Kimi to Boku no Saigo no Senjo, Aruiha Sekai ga Hajimaru Seisen

Volumen 4

Capítulo 5: Ejecucion por un cazador de brujas

Parte 1

En las calles comerciales de Alsamira, las sombras de la noche se profundizaban, y soplaba a través de los huecos de los edificios un viento lo suficientemente frío como para enfriar a cualquiera hasta la médula.

—Esto es malo. Se ha hecho muy tarde.

Mientras arrastraba un carrito de viaje, Alice se abrió camino a través de los silenciosos caminos principales con largas zancadas. Había cruzado el extenso desierto y los suburbios llenos de lujosas casas en taxi. Hace unos momentos, había llegado a la calle comercial.

… Rin buscó el hotel donde se alojaba Sisbell. 

… ¿Pero supongo que es la hora de la cena? O puede que ya esté durmiendo.

 Esperaba invitar a su hermana a cenar. Pero debido a que habían encontrado esas espeluznantes huellas cruzando el desierto, el autobús se había retrasado.

Eran huellas, rastros de algo mucho más grande que un humano acechando en el desierto.

Lo que sea que haya pasado debe haber sido mucho más grande que cualquier humano. Basándose en los rastros de aceite de máquina, Alice dedujo que el culpable era uno de los soldados mecanizados del Imperio. Por eso fue que se apresuró a dirigirse a ellos.

—Pensé que el Imperio lo había enviado, con la intención de invadir este país… pero eso no me parece correcto.

Las afueras de la ciudad y las calles estaban tranquilas. Si un solo soldado mecanizado hubiera puesto un pie en esos lugares, los guardias habrían montado un escándalo.

—…¿Lady Alice?

—¿Qué?

Oyó una voz que venía justo delante de ella. Era casi como si sus ojos no hubieran registrado al anciano que se acercó. Su cabeza estaba ocupada con pensamientos sobre la naturaleza de las huellas y conversaciones hipotéticas con su hermana.

—¡Lo sabía! ¡Es usted, Lady Alice!

Era el caballero mayor que llevaba un traje perfecto. Era el guardián Shuvalts. Había sido el ayudante de Sisbell desde su juventud, el único sirviente que sabía lo que pensaba Sisbell desde que empezó a encerrarse en su habitación.

—Shuvalts. Qué coincidencia…

De repente se puso nerviosa por dentro.

Si este hombre estaba en el distrito comercial, eso significaba que Sisbell tenía que estar en algún lugar cercano. ¡Oh no! ¡No estoy preparada! Nunca imaginé que me encontraría accidentalmente con ellos tan pronto.

—Uh, ¿Está Sisbell-?

—¡¿Ha visto a Lady Sisbell?!

—…¿Perdón?

¿Qué significa eso?

¿Su hermana se había separado de su guardián?

—No he sido capaz de ponerme en contacto con ella. Me dijo que tenía varios asuntos que necesitaba atender a solas.

—¿Qué?

Necesito detalles. Ahora. Bajo las farolas, Alice dio un paso hacia el hombre mayor…

Fwoosht, una luz azulada se deslizó a través del cielo vacío.

—¡¿Eh?!

Vino de las afueras de la ciudad, lejos del distrito comercial. Era donde Alice había estado.

…Está muy lejos, incluso más lejos que las casas vacacionales de las zonas residenciales… ¿Podría venir de encima de la instalación de perforación de petróleo?

La luz se fundió en el negro de la noche instantáneamente, pero si ella pudo verlo en el suelo desde esta distancia, debe haber sido cegador.

Alice pensó que se parecía a la luz reveladora de la energía astral.

—Lady Alice, ¿qué pasa?

El hombre mayor miró a Alice, aparentemente sin notar la luz detrás de él. Estaba segura de que no había otras personas que lo hubieran presenciado desde las calles o las ventanas del hotel.

—No puede ser. ¡Pero no puede ser nadie más que el Ejército Imperial!

Las huellas en el desierto volvieron a su mente. Dudaba que el Ejército Imperial atacara abiertamente este país, pero Alice sabía que el Imperio tenía muchos motivos.

Había una bruja pura sangre aquí, Sisbell. El Ejército Imperial no tendría reservas en lo que respecta a la hija de la reina de la Soberanía.

…Pero, ¿por qué sabrían la ubicación de Sisbell?… Muy pocos saben que ella está fuera.

Eso incluye a Alice, la reina, y a su hermana mayor, Elletear.

Las Casas Zoa e Hydra tenían sus propias redes de inteligencia, lo que significa que podrían tener alguna información. Pero eso debería ser todo.

¿Alguien vendió a Sisbell al Imperio? 

—Tienes que pensar en eso más tarde, Alice —se dijo a sí misma.

— Existe la posibilidad de que haya soldados imperiales escondidos. Si esa luz fuera parte de una batalla…

—¿Lady Alice?

—Shuvalts, dejaré mis cosas contigo. Por favor, ¡espera aquí órdenes hasta que tengas noticias de Sisbell!

Abandonó el carro y corrió hacia la noche, dirigiéndose a las afueras de las instalaciones de la perforación de petróleo que bordean el desierto.

—El Ejército Imperial eligió a la persona equivocada con quien cruzarse.

Cortó por el viento helado. No le importaba que estuvieran distanciadas. Sisbell era débil. Su hermana no podía protegerse sola.

En ese caso… tenía la obligación de proteger a su hermana menor.

—¡No perdonaré a nadie que ponga un dedo sobre Sisbell!

***

La investigación de la energía astral era el único campo de estudio prohibido dentro del Imperio, pero había una excepción: la única acumulación de intelecto llamada “Omen”.

Era un instituto de investigación del poder astral que había sido establecido a través de una votación de los Ocho Grandes Apóstoles. Una de las cosas que había salido de ese instituto era Objeto. El Cazador de Brujas. El verdugo y el soldado.

Y estaba frente a sus propios ojos.

—…¿Q-qué es esto, Iska? —Sisbell miró hacia arriba con miedo.

— ¿Por qué me persigue? No fuiste tú… quien sugirió que enviaran esta arma después de todo este tiempo, ¿verdad?

—No tengo esa clase de autoridad. Dejé de ser un Discípulo Santo hace un año.

—…

Sisbell debe haber entendido eso. Iska había perdido su posición como un Discípulo Santo. Ese había sido su castigo después de sacarla de la prisión.

—En ese caso… —La princesa se mordió el labio.

— ¿Por qué haces esto ahora? ¿No dijiste que no serías mi aliado?

—Sí, tienes razón.

—Entonces, ¿por qué estás aquí y…?

—Era lo mismo hace un año.

—¿Qué?

—Fue lo mismo hace un año. Yo soy un soldado imperial y tú eres una maga de la Soberanía. No puedo ser tu aliado, pero te ayudé de todos modos. No he cambiado desde entonces.

—…

—Yo también tengo mis razones… tengo una gran cantidad de cosas que no te he contado.

Iska llevaba el par de espadas astrales, una blanca y otra negra, que había heredado de su maestro en el pasado y se giró para enfrentarse al “arma móvil”.

“Objetivo de contención ‘Pura Sangre 9LC.'”

 Esta arma sólo podía distinguir entre “enemigos” y “no enemigos”. Cualquiera que interfiriera en la contención de una bruja era considerado lo primero. Eso es porque un soldado imperial salvando a una bruja es inconcebible. Fue programado para pensar de esa manera.

—Vamos  a  destruir  esta  cosa.  Mis  amigos  están  deteniendo  a  ese enmascarado para que no te persiga.

Los que destruyeron a Objeto fueron magos astrales de la Soberanía. Las cosas podrían complicarse si Lord Mask apareciera mientras Iska intentaba engañar al cuartel general.

—…¿Vas a ayudarme?

—Respuesta corta, sí. Al menos, no planeamos entregarte a Objeto o a Lord Mask.

—¡Nh!

La pequeña princesa bajó la cara. Todavía tenía mucho más que mejorar en comparación con su hermana Alice.

—…Iska —dijo con su voz juvenil.

— Eres tan injusto. Siempre me estás engañando… y me hace querer depender de ti…

—Esa es una conversación separada.

El soldado mecanizado comenzó a acelerar. Después de un golpe, Iska se lanzó desde el suelo. Objeto agitó la espada larga de cerámica reforzada de su brazo de acero que sobresalía de su espalda.

—Nene, sigamos con el plan habitual.

—¡Déjamelo a mí!

Corrió directamente hacia Objeto desde el frente.

…Ha entrado en modo de auto-eliminación… y ya me está tratando como un enemigo.

Era el aliado de la bruja. En otras palabras, era el enemigo del Imperio. Una brizna de viento rugió a través del espacio.

El soldado mecanizado se había adaptado a la noche profunda por su exterior negro azabache, e incluso el brazo que empuñaba su espada era gris. Era difícil ver la hoja, pero Iska apuntó mejor y bajó su espada negra astral.

—¡Ja!

“—”

Eran el único par de espadas astrales del mundo.

Su oponente empuñaba un sable largo de cerámica que había sido reforzado con cristal refinado mediante técnicas desarrolladas en el Imperio. Ambas hojas podían cortar a través del acero, se cruzaron entre sí.

Y luego rebotaron una contra la otra.

—¿…Gah?

El chirriante sonido de los metales resonó, e Iska se sintió volando por el aire.

Con el impacto, fue enviado hacia la valla que rodeaba el equipo de perforación de petróleo.

—¡¿Whoa, Iska?!

—¡Iska!

Nene y Sisbell gritaron.

Como un gato, voló por el aire y apenas logró aterrizar en sus dos pies mientras se acercaba a la valla estando de espaldas a ella.

…Es  como  un  tigre  contra  un  ratón…  Sabía  al  entrar  en  esto,  pero  no  es compatible con un humano.

La masa de acero debía acercarse a un peso de once toneladas, impulsada por la energía cinética.

Si sólo utilizara la fuerza física, se vería superado con creces.

—Odio no poder decir lo que está pensando…

No  tuvo  un  momento  de  concentración  antes  de  que  se  moviera  como  un humano. Y debido a que su brazo de acero estaba unido a su espalda, sus movimientos eran increíblemente difíciles de detectar. Era fundamentalmente diferente de un espadachín humano.

—Lo intentaré de nuevo…

Puso la espada blanca en su funda. Si su oponente no era un mago astral, no era el momento de usar la espada blanca. Dejó que su mano izquierda libre se uniera a su mano derecha y apoyó la hoja negra con un agarre a dos manos.

—Eso es todo.

Evitó la espada larga de cerámica reforzada y dio vueltas alrededor de Objeto. Antes de que su gigantesca forma giratoria pudiera seguirlo, Iska apuntó a sus piernas de acero y bajó su espada.

CRUNCH.

La hoja astral fue detenida… por la otra mano que venía de la espalda de Objeto, por el muro creado por el escudo antidisturbios.

—…Este no es un escudo normal.

El escudo fue creado como una contramedida contra brujas y hechiceros, con el objetivo de defenderse contra el fuego, el agua y el rayo. Por otro lado, carecía de fuerza. Todo lo que podía hacer era detener una bala de un arma de fuego.

—Un corte, eh.

Había  dejado  una  ligera  abolladura  con  su  espada  en  el  grueso  escudo.

¿Cuántas veces se necesitarían para que el escudo se rompiera?

—¡Iska! ¡¿Q-qué te está dando tantos problemas?! —Sisbell gritaba desde donde se había retirado cerca de la valla.

— ¿Te llamas a ti mismo un Discípulo Santo? ¿No tienes… una habilidad más fuerte? ¡Como un truco secreto! ¡Un as bajo la manga! ¡Algo! ¡¿Algo?!

—¿Un qué secreto?

—¡Algo!

—No.

—¡¿Perdón?!

—Me especializo en cosas anti-astrales contra magos.

Eso es porque había sido entrenado de esa manera bajo la instrucción del espadachín más fuerte del Imperio. Si se enfrentaba a un mago astral, podía incluso seguir el ritmo de uno de los descendientes de la Fundadora.