Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 8

Capítulo 5: Culmina la Asamblea

Parte 2

“¿Estamos listos para irnos?” Pregunté tan pronto como estuve de regreso en mi habitación.

“Cezar, sabes que es casi la hora de irse. ¿A dónde ibas?” Janne respondió, sonando molesto.

“Sólo me estaba despidiendo de una amiga.”

“¿Amiga? ¿Es esa sirvienta con la que te escapaste para ver una y otra vez?”

“Sí. Esa misma.”

“¿No estabas hablando de llevarla a casa con nosotros? ¿Ella se negó?”

“Por desgracia sí.”

Por supuesto, ahora que conocía su verdadera identidad, nunca podría pedirle que fuera conmigo a Ethenell. No podía molestarme en explicarle eso a Janne, quien parecía sorprendido.

“¿Una chica que se resiste a tus avances? Eso es inaudito. Parece que realmente te gustaba, lo cual es raro en sí mismo… ¿Quieres que te ayude?”

Este amigo mío de la infancia nunca se ofrecía a hacer cosas así, pero me negué.

“No es mi estilo seguir presionando después de que me hayan dicho que no.” Dije.

“Si tú lo dices…” Dijo Janne, luciendo algo decepcionado.

Probablemente hablaba en serio cuando había dicho que debería tomarla como mi esposa. Pero con Katarina, eso sería imposible.

Tal vez podría haber tenido una oportunidad si fuera una dama noble de bajo rango, pero era la hija de un duque y estaba comprometida con un príncipe. Cualquier cosa que le hiciera se convertiría en un problema internacional.

Estaba claro que su prometido la amaba locamente. Recordé lo que había sucedido la noche anterior— el príncipe Jeord la estaba buscando como si su vida dependiera de ello. Cuando lo conocí durante los diversos eventos de la Asamblea, siempre mostraba una sonrisa perfecta y calculada y un comportamiento elegante y educado. Pensé que se sentía muy cómodo en su papel de príncipe, a pesar de su corta edad.

Pero más tarde, cuando lo vi cerca de esa habitación, era una persona completamente diferente. Su elegancia había dado paso a un frenesí ansioso.

Hablé con él, interesado en por qué estaba así, y me dijo que estaba buscando a Katarina. Fue entonces cuando supe por primera vez que los dos estaban comprometidos, pero, ocultando mi sorpresa, le conté lo que había sucedido hasta ahora y dónde pensé que podría estar.

Tan pronto como le dije, se veía angustiado y corrió detrás de Katarina, y fue entonces cuando me di cuenta de lo mucho que la amaba.

Para mí, ver su pasión fue como ver la pureza de un niño. Me crie en ese repugnante palacio y viví mi juventud como mercenario. Para mí, sentimientos como estos eran algo para maravillarme.

Pero ahora, cuando tuvieran que decidir cuál de los cuatro príncipes se convertiría en el próximo rey, era seguro que su país perdería su belleza y tranquilidad. Incluso si los propios príncipes desearan paz y equidad, quienes los rodeaban podrían desear un giro diferente de los acontecimientos.

Lo sabía por experiencia y decidí darle una pequeña advertencia. Desafortunadamente, eso pareció hacerle sospechar de mí. La última vez que nos vimos, pude ver que sus ojos no eran amigables. Tampoco eran hostiles, pero era obvio que desconfiaba de mí.

Lamenté meter la nariz en cosas que no me conciernen. Normalmente nunca diría cosas así, y menos a los príncipes extranjeros, sabiendo que nada bueno podría salir de eso. Sin embargo, después de enterarme de que era el prometido de Katarina, sentí la necesidad de darle un consejo no solicitado.

Tal vez eso fuera una prueba de que también me gustaba Katarina. Después de todo, si se cancelaba su compromiso con Jeord, me agradaba lo suficiente como para intentar persuadirla de que viniera a Ethenell conmigo.

Nos dijimos adiós, pero por alguna razón, sentí que nuestros caminos se cruzarían una vez más en un futuro no muy lejano. Sin embargo, no le conté ese sentimiento.

Cuando trabajaba como mercenario, comencé a tener un sentimiento similar justo antes de recibir la noticia de que mi hermano se convertiría en rey. Tenía un sexto sentido muy bueno para cosas como estas.

Hasta la próxima, Katarina, Pensé en mi corazón mientras le decía adiós.

El Reino de Sorcié floreció gracias a los muchos recursos de su tierra y al desarrollo de la magia a través de los años. Había oído que hubo una gran agitación durante el reinado del rey anterior. Pero ahora, al venir aquí, no vi nada más que paz y armonía en este hermoso reino.

Y el cuarto príncipe era tan impresionante como decían los rumores… En realidad, no, era aún más impresionante.

Tenía tanto que decirle a mi hermano, y estaba ansioso por volver a verlo cuando partí hacia Ethenell.

Todos los invitados extranjeros se habían marchado y era hora de que volviéramos a casa.

Jeord parecía ocupado con las secuelas de la Asamblea, así que rápidamente me despedí y, junto con Keith, monté en el carruaje que nos llevaría de regreso a la mansión Claes.

“La Asamblea se sintió tan larga, pero tan corta.” Me dije mientras miraba la vista cambiante por la ventana.

“Todo el tiempo estuve preocupado por si harías algo problemático.” Respondió Keith, que estaba sentado frente a mí, con frialdad.

“Pero no cometí ningún error importante, así que es genial, ¿verdad?” Dije, haciendo un gesto para enfatizar mi punto, pero mi hermano hizo una mueca.

“¿‘Error importante’? ¿Cómo llamarías salir corriendo del baile para trepar a un árbol y saltar a una habitación de invitados?”

“Bueno, eso es… Ya sabes, Jeord dijo que deberíamos fingir que eso nunca sucedió, así que…”

El incidente de ayer fue causado por la ignorancia de dos nobles extranjeros, y hacer eso público se convertiría en un gran problema, por eso se decidió que todos nos olvidaríamos de ello.

Por supuesto, esto era con la condición de que los dos hombres se disculparan con María y fueran castigados por lo que hicieron. Según Jeord, dado que Lousabre no podía permitirse estar del lado malo de Sorcié, probablemente castigarían a esos hombres más que suficiente.

Y así, en cuanto respectaba a los demás, simplemente me había sentido mal y había dejado el baile temprano, antes de que pudiera haber hecho algo que justificara ser regañada por mamá.

Por eso le pedí a Keith que ocultara toda la historia a nuestra familia… pero suspiró.

“Nee-san, escucha. Incluso si todos decidieran mantenerlo en secreto, ¿realmente creerías que nadie les diría a los padres de una noble soltera? Y padre estuvo en la Asamblea para empezar, así que nuestra familia ya lo sabe todo.”

“¡¿Qué?!”

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Sabía que mi padre iba a asistir, pero supuse que no sabía nada sobre el incidente. Y si dice que nuestra familia ya lo sabe todo…

“¡¿Eso incluye a… mamá?!” Pregunté, ya desesperada, y Keith asintió.

“Por supuesto. Ella sabe que te desgarraste el vestido, te subiste a un árbol e irrumpiste en una habitación de invitados en el segundo piso.”

“… ¡Hagamos que el carruaje regrese al castillo! ¡Nos quedaremos allí una noche más!”

“Mamá ya nos ha ordenado a los sirvientes y a mí que te llevemos a casa lo antes posible.”

“¡Nooooo!”

El alivio que estaba sintiendo al terminar la Asamblea desapareció en un instante, al igual que mi ansia por volver a casa después de tanto tiempo.

No iba a volver a casa. Regresaría a una espantosa prisión de regaños.

No quiero ir…

 Cuando entré, fui recibida inmediatamente por la vista de mi madre, a quien le habían dicho que pronto estaríamos allí.

Rápidamente me arrastró a su habitación y me sometió a un sermón interminable. En comparación, esas lecciones en el castillo fueron breves y dulces.

Cuando finalmente terminó, el sol ya se había puesto, y volví aturdida a mi habitación, llevando conmigo una pila de libros sobre etiqueta que me habían ordenado estudiar.

“Vaya, estoy agotada…” Murmuré mientras me tiraba en la cama.

“Al ver que está tan cansada, ¿preferiría quedarse en casa y no ir al trabajo mañana?” Preguntó Anne, que estaba desempacando mis cosas.

Casi lo había olvidado, pero ahora que la Asamblea había terminado, tenía que volver al trabajo.

“Ya me he tomado tantos días libres seguidos, y si me quedara en casa me vería obligada a estudiar etiqueta con mi madre. Prefiero ir.” Dije, pensando que ir al Ministerio, donde también podía ver a María, sonaba mucho mejor que quedarme aquí con mi madre regañándome y enseñándome a comportarme correctamente. Además, todavía quería preguntarles a María y Sora sobre su misión secreta.

Me preparé para la mañana siguiente y me fui a la cama. Al día siguiente, viajaría en el carruaje al Ministerio por primera vez en mucho tiempo.

De camino a la oficina de mi departamento, me encontré a Sora.

“Buen día. Perdón por meterte en problemas en la Asamblea.” Me dijo.

“¿Tú? ¿Me metiste en problemas?”

“Ese incidente con María. Mientras continuaba con mi misión, también se suponía que debía cuidarla. Pero cuando esos dos hombres empezaron a perseguirla, los perdí de vista, así que es mi culpa que hayas hecho lo que hiciste.”

No era sorprendente que una chica tan linda como María tuviera a alguien que actuara como su guardaespaldas. Sora era mucho más fuerte de lo que parecía, y estaba acostumbrado a tratar con todo tipo de personas desagradables.

“Pero fui yo quien decidió correr tras ella. Fueron Jeord y los demás quienes la salvaron, y todo está bien si acaba bien, ¿verdad?” Dije, y él se rio.

“Sabía que dirías algo así. Gracias. Pero trata de tener cuidado, ¿de acuerdo?”

Había perdido la cuenta de cuántas veces había escuchado esas palabras en los últimos días.

“Lo haré.” Dije, como había hecho con todos los demás, y seguimos caminando hacia la oficina.

Justo cuando llegamos a la puerta, recordé que quería preguntarle algo.

“Dime, Sora, María y tú estaban en una misión en el castillo, ¿verdad? ¿Cómo fue eso?” Casi lo había olvidado, dado que todo había sucedido mientras tanto.

“Bueno…” Empezó a decir, pero la puerta se abrió frente a nosotros y una cara familiar salió de ella.

“¡Oh, señor Cyrus!”

“Katarina Claes, Sora Smith. Buenos días. De regreso al Ministerio, ya veo.” Dijo, luciendo exhausto, y luego se alejó.

Me pregunté por qué estaba en nuestra oficina y por qué parecía tan cansado.

“Se veía tan demacrado. ¿Alguna idea de por qué?” Le pregunté a Sora.

“Él también estuvo en la Asamblea y no olvides que sigue soltero. No puedo imaginar cuántas mujeres se le habrán acercado.” Respondió.

Eso lo habría explicado. Cyrus no estaba acostumbrado a hablar con mujeres, especialmente con las jóvenes. Pasar tres días rodeado de ellas debía haber sido agotador.

Y eso también explicaba por qué no lo vi en la Asamblea: probablemente estaba escondido dentro de un enjambre de chicas. Realmente lo sentí por él, el pobre.

“Buenos días. Es bueno verlos a todos.” Dije, entrando por la puerta, y escuché tres respuestas.

“Buen día.”

“¡Buenos días! Debes estar cansada después de la Asamblea.”

“Buenos días.”

Todavía era demasiado pronto para que todos estuvieran allí, pero mis colegas mayores ya estaban trabajando, luciendo exactamente como lo hacían la última vez que los había visto.

Laura había cubierto su musculoso cuerpo con un lindo vestido con volantes, y Hart estaba sentado en un rincón, casi invisible, mirando el papeleo.

Fuimos a saludar a Larna, la directora del departamento, que había llegado inusualmente temprano. Normalmente llegaba justo a tiempo para el comienzo de la jornada laboral. Era una mujer muy singular y decía con orgullo que prefería trabajar al aire libre, correr de un lado a otro. Verla sentada detrás de un escritorio era extraño.

“Vuelvo a trabajar a partir de hoy, ya que terminó la Asamblea.” Le dije, y ella me sonrió.

“Sé lo cansado que fue la Asamblea para ti. Estoy segura de que todavía no puedes dar el 100%, pero haz lo que puedas.” Dijo.

Por un momento, me confundí que ella supiera cómo había sido la Asamblea, pero luego recordé que ella también era una dama noble y probablemente también asistió. Pero ella era una maestra del disfraz, e incluso la cara que estaba mirando mientras hablábamos no era más que una falsificación cuidadosamente elaborada. Ni yo ni nadie más sabíamos cómo era ella en realidad. Incluso si me la hubiera encontrado en la Asamblea, probablemente no me habría dado cuenta.

Sin embargo, a pesar de asistir, se veía tan enérgica como siempre. No parecía cansada en lo más mínimo.

“Disculpe, señorita Larna.” Sora interrumpió mis pensamientos.

“Me gustaría informar sobre mi misión.”

Cyrus detuvo nuestra anterior conversación, así que aún no sabía de qué se trataba su misión.

“Cyrus me dijo que ya le reportaste antes. Buen trabajo.”

“Lamento no haber podido obtener ninguna información útil.” Dijo, bajando la mirada en tono de disculpa. ¿Significaba eso que había fallado en su misión?

“Sora, ¿cuál era tu misión?” No pude resistirme a preguntar.

“Le dije a Sora que no te dijera nada para que pudieras concentrarte en la Asamblea, pero supongo que ya no importa.” Dijo Larna, y comenzó a explicar.

Resultó que la hija de un barón no particularmente rico de las afueras del reino había desaparecido. Como sucedió en una parte del campo que se consideraba segura, todos estaban frenéticos. Además, la chica era una usuaria de magia, lo cual era raro para un noble de ese rango. Esto hizo que sus seres queridos se preocuparan aún más por ella.

Su repentina desaparición, aunque sorprendente, no era exactamente impensable. La primera suposición fue que ella fue secuestrada o se había escapado. Sin embargo, la familia no había recibido ninguna notificación de los secuestradores y ella no tenía ninguna razón para dejar su casa por su cuenta.

Luego, la familia pidió ayuda al Ministerio, que descubrió algo sospechoso. Los sirvientes que estaban trabajando en la mansión ese día —tanto los que se suponía que iban a acompañar a la niña e incluso algunos de los granjeros que trabajaban cerca— no podían recordar lo que sucedió el día del incidente.

Sus recuerdos estaban nublados y, por mucho que lo intentaran, no podían recordar los hechos. El Ministerio asumió que la Magia Oscura estaba involucrada, y las personas que estaban más familiarizadas con ella tenían la tarea de investigar.

Sora y María visitaron esa mansión rural y, por pura coincidencia, María usó su Magia de Luz para curar una herida en la mano de un granjero. Cuando hizo eso, el granjero recordó haber visto un carruaje, probablemente perteneciente a nobles, deambulando cerca de la mansión.

Eso fue todo lo que lograron reunir, pero al menos ahora sabían que era muy probable que tanto la Magia Oscura como los nobles, probablemente de alto rango, estuvieran involucrados. El siguiente paso lógico fue enviar a María y Sora, que podían sentir la Magia Oscura, a la Asamblea Internacional, donde estarían la mayoría de los nobles del país. Fingirían ser sirvientes e intervendrían si pasaba algo.

¡Esta misión era más importante de lo que pensaba! Cuando la Magia Oscura está involucrada, quién sabe qué podría suceder. ¡De miedo!

“También intenté investigar un poco por mi cuenta, pero no encontré nada interesante. ¿Y tú, Katarina?” Larna me preguntó y traté de recordar cualquier cosa relevante que pudiera haber escuchado en la Asamblea.

Propuestas de matrimonio para Keith, propuestas de matrimonio para Nicol… Muchas propuestas de matrimonio… Y luego, por supuesto, ese incidente con María y esos dos estúpidos nobles extranjeros. ¿Será que…?

“¿Es posible que los dos nobles extranjeros que intentaron secuestrar a María también secuestraran a esa chica?”

“Dado el momento en que ocurrió el incidente, justo antes del inicio de la Asamblea, consideramos la posibilidad de que estuvieran involucrados nobles extranjeros. Ahora bien, es poco probable que alguien fuera de Sorcié sepa sobre la Magia Oscura y, lo que es más importante, el secuestro se llevó a cabo demasiado bien. Uno tendría que estar familiarizado con el lugar. Así que el culpable es probablemente alguien de dentro del reino.” Respondió Larna.

Tenía razón, pero después de escuchar todas esas historias de Cezar sobre lo inseguros que eran otros países, no podía evitar sentir sospechas. Incluso dijo que personas en el extranjero practicaban la trata de personas y que al gobierno ni siquiera le importaría.

De todos modos, ¿por qué estaba hablando de la trata de personas con él? Pensé. Corría detrás de María. Luego, en el jardín, me salvó cuando escuché algo que sonaba peligroso de parte de esos viejos nobles extranjeros…

¡Así es! ¡Decían que uno podía comprarle a Sorcié niños con magia en un puerto!

 Estaba tan sorprendida por esa información que pensé que necesitaba hablar con Jeord y los demás al respecto, pero todo el incidente de María me hizo olvidarlo.