Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)
Volumen 3
Prólogo: Charla
El comedor de estudiantes en la Academia Militar Azami.
Lleno de estudiantes jóvenes charlando alegremente, una cualidad que falta en dos hombres sentados uno frente al otro en una mesa.
Uno de ellos, el coronel Chrome Molybdenum, era instructor aquí.
Un hombre de cuerpo cuadrado y musculoso hasta la punta de los dedos, fue un ex miembro de la guardia real. Sin embargo, estaba sorprendentemente versado en el arte de la cocina, siempre que no te quisieras con el sabor.
Frente a él se sentaba un hombre corpulento y calvo de unos cuarenta años. Su traje arrugado decía hombre de negocios viajero, pero todo lo demás en él gritaba soldado. Si mirabas de cerca, podías ver cicatrices acechando entre sus arrugas por años de dificultades, lo que sugiere que había sobrevivido a lo peor.
Los estudiantes estaban dando cierta distancia a la mesa de la pareja, como si algún negocio turbio estuviera sucediendo.
Chrome se sentó derecho pero inclinó la cabeza.
“Ha pasado un tiempo, Coba.”
Coba se encogió de hombros ante la formalidad.
“No hay necesidad de eso. Ahora solo soy un hombre de negocios”.
“Puede que hayas dejado el ejército, pero aún eres un veterano respetado”. Coba le dedicó una sonrisa seca.
“No has cambiado, al menos. ¿Entonces? ¿Cómo te va?”
“Bastante bien, gracias. Encontré a la princesa, evité que nos arrebataran el trono, haciendo lo que podía para liderar a la próxima generación”.
Coba soltó un silbido y una risa le hizo temblar los hombros. Su sonrisa parecía genuina.
“Me alegra oírlo. ¿Dónde encontraste? No, será mejor que no pregunte. Ahora soy un forastero”.
“No seas ridículo. Coba Lamin, ¿mi predecesor como jefe de la guardia real? No he olvidado lo útil que fue la información que reunió durante la crisis”.
“Ah, no fue nada especial”. Coba se encogió de hombros y apuró su vaso de agua.
“¿Cómo has estado, Coba? Escuché que te has mantenido ocupado”.
“Sí, el hotel finalmente está comenzando a dar sus frutos. Yo mismo me estoy ocupando de conseguir suministros y personal. Parece que estoy trabajando más duro que nunca en el ejército”.
Ambos hombres rieron.
“Gah-ha-ha. No importa si es jefe de guardia o propietario de un hotel; si estás a cargo, el trabajo nunca termina. Cuarenta y cinco, y todavía estoy aprendiendo nuevos trucos”, admitió Coba.
“Siempre es mejor estar ocupado. He escuchado a gente hablar de Reiyoukaku. Dicen que el hotel allí es fantástico”.
“Sí, después de todo, estamos bastante concentrados en las necesidades de nuestros clientes”
Coba lanzó una larga perorata sobre el negocio de Reiyoukaku.
Ubicado fuera de los caminos trillados, cerca de las montañas, la ciudad fue un antiguo centro de madera. Ahora contaba con un lago artificial y una fuente termal aislada. Tenía una reputación bien establecida de esplendor natural entre los conocedores.
Pero durante mucho tiempo, las posadas habían existido para los comerciantes y los tipos de la industria del transporte de mercancías, nada para la clase alta o las familias de vacaciones.
Entonces Coba había construido un hotel de lujo. No para competir con las posadas existentes; de hecho, juró que el impulso del turismo había atraído a más comerciantes a la zona y que era beneficioso para todos los involucrados.
“Las aguas termales del hotel extraen sus aguas de la aislada, que… Oh, escúchame, hablar. La vida empresarial se me ha subido a la cabeza”.
“Aguas termales, ¿eh? Seguro que me gustaría visitar alguna vez”.
“¿Oh? Entonces tengo una oferta para ti”.
Coba claramente había estado esperando esto. Se inclinó sobre la mesa con una sonrisa traviesa, como un amigo a punto de hacer una sugerencia que realmente deberías rechazar.
Chrome había visto esta expresión en su rostro antes e inmediatamente comenzó a elegir sus palabras con cuidado.
“¿Una oferta…?”
“No es necesario que levantes la guardia. No estoy tratando de comerte vivo aquí”.
“La experiencia me dice que cuanto más digas que algo va a estar bien, más sufriré por ello”.
Coba abofeteó su cúpula sin pelo e hizo una mueca que decía que me entendiste. El gesto demostró ser lo suficientemente desarmador y Chrome encontró difícil mantenerse molesto.
“No, no, no”, dijo Coba.
“Nada como eso. Me vendría bien un poco de ayuda adicional en el hotel para las próximas vacaciones. ¡Estamos tan faltos de personal!”
“¿Quieres mi ayuda?”
“Sí, has trabajado como cocinero antes… Aunque, si soy sincero, tengo un famoso señor local quedándose y me vendrían bien unos guardias experimentados”.
“Eso suena siniestro”.
Coba removió el hielo de su vaso. Tintineó alrededor. Parecía un niño atrapado en una mentira.
“Sí, ya ves, ha habido una serie de incidentes en las cercanías. Personas que se vuelven comatosas. Si algo así le sucediera a un VIP… estoy seguro de que es solo un monstruo menor, pero no quiero una marca negra en el nombre del hotel justo cuando las cosas están despegando”.
Chrome asintió con gravedad.
“Y ahí es donde entro yo. Hmm…¿Comatoso?”
“Sí, como si les hubieran quitado la vida. Se quedan debajo durante tres días y tres noches. No podemos averiguar si hay un monstruo o un humano detrás de él. Realmente siniestro”.
Todo le sonaba familiar a Chrome. Se acarició la barbilla, devanándose el cerebro.
“Hmm… suena como un treant”.
“¿Un treant? ¿Los monstruos con forma de árbol de los cuentos de hadas?”
“Por lo que he oído, utilizan sus raíces para minar la energía vital de los animales y viajeros que pasan. Cualquier persona afectada queda en coma durante tres días y tres noches… y los treants se encuentran en regiones montañosas remotas. ¿Dice que el área alguna vez fue conocida por la madera?”
Coba volvió a golpear su cabeza, luciendo impresionado.
“¡Seguro que sabes tus cosas! Supongo que no eres profesor por nada”.
“Sí, bueno… hay rumores sobre el cultivo ilegal de treant en algún lugar de Azami. Como contramedida, el gobierno nos ha dado a todos un informe básico”.
“Interesante. Me alegra saber que el gobierno está al tanto de todo. Bueno, si hay un cultivo ilegal de treant en mi zona del bosque, definitivamente necesito tu ayuda”.
Coba se dobló, pero Chrome se movió incómodo.
“¿Realmente parezco personal de hotel?”
“Oh por favor. Lo admito, eres duro y todo lo que cocinas es basura, pero la fuerza que aportas a la mesa lo compensa”.
Coba habló sin rastro de despecho, pero Chrome se limitó a mirarlo.
“El tacto nunca fue tu fuerte”.
“Y el buen humor nunca fue tuyo. Esta es la era de las sonrisas, mi viejo amigo”.
Coba mostró una sonrisa falsa. Los labios de Chrome formaron exactamente lo contrario.
“¿Por favor?” Preguntó Coba.
“Si un invitado se lesiona, será un desastre. Eso es lo último que necesito… y esta es una gran fiesta. El hotel está reservado y necesito todas las manos que pueda conseguir. No quiero estropear esto y conseguir una estrella en la guía de hoteles”.
“Siento que te darían una estrella en el momento en que contrataste a un idiota como yo”.
Chrome parecía mantener esa línea contra él, pero Coba se rio y le dio una palmada en el hombro.
“Incluso el personal de la academia militar está libre durante las vacaciones, ¿verdad? Y dijiste que dejaste de dirigir el comedor. Entonces, ¿quién dirige este lugar? ¿Un competidor?”
“Oh bueno…”
Eso fue cuando…
“gh!!” La espalda de Coba se puso rígida, sus puños inconscientemente apretados, listo para una pelea. “¡¿Qué es eso?!” jadeó, su voz casi ahogada por los latidos de su corazón.
Thud. Thud. Thud.
El sudor le corría por la frente. De él se elevó vapor.
Tenía el aspecto de un hombre que se da cuenta de que acaba de entrar en la guarida de un monstruo.
Se volvió lentamente para ver… “¡Aquí estás! Dos tazas de té”.
… Un chico con una sonrisa amable que lleva la orden.
“¡Hola-yahhhhhhhh!”
Como si un enemigo se hubiera acercado sigilosamente detrás de él, Coba se dio la vuelta y lanzó un golpe de revés.
Era matar o morir.
El zumbido de su movimiento repentino resonó en el comedor.
Lloyd se echó hacia atrás lo suficiente para evitar el puño de Coba, moviéndose tan rápido que dejó una imagen residual, todo sin derramar una gota de té.
Coba jadeó, aturdido.
“¡¿Qu-Quién eres tú?!” grito.
“Oh, mi nombre es Lloyd Belladonna”, dijo el niño, sonriendo.
“¡Me hice cargo de este comedor de Chrome!”
Se inclinó cortésmente y colocó el té sobre la mesa como si nada hubiera pasado.
“Lo siento. ¿Estoy interrumpiendo tus ejercicios de calistenia?”
“¿Eh? ¿Calistenia?”
Coba podría haberse retirado, pero estaba bastante seguro de que la fuerza de su golpe seguía siendo tan impresionante como la de cualquier cadete activo. Tenerlo descartado como “calistenia” fue simplemente desconcertante.
“Lloyd, ¿qué tal si comenzamos con dos risottos?”
“¡Oh, ciertamente! ¡Vamos, Chrome!” Lloyd volvió a inclinarse y se apresuró a regresar a la cocina.
Coba se quedó mirándolo.
“Siéntate, Coba”, instó Chrome, como si esto sucediera mucho.
Coba se sentó en silencio en su silla, toda expresión desapareciendo de su rostro.
Chrome le sonrió.
“¿Qué pasó con todo el asunto de la sonrisa?” preguntó, claramente disfrutando esto.
Coba no pareció darse cuenta. Se inclinó sobre la mesa, su tono era urgente.
“¿Qu-Quién diablos es ese… monstruo?”
“Lloyd. Un cadete en la academia militar”.
“¡T-Tonterías! ¡De ninguna manera una bestia como esa es un estudiante!”
“Más o menos mi reacción”, admitió Chrome.
“Pero lo juro, es uno de mis alumnos. Solo, bueno… es de… ”
Chrome se interrumpió pensando mejor en ello.
Lloyd era de un pueblo llamado Kunlun: un pueblo legendario donde se reunían héroes, conocidos por todas partes… en los cuentos para niños.
Decir que Lloyd era en realidad de allí solo haría reír a Coba.
“¿Mm? ¿De dónde?”
“Uh… muy lejos en las afueras. Está haciendo todo lo posible para convertirse en un buen soldado y enviar dinero a casa. Un niño realmente bueno”.
¡Eso era 99 por ciento cierto! Sin embargo, de alguna manera fundamentalmente incorrecto.
“¿Un estudiante con dificultades? Supongo que la gente que vive en las afueras tiene que aprender a defenderse de monstruos horribles. Tiene sentido que se vuelva tan fuerte”.
Esta suposición fue más o menos acertada. Excepto que Lloyd había crecido defendiéndose de señores demonios mucho más horribles.
Chrome se conformó con una sonrisa incómoda y Coba negó con la cabeza, impresionado. Entonces Lloyd resurgió con sus platos.
“¡Aquí está tu risotto!”
El vapor llevó el sabor de los tomates a sus fosas nasales. La guarnición de perejil agregó un apetitoso toque de verde, equilibrando perfectamente los colores del plato. Coba examinó la comida con los ojos muy abiertos, claramente seguro de que sería una comida excelente.
Tomó una cucharada.
Masticó lentamente, saboreando la perfecta armonía entre los tomates agrios y el arroz dulce.
“Te hace sentir como un acordeonista”.
“¡¿Qué significa eso, Coba?!”
“Quiero darle una ovación de pie”.
“¡Siéntate, Coba!” Chrome negó con la cabeza ante la extasiada revisión de su ex jefe.
Cuando sus platos estuvieron limpios, Coba arregló a Chrome con una mirada seria.
“Chrome… ¿puedo pedir prestado a ese niño?”
“¿Lloyd?”
Coba asintió.
“Él es fuerte. Es un cocinero fantástico. ¡Y su servicio al cliente es de primera! ¡Por supuesto que quiero contratarlo! ¡Incluso derrocharé el salario!”
“Sí, pero… no depende de mí”.
Coba sujetó firmemente los hombros cuadrados de Chrome. ¡Qué retrato tan apasionado de dos hombres!
“¡Te lo ruego! ¡¿Podemos al menos hablar de eso?!”
“¡Uh, Coba! ¡Eso duele! Y la gente empieza a mirar fijamente”.
“¡Por favor! ¡Haré lo que sea! ¡Te acosaré todos los días hasta que digas que sí!”
Chrome pudo sentir que la multitud a su alrededor se alejaba. Se puso rojo.
“¡Cálmate!” el rogó. Pero su cara roja lo estaba empeorando.
Al final, se vio obligado a doblegarse ante la emoción de su ex jefe. Chrome expuso la idea a Lloyd.
“Oh, no me importa”, dijo Lloyd.
“No tengo ningún plan y el comedor estará cerrado durante las vacaciones”.
Y así, Chrome evitó con éxito los falsos rumores sobre su interés en los hombres, incluso después de que todos habían visto este intercambio apasionado entre él y su exjefe.
—Quiero decir, Lloyd accedió a trabajar como personal de vacaciones en un hotel.
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