Tensei Shitara Slime Datta Ken (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: La Invitación del Rey Gazel

Parte 2

Gobta estaba muy interesado en estos ejes y ruedas, examinándolos curiosamente de cerca. Se había hecho un carrito para él hace mucho tiempo, y debe haber estado comparándolo con su esfuerzo anterior.

“¡Wow!” Suspiró asombrado.

“¡Sabía que debería haber construido el mío así!”

Debería ayudarlo a construir un nuevo carro más tarde, pensé.

Pero estaba divagando. El punto es que estas innovaciones estaban haciendo que este viaje fuera bastante fácil. Tal vez era menos debido a la suspensión de nuestro carruaje y más gracias a la carretera plana y sin obstáculos que la tripulación de Geld nos hizo, pero aun así era cierto.

Espiamos las lejanas montañas Canaat en el segundo día de viaje.

Las cosas habían ido muy bien a lo largo de este camino bien mantenido hasta ahora. El viaje era de un poco más de 900 km en un solo sentido, pero viajar a través de un bosque consumía cantidades vertiginosas de tiempo.

Pasar la misma cantidad de tiempo en una carretera como esta, hacía que la experiencia fuera mucho más fácil. Esta vez era un invitado del estado, y mostrarnos agotados por el viaje no sería demasiado apropiado, pensé.

Nos hemos esforzado por darnos suficiente tiempo. A diferencia de antes, había casas para dormir instaladas a intervalos regulares en el camino. Servían como cuartos de los trabajadores durante la construcción, con la idea de que podrían convertirse en posadas simples una vez que se convirtiera en una ruta de comercio público. Por lo tanto, todos nos quedamos en una para el alojamiento nocturno.

En el camino, también nos encontramos con unos pocos High Orcs en medio del trabajo de pavimentación. Trabajaban como un equipo unificado, bajo el mando de un capataz de aspecto presumido. Como una máquina bien engrasada, realizan hábilmente su trabajo.

Demonios, podrían enseñarles una o dos cosas a algunas de las cuadrillas de construcción con las que traté en mi vida anterior.

Realmente era un ambiente ideal. Les di un “¡Buen trabajo, muchachos!” Al pasar, todos se arrodillaron y me saludaron.

“¡Rimuru-sama! Nuestro trabajo avanza según lo previsto. Hemos preparado el suelo que estamos utilizando sin problemas, y ahora estamos terminando la superficie. Estamos regresando desde el Reino de los Enanos ahora mismo, ¡así que el camino que tiene por delante está completamente terminado!”

Lancé una mirada hacia adelante. El capataz tenía razón—vi un camino bien diseñado esperándonos. Era simple, sí—cubierto de grava, con piedra triturada dispuesta uniformemente sobre ella. Eso era todo lo que realmente necesitábamos, pero encima de eso, el grupo había colocado piedras recién extraídas para hacer una especie de superficie pavimentada.

Procurar toda esta piedra y colocarla de manera uniforme en una extensión de camino tan amplia sería casi imposible en mi mundo anterior. Aquí, mientras tanto, nuestros trabajadores tenían una gran cantidad de habilidades útiles para ayudar al esfuerzo. El Estómago que Geld mantenía con su habilidad Gourmet hacía que el transporte a pequeña escala (teletransportación, realmente) entre High Orcs, les permitiera enviar piedra procesada desde las canteras, directamente al sitio de construcción. Hablando de eficiencia.

Mi trabajo hubiera sido tan fácil en mi vida anterior con esas cosas. Sin preocupaciones por el almacenamiento de material, sin problemas de envío; solo unas pocas habilidades extraordinarias utilizadas para obtener el máximo efecto. Un enfoque muy parecido a un monstruo.

Sin embargo, estaba claro que los High Orcs no solo dejaban que sus habilidades hicieran todo el trabajo. Estaban dando el 110 % todo el camino. Por eso quería agradecerles por sus esfuerzos.

“¡Miren esto! Todos ustedes han hecho un gran trabajo para nosotros. ¡Siéntase libres de irse temprano y tomarlo con calma el resto del día!”

Saqué varios barriles de bebida de mi estómago y los dejé caer sobre el suelo.

“¡No vayan a excederse!”

Los vítores estallaron arriba y abajo del camino. Y con todas las gracias que me dieron, decidimos quedarnos allí a pasar la noche.

Al día siguiente:

“““¡Buenos días, Rimuru-sama!”””

En el momento en que Shion me sacó de la cabaña, fuimos recibidos por varios cientos de orcos que estaban formados.

“¡Whoa!” Grité. Todos los trabajadores que no pude saludar personalmente ayer debieron reunirse aquí temprano en la mañana.

“¡Buen trabajo, todos!” Shion asintió, intentando sonar lo más importante posible. Shuna se rio de esto mientras los saludaba a todos. Los hobgoblins susurraron entre ellos, asombrados por el espectáculo.

Ranga, mientras tanto, permaneció acurrucado en mi sombra—esto no le preocupaba, ya que las condiciones del camino realmente no le importaban a su especie. A diferencia de Ranga, tenía un gran interés en cómo se veía el camino completado. Tenía que agradecer a estos High Orcs.

“Me alegra ver el magnífico trabajo que están haciendo. ¡Sigan así!”

Un sentimiento simple, pero sigue siendo un gran impulso moral. Les seguí ofreciendo mi agradecimiento personal mientras me saludaban. Todos me sonrieron de principio a fin, lo que también hizo mucho para levantarme el ánimo. La cerveza que proporcioné anoche, aparentemente era un gran éxito, así que le di al capataz unos barriles más antes de irnos. Era clave para un líder mostrar un aprecio apropiado cuando los tiempos lo requerían. Sentí que habría algunas maneras mejores de proporcionar eso que con un poco de alcohol sofisticado, pero qué más da.

Completamos la parada observando a los grupos mientras volvían al trabajo.

En poco tiempo, estábamos en el camino una vez más.

Viajar en el camino completado hizo que el carruaje de lobos fuera más suave que nunca. Parecía que íbamos un poco más rápido. Comenzaba a sentir que valía la pena este esfuerzo de construcción.

Las piedras que recubrían la carretera eran ásperas al tacto, combinaban bien con los neumáticos de resina en nuestros carros y también evitaban el deslizamiento.

Fueron diseñados de esta manera para proporcionar tracción en climas lluviosos; No esperaba que también suavizaran el viaje, pero estaba seguro de que los comerciantes que ejercerían su oficio a lo largo de la carretera, lo apreciarían.

Observé todo esto, satisfecho conmigo mismo, mientras el carruaje de lobos aceleraba. Sería la tarde del cuarto día cuando llegamos a nuestro destino.

La Nación Armada de Dwargon.

La última vez que estuve aquí, nos hicieron alinear frente a la puerta. Mirando hacia esa gran y opresiva entrada, cerré los ojos y reflexioné sobre el pasado—o lo habría hecho, si tuviera ojos. En cambio, asumí mi forma humana dentro de mi carro y me cambié a mi atuendo ceremonial.

Cuando salí del carruaje, encontré un pequeño furor en erupción frente a la puerta. Oh, mierda, ¿Gobta otra vez? Pensé reflexivamente, pero estaba equivocado. Resultó que los enanos ya habían salido corriendo de su carro, intentando abrir la puerta por sí mismos, para disgusto de los otros comerciantes y aventureros cercanos.

“Hey hermano. Me alegra ver que estás bien”.

Este era Kaido, jefe de la guardia local y el hermano menor de Kaijin.

“¡Ah, Kaido! ¿Cuánto tiempo ha pasado? La vida ha sido genial trabajar para mi viejo jefe Rimuru”.

“Estoy seguro. Está escrito por toda tu cara. ¿Dónde está Rimuru-dono, por cierto? Él puede ser tu ‘jefe’, pero también es nuestro invitado estatal. Tendremos que darle un cálido saludo primero…”

Estaban teniendo esta conversación justo a mi lado. Vamos chicos. ¿Por qué me ignoran? … Oh, cierto, estoy en forma humana, ¿no?

“¡Kaido, Kaido! ¡Soy yo! ¡Rimuru! ¡Esa linda niña genio que tiene la magia para transformarse en lo que quiera! ¡Eeeek!”

No pude evitar unirme a la diversión, por mucho que me hiciera odiarme.

Gracias a las preguntas extremadamente importantes de Kaido en mi última visita, de alguna manera resultó que era una joven atractiva con habilidades mágicas—y aunque fue Shizu quien me otorgó esta forma en particular, era una combinación sorprendentemente perfecta para mi historia anterior.

“… ¡¿Qué?! ¡Eso no puede ser! Eh … ¿Rimuru-dono? ¿Quieres decir que… realmente fuiste maldecido por una bruja malvada?”

“¡Por supuesto no! ¡Basta de formalidades! ¡Yo soy Rimuru, Capitán Kaido!”

Me miró con los ojos vidriosos, incapaz de responder. Debo haberlo confundido por completo y podía entender por qué. Probablemente estaría bastante asustado si un slime se convirtiera en una chica bonita frente a mí.

“Yo—me alegro de que estés bien, er… Rimuru-sama…”

No fue hasta mucho después de que la puerta se abrió por completo que logró pronunciar una respuesta.

Pasamos por la puerta, guiados por Kaido y sus guardias. Normalmente, los carros y vehículos serían dirigidos a través de otra entrada, donde serían estacionados en un área de espera para descargarlos. Sin embargo, como invitados de estado, se nos permitía entrar directamente en nuestros carruajes de lobos. Teníamos a los Starwolves tirando de nosotros—bestias deslumbrantes y musculosas—y solo eso, atrajo la atención de todos. Pero el simple hecho de que el gobierno abriera la puerta principal para nosotros fue suficiente para atraer a una multitud al otro lado.

Podía escuchar los comentarios lanzados desde ambos lados mientras avanzábamos.

“Domesticando a estas magníficas bestias mágicas… ¡Un grupo poderoso, de hecho!”

“¿Son demonios? Nunca los había visto antes…”

“Qué carruajes tan extraños. ¡Las ruedas se mueven independientemente unas de otras!”

“¿Ves cómo suben y bajan a lo largo del camino, incluso mientras el carro en sí se mantiene estable? Una magnífica pieza de herrería”.

“Pero ¿quiénes son? ¿Y por qué merecen el tratamiento completo de la puerta de entrada? Ni siquiera hacemos esto por la realeza de los reinos más pequeños, ¿verdad?”

“No. ¿Quizás de uno de los grandes poderes? Si es así, su escolta es bastante pequeña”.

“Además, con toda esta amabilidad que les estamos dando, esperaba un rey o algo así… ¿pero enviaron una princesa en su lugar?”

“¡Oh sí! Ella es muy linda, ¿no es así?”

Oh mierda. Todavía estaba en forma humana, ya que era demasiado vago para volver, pero realmente debería haber intentado parecer más masculino, al menos. Hacer eso significaría gastar una corriente continua de magículas, lo cual era un fastidio. Pero ya era demasiado tarde, y era un invitado de honor de Dwargon y todo, así que mejor actuar natural, supongo. Vamos con eso.

Mientras escuchaba los comentarios de la multitud, noté que Kaido asentía gravemente en mi carro, ayudándonos a dirigir la procesión.

“Sabes, tengo que decir que venir aquí con un grupo tan pequeño en respuesta a una invitación real es un poco descuidado de tu parte, ¿no? Sé que estoy siendo grosero, pero me temo que tendrás que aceptar algunas miradas dudosas en respuesta”.

“Oh, no, agradezco el consejo. Tengo que admitir que soy un poco nuevo en este tipo de cosas. Sin embargo, ¿esto parece un pequeño contingente?”

“Bastante, sí. Normalmente, esperarías un gran y ostentoso desfile pasando por aquí, una impresionante muestra de fuerza. La visita anual de la nobleza en Falmuth, déjame decirte… No es nada menos que magnífica”.

“¿Lo es…?”

Las relaciones internacionales comenzaban a parecer mucho más dolorosas de lo que había imaginado.

“Quizás”, comentó Shion con resentimiento, “deberíamos haber traído toda la fuerza de jinetes goblin con nosotros. Con ellos, y con un equipo dragonewt patrullando los cielos, hubiéramos podido expresar la plenitud de su majestad, Rimuru-sama”.

“No”, rechacé esa idea “porque dejaría vulnerables nuestras propias tierras. ¿No recuerdas que decidimos todo eso en la reunión?”

Pensé que Shion iba demasiado lejos con la idea de que flotaba en la reunión, pero podría haber estado en lo cierto todo el tiempo.

“Aun así”, intervino Shuna con una sonrisa, “no creo que nos estemos subestimando con nuestra procesión. Gobta-kun y su fuerza están equipados con una gama completa de lo último en armas mágicas. El ojo entrenado reconocería su valor y fuerza en cualquier momento”.

Ella tenía razón. Todo era equipo único y excepcional. Como eran prototipos, había muy pocos de ellos. Las armas eran de Kurobe, la armadura de Garm, y ambas estaban fortificadas con las grabados mágicos de Dord. Parte de nuestra misión aquí era mostrar nuestra tecnología al mundo, por lo que era importante que todos llevaran lo último y lo mejor para nosotros.

Tal magia de grabado todavía tenía tasas de éxito muy bajas. Pasaría un tiempo antes de que pudiéramos equipar a todos nuestros luchadores con equipos Únicos. Pero tampoco necesitábamos hacerlo, y ya estaba bastante satisfecho con lo que teníamos.

“Ciertamente”, dijo Kaido con una sonrisa y un asentimiento, “no pude evitar notarlo. No puedo decir qué pensarían otras naciones al respecto, pero nuestros camaradas, al menos, están bastante asombrados en este momento”.

Llegar con un grupo tan pequeño fue un paso en falso, pero en términos de calidad, creo que estuvimos a la altura de cualquier otra nación.

“Bueno”, dije con una sonrisa satisfecha, “no te preocupes”.

Seguimos por la calle ancha mientras Kaido nos guiaba al palacio. No se uniría a nosotros por dentro.

“Nos vemos pronto hermano”.

“Así es. Te veré más tarde”.

Los dos hermanos se despidieron y Kaido me saludó antes de irse.

Dorf, el capitán de los Caballeros Pegaso, recibió el liderazgo de Kaido, vestido con su atuendo más elegante. Llevaba el uniforme de un oficial civil, pero eso probablemente era solo una fachada. Los Caballeros que dirigía, eran un equipo secreto directamente bajo el mando del rey, y si no reconocía el atuendo, definitivamente reconocía sus ojos agudos.

“Es bueno verlo de nuevo, Rimuru-sama. Me agrada verlo con buena salud”, dijo en saludo, con una sonrisa suavizando su tosco rostro.

“Y lo mismo para usted, Dorf-dono. Gracias por invitarme hoy”.

“¿Incluyendo ‘-dono’? ¡Ah-ha-ha! ¡No hay necesidad de eso conmigo! Solo estoy aquí para guiarlo con Su Majestad. Pero antes de eso…”

Dorf hizo una señal a sus hombres. La mayoría parecían ser burócratas reales, pero vi algunos Caballeros Pegaso entre ellos.

“Mis disculpas, pero ¿puedo pedirle que se abstenga de portar sus armas durante su visita?”

“Oh, por supuesto”.

Asentí mientras le daba la espada que colgaba de mi cadera.

Lo aceptó de forma cortés y la colocó en una caja de almacenamiento. Shuna le entregó un abanico plegable fabricado por con Acero Mágico, del cual no estaba completamente seguro de que fuera un arma, aunque sí que no era un viejo abanico normal.

Shion también se quitó su propia gran espada, pero en lugar de entregarla, solo miró al asistente que la manejaba.

“Este es Gorikimaru. Es extremadamente valioso. Trátelo con rudeza y lo pagará”, dijo, dándole una mirada tierna. Una vez que dijo su frase, se la entregó.

¿Qué tan importante es eso para ella? Pensé. Caray, le puso un nombre y todo. Hablando de amar algo. El asistente luchó con eso un poco antes de aplicar un agarre más firme. Si lo hubiera dejado caer, Shion habría perdido por completo la compostura. Me imaginé que el asistente era un Caballero Pegaso encubierto, porque la persona promedio no tendría ninguna esperanza de cargar eso.

La entrega de armas fue bastante fácil para todos nosotros. Pero no para los hobgoblins.

Gobta y su banda tenían armadura, por lo que tuvieron que ser escoltados fuera de la cámara para cambiarse. “Los veo luego”

“¡Como diga, Señor!”

Gobta no estaría entrando en la sala de recepción del rey de todos modos. Nuestro contingente de guardia estaría esperando en la habitación de al lado. Solo estaríamos nosotros y los asistentes del rey allí, y estaba bien con eso. Estaba feliz de que dejaran entrar a Shuna y Shion como funcionarias de mi gobierno. Shion era mi secretaria, pero la forma en que se veía y actuaba solo gritaba “militar”. Si decidieran que solo yo podía entrar, sabía que ella levantaría un infierno al respecto. Qué bueno que los enanos fueran de mente abierta al respecto.