Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 3

Capítulo 3: Los Secretos De Un Maestro

Una vez más, estaba soñando. Esta vez, estaba viendo a un grupo de ángeles descender del cielo. Parecía bastante agradable, comparado con mis pesadillas recientes.

Entonces noté que partes de los ángeles estaban ocultas por mosaicos pixelados. A medida que se acercaban, se reían de mí al unísono, y sonrisas espeluznantes se extendían por sus rostros.

En cuanto me di cuenta de que esto no iba a ser un sueño feliz, me desperté.

“Otra pesadilla…” He estado teniendo muchas de esas últimamente.

Me senté lentamente y estudié el árido y rocoso campo de tierra frente a mí. Este era el continente demoníaco: una mitad del supercontinente que se desgarró en una guerra entre la humanidad y los demonios, y el hogar de las diversas razas demoníacas que una vez se unieron por el dios demonio, Laplace.

Su área era aproximadamente la mitad de la del Continente Central, pero era un lugar mucho más duro. Había muy poca vegetación, para empezar. El terreno estaba marcado por grietas y fisuras; los cambios en la elevación eran abruptos, con grandes pendientes rocosas que sobresalían como escalones en una escalera gigante. Los viajeros a menudo encontraban su camino bloqueado por montones de rocas más altas que un hombre. El lugar era básicamente un laberinto.

Además, sus densas concentraciones naturales de energía mágica significaban que estaba plagada de numerosos y poderosos monstruos. Por lo que había leído, caminar de un extremo al otro tomaría tres veces más tiempo que un viaje a través del Continente Central más grande. Teníamos un camino muy duro por delante, y no estaba seguro de cómo darle la noticia a Eris.

Pero cuando miré a mi alrededor, la encontré mirando el paisaje sombrío con la emoción brillando en sus ojos.

“Uhm, Eris. Parece que estamos en el Continente Demoníaco, así que…”

“¡El continente demoníaco! ¡Qué aventura va a ser ésta!”

¿Había alegría en su voz? Bueno, está bien entonces. No hay razón para ser un aguafiestas y explicar lo peligroso que va a ser esto.

 “Movámonos”, dijo Ruijerd.

“Sígueme.” Juntos, los tres salimos de la llanura estéril.

***

Al parecer, Eris se había hecho amigo de Ruijerd mientras yo dormía. Ella charlaba con él mientras caminábamos, describiendo su vida en casa, sus lecciones de magia y su práctica de lucha de espadas con gran entusiasmo. Ruijerd no contribuyó mucho a la conversación, pero ofreció amables expresiones de interés cuando era necesario.

Era difícil creer que Eris había estado aterrorizada de ese hombre la noche anterior. En ese momento, ella no parecía sentirse intimidada por él en lo más mínimo. De hecho, ella hizo algunos comentarios que rozaban la grosería. Me puso más que un poco ansioso, pero Ruijerd nunca pareció ofenderse.

¿Quién dijo que los Superd tenían un temperamento terrible? Estaban claramente llenos de eso.

Por supuesto, Eris no era tan propensa a insultar a la gente como solía serlo. Edna y yo le habíamos quitado ese hábito, así que probablemente no iba a decir nada demasiado horrible, o eso quería creer. Aún así, era difícil saber qué podía enfurecer a un extraño de una cultura desconocida. Realmente esperaba que ella tuviera cuidado aquí.

Además, Eris tendía a enfurecerse fácilmente, así que… ojalá Ruijerd hiciera lo mismo. Mientras ese pensamiento pasaba por mi mente, oí la voz de Eris agudizarse con irritación.

“¿Rudeus no es tu hermano mayor entonces?”

“¡Por supuesto que no!”

“Pero compartes el nombre Greyrat. Es un apellido, ¿correcto?”

“¡Eso no lo convierte en mi hermano!”

“¿Nació de una madre diferente? ¿engendrado por un padre diferente?”

“No, no. Tampoco es eso”.

“No sé cómo los humanos ven estas cosas, pero deberías estar agradecido de tenerlo.”

“¡Mira, tienes una idea equivocada!”

“A pesar de todo, agradece que lo tienes.”

“Ugh…” Ruijerd había hablado con firmeza, y Eris vaciló un momento antes de ceder.

“Por supuesto que estoy agradecida…”

No es que seamos hermanos de verdad, por supuesto. Además, es mayor que yo.

***

El Continente Demoníaco hizo honor a su reputación de ser un lugar rocoso y escarpado.

El suelo también era duro, seco y polvoriento: más arena que tierra. No se puede culpar a los demonios por iniciar una guerra para salir de este asqueroso lugar. Apenas había plantas. De vez en cuando veía algo extraño y rocoso que parecía una especie de cactus, pero eso era todo.

“Espera aquí un momento. No te muevas de aquí, ¿entiendes?”

Una vez cada diez minutos más o menos, Ruijerd nos ordenaba que nos quedáramos sentados y no saliéramos corriendo. Esta vez, saltó fácilmente sobre una serie de enormes rocas, desapareciendo rápidamente de la vista. Las habilidades físicas del hombre eran increíbles. Siempre había pensado que Ghislaine era casi sobrehumana, pero si tradujeras su agilidad en bruto a números, Ruijerd podría salir ganando.

Menos de cinco minutos después de su última partida abrupta, volvió a saltar hacia nosotros.

“Siento haberte hecho esperar. Sigamos adelante”.

Ruijerd no se explicó, pero había un leve olor a sangre en la parte superior de su tridente. Presumiblemente, cortaría algún tipo de monstruo que podría haber bloqueado nuestro camino. Por lo que recordaba del diccionario de Roxy, esa cosa parecida a una joya en su cabeza actuaba como una especie de radar. Probablemente lo estaba usando para identificar amenazas potenciales antes de que se acercaran demasiado, y luego las cortó antes de que supieran qué las golpeó.

“¡De acuerdo, mira! ¿Por qué sigues huyendo así de todas formas?” Preguntó Eris, tan franca como siempre.

“Estoy ocupándome de los monstruos en el camino que tenemos por delante”, respondió Ruijerd concisamente. Separando el cabello hacia los lados, le mostró a Eris el brillante cristal rojo en el centro de su frente. Se sorprendió por un momento, pero la “joya” era en realidad una cosa bastante bonita, y pronto la miró con abierta curiosidad.

“Oh, claro. ¡Eso debe ser útil!”

“Supongo que sí, pero a veces desearía no tener una.”

“Bueno, lo tomaré si no lo quieres. ¡Vamos, déjame arrancarlo!”

“Me temo que no es tan fácil.” Ruijerd sonrió un poco.

Eris realmente había recorrido un largo camino. Incluso estaba haciendo bromas estos días.

Era una broma, ¿verdad? 

“Eso me recuerda, Ruijerd… he oído que los monstruos del continente Demoníaco son muy fuertes.”

“No son tan temibles en esta área. Pero estamos a cierta distancia de la carretera principal, así que son bastante numerosos”.

Eso me pareció un poco exagerado en realidad. Ruijerd había estado luchando contra monstruos cada quince minutos más o menos durante un tiempo. De regreso en Asura, se podía viajar durante horas en carruaje sin ver ni uno solo. Es cierto que los caballeros y aventureros del Reino hacían esfuerzos regulares para exterminar a cualquier monstruo dentro de sus fronteras, pero aún así, la tasa de encuentros en el Continente Demoníaco era absurdamente alta.

“Has estado luchando solo todo este tiempo, Ruijerd. ¿Cómo lo llevas?”

“No es un problema. Derribé a estas criaturas de un solo golpe”.

“Bueno, está bien… pero avísame si te estás cansando, ¿quieres? Al menos podría cuidarte las espaldas. Y sé cómo usar la magia curativa”.

“No te preocupes, niño.” Ruijerd extendió la mano y tímidamente me dio una palmadita en la cabeza otra vez

. Le encantaba hacer eso, ¿verdad? “Quédate con tu hermanita y mantenla a salvo, ¿de acuerdo?”

“¡Escucha! No soy su hermanita, ¿de acuerdo? ¡Soy mayor que él!”

“Hm. ¿En serio? Mis disculpas.”

Ruijerd también intentó golpear a Eris en la cabeza, pero ella le quitó la mano de un golpe con enfado.

Mejor suerte la próxima vez, grandullón.

***

“Ya llegamos”.

La caminata había durado unas tres horas en total. Habíamos seguido un camino largo y sinuoso con un buen trecho de subida, así que nos llevó bastante tiempo. Pero mientras el viento soplaba, estábamos a sólo un kilómetro de donde habíamos empezado.

Estaba sorprendentemente agotado. Me había sentido mareado desde la noche anterior.

¿Fue una especie de efecto secundario de ese hechizo de teletransportación? Tal vez sólo necesitaba trabajar en mi resistencia… No era como si hubiera estado holgazaneando en mi entrenamiento con Ghislaine, sin embargo.

“¡Oh! ¡Es una ciudad!” exclamó Eris, estudiando con gran interés el pequeño asentamiento que tenemos ante nosotros. La chica no parecía ni siquiera un poco cansada. Estaba un poco celoso de su resistencia.

A mis ojos, el lugar al que habíamos llegado parecía más un pueblo que una ciudad. Había como mucho diez o quince casas, y la valla que los rodeaba era rudimentaria. También noté un pequeño campo dentro. Era difícil saber lo que estaban cultivando, pero por lo que se veía, no iba a ser una cosecha excelente.

¿Era posible cultivar en tierras como ésta, sin un río cerca? “¡Alto!”

Justo afuera de la puerta principal, nos detuvo un niño que parecía que pertenecía a la secundaria. Su cabello azul me recordaba a Roxy.

“¿Quiénes son esos dos, Ruijerd?”

El niño estaba hablando en la lengua de Dios-Demonio, pero yo podía entenderlo lo suficientemente bien. Mis habilidades de comprensión auditiva estaban aparentemente a la altura.

“¿Recuerdas la estrella fugaz de anoche? Fueron ellos”.

“¡No puedo dejar entrar en nuestro pueblo a extraños tan sospechosos!”

“¿Qué tienen de sospechoso? Explícate.” La cara de Ruijerd estaba repentinamente seria, su voz amenazadora. Si me hubiera hablado así anoche, probablemente habría huido a las colinas sin pensarlo dos veces.

“¿Qué hay que explicar? ¡Sólo míralos!”

“Son las víctimas de un desastre mágico que ocurrió en Asura. Resulta que estaban teletransportados aquí, eso es todo”.

“Pero… Mira, incluso si eso es verdad…”

“¿Qué es lo que te pasa? ¿Realmente dejarías a estos niños a su suerte?”

En ese momento, noté que Ruijerd estaba apretando sus manos en puños. Actuando por instinto, me acerqué para agarrar su brazo.

“Sólo está haciendo su trabajo, Ruijerd. Por favor, cálmate”.

“¿Qué…?”

“Discutir con un lacayo no nos va a llevar a ninguna parte. ¿Por qué no le pedimos que vaya a buscar a alguien con autoridad real?”

El chico frunció el ceño ante la palabra lacayo, pero Ruijerd asintió de acuerdo.

“Tienes razón. Rowin, ¿podrías llamar al anciano?”

“Sí. Estaba pensando que podría hacerlo”. Rowin cerró los ojos con fuerza. Luego procedió

a permanecer allí en silencio durante los siguientes diez segundos.

Uh… ¿qué es esto? ¿Vas a moverte o no? Por favor, no me digas que este chico se quedó dormido en el trabajo…. Hmm. ¿Quizás está esperando un lindo beso húmedo?

 “Uh, Ruijerd, ¿está…”

“Los Migurd pueden conversar con otros de su raza, incluso a distancia.”

“Ahora que lo mencionas, creo que mi maestra me habló un poco de eso.” Para ser específicos, ella había escrito en su Diccionario de los Demonkind que los Migurd eran capaces de comunicarse telepáticamente con sus amigos cercanos y miembros de la familia. También señaló que ella misma carecía de esa capacidad y que había abandonado su aldea debido a ello.

Pobre chica.

¿Ahora que lo pienso… si se tratara de un pueblo de Migurd, tal vez sería útil mencionar el nombre de Roxy? Por otra parte, no sabía si estaba conectada a este lugar específico. También existía la posibilidad de que pudiera salirle el tiro por la culata.

“El Anciano está en camino”, dijo Rowin, abriendo por fin los ojos.

“Podríamos ir a encontrarnos con él a mitad de camino, si…”

“¡No vas a dar un paso dentro de este pueblo!”

“Muy bien entonces.”

Con las negociaciones en un callejón sin salida, nos quedamos ahí un rato. Mientras el silencio incómodo se extendía, Eris me tiró de la manga y me susurró: “Hey, ¿qué pasa?”.

Oh, cierto. No entiende la lengua de Dios-Demonio.

“El guardia aquí cree que somos sospechosos, así que estamos esperando a que el anciano del pueblo venga a vernos en persona.”

“¿Qué demonios? ¿Qué hay de sospechoso en nosotros?” Arrugando la frente, Eris miró su ropa. Se había puesto su traje habitual de espadachín para nuestro viaje fuera de la ciudad; era un poco ligero, pero no me pareció extraño comparado con lo que llevaba puesto Ruijerd. No era como si llevara un vestido con volantes.

“¿Debería preocuparme?”

“¿Sobre qué?”

“No lo sé. Sólo…. en general”.

“Estaremos bien, Eris.”

“Bueno… está bien entonces.”

A pesar de lo audaz que era Eris, la perspectiva de una discusión a la entrada de la aldea claramente la ponía un poco ansiosa. Mi intento de tranquilizarme pareció funcionar al menos.

“El anciano parece haber llegado”, murmuró Ruijerd tras un momento.

Me asomé al pueblo y vi a un hombre calvo con un bastón que parecía extrañamente joven. Caminaba hacia nosotros con dos chicas que parecían adolescentes. Ninguno de ellos era particularmente alto. Tal vez los Migurd se mantuvieron a esa altura, incluso cuando ya eran adultos.

No había habido ninguna mención de eso en el diccionario de la maestra Roxy… pero la chica que dibujó para ilustrar la entrada parecía una estudiante de secundaria. Supuse que era un autorretrato en ese momento, que era algo encantador, pero tal vez sólo representaba a un Migurd adulto típico.

Mientras reflexionaba sobre el asunto, el anciano de la aldea comenzó a consultar con Rowin un poco más lejos de nuestro grupo. “¿Estos son los niños en cuestión?”

“Sí. Uno de ellos puede hablar la lengua de Dios-Demonio. Es muy extraño.”

“Cualquiera podría aprender la lengua si la estudiara, seguramente.”

“¿Por qué un niño tan pequeño estudiaría nuestro lenguaje de todas las cosas?”

Tuve que reconocerlo ante Rowin. Tenía algo de razón en eso. Afortunadamente, el anciano del pueblo le dio una palmadita en el hombro.

“No nos precipitemos, Rowin. Trata de calmarte, ¿de acuerdo? Hablaré con ellos.”

Dicho esto, el hombrecito comenzó a caminar lentamente hacia nosotros. A falta de una idea mejor, me incliné ante él, un simple saludo japonés, en lugar de uno de los favoritos de la nobleza asurana.

“Encantado de conocerlo, señor. Mi nombre es Rudeus Greyrat.”

“Bueno, eres muy educado. Soy Rokkus, el Anciano de esta aldea.”

Miré a Eris, tratando de incitarla a seguir mi ejemplo. Aparentemente confundida por el contraste entre la aparente juventud del hombre y su digna porte, cruzó y desvió sus brazos. Parecía que estaba tratando de decidir si asumir su postura desafiante de firma.

“Deberías presentarte, Eris.”

“Pero… no sé el idioma.”

“Sólo hazlo de la forma en que aprendiste. Le diré lo que estás diciendo.”

“Es un placer conocerlo, señor. Mi nombre es Eris Boreas Greyrat.”

Después de un momento de vacilación, Eris hizo una reverencia a un libro de texto, tal como lo había practicado en sus lecciones de etiqueta. La cara del anciano de la aldea se convirtió en una sonrisa.

“¿La señorita también se presentó, hijo?”

“Sí. Así es como se hace en nuestra patria”.

“Pero no se parecía mucho a la tuya”.

“Bueno, las costumbres son diferentes para hombres y mujeres…”

Rokkus asintió pensativamente ante esto, y luego se inclinó ante Eris de la misma manera que yo me incliné ante él.

“Mi nombre es Rokkus. Soy el anciano de esta aldea.”

Un poco asustada, Eris me miró con incertidumbre.

“¿Qué acaba de decir, Rudeus?”

“Es el anciano de esta aldea, y se llama Rokkus.”

“Oh. ¿Realmente? Así que supongo que te entendió. Eso es bueno.” Eris sonrió con obvio alivio.

Eso probablemente cubrió las formalidades iniciales. Era hora de ponerse manos a la obra.

“¿Nos permites entrar a tu pueblo, Rokkus?”

“Hrm…” En lugar de responder a mi pregunta de inmediato, el hombrecito comenzó a estudiarme intensamente de la cabeza a los pies.

¡Qué mirada tan apasionada! Basta….me estás haciendo querer hacer un desnudo….

 Después de un largo momento, sus ojos se detuvieron, fijos en la parte superior de mi pecho.

“¿Dónde conseguiste ese colgante que llevas, jovencito?”

“Fue un regalo de mi maestra.”

“¿Y quién era tu Maestra, si puedo preguntar?”

“Su nombre era Roxy.” La respuesta honesta se sintió como el camino a seguir aquí. Al final del día, estaba orgulloso de haber estudiado con ella.

“¿¡Qué fue eso!?” Gritó Rowin. Antes de que pudiera responder, pasó corriendo junto a Rokkus para agarrarme por los hombros. “¿Acabas de decir Roxy, chico?”

“Sí. Ese es el nombre de mi maestra…”

Por el rabillo del ojo, vi a Ruijerd metiendo las manos en puños. Girando la cabeza para ver su mirada, agité un poco la cabeza. No había ira en la cara de Rowin, sólo emoción y ansiedad. No iba a hacerme daño.

“¿Dónde está Roxy ahora?”

“Bueno, no la he visto en mucho tiempo, pero…”

“¡Por favor! ¡Dime todo lo que sepas! Roxy…. ¡Roxy es mi hija!”

Lo siento, ¿otra vez? 

“Uhm, no estoy seguro de haberte escuchado bien. ¿Podría repetirlo?”

“¡Roxy es mi hija! Dime, ¿aún está viva?”

¿Perdón, señor? No, creo que te escuché bien la primera vez. Sólo siento un poco de curiosidad sobre tu edad. El hombre no parecía lo suficientemente mayor para estar en la secundaria. Si me hubieras dicho que era el hermano pequeño de Roxy, te habría creído. Pero aparentemente…hmm. Sí. Interesante.

“¡Por favor, dímelo! Han pasado más de veinte años desde que se fue de este pueblo, y no hemos sabido nada de ella desde entonces”.

Así que Roxy básicamente había huido de casa. No es que ella me haya mencionado nada de eso, por supuesto. Honestamente, maestra, ¿debe ser tan reservada?

Espera. ¿Hace más de veinte años? Uh… ¿cuántos años tendría?

 “¿Y bien? ¿¡Por qué no estás diciendo nada!?”

Whoops. Lo siento por eso, amigo.

“Uhm, ahora mismo ella esta…”

A mitad de mi sentencia, me di cuenta de que el hombre todavía tenía un agarre de muerte sobre mis hombros. Parecía que estaba tratando de sacarme la información, ¿no? Eso no estaba bien. No quería que nadie pensara que me había roto bajo presión… al menos no tan fácilmente. Si hubiera destrozado mi computadora, me hubiera golpeado y luego me hubiera insultado, esa sería otra historia. Necesitaba defenderme un poco aquí. De lo contrario, Eris se pondría nerviosa.

“En realidad, quiero que me respondas una pregunta primero. ¿Cuántos años tiene Roxy ahora mismo?”

“¿Qué? ¿Por qué importa su edad? ¿Podrías…?

“Es muy importante. Oh, y ya que estás, también me gustaría saber cuánto tiempo viven los Migurd.”

Si. Esto era definitivamente algo que necesitaba aclarar.

“Uh….bien. Roxy tendría… cuarenta y cuatro años este año, supongo. Y vivimos alrededor de 200 años, en su mayor parte. A menos que alguna enfermedad nos mate primero.”

¡Huh! ¡Tenemos la misma edad! Eso me hace un poco feliz en realidad.

 “No me digas. Hmm. Por cierto, ¿te importaría soltarme?” Rowin finalmente soltó su agarre sobre mis hombros.

De acuerdo. Ahora podemos hablar. 

“Hace seis meses, Roxy estaba en el Reino de Shirone. No estuve allí en persona, pero estuvimos intercambiando cartas por un tiempo”.

“¿Cartas? ¿Puede escribir en la lengua humana?”

“Sí. Ella conocía nuestro idioma perfectamente cuando la conocí. Eso fue hace siete años”.

“¿Realmente? En cualquier caso… ¿estás diciendo que está bien?”

“Bueno, siempre hay una posibilidad de que haya contraído una enfermedad repentina recientemente. Pero hasta donde yo sé, está en perfecto estado de salud”.

Rowin se hundió de rodillas de forma inestable. Había un alivio sin disfraz en su cara, y lágrimas brillaban en sus ojos.

“Ya veo…. Así que ella está bien. ¡Ella está bien! Haha…. Gracias a Dios…”

Me alegro por ti, papá. Me encontré pensando en Paul, preguntándome si podría reaccionar de manera similar cuando supiera que yo estaba a salvo. Tendría que enviar una carta a Buena Village tan pronto como pudiera.

Al alejarme del padre llorón de Roxy, me dirigí de nuevo a Rokkus.

“Ahora que lo hemos aclarado… ¿estaría dispuesto a dejarnos entrar?”

“Por supuesto. No rechazaríamos a alguien que nos trajera noticias tan gratas”.

Menos mal que tenía este colgante. Nunca pensé que sería tan útil. 

Probablemente podría haberme ahorrado algo de tiempo mostrándoselo de inmediato. Pero entonces otra vez, dependiendo de cómo se desarrollaba la conversación, pueden haber tenido la impresión de que yo maté a Roxy y se la robé. Aparentemente, los demonios tenían una larga vida, y probablemente no era raro que se vieran mucho más jóvenes o mayores de lo que realmente eran. En otras palabras, mi apariencia no necesariamente me protegería de la sospecha aquí. Tendría que hacer todo lo posible para actuar apropiadamente infantil.

Por ahora, al menos, habíamos conseguido entrar en el pueblo de Migurd.