Kimi to Boku no Saigo no Senjo, Aruiha Sekai ga Hajimaru Seisen

Volumen 5

Capítulo 4: Estrella mutante

Parte 2

Ese guardia es  el antiguo Santo Discípulo Iska.  No perdería  en un ataque lanzado a Sisbell. Por eso Alice podía fingir que no sabía nada de sus asuntos.

—Entonces me despido, madre. Por favor, ten cuidado.

—La dejo a tu cargo —La transmisión terminó.

Al mismo tiempo, Alice dejó escapar un largo suspiro y levantó la vista.

—Qué triste. Nunca antes le había mentido a mi madre.

—Eso no es verdad. Cuando no desea ir a los grupos de lectura matutinos, afirma que tiene una migraña debilitante.

—Rin.

—…Un desliz verbal —Rin arruinó el ambiente.

—Bueno, está bien. Necesito tu ayuda —Le hizo un gesto a su asistente en el callejón—. Como escuchaste, no puedo volver al estado central porque mi madre quiere que busque a mi hermana aquí.

Por eso, Alice tenía que cambiar de rumbo otra vez.

—Mi   hermana  todavía  se   está   quedando  en   el   hotel.   Regresarás inmediatamente.

—¿Para seguirla?

—Para vigilar a mi hermana. Y asegúrate de que no te descubran.

Encontrar a Sisbell y protegerla. Fingir que no sabía nada de sus acciones.

Era imposible lograr ambos objetivos, por lo que Alice iba a dejar de vigilar a Sisbell.

…Rin es originalmente mi guardia… En nuestra torre de entrenamiento, domina una amplia gama de cosas, desde el espionaje hasta el asesinato.

En cualquier caso, Alice no podía hacerlo. Era imposible para una aficionada vigilar a alguien en secreto. Eso requería una habilidad especializada.

—Trabajaremos por separado. Yo me encargaré de las maletas y esperaré en la terminal. Si algo sucede, infórmame inmediatamente.

—Por supuesto. Lady Alice… —Descargada del equipaje, Rin la miró seriamente—. Si la reina y Lady Sisbell son el objetivo, no sabemos si usted será la próxima. Por favor, tenga cuidado.

Entonces se dio la vuelta, cortando el aire con sus hombros mientras se precipitaba hacia adelante.

Después de que Alice la vio irse, la princesa comenzó a caminar.

—…La última vez que mi madre fue atacada, fue por Salinger.

Era la segunda vez que se cometía este grave crimen en su historia. Tal vez el cerebro detrás de este segundo ataque es una fuerza a tener en cuenta, como lo fue el autor del incidente original, una persona con tanto poder y maldad.

—Pero alguien del mismo nivel que Salinger… no hay muchos en la familia real. ¿Quién podría ser?

Los vientos del umbral se dispararon. Era la hora de la noche en que los altos edificios tienen un tono de tinta en su coloración. Había pasado un día completo desde el intento de golpe de estado contra la reina. No hubo nuevos acontecimientos.

—Buenas noticias, chicos. ¡Shuvalts llegó al estado central! —La voz de Sisbell sonó en la habitación del hotel, lo cual fue raro—. Debería poder tener una audiencia con la reina mañana. Si conseguimos su ayuda, ¡deberíamos ser capaces de asegurarnos un pasaje seguro de vuelta!

—’Deberíamos’, ¿eh? Eso no inspira confianza.

—… Eres tan deprimente —Sisbell frunció el ceño a Jhin.

No había forma de que no se diera cuenta, pero se negó a mirarla a los ojos, viendo el techo en su lugar.

—Te digo que no te emociones. Seamos sinceros. Piensa en qué hacer cuando las cosas no salgan según lo planeado.

—… Lo sé —Sisbell se sentó en el sofá, con aspecto de estar disgustada.

Aunque el sofá era lo suficientemente grande para cuatro adultos, se apretó junto a Iska, que estaba en la esquina.

…Si esto hubiera sido ayer, le habría preguntado por qué está sentada a mi lado… Pero no hay nada que pueda hacer ahora. No puedo rechazarla.

Inclusive a su lado, su nerviosismo era dolorosamente obvio. El atentado a la vida de la reina pesaba mucho sobre ella.

—Oye, ¿qué deberíamos hacer hoy? Ayer patrullaste el hotel, ¿verdad? — Nene se levantó de repente de la alfombra—. No podemos saber lo que está pasando fuera de la habitación del hotel. No creo que podamos ver las caras de la gente una vez que oscurezca. ¿Deberíamos ir afuera?

—…Hoy no. La policía militar está vigilando —Sisbell suspiró.

La calle fuera de los muros de cristal estaba iluminada con pinchazos de luz por la noche.

—Aunque me preocupa lo que está pasando fuera, debemos ser pacientes y esperar. Aguantemos hasta que Shuvalts pueda contactar con la reina…

Fue interrumpida.

¡DRRRR! Una explosión sonó, haciendo eco en las paredes de la habitación del hotel. La pared de vidrio reforzado no se rompió, pero la mesa y las sillas de la sala temblaron por la onda expansiva.

—¡Ah!… ¡¿Qu-qué fue eso?! —Sisbell cayó sobre su trasero y se hundió en la alfombra.

En la calle, un paso de peatones a menos de 100 metros del hotel estaba envuelto en llamas de un fantástico color violeta que estaba más allá de la imaginación.

Las vívidas brasas púrpuras se convirtieron en una gran flor en el cielo nocturno.

—¿Un ataque astral…? —preguntó Mismis.

—Eso no fue una bomba. Comandante, ¡eso fue una llama astral! —Nene

gritó.

Sus voces se superpusieron. Brasas flotaban sobre destellos dispersos, brillando con magia.

…Una explosión… alimentada por la energía astral… ¡como la del golpe de ayer!

Los labios de Sisbell se pusieron azules por el miedo.

¿La persona que atacó a la reina estaba ahora en el octavo estado?

—La policía militar está corriendo alrededor. ¿Tal vez encontraron al culpable en las calles esta noche y la persona comenzó a arremeter contra ellos?

—En ese caso, ¡deberíamos perseguirlos! —Sisbell se obligó a ponerse de pie sobre sus temblorosas rodillas—. Les hablé de mis poderes astrales. Aunque el culpable haya huido, es posible ir tras ellos. Si encontramos su identidad e informamos a la policía militar, eso garantizará mi seguridad.

—¡¿Quieres ir allí…?! —La Comandante Mismis agarró su taser con ambas manos pequeñas.

—No vamos a pelear, Sisbell —Iska le habló desde atrás, siguiendo a la bruja hasta la puerta—. Sólo necesitamos averiguar su identidad y ubicación,

¿cierto? No necesitamos entrar en combate.

—Sí, sólo necesitamos informar a la policía militar. Ese será nuestro plan.

Se dirigieron al pasillo. Los otros invitados oyeron el alboroto, que se extendió por el pasillo, y se amontonaron alrededor del ascensor.

—Ugh,  no  puedo  creer  que  este  lugar  esté  lleno  de  espectadores…

¡Usemos las escaleras!

La princesa comenzó a correr por las escaleras de emergencia. Cuando llegó al vestíbulo del primer piso, ya estaba sin aliento.

—¿Estás bien?

—S-sí… pero esto funciona a nuestro favor. Mira alrededor del vestíbulo. Los huéspedes bajaron para ver lo que está pasando. Podemos desaparecer entre la multitud.

Se dirigieron al exterior, donde las calles estaban iluminadas por farolas. La policía no estaba cerca porque se dirigían a la escena del crimen.

—Iska, todavía hay energía astral por allí —Nene señaló el cielo nocturno.

Fue entonces cuando la sombra de la noche fue atravesada por otro ataque explosivo.

—¡N-no otra vez!

Y fue mucho más grande que el anterior. Fue lo suficientemente intenso como para hacer que todos los huéspedes que salían del hotel se dispersaran como arañas bebé.

—¿El culpable está peleando con la policía?

—Es  posible.  ¡Debemos  apurarnos,  Iska!   —Ella  cortó  por  la  acera, dirigiéndose al otro lado de la calle.

Pasaron entre los edificios, avanzando por el callejón, y corrieron hasta el lugar de la explosión. Se levantaron brasas en el aire. Más adelante, no había una sola persona que se mantuviera en pie.

—¿Qué…? —Un chillido se escapó de la princesa bruja.

La policía militar se había desmoronado. Estaban tendidos en la fría calzada con escudos antidisturbios aún en la mano o se desplomaron contra las paredes del edificio.

No era sólo la policía militar.

—¡Los agentes de la reina…!

Hombres y mujeres vestidos de traje estaban atrapados bajo la policía militar. Iska no podía diferenciar entre ellos y los civiles, pero si Sisbell insistía en que eran los agentes de la reina, entonces no había error.

…Si son los soldados de la reina…… fueron atacados durante su búsqueda de Sisbell?

Desbloqueó un largo maletín. Entonces Iska sacó sus espadas astrales, iluminando sus alrededores. Tal vez tendría suerte y nadie se acercaría a ellos dentro de las brasas. Él sabría inmediatamente si alguien sospechoso apareciera.

—Sisbell.

—¡S-sí!   —La    princesa   puso   su   mano   en   su   pecho,  tratando   de concentrarse en su respiración y cerrando los ojos.

—Por favor, muéstrame tu pasado, querido planeta…

—Te encontré… Hubo un susurro bajo.

Fue pura suerte que Iska se las arreglara para escucharlo. El viento de los edificios de arriba barrió el sonido desde la azotea.

—¡Sisbell, mira hacia arriba!

En el borde del techo del edificio, una figura solitaria flotaba, mirándolos.

—¡¿Es ese el uniforme del ejército astral?!

—Mire bien, jefa. Se ve similar, pero es diferente —Jhin giró el cañón de su arma hacia él—. …No hay error… ese es el culpable.

La persona llevaba una túnica de combate y una capucha sobre su cabeza.

La tela del uniforme era aún más gruesa que la del ejército astral, salpicada de manchas púrpuras que parecían venenosas. La figura llevaba guantes gruesos que dejaban tres de sus dedos al descubierto.

… Parece que más alto que yo… Pero si las suelas de sus zapatos son más gruesas, no puedo decir su género.

No pudo identificar su edad o sexo. De hecho, no se sorprendería si fuera un soldado mecánico bajo toda esa ropa. Sus prendas parecían no tener nada que ver.

—Sisbell, ¿esa persona es de la Soberanía?

—N-no…  nunca  lo  había  visto  antes.  No  es  del  ejército  astral.  O  los guardias de élite de la familia real —Sisbell engulló audiblemente.

Apretó sus manos en puños, resuelta a cumplir con su deber o morir.

—¡Bárbaro! —Sisbell gritó—. Atacaste a las respetables fuerzas públicas y a los agentes de la reina. ¡No serás absuelto de tus crímenes!

—……

—Puedo adivinar que estás en una posición cercana a la familia real. Si estoy aquí…

—Aplastar —El atacante giró la punta de sus dedos hacia ella.

Sintiendo la presión invisible sobre su cabeza, Iska tomó a Sisbell en sus brazos.

—¡Salta! —Su voz fue aplastada por la masa que cayó sobre ellos.

Mientras llevaba a la princesa, Iska cargó hacia adelante. Jhin retrocedió. Nene y la Comandante Mismis se lanzaron al lado de la formación.

Crack. El pavimento de piedra sobre el que Iska estaba parado se partió.

—¿Fue eso viento? Pero no escuché nada… lo que significa…

—¡Es Gravity! —Sisbell se las arregló para gritar mientras Iska hacía su aterrizaje—. Es una ola de energía astral creada por la manipulación de las ondulaciones. ¡No hay duda de que la policía militar fue aplastada por eso!

—También hemos visto eso en el campo de batalla.

Podría funcionar como una trampa invisible. Si fuera fuerte, podría incluso inmovilizar un vehículo militar en marcha. Era comparable a una telaraña. Si alguien se enredaba en la red gravitacional, quedando inmovilizado, los magos podían combinar fuerzas para atacar con fuego o hielo.

—Aléjate de aquí, Sisbell.

—¡¿Eh?! ¡¿Iska?!

Empujó a la princesa bruja de vuelta. Sabía que era duro ocuparse de ella. Sin embargo, no tenía muchas opciones. El asaltante era así de poderoso.

…Gravity es invisible. Apenas puedo decir donde está basado  en los movimientos aéreos… Será imposible protegerla y reaccionar a tiempo.

Y luego estaba esa fuerza destructiva.

Logró romper el pavimento de piedra. No habría sido una exageración llamarlo un KO de un solo golpe. Si la masa de gravedad hubiera caído sobre su cabeza, Iska habría perdido el conocimiento.

.. Y este ataque es diferente a las ráfagas violetas de antes. ¿Hay dos atacantes o más?

—¡Sujétate! —Mismis instó.

—¡Voy a tirar, Comandante! —dijo Nene.

La capitana extendió una mano a la asombrada princesa, mientras Nene jalaba a Mismis para tirar de ella hacia la sombra del edificio. Ella estaba ahora fuera de la vecindad de los ataques gravitacionales.

—¡Jhin!

—No grite, jefa. Me va a delatar. Lo que sea. No tienen defensa de todos modos.

Detrás de Iska, el francotirador desapareció en las sombras, respirando y fijando su puntería con la pistola en su mano derecha.

—Gravity no significa nada contra las balas.

Los proyectiles rompieron a través de la noche. Saliendo de la oscuridad, golpearon el hombro, el pecho y las costillas del asaltante. El atacante se derrumbó. Aunque el uniforme debía ser a prueba de balas, no absorbió todo el impacto.

—¿Eh? Oh, ¿Lo tienes? ¿A esa distancia…? —En su escondite, Sisbell estaba aturdida.

— ¡¿Cómo hiciste eso en esta oscuridad?! ¡¿No necesitas unas gafas nocturnas?!

—Cállate y escóndete —Jhin disparó una cuarta vez.

La bala se disparó directamente a la azotea, hiriendo la pierna derecha del asaltante. La asombrosa figura se desvió hacia adelante.

—Elige. Puedo llenarte de agujeros o puedes caer.

—Urk  —El  asaltante  no  identificado  saltó  desde  la  azotea  hasta  el pavimento de piedra unos metros más abajo.

El impacto de la caída libre debió fracturar todos los huesos de sus piernas, pero fue suavizado por una manipulación de la gravedad.

Sin embargo, su lento descenso lo convirtió en alimento para la espada.

—Ser pisoteados.

—Demasiado lento —Iska dio un paso adelante con su espada desenvainada.

Él respondió a la ágil retirada del atacante, cortando diagonalmente a través de la tela con su espada negra astral y cortando el protector del cuello. Voló por los aires. Su hoja incluso tocó la piel de debajo… cuando sintió algo extraño.

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

—¿Qué?

La falta de resistencia de la punta de la hoja lo asustó. Iska detuvo su hoja. No fue causado por las fibras de la ropa.

Tampoco fue la firmeza del músculo humano. Se sentía como si estuviera cortando a través del agua.

—¡Iska! ¿Es este el momento de ser amable con alguien? ¡Podrías haberlo vencido!

—……

—¿Iska?

No tenía respuesta para la princesa. Ni siquiera él tenía una explicación.

Nunca antes había experimentado ese escalofrío instantáneo y esa sensación en la punta de su espada.

—Tú.

—Oh… me cortaste el protector de cuello. No puedo usarlo más.

El asaltante arrancó la costura parcialmente destrozada de la capucha, arrancando la máscara sobre su cara.

—Cuatro de ustedes en total, ¿eh? Para ser guardias improvisados, son buenos. ¿Quiénes podrían ser todos ustedes?

Es… una bruja pelirroja.

Llevaba un pendiente en su oreja derecha y un gran aro en la izquierda. Sus ojos les desafiaban. Parecía del tipo rebelde. Cuando se quitó el guante, la mano que estaba debajo parecía tan delgada y delicada, que Iska dudó de sus ojos.

…Es pequeña bajo esas ropas… no tan pequeña como la comandante o Sisbell, pero tiene que ser más baja que Nene.

La bruja agitó su mano a alguien detrás de Iska.

—Hola, pequeña Sisbell. Parece que finalmente saliste de esa habitación.

—Vichyssoise, ¿eres tú?

—El octavo estado es bastante grande. Hasta encontrar a una niña pequeña como tú se convirtió en un gran calvario. Pensé que sacarte sería más fácil que buscarte —La bruja guiñó un ojo.

Con una sonrisa amistosa, la bruja Vichyssoise plantó sus pies en las cabezas de los agentes de la reina colapsados. Era casi como si hubiera encontrado el lugar perfecto para ponerse de pie.