Tensei Shitara Slime Datta Ken (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: La Invitación del Rey Gazel

Parte 1

Pude ver a un niño que sufría de una fiebre intensa; con un paño frío y húmedo en la frente. Antes de que alcanzara la temperatura ambiente, estaba sumergiendo un paño nuevo en agua para luego escurrirlo. Era un esfuerzo valiente. Y ni siquiera era su propio hijo.

“Está bien”, dijo, sonriéndole al niño cuando él, aturdido forzó a sus ojos a abrirse antes de cerrarlos nuevamente, aliviado.

El sueño seguía viniendo y viniendo. Desapareciendo en negro, y luego con cada escena, el niño cambiaba, todos parecían sufrir un dolor terrible.

—Se suponía que era solo un sueño, pero de alguna manera, pesaba demasiado sobre mi alma.

Hmm…

Después de todo ese trabajo practicando cómo dormir y recompensándome con una siesta ocasional, los sueños que tenía empezaban a volverse bastante intensos. ¿Estoy siendo castigado por algo?

Lo dudaba. No tiene sentido ser pesimista. Mantengamos nuestros ojos hacia adelante. Hago que la gente se preocupe cada vez que actúo de manera sombría. Tengo que mantener las cosas alegres.

Se acercaba el día de la reunión prometida con el rey Gazel. Benimaru finalmente regresó después de su prolongada ausencia, por lo que ahora podría dirigirme al Reino Enano con cierta tranquilidad.

Si se hubiera retrasado, yo también planeaba retrasar mi propio viaje, preocupándome porque nuestras ausencias simultáneas dejarían a mi propia nación abierta a cualquier ataque.

Benimaru y Rigur me informaron sobre lo que vieron en Eurazania—Benimaru primero.

“Su alianza de guerreros es tan formidable como esperaba. Son un equipo de lucha completamente entrenado, hasta el último soldado. Sin incluir a Carrion-sama ni a usted en la ecuación, Rimuru-sama, no estoy seguro de si saldríamos victoriosos solo con nuestras propias tropas”.

Se había centrado principalmente en observar la situación militar del dominio y, a juzgar por su evaluación, eran una fuerza a tener en cuenta.

“Sí, sus enviados también tenían muchas cosas buenas que decir sobre nuestro entrenamiento de batalla”.

“Estoy seguro, mi señor, y tenemos que agradecer a Hakurou por eso. En términos de preparación para la batalla, estamos totalmente en sintonía con ellos, pero tienen la ventaja en números y capacidad central. Para ser sincero, un ejército de doscientos mil orcos representaría una amenaza menor que una fuerza de licántropos de un cuarto de ese tamaño. Evitar la guerra con ellos es, sin duda, la elección correcta”.

Teniendo en cuenta la confianza suprema que normalmente exudaba de cada poro, era extraño ver que Benimaru no ofreciera ninguna garantía de victoria esta vez. En cualquier caso, una guerra total era nuestro último recurso. Por eso, negociar para evitar eso, era lo más inteligente en una diplomacia como esta.

“Bueno, hablando en escalas más pequeñas por el momento, ¿crees que deberíamos desarrollar algunas tácticas para tratar con ellos que no impliquen un asalto frontal completo?”

“¿Tácticas, señor?”

“Sí. Quiero decir, con una batalla militar, si derrotas al líder, ganas, ¿verdad? No intentes eliminar toda la fuerza. Solo derriba a su comandante, y todo está bien. Eso estropeará la cadena de mando y hará imposible que la fuerza se comunique entre sí, ¿no?”

“Golpear al comandante… Ya veo…”

“No es nada tan complicado, amigo. ¿Recuerdas al Orc Lord? No matamos a los doscientos mil de esos tipos, ¿verdad? Atacamos a la cabeza. Solo digo que también podemos hacerlo a nivel de fuerza con otros oponentes. Creo que entrenarnos para derrotar a los comandantes enemigos nos permitirá disfrutar de una gran ventaja en la batalla”.

“En efecto. Sin comandantes que los guíen, descenderían a un grupo simple y rebelde”.

“Bien, bien. Y sería una mierda que el enemigo también nos hiciera eso, ¿no es así? Entonces, antes de que tengamos que lidiar con eso, estoy diciendo que tomemos una posición ventajosa para nosotros mismos. No es fácil desarrollar las habilidades individuales de cada soldado, pero lo que podemos hacer es entrenarlos en ese tipo de trabajo en equipo. Entonces, podemos usar la Comunicación de Pensamiento o lo que sea para confundir a nuestro enemigo y hacer que pierdan la noción de quién está al mando de nuestras propias fuerzas. Eso nos ayudaría a ser un mejor ejército, ¿no?”

“Muy interesante, señor. Y creo que tengo el método justo para entrenar eso. Nuestros luchadores han sido mucho mejores en mantenerse al día con el entrenamiento de Hakurou últimamente. Ahora sería el momento perfecto para pasar al siguiente nivel”.

“Excelente. Veamos qué podemos hacer con eso”.

Benimaru sonrió con entusiasmo. La imagen de las orgullosas fuerzas de Carrion lo puso nervioso, pero mi sugerencia pareció encender algo dentro de él que disipó cualquier inquietud. Así que prometió trabajar con Hakurou para entrenar a nuestros soldados mientras vigilan la ciudad. Bien por él.

El siguiente era Rigur.

“Los edificios en Eurazania eran un poco más crudos que los nuestros, mi señor”.

Sin embargo, el palacio real en el medio del dominio se jactaba de la extravagancia, marcando una notable diferencia con respecto al resto de las tierras. Las riquezas del dominio parecen centradas en este palacio, pero no de una mala forma—parece ser lo que la gente de Carrion quiere para su líder. El rey demonio ejerce una tremenda influencia sobre los escuadrones de la Alianza Guerrera, y parece comprometido a hacer la vida segura y pacífica para todos sus ciudadanos”.

Tenía que reconocérselo al chico. Su dominio parecía un lugar increíblemente seguro para vivir. Simplemente recordar la ambición que mostró durante su visita me hizo estremecer, así que esperaba el brillante informe de Rigur.

“No solo con los edificios”, continuó Rigur.

“Su artesanía industrial general, demuestra habilidad técnica notablemente inferior a la nuestra”.

“¿Oh? Sí, apuesto a que tenemos a Kaijin y sus hombres, además de Kurobe, Shuna y todos los demás. Supongo que realmente lo tenemos bastante bien aquí. Estoy feliz de escucharlo”.

“Rigur tiene razón”, intervino Benimaru.

“Por lo que vi, los licántropos, junto con las diversas razas bajo su protección, viven en circunstancias bastante modestas”.

Hmmmm. Entonces ambos se sintieron así. Supongo que eso significaba que nuestro nivel de comodidad había mejorado bastante, si se comparaba con el dominio personal de un rey demonio.

“Sin embargo”, interrumpió Rigur, “hubo una cosa bastante impresionante que me llamó la atención”.

“¿Qué sería eso?”

“Su agricultura. En el dominio de Carrion, los campos se extienden más y más de lo que cualquiera de los nuestros podría esperar, repletos de una amplia variedad de abundantes cultivos. La tierra es fértil allí, señor, y están altamente capacitados para administrar sus esfuerzos agrícolas”.

Ya veo. Tierra fértil, ¿eh? Recién había planeado aceptar algunos de esos cultivos a cambio de productos terminados… pero ¿podríamos obtener también algunos conocimientos agrícolas?

“¿Alguna de estas habilidades se puede obtener para nosotros?”

“… Creo que es posible, señor”.

“¡Excelente! En ese caso, me gustaría que Lilina recomendara algunos miembros de nuestros administradores de tierras para nuestro próximo viaje. Quiero que estudien el sistema que tienen allí en profundidad y vean si podemos adaptarlo a nuestras propias tierras”.

“Una buena idea”, dijo Rigurd.

“Nuestra situación alimentaria ha mejorado enormemente, pero todavía estamos adoptando un enfoque de ensayo y error con muchos de nuestros problemas. Quizás eso nos ayude a acelerar las cosas”.

Ahora sabíamos en qué centrar su atención durante la próxima expedición.

Dejé que Rigurd y los otros ancianos resolvieran los detalles, salí de nuestra sala de reuniones. El Reino Enano esperaba, y era hora de abordar todas las pequeñas cosas que necesitaba cubrir antes de eso.

Entre seleccionar un regalo o dos para el Rey Gazel, construir una cartera de todo lo que teníamos en desarrollo y resolver lo que me pondría para mi visita, hubo muchas molestias… o debería decir, cuestiones espinosas que abordar.

Benimaru, por supuesto, se unió a mí.

“¿Hmm? ¿No deberías quedarte en esa reunión? Dirigirás el próximo equipo allí, ¿no?”

“Sobre esa pregunta, señor, creo que estamos en buenas manos. Descubrimos que el rey demonio Carrion era completamente confiable. Es posible que necesitemos guardaespaldas durante el camino, pero con la relación que tenemos, no veo ninguna razón para preocuparnos por emboscadas repentinas. Rigur-kun y yo estuvimos de acuerdo en ese sentido, por lo que ya hemos decidido que él dirija la próxima misión”.

“¿Oh? Bueno, entonces suena bien. Supongo que Carrion no es solo un tonto que confía en su poder, entonces”.

“En absoluto, no. Intenté pelear con él, pero él simplemente se rio”.

¡Whoaaaaaa! ¿Qué pasa con eso de la nada?

“Um, ¿estás seguro de que fue una buena idea? No estaba realmente enojado, ¿verdad?”

“No señor. No podía desatar exactamente Hellflare, así que me golpeó bastante fuerte. Todavía tengo mucho que aprender. Me recordó el refrán familiar de Hakurou: nunca confíes en la fuerza pura para dirigir tus movimientos. Pensé que el entrenamiento de Milim-sama había mejorado mi técnica hasta cierto punto, pero…”

Me contó esta historia tan despreocupadamente como si estuviera informando sobre el clima.

Ugh. Tal vez no debería permitir que Benimaru saliera de nuestras fronteras después de todo. Si Rigur liderara futuros enviados, al menos no tendría que preocuparme por eso. Tal vez por eso, Rigur se ofreció como voluntario para el puesto.

De todos modos, necesitaba que Benimaru mantuviera nuestro dominio seguro en mi ausencia—una tarea de la que ya estaba al tanto.

“Voy a contar contigo para eso”.

“Entendido, señor. Ya he derrotado a Phobio, el Colmillo Leopardo Negro. ¡A menos que un enemigo de rango rey demonio levante su fea cabeza, prometo que nos mantendremos a todos a salvo!”

Sí… no quería darle demasiados elogios después de que admitió haber peleado con un “enemigo de rango rey demonio” en este momento, pero haber derrotado a Phobio era increíble, tenía que admitirlo. Tener un oponente de nivel superior como Milim entrenándonos en la batalla debe haber ayudado.

Benimaru realmente estaba creciendo con el resto de nosotros. Sus ganas de luchar me ponían nervioso de que él nos representara en tierras extranjeras, pero él debería mantener mis propias tierras seguras en mi ausencia. Haría más y más viajes al extranjero en el futuro, y Benimaru necesitaría convertirse en la piedra angular de nuestras propias defensas.

El gran día estaba aquí. Me puse la ropa de viaje y salí.

Todos estaban muy ajetreados con la preparación para la partida; Yo era el único sin mucho que hacer. Bueno, yo, Kaijin y los tres hermanos enanos, claro. Todos estaban dando vueltas afuera, vestidos con elegantes atuendos formales en los que normalmente nunca serían atrapados, y lucían tensos al respecto. Estaban tan nerviosos que casi tuve que reírme.

“¡Buenos días caballeros!”

“¡Whoa! ¡Hola jefe!”

““¡Buenos días!””

“…”

Myrd era taciturno como siempre. Siempre era extraño cómo entendía lo que quería decir a pesar de eso. Los cuatro regresarían a casa por primera vez en mucho tiempo; no era de extrañar, entonces, que todos tuvieran mucho en qué pensar.

“Realmente tenemos que agradecerle, jefe”, agregó Kaijin.

“Si no hubiera sido por ti, no creo que pudiéramos volver a ver nuestra patria”.

“¡Tú lo dijiste! ¿No es así, muchachos?”

“Cierto”.

“…”

La reacción de Myrd me hizo reír. Estaban siendo demasiado halagadores, pero si estaban emocionados por el viaje, todo estaba bien, pensé. Después de todo, los forcé a abandonar el único hogar que conocían. Esa siempre fue una preocupación para mí.

“Bueno, también me alegro por ustedes. Ya que llegué a conocerlos a todos. Kaijin, has hecho maravillas por nosotros, como herrero y como gerente de todos nuestros esfuerzos de producción. El taller de Garm es responsable de todas las armaduras de nuestra nación; Dord está manejando todo, desde artesanías hasta herramientas mágicas. Y Myrd, con su ayuda en el funcionamiento de nuestro departamento de construcción, hay elegancia en cada edificio que nos rodea. Todos ustedes han sido de gran ayuda para mí”.

“¡Je, je, je! ¡Como artesanos, no podríamos pedirles más elogios!”

Los tres hermanos asintieron de acuerdo con Kaijin. Sí, realmente son artesanos, muchachos. Me hizo tan feliz que no pude evitar reírme junto con ellos.

Después de esperar un poco más, todos estábamos listos para partir. Esa conversación con los enanos me ayudó a olvidar por completo el sueño sombrío que tuve antes. Siempre es bueno comenzar un viaje con una actitud positiva como esta.

Las cosas procedieron sin problemas en el camino. Los esfuerzos de Geld habían valido la pena—ahora teníamos un camino bellamente trazado para recorrer. Se había ampliado a un tamaño cómodo, lo que facilitaba el desplazamiento de los carruajes. Aprovechando esto, ahora estábamos viajando con estilo con dos carruajes de caballos en nuestro grupo.

Bueno, no carruajes de caballos. Los enviados de Eurazania tenían carruajes de tigres; Supongo que esto significa que estábamos viajando con carruajes de lobos. Estaban siendo arrastrados por los Starwolves bajo el liderazgo de Ranga, y tener a esas bestias tan poderosas liderando el camino hizo un viaje fácil para todos nosotros.

Había un poco menos de diez personas uniéndose a los enanos y a mí en este viaje.

Primero, Shion, mi asistente principal, y Shuna, mi subsecretaria. Shuna era más mi cocinera personal que otra cosa, tal vez, pero pensé que ella podría ayudar a presentar cosas como nuestra operación de fabricación de telas a los enanos.

En realidad, tenía la intención de que Shion se quedara y ayudara a Hakurou a mantener el fuerte, pero ella insistió tan vehementemente que la dejé venir.

Todo “¡No es justo!” esto y “¡No puede ser!” eso y “Solo Shuna… en un viaje en solitario con usted, Rimuru-sama…” y así sucesivamente, con episodios de sollozos y violencia de por medio. Todo un calvario. Traté de explicarle que esto era un asunto serio, no un divertido viaje de verano, pero ella no estaba escuchando, y al final, no valía la pena el tiempo para intentar convencerla.

Ella era, por supuesto, toda sonrisas mientras me sostenía cerca de su pecho, disfrutando del viaje a bordo de uno de los carruajes de lobos. Estábamos en la delantera, junto a Shuna, lo que significaba que una u otra me acunaría suavemente, por turnos, todo el camino.

El segundo carro estaba ocupado por los cuatro enanos, y comparado con eso, no me puedo quejar de viajar con un par de hermosas mujeres.

Ranga mismo estaba con nosotros, aunque fuera de la vista y protegiéndome desde las sombras. Gracias a Movimiento de Sombra, literalmente me estaba siguiendo casi todo el tiempo en estos días. Podía sentirlo cerrando los ojos con pura felicidad mientras disfrutaba de mi aura. Le pregunté si se sentía agobiado, escondido en mi sombra, y él dijo: “¡En absoluto, maestro! ¡Es bastante cómodo!” Entonces lo dejé. Tenerlo de guardia para emergencias me hacía sentir mejor, además, y todos los demás estuvieron de acuerdo conmigo en esto, por lo que estaría acechando en esa sombra por un tiempo.

Finalmente, Gobta estaba apuntalando nuestra guardia con varios patrulleros hobgoblins—bajo su control directo.

Uno de los hobgoblins—un aprendiz llamado Gobzo—me parecía especialmente tenue. Se me ocurrió el nombre por capricho, y él solo… No sé, parecía estúpido.

“¿Crees que ese tipo está bien?”

“¿Quién, Gobzo? ¡Puede apostarlo, señor!”

Gobta juró que el tipo estaba bien, solo un poco loco. Un hobgoblin descrito como “un poco loco” por Gobta, que también era un poco loco.

Hoo, cielos. Tenía una tendencia a mirar fijamente al espacio, con la boca abierta, lo que me preocupaba. No parecía demasiado “concentrado” para mí, pero parecía lo suficientemente útil sobre la espalda de un Starwolf, así que pensé que sería tonto de mi parte perder el sueño por eso.

Así que continuamos por la carretera, custodiados por Gobta y los otros seis jinetes goblin. El carruaje era lo suficientemente resistente como para que el viaje fuera aceptablemente cómodo—especialmente teniendo en cuenta que estábamos avanzando a alrededor de 40 Km/h, que el típico carruaje de caballos no podía soportar.

La tecnología exclusiva de amortiguadores que desarrollamos era el secreto detrás de la robustez del carruaje, permitiendo que los ejes se muevan independientemente sin ser golpeados contra el carro. Hacía maravillas para cancelar los golpes en el camino, otro sello distintivo de la calidad de precisión producida por nuestra forja enana. Y no terminaba allí—nuestros neumáticos también eran de vanguardia.

Normalmente, se fabricaban con las ruedas apenas reforzadas, lo que significa que rápidamente se arañaban y dañaban más allá del uso. Estos neumáticos estaban hechos de una resina especial endurecida que proporcionaba un efecto adicional de absorción de impactos. La resina era más flexible y resistente de lo que pensaba—una combinación bastante buena, incluso para los neumáticos de mi mundo.