Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 14

Capítulo 2: Ronda Cinco I

Parte 2

“Ronda 5, combate 1 – ¡Comienza!”

***

Mientras la voz automatizada sonaba, no perdió ni un segundo antes de abrir los ojos.

Rodolfo, sin embargo, seguía de pie imponente en su posición inicial, con los brazos cruzados.

Ayato también mantuvo su posición de batalla, manteniendo el Ser Veresta a la altura de los ojos.

“¿Oh? ¡Ningún concursante ha movido un músculo! Deben ser bastante cautelosos el uno con el otro, supongo.”

“Naturalmente. Si Ayato Amagiri hace un movimiento equivocado, todo habrá terminado. Y el Rect Lux de Rodolfo Zoppo no se enfrentará al Ser Veresta si no tiene cuidado.”

Bueno, ni siquiera parece que vaya a usarla, se dijo Ayato.

Rodolfo poseía dos armas. La primera era su habilidad Dante, capaz de interferir directamente con el prana de cualquiera dentro de su rango. La segunda era su Rect Lux, con su considerable poder destructivo.

Como Zaharoula había observado, si Rodolfo hubiera activado esa Rect Lux, Ayato se
habría centrado primero en destruirla. Su oponente, sin embargo, no parecía ser tan tonto.

“¡Eh, eh! ¿Qué es todo esto? No te vas a quedar ahí parado, ¿verdad? ¡Ven a mí! ¡Vas a decepcionar a nuestro público!”

El tono de voz de Rodolfo era provocativo, pero parecía estar expresando sus sentimientos honestos. Y, por supuesto, lo que dijo era cierto. La multitud, que se impacientaba por el estado estático de las cosas, empezó a llover abucheos y gritos.

Algo similar había sucedido en el combate de Ayato contra los gemelos de Jie Long durante el Fénix. El público de la Festa, sabía, tenía muy poca paciencia.

“Muy bien, entonces, si insistes… ¡En marcha!”

No pretendía responder a los caprichos de los espectadores, pero con eso, comenzó a acercarse a su oponente.

“¡Ha-ha! ¡Eso está mejor!” Rodolfo retorció sus labios con una sonrisa satisfecha, pero aun así no se movió.

“¡Haaaaaaaaaugh!” Ayato gritó, saltando hacia adelante, pero apenas cruzó una línea invisible, invirtió su impulso, saltando hacia atrás.

“¿Eh?” Rodolfo levantó una ceja de curiosidad, pero Ayato le prestó poca atención cuando empezó a dar vueltas alrededor del lado derecho de su oponente antes de volver a avanzar, hasta que sintió un extraño cambio en el prana de las puntas de los dedos de los pies e inmediatamente saltó hacia atrás.

“Ah, lo entiendo. ¡Así que estás tratando de ver en mi rango! Bueno, lamento decir que, si lo intentas de nuevo, ¡te volaré los dedos de los pies!”

“…eso es un poco extremo.”

Por lo que Ayato pudo suponer basándose en las grabaciones de los anteriores combates de Rodolfo, la habilidad de su oponente parecía ser efectiva en un radio de dos metros. Eso, sin embargo, era simplemente una estimación. La única manera de estar seguro era probarlo por sí mismo.

No parece que sean dos… ¿Quizás un metro y noventa y cinco centímetros?

Incluso unos pocos centímetros podrían significar la diferencia entre la victoria y la derrota.

En cualquier caso, sin embargo, le sería imposible atacar desde fuera del alcance de Rodolfo.

Tal como Zaharoula había dicho al principio del partido, Ayato no tenía técnicas de largo alcance a su disposición. No había dominado la técnica de tiro con arco del Estilo Amagiri Shinmei, y no había forma de que pudiera aprender a manejar un arma de fuego en el tiempo que tenía antes del combate (aunque estrictamente hablando, el Estilo Amagiri Shinmei en general tenía un conjunto de técnicas de lanzamiento de piedras, pero no había forma de que una simple roca fuera capaz de romper las defensas de su oponente).

Podría haber intentado usar un arma particularmente larga, como una lanza, pero eso limitaría severamente los tipos de movimientos que podría hacer fuera del alcance de Rodolfo. De manera similar, podría intentar usar Meteor Arts para aumentar el tamaño del Ser Veresta, pero sería difícil manejar un arma de gran tamaño desde tal distancia. Además de todo eso, no importa cuán oportuno fuera, sospechaba que Rodolfo sería capaz de bloquear o detener cualquier ataque directo.

Siendo ese el caso…

“Phew…”

Profundamente concentrado, Ayato trajo al Ser Veresta a su lado.

“¿Oh? Así que finalmente te estás poniendo serio respecto a…”

En ese momento, Ayato voló alrededor de su oponente, la punta del Ser Veresta brilló en el aire.

Había apuntado la hoja perfectamente. Con esa trayectoria, debería haber atravesado la cresta de la escuela de Rodolfo, y aun así…

“¡Whoa! ¡Eso está mejor! ¡Habla rápido!”

“¡Ngh…!”

Rodolfo se había inclinado ligeramente hacia atrás, causando que el ataque de Ayato se extendiera.

“¡Guau, eso fue rápido! ¡Demasiado rápido incluso para ver! ¡Y el concursante Zoppo se las arregló para esquivarlo! ¡Increíble! ¿Pero por qué no usó su habilidad en ese momento?”

“No tuvo la oportunidad de hacerlo. La habilidad de Zoppo funciona interfiriendo con el prana de cualquiera que esté dentro de su rango. Naturalmente, él tiene que entender lo que está pasando si va a usarla.”

“¡Ya veo! ¡En otras palabras… los movimientos del concursante Amagiri fueron demasiado rápidos para que los captara completamente!”

No podía haber duda de que, con la excepción de Orfelia y Lenaty, Ayato tenía la mejor capacidad física general de los restantes dieciséis concursantes. Los únicos que podían esperar igualarlo eran Xiaohui y quizás Sylvia, usando una de sus habilidades de fortalecimiento.

Aunque no estuviera al nivel de Hufeng Zhao, a su máxima velocidad, sería difícil incluso para Rodolfo ver sus movimientos.

“¡Ha-ha! ¡Bien, bien! ¡Eres la primera persona que salta dentro de mi alcance no por
desesperación total! ¡Habla de un buen cambio de ritmo! Eres tan bueno como dicen, ¿eh? ¡Sí, bastante impresionante!”

“…”

Con su oponente de buen humor, Ayato silenciosamente regresó al Ser Veresta a su lado. Había querido terminar el combate con ese último movimiento, pero no podía evitarlo ahora.

Si no funcionó esa vez, probablemente no tiene mucho sentido intentar lo mismo de nuevo…

No importaba lo rápido que se moviera, al fin y al cabo, estaba atacando en línea recta. Si su oponente se diera cuenta de ese hecho, significaría el final para él. Tenía que resolver el combate antes de que eso pudiera suceder.

“…¡Hrrrgh!” Cambió su posición de izquierda a derecha para evitar que su oponente leyera su tiempo, dando vueltas detrás de él para tratar de acercarse lo más posible antes de desatar su siguiente golpe.

“Oh, ¿qué es esto ahora?”

Rodolfo miró por encima de su hombro, pero Ayato ya se había movido a medio camino hacia su otro lado, abriéndose camino hasta el punto ciego de su oponente.

“¡Ahora…!” Con eso, Ayato atravesó el campo de visión de Rodolfo, el Ser Veresta se agarró a su mano izquierda mientras se lanzaba a un profundo corte.

“¡Whoa!”

Una vez más, sin embargo, Rodolfo, como si hubiera anticipado sus movimientos, dejó que el golpe lo rozara sin hacer contacto.

La punta del Ser Veresta había enviado unos cuantos mechones del cabello rojo de Rodolfo esparcidos por el aire. Ayato vio un destello asesino arraigarse en los ojos de su enemigo detrás de esas gafas de sol oscuras.

¡Mierda!

En ese momento, un escalofrío mortal corrió por su columna vertebral, y el brazo y la pierna izquierda de Ayato se sintieron como si se abrieran de golpe.

“¡Hrrrrrrrk…!”

Perdiendo el equilibrio, se encontró cayendo al suelo, pero se dio cuenta inmediatamente de que su mayor prioridad tenía que ser poner algo de distancia entre él y su oponente. Se detuvo un momento para ver lo grave que había sido su herida, pero afortunadamente parecía no haber sufrido nada peor que unas espantosas quemaduras, con su uniforme desgarrado en varios lugares. Afortunadamente, sus manos y articulaciones estaban bien, por lo que el daño no fue suficiente para detenerlo de la lucha.

“¡Ha-ha-ha! ¿Qué es esto? ¿Sólo una herida leve? ¡Qué vergüenza!”

La sonrisa de Rodolfo permaneció tan plácida como siempre.

Pensar que podría resolverlo después de verlo sólo una vez…

El ingenio de batalla del oponente de Ayato estaba más allá de sus expectativas.

Más que nada…

“¡Asombroso! Zoppo no sólo esquivó el ataque de Amagiri, ¡sino que lo contrarrestó con un magnífico movimiento propio! Por otra parte, normalmente derriba a sus oponentes de un solo golpe, ¿así que supongo que no fue particularmente efectivo aquí…?”

“Amagiri sigue moviéndose demasiado rápido. Zoppo aún no puede verlo completamente, así que sólo pudo alcanzar la capa exterior del prana de Amagiri. Normalmente intenta encender una explosión destructiva desde el interior del cuerpo de sus oponentes, pero no fue capaz de hacerlo aquí. De todos modos, ¿no es increíble el hecho de que no haya dado un solo paso desde su posición inicial?”

“¿¡Eh!? Ah, claro, ¡no se ha movido en absoluto!”

De hecho, Rodolfo no había ajustado su posición ni una sola vez. Incluso cuando esquivaba los ataques de Ayato, mantenía sus movimientos al mínimo.

La audiencia, aparentemente habiendo notado esto sólo ahora que Zaharoula se lo había señalado, repentinamente zumbaba de emoción.

“¡Y está luchando contra el Murakumo! ¡El mismo Ayato Amagiri que se alzó con la victoria tanto en el Fénix como en el Gryps! ¡El concursante Zoppo está esquivando sus ataques sin siquiera tener que mover un dedo! Ciertamente se ha ganado su reputación como el número dos de Le Wolfe, ¡eso es seguro!”

“A menudo se dice que los mejores luchadores de Le Wolfe están un paso por encima de los de las otras escuelas, pero Rodolfo Zoppo realmente lleva ese punto a casa. En cualquier otro lugar, probablemente habría llegado a la cima”.

Ayato tuvo que estar de acuerdo con esa evaluación.

Para empezar, si no fuera por Orfelia, que estaba tan claramente fuera de la norma, no había duda de que Rodolfo habría sido el número uno reinante de Le Wolfe.

Además de eso…

“Eso será suficiente entretenimiento para las multitudes… Ahora, mi turno”, dijo Rodolfo, dando un paso adelante como si hubiera estado esperando esta oportunidad.

Ayato saltó hacia atrás por reflejo, sujetándose con su espada.

Si va a hacer un movimiento, ¡eso podría darme una oportunidad…!

Mientras que Rodolfo podría haber visto ya a través de algunos de sus movimientos, aún no había captado completamente la forma de batalla de Ayato. Si Ayato contrarrestara ahora con el Tsugomori, una de las Técnicas Máximas del Estilo Amagiri Shinmei, sospechaba que la victoria sería suya. Dado que Rodolfo no estaba en posesión de un Orga Lux como lo había estado Minato Wakamiya, sería imposible para él proteger completamente su escudo escolar.

Por supuesto, Ayato sabía que era improbable que escapara ileso, pero era cierto el dicho de que a veces había que perder la batalla para ganar la guerra. No tendría ninguna esperanza de derrotar a su oponente si no estaba dispuesto a correr algunos riesgos.

“¿Hmm? Ha-ha… ¡Conozco esos ojos! Quieres que nos derribemos el uno al otro al mismo tiempo, ¿eh?” Rodolfo dijo mientras se frotaba la barbilla, evidentemente habiendo visto a través del plan de Ayato. “¡Ha-ha! Bien, ¡Inténtalo! ¡También tengo una pequeña cosa que quiero probar!”

Ayato no dijo nada, sólo apretó los ojos. En la oscuridad, sus sentidos aumentados podían distinguir cada movimiento de su oponente.

Tranquilo y sereno, Rodolfo comenzó a caminar hacia él.

Ayato midió la distancia en su mente. Tres pasos para ir, dos, uno…

“¡Yaaaaaaaaaaaah!”

El cuerpo de Ayato se balanceaba de un lado a otro como un resplandor de aire caliente mientras se lanzaba hacia el pecho de Rodolfo con todas sus fuerzas. Había logrado la distancia perfecta, la sincronización perfecta, todo para desatar un solo e inevitable golpe que no podía ser evitado, aunque fuera anticipado.

“…¿Qué tal esto, entonces?”

La punta del Ser Veresta, sin embargo, no logró atravesar la cresta de la escuela de su oponente.

De hecho, la hoja en sí había desaparecido por completo.

“¿¡—!?”

En ese preciso momento, el prana del pecho de Ayato se encendió.

“¿¡Es esto!? ¡El concursante Amagiri acaba de ser envuelto en una explosión de prana! ¿¡P-pero parecía que su ataque estaba un segundo por delante…!?”

“Probablemente lo fue… Pero Zoppo debe haber cortado el suministro de prana que alimenta al Ser Veresta.”

“¡Ah…! ¡Ya veo! ¡El Ser Veresta demanda una gran cantidad de prana de su usuario! Así que por eso su hoja desapareció…”

“…Bien, así que eso fue lo que pasó…”

Ayato, habiendo sido arrojado hacia atrás por la fuerza de la explosión, y habiendo escapado por poco de una herida letal, se encontró con una sonrisa forzada ante la explicación de Zaharoula.

“¿Eh? ¿Estás diciendo que la he fastidiado dos veces…?”

La sonrisa de Rodolfo, por otro lado, se había desvanecido completamente.

“¡E-está bien! El concursante Amagiri ha sufrido daños, ¡pero sigue en pie! ¡Y su escudo escolar también está intacto!”

La explosión debió limitarse al centro de su pecho, ya que había un gran agujero quemado a través de su uniforme y ropa interior, pero no era lo suficientemente ancho para llegar a su cresta.

“Zoppo odia la idea de sufrir daños, así que parece que centró la mayor parte de su atención en el Ser Veresta. En otras palabras, su contra ataque llegó un poco tarde, y sólo fue capaz de controlar la capa superior del prana de Amagiri de nuevo esta vez.”

“¡Hah-hah! ¡Debes tener unos malditos reflejos rápidos para salir de eso a tiempo! ¡Sí, estoy impresionado!” Rodolfo gritó, asintiendo con la cabeza mientras activaba el Lux fijado a su muñeca derecha.

Una crueldad salvaje se había abierto paso hasta su sonrisa.

“¡Parece que el concursante Zoppo finalmente está activando su Rect Lux!”

Con eso, tres grandes unidades Rect Lux en forma de espada se materializaron, rodeándolo por todos lados.

En su situación actual, Ayato sabía que esta arma podría ser un problema considerable.

Manteniendo su vigilancia para poder responder a cualquier ataque que se le presentara, comprobó si el Ser Veresta seguía funcionando. Habiendo confirmado que estaba bien, lo devolvió a su cuerpo de activación y cambió a una nueva hoja tipo Lux.

“¿Qué… qué es esto? ¿El concursante Amagiri ha envainado el Ser Veresta…? ¿Qué está pasando aquí? Debería estar fuera del alcance del Concursante Zoppo, así que no debería poder usarlo de nuevo ahora.”

“¿Qué tan estúpido eres? ¿De qué serviría un arma de corto alcance si no está lo suficientemente cerca para usarla? ¿Y qué haría si Zoppo la desactivara mientras intentaba esquivar uno de sus ataques?”

“Ya veo… Pero en ese caso, si el concursante Zoppo estuviera lo suficientemente cerca
para hacerlo, ¿no apuntaría al concursante Amagiri en lugar de su arma…?”

“Esto le da opciones a Amagiri. ¿Va a hacer que Zoppo piense que va a ir a por él y en su lugar ir a por su Rect Lux, o está planeando dar un golpe directo? Mientras esté usando el Ser Veresta, Rodolfo Zoppo está en control de la situación, no Ayato Amagiri. Esto cambia las cosas”.

Era más que un poco espeluznante la precisión con la que Zaharoula había leído las intenciones de Ayato. En cualquier caso, mientras Ayato usara un Lux normal, no necesitaba preocuparse de que Rodolfo lo desactivara cuando se acercara demasiado. Pero quizás más importante, era sorprendentemente difícil para Ayato enfocar su atención tanto en su espada como en su oponente.

No sólo eso, sino que era poco probable que Rodolfo atacara con su Rect Lux mientras Ayato empuñara su Orga Lux, aunque Rodolfo podría acercarse ahora con un riesgo mínimo. Eso era lo que tenía a Ayato más al límite.

No es que no tenga ninguna estrategia usando el Ser Veresta… pero sería un gran riesgo, y las probabilidades no se ven bien…

“¡Vamos, divirtámonos un poco!” Rodolfo declaró con los brazos extendidos, y en ese momento, las tres unidades de su Rect Lux se lanzaron hacia Ayato.

“¡Ugh…!”

Ayato se sujetó con ambas manos mientras paraba la primera unidad, pero el peso detrás de ella fue mucho más allá de sus expectativas. Cada una de esas unidades Rect Lux era casi tan larga como él mismo era alto. Y para colmo, lo tenían rodeado por tres lados mientras realizaban el asalto.

Mientras que la segunda unidad barría en un intento de derribarlo y la tercera unidad se lanzaba desde arriba, Ayato retrocedió para evadir los ataques, sólo para descubrir que Rodolfo se había puesto en posición detrás de él.

Gracias a que ya había entrado en el estado de shiki, se las arregló para cambiar de rumbo justo a tiempo, pero la primera unidad Rect Lux ya estaba dando la vuelta para bloquearlo.

“¿Qué pasa ahora? ¿No me digas que vas a correr? ¡Ha-ha!” Rodolfo carcajó.

Ayato tuvo pocos problemas para pasar el arma que se aproximaba. El control de su oponente sobre el Rect Lux no era particularmente preciso, y aunque ciertamente tenían mucho poder, su habilidad para manejarlos palideció en comparación con la de Julis. Si Ayato sólo tuviera que preocuparse por esas tres unidades, probablemente podría seguir esquivándolas indefinidamente.

Rodolfo sin duda también se había dado cuenta de eso.

Para él, el Rect Lux era simplemente una manera de mantener a Ayato atado. Rodolfo siempre iba a querer terminar este combate con su propia habilidad. Esa arma suya era simplemente un medio de expulsar a su presa.

Todo lo que necesito es un momento; si puedo hacer una apertura…

Evitó la siguiente oleada de ataques de su oponente, esperando que la oportunidad se revelara.

Con Rodolfo dividiendo su atención entre las tres unidades, era poco probable que pudiera mantener su anterior velocidad de reacción. Todavía había una oportunidad de que Ayato fuera capaz de contrarrestar.

Así que no tenía otra opción que soportar la embestida actual.

“¡Correcto! ¿¡Qué tal esto, entonces!?”

“¡Ngh…!”

Las tres unidades Rect Lux comenzaron a girar en el aire mientras descendían una vez más. Ayato se las arregló para atrapar el golpe, pero el Lux en su mano dejó escapar un horrendo chillido. El poder que cada arma poseía era simplemente demasiado diferente. Si seguía captando los ataques de su oponente directamente, su propio Lux acabaría rompiéndose tarde o temprano.

Por supuesto, esquivarlos a todos tampoco sería fácil.

Los ojos de Rodolfo brillaban mientras esperaba su oportunidad de lograr una derrota aplastante. Si no tenía cuidado al esquivar los ataques de su enemigo, Ayato sabía que se encontraría cayendo presa de esa habilidad destructiva.

Si iba a evitar que eso sucediera, necesitaba mantener una completa conciencia de su situación y de lo que le rodeaba.

Dedicó hasta el último gramo de su concentración a esquivar los ataques del Rect Lux, para atraparlos a todos y apartarlos. Con cada breve pausa en el asalto, se alejó más de su oponente, dando vueltas para no ser víctima de otro golpe mortal. Pero se preguntó cuánto tiempo sería capaz de soportar este ataque unilateral.

El cambio fue casi imperceptible, pero los movimientos del Rect Lux de su oponente
estaban empezando a perder su ventaja.

Tal como esperaba…

Era imposible decirlo por su expresión, pero lo más probable es que Rodolfo comenzara a cansarse. Los Rect Luxes requerían una considerable concentración para operar, y a medida que aumentaban de tamaño, sus usuarios requerían cada vez más dominio sobre su prana. Rodolfo, naturalmente, sería muy consciente de ese hecho.

Pero, se preguntó Ayato, ¿alguna vez había experimentado la realidad de ello de primera mano?

No habían pasado ni dos años desde que se introdujera el Rect Luxes. Podría haber sido posible para Rodolfo dominar su arma en tan poco tiempo, pero dado su tremendo poder, segundo en Le Wolfe después de Orfelia, Ayato dudaba que aún tuviera que usarla en un combate prolongado.

“¡Tch…!”

Por fin, los movimientos de sus unidades Rect Lux se habían vuelto inconfundiblemente desordenados.

¡Ahora…!

Sintiendo su oportunidad de arrebatar la victoria, Ayato atravesó la brecha entre las tres unidades Rect Lux y en una rápida embestida se acercó a su oponente.

“Estilo de espada Amagiri Shinmei, Primera Técnica – Torre de la Gravedad”

Con un destello brillante, dirigió su espada hacia el suelo, el impacto causó que una pared de arena se levantara delante de él.

“¿¡Qué demonios…!?”

Era una simple cortina de humo, ineficaz en la mayoría de las circunstancias normales, pero con Rodolfo en su estado actual, probablemente embotaría sus sentidos.

A la tercera va la vencida…

Ahora era su oportunidad, y habiendo decidido eso, Ayato se preparó para su ataque final.

“…¿Qué es esto, entonces?” Rodolfo se echó a reír a carcajadas.

“¡Ugh!” Impulsado por puro instinto, Ayato saltó de lado mientras las unidades Rect Lux, ahora infladas a casi el doble de su tamaño original, venían en picada hacia él por detrás.

¿¡Meteor Arts en un Rect Lux…!?

“¡Ha-ha-ha! ¡Siempre debes guardar tu mejor carta para el final!”

Incapaz de soportar las armas de gran tamaño con su Lux normal, Ayato fue lanzado a través del escenario y mientras lograba detener a dos de ellos, el tercero le atravesó la pierna.

“¡Gah…!”

Cayendo de rodillas, se preparó para enfrentarse a las hojas mientras se lanzaban para un golpe de seguimiento, cuando…

“¡Whoa…!”

Ayato activó el Ser Veresta, forzando a Rodolfo a retroceder, nervioso.

“¡Eh, eh! ¡Cuidado! ¡Debes estar muy desesperado si estás sacando eso de nuevo!”

De hecho, dado que Rodolfo podía simplemente desactivarlo, un ataque con el Ser Veresta resultaría completamente ineficaz.

Bajo cualquier circunstancia normal, eso era.

“¡Bueno, ya no es como si pudieras huir con esa pierna! ¡Maldición, esto será divertido! Ha, ha, ha, ha, ha, ha…”

Ayato se preparó mientras su oponente se acercaba.

Elevándose inestablemente a sus pies, mantuvo el Ser Veresta en posición horizontal, seguro de que la victoria estaba a su alcance.

Sin embargo, mirándolo fijamente, Rodolfo no mostró signos de bajar la guardia al acercarse cada vez más. Justo antes de que Rodolfo se hubiera acercado lo suficiente para atraparlo, Ayato atacó con el Ser Veresta.

“¿Eh? ¿Qué se supone que es eso?” Rodolfo inclinó su cabeza con perplejidad.

Por supuesto, el Ser Veresta no había tardado lo suficiente en alcanzar su objetivo.

Pero eso estaba bien.

A lo que Ayato acababa de apuntar, y se consumió espectacularmente, no era al propio Rodolfo ni a su escudo escolar.

“¿¡Qué!?”

Su oponente, dándose cuenta demasiado tarde de lo que acababa de pasar, tenía una expresión de asombro, el choque cedía al pánico mientras intentaba apresuradamente retirarse.

Ayato, sin embargo, estaba un paso adelante.

Moviendo la muñeca hacia atrás, se lanzó hacia adelante con el Ser Veresta, levantando la cuchilla hacia arriba.

“¡Estilo de espada Amagiri Shinmei, Primera Técnica – Serpientes Gemelas!”

Ese golpe partió en dos la cresta de la escuela de Rodolfo.

***

“¡Fin de la batalla! Ganador: ¡Ayato Amagiri!”