Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 12

Capítulo 4: Fourth Score

Parte 9: Noches Finales

Hiuma Kagamizu llegó al hotel justo cuando uno de sus tres kouhai casi había terminado de registrarse en la recepción.

Caminando detrás de él, Hiuma dijo en un tono amistoso, “Hola”.

“Ohh…Hola”

Una gran ciudad desconocida. Ya bajo la inmensa presión que viene con la noche anterior al día final de las partidas en la división 3-dan, ver la cara de Hiuma fue el alivio que el joven 3-dan había sentido todo el día.

Los miembros de la Sub Liga de Kansai comenzaron una tradición de permanecer en Shinjuku cuando tenían que viajar a Kanto hace décadas. Todavía se mantiene hasta hoy.

Ahora que había estado viniendo aquí por más de 20 años, el personal del Shinjuku Park Hotel conocía a Hiuma tan bien que podía registrarse con poco más que un asentimiento.

A pesar de no hacer planes para reunirse y de que cada  persona  viajaba  a  Tokio  por  su  cuenta,  los miembros de la Sub Liga de Kansai que se alojaban en el hotel se reunieron como si estuvieran guiados por una fuerza desconocida.

Por lo tanto, se ha convertido en estándar que los jugadores de Kansai coman juntos la noche antes de las partidas finales.

Aunque todos los 3-dans pueden estar en Tokio esta noche, siempre se han tomado medidas para asegurar que los jugadores de Kansai nunca se encuentren cara a cara en el día final. Sin embargo…

“¿Te has enterado de que la asociación ha creado hoteles para Sora-san y Kunugi-san? Incluso tienen sus propios asistentes. Entiendo que son famosos y todo eso, pero ¿Cómo es eso justo? Usted es el que tiene el mejor historial, Kagamizu-san, así que debería ser el que ……”

“Tranquilo”.

Con los nervios calmados y una comida caliente en sus estómagos, los 3-dans comenzaron a expresar sus dudas sobre los arreglos únicos hechos para Ginko Sora y Sota Kunugi.

Hiuma hizo todo lo posible para calmar su frustración diciendo lo más calmadamente posible.

“Ginko-chan es una chica de secundaria y Sota-kun está todavía en la escuela primaria, ¿verdad? Necesitan a alguien que los cuide”

Sus palabras, sin embargo, hicieron poco para convencer a los 3-dans.

Uno sentado en una mesa diferente golpeó su puño.

“¡Estas partidas no son justas! Todos nosotros hemos viajado hasta aquí, así que ¿por qué…?”

“Ni una palabra más”

Hiuma silenció a su kouhai con autoridad.

“Para Ginko-chan, Kunugi-kun e incluso Karako-san, llamar tanto la atención estando constantemente en el punto de mira no puede ser un paseo por el parque”

Hiuma empatizó con el grupo en lugar de rechazar su ira.

── Somos los que hemos sido pisoteados a cada paso.

Puede haber sido parte de su entrenamiento, pero a los miembros de la Sub Liga se les pedía a menudo que sirvieran como mensajeros o que hicieran trabajos ocasionales. El mundo del Shogi se construyó sobre profesionales que explotaban a los miembros de la Sub Liga.

La única razón por la que aguantaron ese tratamiento fue porque los profesionales habían sido alguna vez miembros de la Sub Liga.

── La justicia supera a todo lo demás en la Sub Liga. Cualquiera que no la cumpla es rechazado por el resto.

El hecho de que se les exigiera viajar a Kanto para el día final fue suficiente para atraer la ira de los miembros de la Sub Liga de Kansai más de una década atrás”

Hiuma Kagamizu, un nativo de Kyushu que sólo conocía la Asociación de Shogi de Kansai, hizo su primer viaje a la Asociación de Shogi de Kanto en Sendagaya cuando se unió a la división 3-dan.

¿Y si me pierdo en el camino……?

Un Hiuma aterrorizado fue a uno de sus mayores en busca de consuelo,

“Uhm, ¿puedo preguntarle algo? ¿Cómo se llega desde la  estación de  Sendagaya al  edificio de  la Asociación de Kanto?”

Hiuma nunca olvidaría la respuesta que recibió ese día por el resto de su vida.

“Sólo mira a los chicos que se parecen a los de las Sub Ligas y síguelos”

── Pensé que estaba bromeando, pero así fue como encontré el lugar.

Se abstuvo de sonreír mientras miraba a sus compañeros de 3-dan.

Piel pálida y pocos saludable. Gafas. Ropa a cuadros.

Cortes de cabello fuera de estilo y bolsos sin marca.

Luchando contra el flujo de hombres de negocios que van a la estación, se dirigen hacia el santuario como si se negaran a seguir al resto de la sociedad.

Esos son miembros de la Sub Liga.

Un poco oscuros, serios, perversos y sin embargo puros, son lobos solitarios a los que les importa poco más que su propia mejora.

Y ahora mismo esos miembros de la Sub Liga estaban cantando las alabanzas de Hiuma.

“¡Por favor, promueva, Kagamizu-san!”

“¡¡No estaría bien que no te metieras en los profesionales!!”

“¡Ve a mostrarles de qué está hecha la Sub Liga!”

Hiuma estaba  realmente  conmovido, al  ver a sus compañeros llevar su pasión y aplaudirle mientras luchaban contra las lágrimas, y sentía el calor que se acumulaba en la boca de su pecho.

“Chicos…”

Esto es lo que significa estar en la Sub Liga.

── Ser rudo y obstinadamente fuerte, pero también vivir una juventud más intensa que nadie, manteniendo más pureza que todos los demás.

Y Hiuma estaba orgulloso de haber sido parte de ello. De hecho, sintió pena por Ginko y Sota por no tener la oportunidad de experimentar esto por sí mismos.

── Ganar o perder…Mañana es mi último día como miembro de la Sub Liga.

En ese caso, lucharé por todos estos tipos, se lo juró a sí mismo.

Ginko se desplomó en la cama en el momento en que entró en su habitación de hotel.

“…………… Ardiente………….”

Sintiendo el cuerpo como plomo, tenía una fiebre que se negaba a desaparecer.

Las partidas de la división 3-dan dos semanas antes la habían llevado a su límite físico, pero ir al festival de verano inmediatamente después y que le lloviera no ayudaba a su situación.

Un resfriado había hecho su vida miserable desde entonces.

El cansancio no desaparecía. Sin embargo, su mente  había  estado  en  continua  sobrecarga.  No importaba cómo tratara de descansar su cuerpo cansado, el sueño nunca llegaba. Su ya debilitado estado físico sólo empeoraba día a día.

──….. ¿Por qué mi cerebro no se apaga? ……Ha estado pasando y pasando……Mucho más que nunca antes.

El viaje, sin embargo, le había quitado tanto que Ginko se cayó de cara en la primera cama de su hotel sin molestarse en cambiarse el uniforme.

Fue entonces cuando el teléfono que había tirado distraídamente junto a su almohada empezó a sonar.

“¡…!”

Prácticamente saltando del edredón, ella respondió inmediatamente.

── ¿Podría ser…? ¿Está preocupado por mí?

“Sora-san, llegaré para escoltarte a la Asociación de Shogi mañana temprano. Por favor, estate lista a las 7:30. Sota Kunugi estará en un coche separado, así que por favor no te preocupes. ¿Tienes alguna pregunta?”

Sólo era alguien de la asociación.

Ginko estaba tan agotada que no podía seguir el ritmo de lo que el hombre del otro lado le decía. Peor aún, estaba decepcionada. Tan decepcionada…

“…… ¿Sora-san? ¿Está bien el horario?”

“Doufu………… ”

“¿Eh? ¿Qué has dicho?”

Cuando se le pidió que lo repitiera, Ginko se sintió aún más sola que antes. Lo habría entendido.

“…… Sí. Está bien”

“Entonces te deseo buenas noches. Que duermas bien”

La llamada telefónica…Finalizo.

Ginko se regañó a sí misma por tener esperanzas, aunque sea por un momento.

“Heheh…Qué estúpida. Las reglas fueron cambiadas para evitar que los jugadores en las partidas por el título se comuniquen de cualquier manera después de sellar la jugada, ¿Recuerdas?……”

Poniendo el teléfono junto a su almohada, Ginko decidió que al menos debía ponerse una pijama y se sentó.

Hacerlo le hizo sentir algo en su bolsillo.

“¿Uhm? ¿Este es el papel del renacuajo?”

Como no tenía  motivos  para ponerse  el uniforme desde el último día de las actividades regulares de la Sub Liga, el papel que se puso en el bolsillo durante el festival de verano seguía ahí. Su escuela había reanudado las clases después de las vacaciones de verano, pero aún no había asistido a ninguna de ellas.

── Tal vez debería dejar la escuela…

Aunque sabía que era una depresión, había perdido la capacidad mental de pensar en cualquier cosa excepto en el Shogi hace mucho tiempo. Tanto su mente como su cuerpo se estaban agotando.

── Y aun así mi cerebro no se detiene ¿Por qué?

Su mayor temor ahora era su corazón, la bomba encerrada en su caja torácica desde su nacimiento.

La única gracia salvadora era que su cuerpo siempre le había advertido justo antes de que explotara.

La diferencia ahora es que ella se negó totalmente a ir al hospital.

── Hay una posibilidad de que los médicos me obliguen a parar, como dijo Karako-san

Una derrota y todo se acabará. Desesperada por evitarlo a toda costa, Ginko había pasado las dos últimas semanas convaleciente en casa de sus padres.

Sólo sus padres, que se habían enfrentado a la muerte con su hija muchas veces antes, no se opondrían a que Ginko persiguiera su sueño por mucho que sufriera en el proceso.

En cambio, le contaron historias de su pasado, relatando los días en que Ginko aprendió a jugar Shogi.

── Después de un día más…Todo habrá terminado después de dos partidas más…

Buscando incluso un momento de alivio del dolor, Ginko desdobló el tsumeshogi de Ai Hinatsuru y lo resolvió una vez más.

“Jaque Invertido e Idouai… Heh. Como si fuera a suceder en una partida real”

Luego, dio vuelta el papel para ver el tsumeshogi que Ai dibujó a mano.

…….10 minutos…… 20 minutos……. 30 minutos…..

El tiempo pasó volando mientras ella se sentaba con los ojos pegados al tsumeshogi, pero…

“Que difícil ¿Esto realmente ocurrió en una partida?”

Una sensación asquerosa la superó al pasar los minutos sin encontrar la respuesta.  Ginko dejó el tsumeshogi en la cama y se puso de pie.

Luego se dirigió a la gran ventana de su habitación. “Estrellas…No hay ninguna en absoluto”

El cielo sobre Tokio era un vacío negro. Por mucho que lo intentara, Ginko no podía encontrar ni un solo destello, sin importar dónde mirara.

Así que ella miró hacia abajo sobre la ciudad en su lugar.

Mirando en dirección al hotel donde se celebraba la partida por el Titulo Teii, ella susurró su nombre.

“……Yaichi …………”

La persona que Ginko quería ver más que nadie en el mundo estaba enmarcada en algún lugar dentro de los límites de esta ventana.

Todas las emociones que había mantenido a raya estallaron de una sola vez. Lamentando, Ginko presionó su mejilla contra el frío vidrio de la ventana.

Entonces lloró como una niña indefensa, tal como lo hizo el día que ascendió a la división 3-dan.

“……                                                    Yaichi…………Tengo

miedo……Sálvame…………”

Ella quería que estuviera a su lado.

Sentir sus brazos alrededor de ella como esa noche.

Para liberar su débil ser del infierno que su vida se había convertido…..

Siempre se había presentado ante ella cuando ella pidió ese deseo en el pasado. Fue un milagro, como si los dioses del Shogi hubieran realizado ese milagro sólo para ella.

Eso es exactamente lo que pasó el día en que se convirtió en un 3-dan. Fue la primera vez que venció a Sota, pero fue el exceso de confianza de su oponente lo que significó su derrota.

── Los milagros ocurren una vez, no importa cuán fuertes sean los jugadores. Así es como es el Shogi.

“Pero…No puedes hacer que el segundo milagro ocurra por ti mismo. ¿No es así, Yaichi?”

Caminando de vuelta a su cama, Ginko volvió a doblar la hoja y la puso suavemente en su bolsillo como un amuleto de buena suerte.

Desde allí, abrió su bolsa de viaje pero sacó  un sobre en lugar de una pijama.

Las palabras perdón por molestarte fueron escritas en pedazo de rasguño apenas legible en el exterior. Ginko abre la tapa y encuentra un registro de coincidencia sin nombre dentro.

Eso, y una fotografía tomada hace más de 10 años.

Yaichi Kuzuryu se sentó solo en medio de la alfombra en el piso de la habitación de estilo occidental que le fue asignada.

No llevo nada más que una bata de baño. “……Ugh….Khg …………”

El cuerpo se balanceaba rítmicamente de un lado a otro, gruñía cada vez que respiraba.

Fue una visión extraña, por decir lo menos.

Quitándose el kimono después de volver a la habitación, había pedido una cena rápida al servicio de habitaciones y se había duchado con agua caliente. Sin embargo, sus pensamientos se dirigieron a la formación del tablero cuando hizo su movimiento de sellado antes de llegar a secarse el cabello.

── ¡Ahora! Este es el movimiento que decidirá toda la partida.

Como él fue el que emitió el movimiento de sellado, podía ver un movimiento más allá en el futuro que su oponente, Yo Okito.

No estaba  simplemente  soñando despierto  con lo que podría pasar.

Yaichi estaba usando un tablero que sólo existía en su mente para determinar si podía o no alcanzar el Jaque Mate en el último juego.

“¡Haaah……! ¡Haaaah….! ¡Haaaah…….!”

Sólo abriendo los ojos para tomar un bocado de su comida o tragar varios bocados de agua a la vez, Yaichi se quedó sentado en sus tobillos, sin levantarse de la alfombra ni una sola vez mientras trabajaba en cada secuencia que podía encontrar.

Resolviendo tsumeshogis de secuencia extremadamente larga con sólo un tablero Shogi mental no es una tarea fácil.

A diferencia de esos tsumeshogis, sin embargo, no había garantía de que existiera un Jaque Mate en una partida real. Leer esto a fondo conlleva una gran cantidad de riesgos.

Puede que todo sea en vano. El cansancio podría pasar factura y robarle cualquier oportunidad de jugar al respetable Shogi en el segundo día de la partida.

Aun así, Yaichi siguió leyendo como para expulsar cualquier emoción persistente.

“Sé que estoy muy cerca, pero ese último pedacito está muy lejos…………”

Echando su mirada al techo, Yaichi murmuró sus primeras palabras en horas.

El joven había decidido confiar más en estilos de entrenamiento analógicos, tsumeshogis y jugar a través de registros de partidas para prepararse para esta partida por el título.

Yaichi había estado resolviendo tsumeshogis con su discípula, Ai Hinatsuru, desde el día en que se mudó con él. Sin embargo, competían con la velocidad.

Aunque Yaichi podía aguantar en los tsumeshogis temáticos, a Ai le iba mejor cuanto más largos eran los tsumeshogis. Incluso cuando era muy novata, su velocidad de lectura sin esfuerzo siempre había sorprendido al Ryuo.

Talento. Hay cosas que existen en este mundo que sólo pueden ser definidas como tal.

“¡Eso tiene que ser el regalo…….De Dios!”

Decidido a alcanzar el nivel de su discípula, Yaichi plantó sus puños en la alfombra.

── Más profundo…¡¡Tengo que ir más profundo!!

Más profundo, más profundo, más profundo, más profundo, más profundo, más profundo…

“Ah…. Ahhh…. ¡¡Ac-hoo!!….Ugh…”

Sniff, Yaichi frotó sus brazos expuestos.

El aire acondicionado del hotel era considerablemente más fuerte que el de su apartamento. Su piel se había vuelto fría como el hielo.

Fue entonces, cuando su concentración finalmente se rompió, que una voz nostálgica resonó en su mente.

“Ponte ropa cuando salgas de la bañera, estúpido Yaichi”

“………… Tienes razón, Anedeshi”

Sintiendo la ira de su Anedeshi, Yaichi saltó y se vistió rápidamente.

“Me pregunto si ya está en Tokio……”

Hizo una mueca por un momento fugaz, temiendo la ira de la chica plateada como tantas veces cuando compartieron la misma habitación.