Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 13

Capítulo 7: Preparativos

Parte 3

Rei, que vivía en la Isla Paraíso, era el último superviviente de la dinastía Lalakie y había estado viva hace unos veinte mil años cuando el Señor Demonio Cabeza de Perro estuvo activo por última vez.

“¿El Señor Demonio Cabeza de Perro?” Rei miró hacia abajo con desaliento.

“Sí, quería saber qué clase de señor demonio era.”

“Nunca estuve en el campo de batalla, así que no puedo decir con certeza qué tan fuerte era. Pero por lo que me dijeron, era lo suficientemente fuerte como para derribar fácilmente incluso el castillo flotante a pesar de su Protección de Luz Celestial y el Cañón de la Ira Divina.”

Mi láser concentrado también había sido lo suficientemente fuerte como para atravesar la Protección de Luz Celestial, pero había evitado los ataques físicos y mágicos del Señor del Mar (que estaba relacionado con Cabeza de Perro). Fue bastante fuerte para los estándares de este mundo.

“Lo siento, no pude ser de ayuda…”

“No, eso fue más que suficiente, gracias.” Rei bajó la cabeza, así que le agradecí.

“Me pregunto si todavía estás sufriendo, anhelando la libertad… Cr…”

Cuando se dio la vuelta, murmuró en voz tan baja que incluso mi habilidad “Audición aguda” apenas la captó.

No entendí el resto del nombre de la persona, pero dado el contexto, suponía que el tema del Señor Demonio Cabeza de Perro le había recordado a un viejo amigo.

Dije una oración en silencio por esta persona “Cr    _”, que probablemente había tenido una muerte violenta a manos del señor demonio.

“¿Hermana? ¿Estás bien?”

“No te preocupes… No es nada.”

Su hermana menor, Yuuneia, se acercó más, pero Rei simplemente negó con la cabeza con una sonrisa forzada.

Rei no parecía querer discutir más el asunto, así que me despedí de la Isla Paraíso y me trasladé al Bosque Bolenan.

“¿Ya van a pelear con un Amo de Piso?”

“Imprudente.”

“Eso será peligroso si no tienen al menos el nivel cincuenta.”

Cuando les conté a nuestros profesores sobre el plan, querían que esperáramos.

“No se preocupen. Todas ya están en el nivel cincuenta.”

Ante eso, el grupo exclamó sorprendido.

“¡No estás haciendo nivelación de poder, ¿verdad?!”

“No, excepto para poner al día a Mia en puntos de experiencia de vez en cuando.”

Habíamos estado usando equipos de alta eficiencia, pociones y restaurando su salud y magia en la batalla, pero no pensé que eso contara, ya que se referían a que alguien más debilitara a un monstruo y dejara que una persona de menor nivel obtuviera el golpe final para ganar puntos de experiencia.

“Está bien. Entonces aceptaremos tu oferta.”

El Sr. Hishirotoya habló en nombre de los profesores elfos.

“¿Hay algo en lo que podamos ayudar?”

“En realidad, sí, quería pedir un favor…”

Expliqué mi solicitud de tropas ficticias y de inmediato aceptaron ayudar.

Pelearíamos con Amo de Piso en tres días, así que había planeado tomar prestadas las muñecas vivientes que los elfos usaban para realizar trabajos varios. Sin embargo, algunos de los spriggans, leprechauns, trolls y otras hadas que vivían en el Bosque Bolenan se ofrecieron como voluntarios para venir, así como algunos guerreros bestias que vivían en las afueras del bosque.

“No necesitas venir a buscarnos. Solo dale esta medalla a Lelillil. Aprovecharé el poder de la dríada y el Árbol del Mundo para abrir un Camino de los Elfos.”

Esto vino nada menos que de una gran elfa, la Señorita Aaze.

Incluso con una expresión engreída, era tan linda que quería frotar mi mejilla contra la suya.

“Eso es muy impresionante.”

“Bueno, solo es posible porque el Árbol del Mundo tiene ahora mucha magia. Eso es todo gracias a tu ayuda para limpiar las gelatinas malignas que lo estaban contaminando, Satou.”

La Señorita Aaze desvió tímidamente el cumplido al mencionar los viejos tiempos.

Abrir un Camino de los Elfos directamente en la Ciudad Laberinto probablemente sería imprudente por varias razones. Decidimos que lo vincularía a una de las montañas que rodeaban la ciudad.

“Correcto. Señorita Aaze…”

Le pregunté a la elfa si sabía algo sobre los señores demonios que habían aparecido en la Ciudad Laberinto en el pasado.

“Mm, rara vez interferimos con el mundo exterior, así que me temo que no…”

Además, los demonios y los señores demonios aparentemente nunca antes habían atacado el bosque de los elfos.

También les pregunté a los profesores elfos, ya que habían estado antes en la Ciudad Laberinto, pero en realidad no tenían ninguna información; no habían estado allí para ningún ataque.

Después de que la Señorita Aaze se despidiera de mí para comenzar a prepararse, me dirigí a la capital real para entregar algunas aeronaves y espadas mágicas.

En el camino, exterminé a los monstruos que atacaban al ganado, rescaté el carruaje de un noble que estaba siendo asaltado y otras situaciones similares por las que probablemente Arisa se hubiera emocionado, pero las omitiré, ya que no eran particularmente notables.

Mientras estaba allí para la entrega, me reuní con el equipo de la Compañía Echigoya, pero parecían ocupadas preparándose para abrir la tienda, arreglando contratos para transportistas entre la Ciudad Laberinto y la capital real, y así sucesivamente, así que no me quedé demasiado.

Probablemente podría confiar en que la señorita Gerente y Tifaleeza se encargarían de todo eso.

Las chicas de las casas de vecindad en la Ciudad Laberinto también estaban comenzando a trabajar en la sucursal de Celivera de la Compañía Echigoya, y yo ya había registrado a la ex transportista Polina como jefa de la sucursal.

***

“¡Satou!”

Como solía ser el caso, Mia fue la primera persona que me vio regresar con recuerdos de la capital real. Por lo que deduje, el hechizo de teletransportación hizo que los espíritus revolotearan, dándole unos segundos de advertencia.

Cuando dejé el laberinto, el grupo estaba en los terrenos de caza, pero ahora ya habían terminado su lucha por el día y habían regresado a la casa de vacaciones del laberinto con la magia espacial de Arisa.

“¡Lo sabía! ¡Es el Amo, sir!”

“¡Bienvenidooooo!”

Luego, Pochi y Tama vinieron corriendo desde la casa.

Estas dos parecían ser capaces de sentir el cambio en el espacio o la magia que precedió a mi teletransportación. No pudieron explicar cómo, así que supongo que ni siquiera ellas entendieron exactamente qué estaban sintiendo.

Las tres llegaron al mismo tiempo.

Mia saltó hacia mí de frente con un whump.

Tama saltó como para aferrarse de mi ropa y aterrizó sobre mis hombros, envuelta alrededor de mi cuello, como si la llevase a cuestas. Ella exclamó: “¡Glomp!” Mientras lo hacía, lo cual probablemente fue culpa de Arisa.

Pochi se estrelló contra mí de cabeza, lo suficientemente fuerte como para noquear a un oso adulto. Usé Mano Mágica para atraparla suavemente para que no golpeara la parte posterior de la cabeza de Mia con su rodilla.

“Arisa dijoooo…”

Pochi me miró con los ojos llorosos.

“… ¿Qué pasó?”

Traté de que me explicara, pero ella seguía lloriqueando y repitiendo.

“Arisaaa…” Una y otra vez. Liza a menudo les decía que no hablaran mal de los demás, por lo que a veces tenían problemas para expresar un problema con otras personas.

“Inestable.”

Mia asomó la cabeza por detrás de la aferrada Pochi para explicar, pero no sabía si se refería a Pochi o Arisa. En momentos como estos, deseaba que usara algunas palabras más.

“¿Volando desde lo altooooo?”

Tenía suposiciones sobre que había querido decir, pero no estaba seguro.

 Todavía sentada sobre mis hombros, Tama despeinó mi cabello mientras me miraba.

Como no pude obtener una respuesta directa de ninguna de ellas, decidí ver qué estaba pasando con Arisa por mí mismo.

“Traje recuerdos, ¿por qué no comemos y hablamos?”

“¿Carneeeee?”

“¿Dulces?”

“Un poco de ambos.”

Las tres se emocionaron con eso.

Cuando mis ojos se encontraron con los de Pochi, murmuró: “¡Tengo un estómago separado para la carne, sir!” Y apartó la mirada, fingiendo silbar inocentemente.

Si ese fuera el caso, me encantaría saber exactamente qué entró en su estómago “principal”.

“Bienvenido de vuelta Amo.”

“Gracias, Lulu.”

Le entregué a Lulu una Bolsa Garaje llena de ingredientes mientras me saludaba en la puerta y le di algunas instrucciones sobre cómo prepararlos.

Tan pronto como entré, escuché a Arisa discutir en voz alta.

“¡Mira, eso es lo que sigo intentando decirte! ¡Nuestro primer ataque debería ser una gran explosión mágica desde la distancia, para quitarles sus armas y movilidad!”

“No estoy de acuerdo. Si ese ataque atrae demasiada ira del enemigo, tú y el resto de la retaguardia podrían estar en peligro, lo declaro.”

“Siempre podríamos teletransportarnos para deshacernos del aggro.”

“Es demasiado arriesgado. Además, dicen que es un honor para un guerrero ser el primero en atacar. Nosotras en la vanguardia deberíamos atacar para desgastar al enemigo, y una vez que entre en modo alboroto, tú y la retaguardia pueden llevarlo a una esquina con magia.”

“Pero, ¡Liza, entonces alguien podría salir lastimado mientras tanto, como tú o Tama y Pochi!”

“Arisa, tú también deberías preocuparte por mí, insisto.”

“¡Pero tú eres el tanque, Nana! Recibiste un triple ataque de magia, aliento de fuego y colmillos de una hidra maga sin ni siquiera un rasguño, ¿recuerdas? ¡Estoy segura de que podrías enfrentarte a un demonio intermedio con la misma facilidad!”

“Eso fue solo por mi equipo y nuevas habilidades, declaro. Cualquier elogio por eso debe dirigirse al Amo, lo recomiendo.”

Las cosas parecían estar bastante acaloradas.

…  Espera,  ¿habían  luchado  contra  una  hidra  mágica  después  de  que  les  advertí específicamente que no lo hicieran debido a su ataque de hipnosis?