Assassins Pride (NL)

Volumen 3

Lección 08: Danza de Violín

Parte 2

Los diez miembros de <Operación> reunidos por el llamado de Sergei Shicksal observaban la violenta batalla de las hijas de las casas de Duques. Para ellos quienes se dejaron atrapar voluntariamente en el <Cuento Ilusorio de Walter>, este era un <Espectáculo> justo como Mule había dicho antes. Dentro del mundo donde su visión distorsionada de mismos los hacia perder la sensación de realidad, charlaban entre si debajo de sus máscaras.

–Tienen la ventaja.

Alguien dijo con orgullo y todos los otros asintieron varias veces. El <espectáculo> desarrollándose debajo de sus ojos era mucho más esplendido que la orquesta autorizada por la corte. La danza de espadas de ida y vuelta entre la <Paladín> de blanco plateado y la <Diábolos> de negro azabache. Y por otro lado la ágil <Dragoon> que acorralaba como un trueno divino a una desesperada Clase Baja…

Ya que su subjetividad también estaba distorsionada, en los ojos de tales adultos las figuras de las primas Angel se reflejaban como <muñecas de porcelana con ojos de cristal>. De las dos muñecas de aspecto idéntico, la que tenía cabello plateado era Elise y la otra de cabello dorado sacudiéndose era Melida.

La escena de la muñeca de cabello dorado cayendo de manera burda y levantándose sin darse por vencida hizo que alguien resoplara por la nariz.

–Que desvergonzada. A pesar de que había estado gritando ser la hija de una Casa de Duques Caballeros.

–Mira, desde antes ni siquiera ha podido balancear su espada. En cualquier caso, lo mejor sería que se deshiciera de esa carga y le rogara el perdón a la señorita Salacha…

–Bueno, señores, no digan cosas como esas. El oponente aun es una niña, ¡Una niña! Aunque seguro que es obstinada.

–Definitivamente, en nuestra posición, deberíamos vigilar cálidamente su buen trabajo. Además, en la cacería mientras más escapa la presa, más aumenta la diversión, ¿No es así?

–¡Gahaha! ¡Dijiste algo interesante!

Diciéndolo de buena manera, las damas y caballeros enmascarados parecían divertirse y diciéndolo de mala manera, reían malvadamente.

Mientras mantenía en un rincón de sus oídos sus comentarios de críticas, Sergei Shicksal, quien actuaba como el rey de corazones en el asiento del juez, observaba la batalla en silencio.

–¿En sus ojos podridos parecen “tener la ventaja”…?

Su voz susurrada debajo de sus manos cruzadas no llego a nadie más que a él.

Él, quien además de ser el joven líder de la Casa Shicksal, también era un guerrero prominente de Flandor, analizaba fríamente la batalla decisiva entre su hermana menor y la chica sin talento. A los ojos de la audiencia seguramente parecía como si Salacha estuviera atacando unilateralmente. Pero como su hermano mayor, Serge quien conocía perfectamente su verdadera fuerza, lo sabía. Dentro de sí misma, Salacha fruncia el ceño dolorosamente.

¡¡No puede atravesar sus defensas!!

La misma consternación de su hermana menor estaba dentro de la mente de Serge. Sin duda, Salacha estaba usando toda su fuerza. Pero a pesar de eso, no podía darle un golpe decisivo al enemigo. Cada vez que atacaba con su Habilidad de Asalto que liberada puñaladas como una lluvia a máxima velocidad, Melida las esquivaría.

Una resistencia sin fondo… sin embargo, lo que más sorprendía era su fuerza mental. Normalmente, su corazón debería haberse doblegado al continuar siendo presionada abrumadoramente hasta ese punto. Los engranajes del cuerpo se desalinearían y aparecerían aperturas fatales.

En Melida Angel no había señales de eso. Incluso mientras sus mejillas se manchaban con barro, mantenía su aguda mirada en el enemigo en el cielo, pareciendo determinada clavar los colmillos de un contraataque al ver una apertura. ¿Quién estaba cazando a quién?—Eso era una de las preocupaciones que angustiaba a Serge.

Shicksal coloco su dedo en su mentón y analizo los movimientos de la muñeca de cabello dorado.

Sin duda, la <Dragoon> Salacha tenía la ventaja en lo que respecta a <Estado>. Pero la fortaleza de Melida no estaba solo en eso. Su juicio situacional, su poder de pensamiento instantáneo, su capacidad de reacción, una técnica que aplastaba sus propias aperturas mientras exponía las del oponente… se destacaba un “poder que no se muestra en el <Estado>”.

Estaba más allá de las estudiantes promedio. Y, sin embargo, no parecia un caballero con experiencia en combate real.

Si tuviera que describirlo—seria cercano a la forma de luchar de un asesino profesional. Shicksal se reclino en el respaldo de su silla y acaricio sus labios con su dedo.

Era imposible que ese fuera el método de enseñanza de la Academia para chicas Saint Frideswide. Se trataba de alguien más.

¿Quién es el que está educando a esa chica?

El gemido de una Lanza interrumpió esa pregunta que surgió por primera vez en la mente de Serge. Melida, quien había estado escapando por el suelo, por un instante pareció tropezar y Salacha aprovecho esa apertura.

Junto con un fuerte sonido explosivo, Salacha descendió rápidamente desde el cielo, apuntando la punta de su Lanza que atravesaba el viento a la parte superior de la cabeza de Melida. Unos segundos antes del impacto—

Shicksal pateo su silla y se puso de pie sin darse cuenta.

–¡¡No lo hagas, Salacha!! Eso es lo que está esperando—

***

Justo cuando pensó que sus oídos habían captado la voz de su hermano mayor, la conciencia de Salacha fue abrumada por una escena sorprendente. En el momento que la punta de su Lanza parecia que atravesaría sin duda el hombro de su objetivo, con una maravillosa sincronización, Melida giro su cuerpo usando una de sus piernas como eje y evadió el golpe directo por el margen de un papel.

Los ojos de Salacha que se abrieron con sorpresa, un instante después vio que el codo derecho de Melida se estiraba hacia un lado con todas sus fuerzas al mismo tiempo que esquivaba. Sus labios que estaban cerca de su oído se movieron.

–Finalmente te atrape.

Un codazo con toda su fuerza corporal golpeo la mandíbula de Salacha. Como era de esperar, incluso la <Dragoon> solo su arma ante el impacto del contrataque y rodo estrepitosamente por el césped. Sin darle el tiempo siquiera de gemir de dolor, Melida cerro la distancia.

–Ya no te dejare—

Tan pronto como llego corriendo, pateo continuamente la pierna izquierda de Salacha, quien estaba a punto de levantarse.

–¡¡Escapar hacia el cielo!!

Un destello de su espada de practica golpeo su pierna derecha. Siendo levantada al aire por la fuerza del impacto, Salacha giro extravagantemente y cayó hacia el suelo.

–Ku…uu…

Poniendo sus manos en el suelo, Salacha lucho por levantar la parte superior de su cuerpo. Sus piernas que eran fundamentales para su habilidad <Vuelo> estaban heridas. En ese estado ni siquiera podía luchar sobre el suelo. Sus posibilidades de victoria habían desaparecido.

Salacha estaba al final de su ingenio.

Siendo de la Clase <Dragoon>, no estaba en una posición predominante peleando en el suelo. Su habilidad <Vuelo> que era su carta de triunfo también había sido destrozada desde el frente.

En otras palabras, incluso siendo de la Clase <Samurái> Melida era mejor que ella, quien heredo el poderoso <Mana> de una de las casas de Duques Caballeros——………

Melida bajo lentamente su Katana pareciendo no tener intenciones de lastimar a su amiga más que esto.

–… Salacha-san, tambien Mule-san. Se que les he causado problemas, confusión e intranquilidad porque a pesar de nacer de una casa de Duques Caballeros no poseo la fuerza de un <Paladín>.

¡Pero estoy orgullosa de tener la Clase <Samurái>! ¡Ya que soy una <Samurái> al igual que <esa persona> pude ponerme de pie, pude sacar el coraje para seguir adelante porque quiero perseguir su espalda!

–…

Salacha solo la miro hacia arriba y no respondió. Melida coloco su mano en su propio pecho.

–Incluso si alguien me dijera que me <ayudara a cambiar mi Clase>, me negaría. Yo soy yo, y quiero ser reconocida por todos como tal. Incluso si me llaman <chica sin talento>, incluso si dudan de mi línea de sangre… ¡¡Soy una <Paladín> de la Casa Angel!!

Su voz resonó con fuerza en el falso tribunal y la niebla ficticia fue limpiada. Los ojos de Salacha se entrecerraron como si fuese cegada por la luz, Elise sonrió débilmente y Mule levanto las comisuras de su boca.

Y entonces, dentro de los espectadores de la audiencia que se habían quedado mudos, alguien hablo en voz baja.

–… E-Este, pensé un poco sobre algo.

Todos en la audiencia se giraron hacia el hombre que hablo. Su voz se apretó por la presión.

–¿Es posible que la chica sin talento—no, la señorita Melida, realmente sea hija de Lord Felgus…? ¿Y si, justo como dijo ella, la diferencia en el despertar de su <Mana> y su <Clase> no es más que simple mala fortuna? En ese caso, ¿¡No estamos realizando una rebelión contra Flandor…!?

Esas palabras se filtraron en todos los demás que estaban en silencio como una ola Como un efecto de resonancia, despertó su miedo.

–¡E-Eso es lo estaba pensando desde antes! ¡Deberíamos haber actuado después de aclarar más su verdadera relación!

–¿¡Quieres que te arranque esa lengua contradictoria tuya, maldito!?

–U-Um, de cualquier manera, esto parece una derrota, ¿No…?

–A-Acabo de recordar que tengo un asunto que atender, y debería irme ahora…

Uno se levantó de su asiento y todos los demás se levantaron de un salto de sus sillas como para no ser dejados atrás. Moviéndose en confusión sobre los altos setos, finalmente notaron que no había escaleras para bajar.

–Shicksa—no, ¡Rey de corazones! ¡Probablemente deberíamos irnos!

–¡Realmente fue un espectáculo entretenido! ¡Por favor, contácteme nuevamente la próxima vez! Si, ciertamente…

–¡P-Por favor, enséñenos la salida! ¡¡Si no llamo un carro para regresar, llegare tarde a la cena!!

Mientras escuchaba la cacofonía similar a los gritos de un ganso sobre su cabeza, Serge Shicksal no movió ni una ceja. Murmuro para si mismo desde el estrado del juez.

–… Inútiles. Inútiles todos ellos. Claramente se vuelven inutiles cuando son acorralados. Quisiera que fueran un poco más como esa chica dorada que brilla fuertemente incluso estando en una posición inferior.

Eso es. Como si algo se le acabara de ocurrir, levanto una de sus cejas.

Su mirada no se movió. En sus ojos se reflejaba la figura de su herida hermana menor.

–Consideremos que lo que ocurrió aquí como algo que <no sucedió>. Si, con eso está bien. lo sabía, debí haber presupuesto todas las situaciones en el plan. Aah, que bueno que tome precauciones—

Su mano balanceo su martillo de madera.

¿Precauciones?

Por alguna razón, las palabras que escucho de su hermano revivieron en los oídos de Salacha. En ese momento, como si fuera un estímulo, algo se deslizo desde el bolsillo de su pecho.

Era una pluma con un diseño exquisito. Fue algo que recibió de su hermano el día de la reunión de <Operación> en que la estrategia de hoy fue planeada. Recordando que era un artículo valioso, Salacha al instante extendió sus manos, pero la pluma se escapó de sus dedos.

La pluma cayo mientras giraba, en el instante en que toco la superficie del suelo— Una mancha negra se desbordo desde allí, y cubrió en un instante el jardín.