Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 12

Capítulo 2: Un Mal Presagio

Parte 1

Este dios había estado esperando desde siempre—esperando el momento oportuno hasta que pudiera quitarse la máscara y reírse, hasta el momento en que pudiera desatar la maldad dentro de ellos.

Aquellos en la ciudad son nauseabundamente felices en su ignorancia. Y quería escupir a los mortales y dioses que me rodeaban.

Todos parecen estar de acuerdo en que la paz es la forma natural del mundo. Pero todo lo que llevo conmigo es molestia y un impulso asesino. Para evitar que esos pequeños inbeciles se dieran cuenta, usé la máscara de una deidad de carácter y me involucré con mi entorno con mucho cuidado.

Algunos decían que era una deidad justa… Vaya broma.

Algunos me suplicaron, queriendo mi amor… Si supieran mi verdadero yo, ¿dirían lo mismo?

Algunos querían que un juramento fuera contado como uno de mis seguidores… Bien, entonces te usaré hasta que no puedas dar más.

Todo lo que este dios vio a través de su sonrisa enyesada fue una escena de perpetuo gris. Reflejado en sus ojos estaba una visión insoportablemente repulsiva—algo que no se podía amar, algo que no satisfacía, algo que estaba mal. Es por eso que este dios abriría las puertas del infierno.

Abriría las puertas a la superficie e invocaría a los monstruos sobre el suelo. Porque el Calabozo también deseaba esto.

Me convertiré en el portavoz del laberinto e iré en busca de lo que hay más allá de esta era de caos.

Eso era correcto. Este dios había estado esperando desde siempre. Para que llegue el momento. Por el momento en que la suerte la lanzaría su propia mano. Por el momento, los puentes serían quemados.

Finalmente estaban quienes buscaban de su identidad, ellos intentaron extender la mano para tocar su sombra, pero ya era demasiado tarde.

A pesar de que se habían tomado la molestia de dejar pistas. A pesar de que les habían dado a los buscadores una oportunidad justa para detener este plan. Aunque disfruté el juego de encontrar al culpable. A pesar de que siempre estaba mirando, en lo profundo del umbral entre la intoxicación y el frenesí, burlándome de ti.

Enyo se rió a carcajadas de Orario.

***

—¡Eso es imposible!; Gritó Fels de repente.

Las cuatro antorchas crepitaban mientras ardían. La voz del mago hizo eco en la habitación oscura iluminada no por lámparas de piedra mágica sino por fuego simple.

Fels estaba en el altar debajo del Cuartel General del Gremio. La Cámara de Oraciones donde se sentaba el viejo dios Ouranos.

—Decir que La Familia Demeter es… Decir que la diosa Demeter es… ¡Enyo!; Fels reprendió reflexivamente este informe.

La Familia Hermes había investigado la casa de la Familia Demeter. Ellos acababan de recibir información de que la diosa y hasta el último de sus seguidores habían desaparecido—y que había un mensaje siniestro dejado en el sótano.

—¡Demeter es uno de los dioses que apoyó a Orario, como Zeus y Hera! ¡No hay forma de que ella pueda ser Enyo!

Es decir, sería una gran vergüenza si ese fuera el caso, aunque el mago con túnica negra no lo dijo en voz alta.

La actividad principal de la Familia de Deméter era la agricultura. Desde granos hasta verduras y frutas, la mayoría de los productos traídos a Orario habían sido cosechados por ellos. La Familia Demeter había estado administrando todas las granjas importantes fuera de la ciudad, suministrando comida a gran parte de Orario sin ayuda. Fueron incluso más cruciales que la Familia Njror, que contribuyó con grandes cantidades de mariscos.

De hecho, su familia era más grande que la Familia Ganesha si el recuento incluía a trabajadores no combatientes en la gran granja fuera de la ciudad que no habían recibido una Bendición.

Debido a que se enfocaban en la producción y los negocios, la familia carecía de fuerza de combate, aunque todavía era una familia de rango C.

Muchos dijeron que si la Familia Demeter desaparecía, la gente moriría de hambre y la ciudad caería en un invierno eterno.

—¿Cuánto cree que ha hecho ella para mantener la paz y el orden en Orario?; Grito Fels, moviendo los brazos salvajemente por la frustración.

—Sin embargo, nada cambia en que las pistas de Enyo se dejaron en su casa; Respondió Ouranos, sentado en el altar.

—Gh—

—Y Deméter es la única diosa que puede entrar y salir libremente de la ciudad. Ouranos habló solo de la realidad de la situación, dejando a Fels sin palabras.

Salir de la ciudad requería una serie de trámites complicados debido a las regulaciones establecidas por el Gremio. Sin embargo, Demeter había sido eximida de esas restricciones, ya que dirigía granjas y una base fuera de la ciudad.

La capacidad de moverse libremente dentro y fuera de la ciudad fue crucial para esta serie de eventos ya que nada menos habría permitido la exportación de los Xenos para financiar a Knossos y el comercio de las plantas devoradoras de hombres en Meren, entre otras cosas. The Evils y sus aliados subterráneos deben haber entrado y salido de Orario con frecuencia. Si pudiera salir de la ciudad sin despertar sospechas y mantener ocultas sus verdaderas intenciones, toda esta operación habría sido muy fácil para Deméter.

Las otras familias exentas de estas formalidades fueron la Familia Ganesha, que mantenía la fuerza policial de Orario, y la Familia Hermes, que incursionó en un poco de todo. También era evidente que esos dos dioses ya habían sido eliminados de la lista de sospechosos.

—Por lo menos, la investigación ha reunido pruebas suficientes para sospechar de Demeter.

El mayor golpe en este caso fue cómo toda su familia había desaparecido en un momento como este. Sería imposible no sospechar de su conexión con el incidente después de eso. Y más que nada, su relación con Dionysus parecía sospechosa.

Como controladores de las fuentes de alimentos de la ciudad, solo la Familia Demeter—es decir,  Demeter—podría  recolectar  las  uvas  especiales  utilizadas  para  crear  vino  divino  y dárselo a Dionysus. Demeter pudo sonreír como si nada pasara mientras le servía un vaso para emborracharlo. Ella podría susurrarle al oído y convertirlo en su marioneta.

—… ¿Qué piensas, Ouranos?; Fels logró preguntar sin otros argumentos que ofrecer. El mago luchó con dolor cuando la luz parpadeante de las antorchas en la habitación en penumbra proyectaba una escena imaginaria.

—……; Ouranos cerró los ojos mientras el mago buscaba una respuesta, ocultándose  en silencio por un tiempo. Las antorchas crepitaron, resonando por la habitación.

—Si…; El viejo dios finalmente comenzó a hablar. —Si estoy en lo cierto… entonces debemos encontrar dónde está Deméter ahora.

—…

—Tan pronto como sea posible. Antes de que sea demasiado tarde; Dijo, dejando su inquebrantable voluntad divina. Ouranos declaró su intención con respecto a la diosa de su tierra natal.

—… Entendido, Ouranos. Seguiré tu voluntad divina. Por eso estoy aquí.

Fels no argumentó en contra de esto, prometiendo llevar a cabo la voluntad divina que había sido revelada. Para convertirse en un asistente de esa voluntad, el mago apagó toda duda y agitación para actuar como un fantasma fiel.

—Ouranos, me gustaría hablar contigo sobre otro  tema; Dijo Fels, cambiando a un  tema diferente. —Con los extraordinarios esfuerzos de la Familia Ganesha, el público en general no sabe sobre la existencia de Knossos, pero… no se pueden ocultar los pilares que alcanzaron los cielos.

Los dioses habían regresado arriba durante el primer asalto. Los pilares de luz se habían disparado hacia el cielo con fuerza y explosiones ensordecedoras, atravesando Knossos y el suelo antes de llegar al cielo.

—Todos en la ciudad vieron el regreso de Dionysus y Tánatos. Se elevaron dos pilares seguidos. No es razonable decirles que crean que no fue nada.

—Que Royman se ocupe de explicar a los ciudadanos y dioses de la ciudad. Fels, continúa ayudando a los hijos de Ganesha, a los Xenos y continúa con la investigación de Knossos. Deja la investigación de Demeter a la Familia Hermes; Ordenó Ouranos.

—Muy bien. Pero, Ouranos…; Las túnicas negras de Fels temblaron, como si anunciaran la verdad final.

—… La gente no es estúpida… Incluso si no pueden comprender la situación, se darán cuenta de que algo está sucediendo de todos modos.

***

Fels tenía razón. La noticia del presagio se había extendido por la ciudad, deslizándose por las calles.

—Un dios regresó a los cielos… Y dos de ellos además.

—El Gremio dijo que era solo una pequeña disputa, pero… no han anunciado qué dos dioses fueron enviados de regreso. Siento que están escondiendo algo.

—Y hubo ese incidente en Distrito del Placer donde Ishtar también fue enviada de regreso. Las cosas han estado raras últimamente. Quizás algo esté pasando.

—Además, cuando la luz se fue, este estaba en el lado sureste de la ciudad. Allí también aparecieron los monstruos en la calle Daedalus…

En las esquinas de las calles, los ciudadanos intentaban manejar una oleada de inquietud que se apoderaba de la ciudad, aunque estaba lejos del pánico. Con los pilares de los dos dioses en sus mentes, todos hablaban con cualquiera que quisiera escuchar. Y una vez que la gente empezó a hablar, los rumores se extendieron como la pólvora.

Las conjeturas de la gente llevaron a más especulaciones que tenían un indicio de verdad a medida que la inquietud se extendía por la ciudad.

—Aparentemente, la Familia Ganesha ha establecido una base en la calle Daedalus.

—Solo han sacado a los porteros, y no he visto nada más que un número mínimo de guardias en todas partes.

—Escuché que la Familia Loki también ha estado ocupada.

—¿La calle Daedalus de nuevo? ¿Crees que estaban mintiendo cuando dijeron que se habían deshecho de todos los monstruos de la superficie? ¿Quizás hay algunos monstruos que todavía están acechando?

En un bar lleno de gente ruda, los aventureros hablaban de la situación actual, ya que eran particularmente sensibles a las corrientes subterráneas de la ciudad. Los rumores se combinaron bien con sus cervezas. Un comerciante que estaba socializando se involucró en la conversación y la historia comenzó a moverse más allá de la ciudad. Cuanto más hablaban, más auténtico empezaba a sonar.

—Si se trata de eso, podemos dejárselo a Little Rookie—ah, se supone que ahora se llamará Rabbit Foot, ¿eh? ¡Esta vez vencerá a ese minotauro!

—¡Ja, ja, ja, estaría bien!

Incluso en momentos como estos, ellos no se olvidaron de hacer alguna broma ocasional, intercalando la conversación con ataques de risa. Pero indudablemente poseían la habilidad de olfatear algo sospechoso. Si bien hubo algunos que fueron al Gremio al día siguiente, hubo otros que intercambiaron información con facciones amigas. La mayoría de sus dioses y diosas patrones chasquearon los labios, preguntándose qué se avecinaba y qué sucedería, emocionados por el dolor de su intuición divina, esperando el día que llegaría pronto.

Hubo muchas predicciones, pero la mayoría de las familias no escatimaron en prepararse para el peor escenario.

—Maldita sea… ¿Qué es esta repugnante pared de carne…?

Mientras tanto, hubo algunos aventureros mucho más cerca del epicentro de los eventos.

El enorme enano blandía un martillo de batalla para romper la masa opresiva, secándose el sudor de la frente. No hubo fin para la misteriosa materia carnosa, incluso cuando cavaron profundamente en la tierra.

—Mantén las manos en movimiento y los labios cerrados, estúpido enano. Esta es una misión; Se quejó un elfo.

Como solo tenía un brazo, el elfo no podía blandir un arma, por lo que estaba susurrando un hechizo y lanzando magia en su lugar.

—¡Hmph, deja de molestarme, elfo! ¡Háblame de nuevo después de que hayas trabajado un poco tu cuenta!

—¡¿Qué dijiste?!

—¡Me escuchaste!

Como si simbolizara las relaciones entre las dos razas, el enano y el elfo estaban peleando como era de esperar. El enano se llamaba Dormul y el elfo se llamaba Luvis.

Aunque era un enano, Dormul era un aventurero que contaba con una altura de más de 170 celches, y Luvis era una encarnación hermosa pero muy nervioso del dom de los elfos. Ambos eran de Nivel 3, lo que los convertía en aventureros de nivel superior, y su familia había sido calificada por el Gremio como una facción de nivel medio con alto potencial de batalla.

Junto con sus camaradas, ellos habían sido llamados para ayudar a eliminar la carne verde. La ubicación era un lugar conectado al costado del noveno piso del Calabozo. Después de pasar una puerta de orichalcum, había un área cubierta por el extraño material—el interior de Knossos.

—Esos imbéciles del Gremio. ¡Acabamos de regresar de los niveles inferiores del Calabozo! Haciéndonos trabajar hasta los huesos…

—Tienes razón. La excavación de agujeros debería dejarse en manos de los enanos.

Debido a una misión ultrasecreta transmitida por el Gremio, había varios otros enanos y elfos trabajando a su alrededor. La orden era cavar un camino a través de la carne verde, por lo que habían excavado un túnel con los enanos a la cabeza.

Estaban hablando de lo más casual, pero Dormul y Luvis estaban prestando mucha atención. Como un monstruo, no había duda de que la carne verde estaba viva, y si bajaban la guardia, intentaría atraparlos.

—Parece que a un puñado de gremios prominentes se les ha encomendado este tipo de misión. Han enviado a otras familias con aventureros de segundo nivel como nosotros; Dijo Luvis en voz baja a Dormul.

Lo que significaba que esta era una misión restringida entregada solo a facciones en las que se podía confiar.

—Dado el momento… ¿crees que esto está relacionado con el regreso de esos dioses?

—¿Te refieres a lo que pasó mientras estábamos en el Calabozo? Sería una tontería unirlo todo de manera tan simple, pero ciertamente hay suficiente para pensar que algo está pasando…

La grotesca pared frente a ellos continuó ondulando. Incapaces de contener su disgusto, los dos siguieron hablando en voz baja consigo mismos.

—No solo eso. También tenemos gente de la Familia Ganesha… Es casi como si nos estuvieran monitoreando. No me gusta.

Dormul tenía razón. Había aventureros de nivel superior de la Familia Ganesha en su grupo. Con espadas en sus caderas y guardias levantadas, los aventureros de segundo nivel estaban observando a Dormul y los demás. El ambiente estaba tenso.

Basado en esa postura… en lugar de observar cada uno de nuestros movimientos… es más como si estuvieran vigilando esta carne verde que posiblemente no podría ser del Calabozo…

La intuición del elfo sospechaba que los miembros de la Familia Ganesha no estaban allí para monitorearlos en absoluto. No eran observadores sino protectores que entrarían en acción en caso de emergencia.

La carne verde había brotado en los márgenes del Calabozo, lo único que cimentó su lugar como Irregular.

—… De cualquier manera, nos dieron una misión. Todo lo que podemos hacer es completarla.

Realmente no se les permitió cuestionar la misión. No era necesario que supieran lo que estaba pasando. O, sin más rodeos, no se les permitió saberlo. Sin embargo, estos aventureros pudieron ver la confusión del Gremio a plena vista.

Mientras Luvis y Dormul seguían limpiando la carne verde, ellos pensaron en esta serie de eventos: la aparición de monstruos armados en la calle Daedalus y el regreso de los dioses al cielo.

—¿Lord Dionysus no vendrá…?

—Estoy seguro de que está ocupado. Debe estarlo si ni siquiera puede venir a beber un poco de su amado vino…

En un barrio acogedor de la ciudad, los rostros de la gente se nublaron. Cierto dios había dejado de aparecer, a pesar de que siempre se había propuesto en pasar y charlar con ellos.

¿Era una maldición que los residentes no tuvieran forma de conocer los eventos que habían ocurrido? ¿O fue una bendición? De cualquier manera, la ausencia del dios supuso un cambio notable en sus vidas y fomentó un malestar creciente.

—Oye, mamá, ¿cuándo vendrá Lord Dionysus?

—La próxima vez, vamos a conseguir que nos permita unirnos a su familia.

—Sí.

La risa inocente de los niños resonó hacia el cielo azul sin nubes que debería haber sido tan hermoso.

—¡Ah, Lady Hestia!

En un lugar diferente, gritaron las voces animadas de más niños desconocidos.

—Hola, Fina. Y tú también, Lai y Ruu. También traje bocadillos de Jyaga Maru Kun hoy.

—¡Gracias, Lady Hestia!

—Muchas gracias…

Abrazando a la niña chienthrope, la diosa sonrió a los niños humanos y semielfos.

Debido a que se estaba reconstruyendo el Distrito Laberinto, los residentes del barrio pobre se habían trasladado a residencias temporales en el noroeste. A pesar de que no le había contado mucho al capitán de su familia al respecto, Hestia había desarrollado un vínculo con  el orfanato de allí, a menudo les daba donaciones y los visitaba para obsequiarlos con historias de las aventuras de sus seguidores.

—¿Ha sucedido algo extraño por aquí últimamente? ¿O algo les molesta?; Ella les preguntó con indiferencia.

—Mmmm, le preguntamos a la señorita María y a los otros adultos qué estaba pasando en la Calle Daedalus.

—Nos dijeron que no nos acercáramos allí…

—¿Cuándo podremos volver…?

Los niños hicieron varias muecas mientras respondían, cuando un niño humano de repente levantó la voz.

—¡Oh si! Lady Loki acaba de estar aquí.

—¿Loki…?

—Sí. Ella estaba hablando con los adultos… creo que estaba buscando a alguien.

La diosa, que había venido a observar por sí misma la situación de la ciudad y desahogarse, guardó silencio ante las palabras de los niños.

—Tengo… un mal presentimiento sobre esto.

Sus suaves palabras desaparecieron en el cielo anormalmente claro. Un disturbio estaba envolviendo silenciosa pero lentamente la ciudad.