Observé a la caótica familia aturdida, asombrada al verlos enfocarse por completo en sí mismos e ignorar a los demás, cuando de repente el maestro del gremio se agachó frente a mí.

«¡Oooh, Myne!»

¡Mierda…! ¡Olvidé que me estaba escondiendo en mi habitación para evitar conocer a estas personas! Gaaah! Solté un pequeño chillido y retrocedí un paso, pero el maestro del gremio me agarró las manos y comenzó a hablar con lágrimas emocionales formándose en sus ojos.

“Me has hecho un gran favor. Te lo agradezco, Myne. Nunca he visto a Freida tan feliz por nada que le haya dado. Tenías razón, una expresión feliz es infinitamente más valiosa que una sorpresa».

«Estoy contenta de que le guste».

¡Gyaaaaah! ¡Sálvame, Bennooooo! 

“Es raro para mí conocer a alguien que entienda estos asuntos más delicados. Te consultaré antes de darle regalos a Freida de ahora en adelante. En particular, Myne, me gustaría preguntarte sobre… ¡¿ngh?!” El maestro del gremio fue retirado con un gruñido. Por un segundo me sentí aliviada de ser libre, pero ese alivio duró solo un momento. Varias personas se apresuraron a tomar el lugar del maestro del gremio.

«Entonces eres Myne, ¿eh? Mi papá y Freida me han contado todo sobre ti”.

«Um, sí…» Comencé a presentarme adecuadamente al padre de Freida, pero en un abrir y cerrar de ojos, su madre estaba justo frente a mí.

“Gracias por llevarte bien con Freida. Ella ha estado sonriendo mucho más de lo habitual últimamente. Como su madre, me gustaría expresar mi gratitud».

«E-Ella ha sido una muy buena amiga para mí, así que…» Antes de que pudiera terminar mi oración, los dos hermanos acercaron sus caras a las mías.

¡Por favor! ¡Al menos dame tiempo suficiente para responder! Además, ¡sus caras están cerca! ¡Demasiado cerca! Tenía tanto pánico que apenas podía hablar, congelado en el lugar y parpadeando rápidamente, cuando de la nada los hermanos comenzaron a acariciarme la cabeza sin dudarlo.

«Wow, eres real. Ella ha dicho mucho sobre ti, pero estaba seguro de que solo eras una amiga imaginaria. No pensé que alguna vez vería la cosa real».

«Sí, porque esta es la primera vez que te vemos y llevas aquí días. Además, tu boca se está abriendo y cerrando».

 ¿Qué quieres decir, wow, soy real? ¿Soy algún tipo de monstruo raro con una baja tasa de encuentro?

«Hermanos, es hora de irse. ¿Bajamos? Aléjense de Myne, por favor”.

«Bien, bien. No quieres llegar tarde, ¿verdad? Cuanto antes te vayas, mejor”.

Me aferré a la mano amiga de Freida y retrocedí lo más posible. Uno de los hermanos me agarró del brazo derecho y el otro de la izquierda.

“Ven con nosotros, Myne. Celebremos juntos el bautismo de Freida».

«Eres nuestra invitada, así que puedes venir con nosotros sin ningún problema. ¡Cuantos más, mejor!”. Me sostuvieron por ambos lados y sacudí la cabeza desesperadamente, pero, naturalmente, nadie de esta obstinada familia aceptaría un no por respuesta.

¿Es este el poder de la genética? ¿Todos los miembros de la familia del maestro del gremio tienen un gen que les hace no escuchar a la gente?

“Hermanos, incluso me regañaron por empujarla más allá de sus límites corporales. Por favor, no la obligue a hacer lo que no se siente cómoda haciendo. Su familia vendrá a buscarla esta tarde y sería impensable que se enfermara antes de eso”.

Mientras el resto de su familia solo miraba con cálidas sonrisas, solo Freida dejó escapar un suspiro y alejó a sus hermanos de mí. Hoy, Freida fue realmente mi ángel guardián.

«Pero no queremos perder esta oportunidad de pasar tiempo con ella».

«Myne no está bien, por lo que estará observando el bautismo desde la ventana de esta habitación. Ella no saldrá afuera. Me encantaría que ella también viniera, pero esto está fuera de nuestras manos”.

Sus hermanos de repente me dejaron ir, con aspecto sombrío. Deben haber recordado el pasado de Freida como ella se enfermaba, atrapado en su habitación y mirando por la ventana con envidia.

“Ahora bien, la campana está a punto de sonar. Debemos salir y mostrarle al mundo nuestra hermosa señora”, dijo Jutte, después de lo cual el conjunto de miembros de la familia se agolpó alrededor de Freida y salió afuera de una vez. Solo podía pararme allí y ver retroceder el tornado del caos.

Parecía que desayunar sola había sido la decisión correcta. Habría sido abrumada por su aluvión de preguntas y enviado a la cama inconsciente en poco tiempo.

«¿Estás bien? No son malas personas, pero son un poco contundentes».

¡¿Qué quieres decir, un poco?! ¡Son la definición de contundente! Le di una broma a Jutte en mi cabeza y me acerqué a la ventana. A pesar de la chimenea encendida que calentaba la habitación, el área alrededor del alféizar de la ventana estaba fría. Me envolví en un chal que Jutte sacó y miré por la ventana.

Estaba muy soleado, pero las pequeñas nubes de nieve flotaban a veces y mi aliento nublando la ventana indicaba lo frío que estaba afuera. Afuera pude ver a Freida rodeada de sus vecinos, destacándose como una princesa. Su familia la rodeaba y parecía más feliz de lo que la había visto antes.

Podría decir fácilmente desde arriba que pocos niños tenían horquillas para el cabello, lo que hizo que los que vendí Freida se destacaran aún más. Podía entender cómo Freida había notado la horquilla de Tuuli mientras miraba desde esta ventana.

… Tuuli debe haberse destacado mucho también. Ella era tan linda que estaba segura de que se convirtió en la charla de la ciudad después. Por un momento, al menos.

A pesar de ser hoy el bautismo de Freida, lo único en lo que podía pensar era en el bautismo de Tuuli. Pensamientos de mamá sonriendo con su mejor atuendo y papá tratando de evitar su reunión pasaron por mi mente. De repente, realmente quería ver a mi familia.

“Myne, te ves mal. ¿Está todo bien?»

“Ver a Freida feliz con su familia me hizo extrañar a mi familia. Es extraño, estoy nostálgica a pesar de que hoy me voy a casa».

¿Me extrañaste, Myne? Seguro que te extrañé.

Mi familia vino a buscarme justo después de que sonó la campana del mediodía, como si hubieran estado esperando exactamente. El amor de papá solía ser un poco abrumador para mí, pero ahora me calentó el corazón.

«Solo un poco. Te extrañé un poco”.

La familia de Freida nos invitó a almorzar con ellos, pero mi madre era firme acerca de no querer cargarlos más, y resolví las cosas diciendo que quería comer la comida de mi madre por primera vez en semanas. Logramos salir y llegar a casa sin que nos detuvieran.

«Quería comer su comida demasiado…», dijo Tuuli, haciendo un mohín con las mejillas hinchadas.

Me reí.

“Lo siento, Tuuli. Pero quería comer la comida de mamá en lugar de sus cosas elegantes».

«Sí, porque la comida de Effa es excelente».

Regresamos a casa juntos con papá, que estaba de buen humor, cargándome sobre su hombro. Solo había estado fuera de nuestro apartamento en pobreza por unos días, pero estaba en casa, y regresar allí me llenó de alivio desde el fondo de mi corazón.

La casa de Freida tenía comida cara, un lujoso cuarto de baño, camas mullidas y básicamente todo lo que podía pedir. Cada una de esas cosas me excitó, pero al mismo tiempo, estaba tan ansiosa que acabé exhausta. La vida allí era limpia y conveniente, pero por alguna razón, no podía imaginar vivir allí.

Aaah… En algún momento, este lugar se convirtió en mi hogar. Mi estadía en Freida me hizo notar un cambio sorprendente dentro de mí.