Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 2

Capítulo 4: Reunión Del Personal Y Domingo

Parte 1

Pasó medio año. Eris, que creí que finalmente se había calmado, comenzó a regresar a sus violentos hábitos.

¿¡Por qué, cómo, quién hizo esto!? Entré en pánico, hasta que me di cuenta de algo. No se le habían dado descansos.

***

Fue después de la cena cuando llamé a Ghislaine y a la profesora de etiqueta a mi habitación. La maestra de etiqueta no vivía con nosotros; ella vivía en la ciudad, así que hice que un mayordomo le enviara un mensaje.

“Primero, es un placer conocerte. Soy Rudeus Greyrat”, le dije.

“Edna Leylune. Le enseño a la señorita Eris sobre la etiqueta adecuada.”

Me toqué el pecho con la mano y asentí ligeramente con la cabeza. Ella respondió de la misma manera, sus movimientos más pulidos. No es sorprendente, viniendo de una profesora de etiqueta.

Edna tenía el rostro de una mujer de mediana edad cuyas arrugas apenas comenzaban a aparecer. Sus rasgos eran suaves, y tenía una sonrisa amable que emanaba calidez.

“Por favor, siéntese”, dije, haciendo un gesto a las sillas cercanas. Una vez que se instalaron, les ofrecí el té que el mayordomo había preparado. “La razón por la que te he llamado hoy es para hablar del horario de clases de Eris.”

“¿Horario de clases?” preguntó Edna.

“Así es. He oído que actualmente tiene práctica de espada por la mañana, tiempo libre por la tarde y etiqueta por la noche. ¿Es eso correcto?”

“Ciertamente.”

Eris estaba aprendiendo seis materias. Lectura y escritura, aritmética, magia, historia, esgrima y etiqueta.

En términos modernos eso sería lenguaje, matemáticas, economía doméstica, estudios sociales, educación física, y bueno, etiqueta. No había relojes, así que las lecciones se alargaban, separadas sólo por las comidas y la merienda. Los temas se dividieron en tres períodos de tiempo, así:

Desayuno → Estudiando → Almuerzo → Estudiando → Aperitivo → Estudiando → Cena → Tiempo libre

No había un instructor de historia, así que Philip aparentemente le enseñaba en su tiempo libre.

“Desde que llegué, ella también empezó a tomar clases nocturnas, así que todo su día ha estado lleno”, le dije.

“Así es”, respondió Edna.

“Sus estudios han progresado sin problemas. El Maestro está muy impresionado.”

No hay duda de que lo era.

“Puede parecer que todo va bien, pero hay un problema aquí.” Edna parecía confundida.

“¿Un problema, dices?”

“Sí. Su estrés ha ido en aumento desde que estudia todos los días sin descansos.” Sorprendentemente, durante las lecciones de aritmética. Estuvo irritable todo el tiempo. Si tenía problemas difíciles, se desquitaba conmigo. Era peligroso. No se sabía cuándo podría venir a por mí de verdad. Era muy peligroso.

“Nos las arreglamos para superarlo por ahora, pero podría eventualmente saltar y huir de sus lecciones de nuevo.”

“Oh querido…” Edna apretó la mano contra sus labios. Su expresión decía que reconocía esa posibilidad. Nunca antes había visto una de sus lecciones de etiqueta, pero Eris parecía tomarlas en serio. Era un misterio para mí por qué a Eris parecía gustarle.

Continué.

“Así que me gustaría darle un día libre de lecciones cada siete días.”

Tenían un calendario en este mundo, así que tenían un concepto de qué mes y qué día era. Sin embargo, no tenían el concepto de una semana. Había días de descanso asignados durante todo el año, pero no había tal cosa como un domingo.

Siete Usé el número porque podía recordarlo fácilmente. Además, parecía que ese número también era especial en este mundo. Se decía que era un buen presagio, por lo que también había siete niveles de esgrima.

“En los seis días restantes, seguiremos enseñándole a leer y escribir, aritmética, magia, historia, esgrima y etiqueta.”

Edna levantó la voz.

“¿Puedo preguntar una cosa?”

“Por favor, hazlo”.

“Si las cosas se dividen de esa manera, entonces mis lecciones se reducirían. Entonces mi salario también…”

La corté antes de que pudiera terminar.

“No tienes que preocuparte por eso.” No podía culparla por preocuparse por el dinero, y esperaba que nadie más lo hiciera. Después de todo, yo también estaba en esto por el dinero. De todos modos, ya había hablado con Philip y no había ningún problema. Teníamos salarios mensuales, así que nos pagaban independientemente de si dábamos o no clases.

Concedido, nos despedirían si no lo hiciéramos. Esa parte debe ser obvia. Si no entendías algo tan simple, merecías ser despedido.

“Por supuesto, con eso en mente, dividiremos las cosas de manera diferente. No debería haber ningún problema en tener sólo dos lecciones de lectura, escritura y aritmética en un período de siete días. La práctica de la espada seguirá siendo un asunto cotidiano, ya que no tiene sentido lo contrario. La magia debe ser practicada diariamente también, pero hay un límite a la cantidad de maná que tiene una persona, así que cada lección no tomará mucho tiempo. Me propongo dedicar tiempo extra a la lectura, la escritura y la aritmética”.

La última parte que habíamos estado haciendo desde el principio. Por ejemplo, “Hoy has usado el [Water Bullet] X cantidad de veces y el [Water Splash] Y cantidad. ¿Cuántas veces más puedes usar [Water Bullet] hoy?” Cambié los valores de X e Y de acuerdo con el número de veces que Eris y Ghislaine podían realizar esos hechizos respectivamente. Aparentemente, esto era más fácil para Eris que sentarse en una habitación mirando los dígitos en el papel.

Era difícil encontrar una respuesta precisa porque el uso del maná no era algo tangible, ni siquiera para el practicante. Lo importante era realizar la aritmética mental, porque cuanto más lo hacían, mejor lo hacías El objetivo era que usaran la cabeza.

Yo quería hacer lecciones de lanzamiento sin voz y economía doméstica eventualmente, pero eso podía esperar hasta que terminaran de leer, escribir y calcular.

“Mis disculpas de antemano, Srta. Edna, pero me gustaría reducir sus lecciones con Eris a tres o cuatro veces al mes.”

“Está bien.” Ella asintió rápidamente.

Seis días, dieciocho periodos. Los dividí así: etiqueta – cinco períodos; esgrima – seis períodos; lectura y escritura – dos períodos; aritmética – dos períodos; y magia – tres períodos. Los periodos de clase eran un poco cortos para mi gusto, pero la mayoría eran repeticiones, así que debería estar bien.

“Además,” agregué, “en cualquier momento que no puedas dar una lección, me gustaría que me contactaras.”

“¿Con qué fin?” preguntó Edna.

“Siempre estoy aquí en la mansión, así que puedo meter mis lecciones en tu horario. Si necesitas un largo período de descanso, no habrá problema”.

“Está bien entonces.” Edna sonrió todo el tiempo. ¿Realmente lo entendió?

“Además, me gustaría tener estas reuniones cada primer día del mes”, dije.

“¿Y por qué es eso?”

“Si trabajamos juntos, podemos dar una respuesta rápida a cualquier problema que pueda surgir. No es estrictamente necesario, pero hará que nuestra enseñanza sea más eficaz y nos ayudará a hacer frente a las emergencias. ¿Tienes algún problema con eso?”

“No.” Edna sonrió suavemente.

“Aún eres tan joven, Lord Rudeus, pero eres tan considerado con la Srta. Eris.” Sus ojos brillaban como si hubiera visto algo particularmente entrañable.

Bueno, lo que sea.

Así fue como me las arreglé para conseguir un día libre.

***

Finalmente, llegó mi primer día libre.

Después de saludar brevemente a Philip, decidí ir a la ciudad. Pero encontré a Ghislaine y Eris esperándome en la salida.

“¿Adónde crees que vas?” Eris parecía inquieta, quizás porque era su primer día libre. Su primer día con la agenda vacía. No me extraña que tuviera curiosidad por saber cuáles eran mis planes para el día.

“Voy a hacer turismo por Roa”, dije, adoptando una pose.

“Turismo…. ¿Así que vas a ir a ver la ciudad? ¿Por ti mismo?”

“¿Parece que tengo a alguien más conmigo?”

“¡Eso no es justo! ¡Nunca he podido salir sola, ni una sola vez!” Pisó con los pies frustrada.

“¿No es porque te secuestrarán si sales sola?”

“Bueno, a ti también te secuestraron”, respondió ella.

Ah, ella tenía razón. Me secuestraron porque había estado acompañando a Eris, pero también era cierto que me veían como parte de la familia Greyrat. Era posible que alguien lo intentara de nuevo para pedir un rescate por mí.

“Pero si me secuestran, puedo volver a casa por mi cuenta.” Me reí triunfante, sólo para que ella levantara el puño como si fuera a golpearme. Me moví rápidamente para protegerme, pero el golpe nunca llegó. Eso fue inusual.

Cruzó los brazos por encima del pecho y me miró fijamente.

“¡Yo también voy!”

Por lo general, sólo hacía tal declaración después de golpearme, pero aparentemente, esta vez decidió no usar la violencia. Eso significaba que había madurado un poco. Una cantidad pequeña, casi insignificante, pero al menos hubo algún progreso.

“¡Muy bien, entonces vamos!”

“¿¡En serio!?”

Por supuesto, no tenía ninguna razón para rechazarla. Además, con la seguridad en los números y todo eso.

“Ghislaine también viene, ¿verdad?” Le pregunté.

“Sí. Es mi deber proteger a la Joven Maestra”.

Incluso durante nuestra reunión, Ghislaine no parecía entender el concepto de tener un día libre. Le sugerí que se quedara con Eris como siempre. Originalmente fue contratada para ser guardaespaldas, después de todo, así que no debería haber problemas con eso.

“¡Espera! ¡Estaré lista en un segundo! ¡Alphonse! ¡¡¡¡Alphonse!!!!” Vi a Eris salir corriendo, corriendo ruidosamente por la mansión. Su voz estaba tan fuerte como siempre.

“Rudeus”, dijo Ghislaine.

Giré la cabeza y ella estaba a mi lado. Tuve que gritarme el cuello para mirarla. Ella medía casi dos metros de altura, así que incluso cuando fuera adulto, probablemente seguiría mirándola.

“No sobreestimes tus habilidades”, advirtió. Probablemente se trataba de que yo dijera que podía escapar de que me secuestraran por mi cuenta.

“Lo sé. Sólo intentaba motivarla un poco”.

“Está bien, pero si pasa algo, llámame. Te ayudaré”.

“Sí. Si necesito algo, te daré un gran espectáculo de fuegos artificiales otra vez.” Hablar de ello despertó un recuerdo.

“¿Le dijiste a la Joven Maestra que hiciera lo mismo? ¿Llamada por ti?”

“¿Mm? Lo hice, ¿y qué?”

“La próxima vez, tal vez quieras aclarar que sólo debería hacerlo cuando esté en algún lugar

donde puedas oírla”, le dije.

“Vale, ¿pero por qué?”

“Porque cuando nos secuestraron, casi la matan porque gritaba por ti.”

“Si la hubiera oído, la habría rescatado.”

Hmm. Bueno, ella había sido ridículamente rápida cuando vino a salvarnos. Ella estaba allí a un minuto de que yo disparara esos fuegos artificiales.

Mientras estábamos a la escucha, estaba seguro de que vendría, no importaba dónde fuera. Su oído también parecía bastante bueno. Después de todo, fue a Ghislaine a quien Eris llamó, no a Philip o Sauros. Ella era confiable.

“Tienes que enseñarle que hay veces que no puedes gritar.”

Eris regresó y la conversación terminó allí. No estaba seguro de si se estaba vistiendo para salir o no, pero llevaba un atuendo que nunca había visto antes.

“Estás preciosa hoy.”

“¡Hmph!” Me dio un puñetazo en la cabeza cuando la felicité. ¿Qué diablos fue eso?

***

La ciudadela de Roa, en la región de Fittoa, era una de las ciudades más grandes de la zona, pero “grande” era un término relativo. Era aún más pequeña que la extensión de campo que formaba Buena Village. Si caminaste por el perímetro del muro exterior, probablemente podrías rodearlo todo en dos horas. Aún así, era de un tamaño considerable para una ciudad. Las paredes tenían entre siete y ocho metros de altura y rodeaban toda la ciudad de Roa.

Dicho esto, la ciudad no era un círculo perfecto. Se inclinó con el terreno, así que no estaba seguro de sus dimensiones exactas, pero probablemente cubría unos treinta metros cuadrados. No tan grande desde la perspectiva de un japonés, pero podría decir que crear paredes de este tamaño no era una hazaña sencilla.

Tenía que haber algún tipo de magia para construir paredes como ésta. Probablemente de nivel Rey o Imperial. ¿O tal vez hicieron un esquema general con piedra y rellenaron el resto con trabajo manual?

Consideré todo esto mientras pasábamos por la zona residencial de clase alta y llegábamos a la concurrida plaza. Desde aquí, nos dirigimos al barrio mercantil. Todas las tiendas cercanas al barrio noble eran elegantes, e incluso los puestos de la calle aquí y allá vendían mercancías caras.

“Hey, Joven Maestro y Señorita, tómense su tiempo y miren alrededor.” Un anciano que

dirigía una tienda de artículos de segunda mano nos llamó, usando una línea que se había sacado directamente de un juego de rol.

Miré  lo  que  tenía  en  exhibición,  tomando  notas  sobre  los  productos  y  sus  precios. Francamente, estaba vendiendo algunas cosas bastante cuestionables. ¿Quién compraría estas cosas? Pensé. Espera, un afrodisíaco son diez monedas de oro. Tengo que escribir esto.

 “¿¡Qué son estas cartas raras!? ¡No puedo leerlas!” Mis tímpanos sonaron cuando la voz de Eris los hizo estallar.

Me di la vuelta y encontré su cara muy cerca de la mía. Había estado leyendo por encima de mi hombro. De cerca, me di cuenta de lo linda que era. Sus rasgos eran muy uniformes.

Mi memorándum, por cierto, estaba escrito en japonés.

“¡Dime lo que estás escribiendo!”

Ella estaba siendo dominante, pero no tenía razón para no decírselo.

“Estoy escribiendo los nombres de los productos y los precios.”

“¿Y qué vas a hacer con esa información?”

“Comparar los precios de mercado es uno de los fundamentos de los juegos en línea”, respondí.

“En línea…. ¿Qué demonios?”

Ella no sería capaz de entender, aunque se lo explicara, así que en su lugar señalé una de las mercancías que se exhiben. Era un pequeño accesorio.

“Vale, mira eso. El último puesto vendía esa pieza por cinco monedas de oro. Este lugar lo vende por cuatro monedas de oro y cinco de plata”.

El dueño dijo: “¡Oh!, Joven Maestro, ¡tienes buen ojo! ¡Nuestras cosas son baratas, sí!”