Assassins Pride (NL)

Volumen 3

Lección 08: Danza de Violín

Parte 1

Los llamados <Dragoon> de la Casa Shicksal eran asombrosos guerreros que podían manejar hábilmente, incluso mejor que sus manos y pies, el arma llamada Lanza que era difícil de tratar. Sus ataques que hacen converger en la punta de su Lanza sin excepción la fuerza centrífuga y la inercia y por su poder destructivo y de penetración, fortalece el punto de vista de ser la mejor entre todas las clases.

Además, lo que debería ser mencionado especialmente, es sin duda su agilidad que sobrepasa incluso a la Clase Samurái. Sin darle tiempo al enemigo de siquiera sacar su arma, su figura controlando el cielo y la tierra es adecuada para ser llamada <Campeón>—

El conocimiento relacionado al <Dragoon> que había recibido desde su instructor privado antes, Melida ahora lo estaba sintiendo de primera mano. La punta de la lanza que parpadeaba frente a sus ojos, mientras amenazaba los movimientos de este lado, irrumpió severamente y agudamente después de hacer una finta. Al levantar su katana justo antes, las chispas y el sonido metálico revotaron cerca de su mejilla y la lanza fue sacudida hacia arriba.

Al ver que era una buena oportunidad, Salacha hizo girar todo su cuerpo como si bailara. El mango de su lanza en movimiento chillo y apunto hacia su costado. Melida lo detuvo y fue enviada a volar hacia atrás.

–¡Kuh…!

Corrigiendo su postura al caer, levanto la parte superior de su cuerpo y clavo la punta de su Katana en el suelo para detenerse.

Girando su larga arma, Salacha dijo sin mover una ceja.

–Es una buena reacción. Pero por favor no te resistas demasiado, Melida-san. No quiero ver tu sangre… incluso si son armas de práctica, si recibes un ataque de un <Dragoon> no terminara tan simplemente.

–Eres muy amable, pero, es mejor que no subestimes demasiado a la Clase <Samurái>.

Corrigiendo su agarre en la empuñadura, Melida pateo el suelo con determinación. Como estudiante de primer año de una academia de formación, su velocidad era excepcional. Sin embargo, en el instante en que entro dentro del alcance de su Lanza, Salacha murmuro.

–Es inútil.

Sus brazos se difuminaron. Ambos brazos de Salacha giraron el largo mango a una gran velocidad, y la punta que escondía un poder de corte de muerte segura danzo, dejando imágenes residuales. La Katana de Melida trazo una línea como una estrella fugaz y la repelió completamente. Sonidos metálicos dividieron el cielo sin descanso y chispas bailaron hasta el punto de quemar el espacio.

Mientras retrocedía instantáneamente, Melida frunció el ceño seriamente.

–¡Su rango de ataque es muy amplio…!

Desde que comenzó el combate, solo había estado ejecutando ataques dentro del intervalo de Salacha. No podía cerrar la distancia hasta el alcance de su Katana de ninguna manera.

Siendo así, Melida bajo la posición de su Katana y cargo una vez más. Pero eso estaba dentro de las expectativas de Salacha.

–¡¡No importa cuántas veces lo repitas, es inútil!!

Calculando a la inversa la velocidad del enemigo y su propio alcance, Salacha levanto la punta de su Lanza con una sincronización perfecta. Ante eso, Melida no pudo defenderse usando su Katana. Deteniéndose forzosamente en el borde exterior del rango de la Lanza al último momento—y con todos los huesos de su cuerpo crujiendo—torció la parte superior de su cuerpo.

Las suelas de sus zapatos excavaron el piso y la Lanza paso varios centímetros lejos de su nariz. Además, increíblemente levanto su cuerpo desde esa postura irrazonable con el margen de un cabello, se inclino hacia adelante y pateo el piso. Ante sus flexibles piernas y su cabello dorado danzando por el aire, Salacha abrió sus ojos.

–¿¡Que…!?

Sin tiempo para quedarse rígida, contraataco la destellante espada que apuntaba a su cuello con el mango de su Lanza. Aprovechándose el impulso de ese rechazo, esta vez Salacha retrocedió de un salto. El despiadado poder del ataque hizo temblar sus dedos.

Mientras giraba su Lanza cautelosamente para mantenerla bajo control, Salacha limpio el sudor frio en su mejilla.

–… No puedo creerlo. Esa evasión fue increíble, pero tambien lo fue como cerraste la distancia desde esa posición.

–Estuve haciendo estiramientos con Sensei todos los días después de todo.

Mientras respondía con indiferencia, Melida sujeto la empuñadura de su Katana con su mano derecha y añadió tambien su mano izquierda.

–Además, si hiciera algo irrazonable sin haberme fortalecido, probablemente habría destruido mi cuerpo. En serio, las lecciones de Sensei no son inútiles, o, mejor dicho, no tiene ningún pensamiento extra…

–…

–De cualquier manera, ya vi a traves del alcance de tu ataque. Ya no podrás mostrar esa serenidad.

Melida se acerco lentamente dando un giro. Su sutil forma de caminar hacía parecer que se deslizaba sobre el suelo. Teniendo la sensacion de que se enfrentaba al dios de la muerte, Salacha apretó los labios.

Como si pudiera ver el alcance de su Lanza como un círculo, Melida se detuvo en el lado externo de su rango. Siguiendo precisamente los pasos de Salacha, ignoraba sus fintas. Y de esa forma, mientras la invitaba a atacarla, continúo esperando la mejor oportunidad—

–¡Kuh…!

Salacha apretó sus dientes. Debía reconocerlo, era un poderoso enemigo. Sin embargo, era imposible que lo admitiera. Después de todo, el objetivo de la facción revolucionaria <Operación> era la caída de la Casa Angel y arrastrar a Melida desde el torbellino de conspiraciones y—eventualmente, proteger su seguridad.

Sosteniendo desesperadamente su débil corazón que se había paralizado, Salacha grito.

–¡¡Yaaaa!!

Salacha danzo con pisadas atronadoras, sus puñaladas continuas llovían con una ferocidad que recordaba a una tormenta. Dentro de su caótica danza que parecía disipar la sensación de distancia, Melida mantuvo sus ojos abiertos, observando cada movimiento del enemigo.

–… Fuu.

Al mismo tiempo, Melida exhalo levemente suspiro y dio un paso hacia adelante. Evadió con un mínimo movimiento el ataque que habría ensartado su cráneo. El aire estallo por un lado de su rostro. Inclinando su cuerpo mientras caía, salió disparada desde una posición casi rozando el suelo.

Con movimientos giratorios similares a una danza, Salacha se protegió de las numerosas cuchilladas que se elevaban desde el suelo como un bosque de bambú desde el suelo. Por un instante pudo alinear la sombra del enemigo corriendo hábilmente alrededor de sus pies y justo después, vacilo en apuñalar. Esto se debió a que percibió que el objetivo de su oponente era que clavara la punta de su lanza en el piso.

Justo cuando pensó eso, un fuerte impacto golpeo su costado. La pierna del enemigo se levantó desde el suelo. Al concentrar su atención solo en la Katana que era difícil de manejar, su reacción se retrasó. Las piernas de Melida envueltas en medias asestaron patadas continuamente y el dobladillo de su falda larga revoloteo en el campo visual de Salacha.

–¡Artes marciales…!

–¡Que el oponente lleve un arma, no significa que atacara con ella!

La última patada giratoria apunto a su pantorrilla y Salacha, con un juicio inmediato, pateo el suelo.

*¡Thump!*

Mientras arrojaba polvo, se elevó alto en el cielo. Melida aprovecho esa oportunidad y tomo una postura de desenfunde. Mientras que excavaba el suelo con su talón, corto a su antojo la imagen residual de su enemigo.

Incluso cuando levanto al instante la punta de su espada—el poderoso ataque desde arriba de su cabeza por el que estaba alerta no llego.

Buscando la figura de Salacha, Melida se sorprendió.

La joven <Dragoon> que había saltado veinte metros, no cayó desde el cielo sin importar cuánto espero. Se deslizaba como si navegara por una ola, dibujando una trayectoria circular como un ave.

Sus ojos color jade que miraban hacia ella desde una gran altura, por un instante liberaron una afilada hostilidad.

Como la punta de una flecha que fue liberada, Salacha se precipito hacia el suelo a toda velocidad. Melida sintió instintivamente el peligro y mientras giraba, evadió de un salto. Justo como para perforar su imagen residual, el ataque desde el cielo perforo la tierra. Junto con el sonido del impacto, cúmulos de tierra grandes y pequeños salieron volando.

Incluso mientras era empujada hacia atrás por el impacto, Melida aterrizó y al mismo tiempo avanzo con valentía. Apuntó hacia el brazo extendió y lleno de aperturas del enemigo, pero—el impacto que perforo la tierra regreso hacia la Lanza como si fuera succionado. Es decir, el cuerpo de Salacha junto con la Lanza que había clavado saltaron hacia arriba. Como era de esperar, Melida no pudo evitar exclamar un “¡¿Qué!?” de sorpresa.

Su Katana corto el espacio vacío y, por otra parte, Salacha quien repitió sus saltos ligeros nuevamente “golpeo” el suelo. Después de saltar unos escasos 10 centímetros, aumento su impulso de una sola vez y se elevó hacia el cielo. Melida por un momento se quedó boquiabierta.

–¡¡Esa es la habilidad <Vuelo> de los <Dragoon>…!!

Esas absurdas maniobras en medio del aire ignoraban completamente los movimientos humanos que Melida consideraba como sentido común. Daba la impresión de que, en lugar de llevarlas en la espalda, las alas estaban creciendo en sus <pies>. Después de todo, la fuente de su energía eran sus piernas. Sin embargo, en ellas había alas que controlaban detalladamente su direccionalidad, y añadían fuerza explosivamente.

Mientras determinaba el instante para atacar como un ave de presa, Salacha murmuro mientras era envuelta en el viento.

–No pensé que tendría que enfrentarte con todas mis fuerzas… realmente eres fuerte, Melida-san.

Pero. Salacha continuo, cargando su larga Lanza en sus delicados hombros.

Su <Mana> color Sakura broto, moviéndose hacia la punta de la Lanza donde muchas puntas de flecha se adjuntaron.

–¡Ahora que estoy usando esta forma, ya no tienes oportunidad de victoria! ¡¡<Llovizna>!!

Como si fuese una flecha, el cuerpo de Salacha salió disparado y al mismo tiempo flecha de <Mana> se dispararon continuamente. Ante la lluvia de color sakura cayendo desde el cielo, Melida pateo el suelo desesperadamente.

Justo después, corrió decididamente a través de la lluvia de lanzas del <Dragoon> que acribillo la tierra.

***

Dos relámpagos blanco y negro chocaban entre sí en la esquina opuesta del jardín mientras el sonido de la explosión resonaba alrededor. Contrario con la otra pareja que se enfrentaban en un combate a alta velocidad imposible de seguir con los ojos, el ataque de cada una era tan fuerte que en el instante que superponían sus espadas, se quemaría en la conciencia de cualquiera que lo viera como una majestuosa pintura.

Como si jugara, Mule giraba por los alrededores de Elise como un hada bailando. Por otro lado, Elise, cuando parecía que estaba observando sus movimientos sin moverse, empujaba la punta de su espada en el instante en que el enemigo le daba la espalda. Como si previera eso, el brazo derecho de Mule destellaba sin siquiera mirar, oscilando su Gran Espada.

Mientras el <Mana> de ambas chocaban, Mule hizo rebotar la Espada Larga dando un giro y nuevamente retomo sus pasos. Aunque parecía indefensa, claramente no tenía aperturas. Elise sujeto firmemente la empuñadura de su espada con ambas manos, determinándose a golpear de manera audaz. En ese instante, los pies de Mule se detuvieron repentinamente.

Una tranquilidad como si los alrededores se hubiesen congelado—

Justo después, una danza caótica de espadas arrasó entre ambas. Sus posiciones no cambiaron. Simplemente oscilaron sus armas a su máxima velocidad posible. Los brazos de ambas dejaban imágenes residuales y las trayectorias de sus espadas que dibujaron dejaron líneas en el espacio. Cada golpe llevaba consigo un tremendo poder destructivo y las chispas que saltaban tiñeron sus hermosos y juveniles rostros.

Al final de sus ataques de espadas resonó un fuerte sonido y tanto la <Paladín> como la <Diábolos> fueron empujadas hacia atrás varios metros. Mientras contenía arduamente el entumecimiento en la punta de sus dedos, Elise frunció el ceño con gravedad.

Por supuesto, Elise estaba luchando en serio y seguramente tambien Mule. Estaban igualadas… sin embargo, comparado a cuando lucho contra Melida, sus compañeras de clase o su tutora privada Rosetti, la sensación de incongruencia que no había sentido antes era más notable—

Como si hubiera visto a traves de sus pensamientos, Mule sonrió y se quedó parada sin mostrar ninguna apertura como siempre.

–¿Lo notaste, Elise-chan? Así es, sin importa cuánto tiempo nos enfrentemos, no llegaremos a una conclusión. Tu quien regeneras tu <Mana> y yo quien absorbe el <Mana>. Una <Paladín> que posee Habilidades Defensivas superiores y una <Diábolos> quien se enorgullece de tener las más fuertes Habilidades de Ataque… nuestra compatibilidad es demasiado buena.

–Hablas demasiado—Sé cuál es tú objetivo.

Hacer tiempo… Mule asintió encantadoramente de acuerdo con las palabras no dichas de Elise.

–Esas dos son las protagonistas de esta obra hasta el final… Mira, Sala-chan finalmente parece que libero incluso su Habilidad de Asalto y su habilidad <Vuelo>. Melida-chan debe estar desesperada. Pero, naturalmente, en este campo de batalla donde los tres Grandes Caballeros, <Paladín>, <Dragoon>, <Diábolos> se enfrentan… una <Samurái> de clase baja no tiene lugar.

Los labios de Mule se distorsionaron y solo por un instante desvió su mirada. Delante de su mirada, el <Manuscrito de Anders> continuaba manifestando su efecto en el asiento de la secretaria. Las paginas del libro extendido se volteaban por sí mismas y la historia continuaba escribiéndose en las hojas en blanco.

–Si la derrota de Melida-chan es conocida dentro del país, ya nadie creerá que tiene la línea de sangre de la Casa Angel. Al no tener siquiera la Clase <Paladín>, y si es derrotada abrumadoramente por la hija de la misma edad de un Duque… Melida-chan solo puede ganar para salir de este dilema. Pero—¡Aah! ¡Me pregunto que pasara!

Mule extendió sus brazos. Aunque parecía llena de aperturas, como era de esperar, no parecía que pudiera darle un golpe efectivo. Elise mientras mantenía una postura inmóvil como el hielo, inclino sus oídos hacia sus palabras.

–¡Melida-chan no tiene ninguna oportunidad de ganar! ¿Sabes por qué? Elise-chan, has visto las aptitudes reforzadas de las clases altas, ¿No es asi? Las aptitudes de la clase <Dragoon> son [Poder de Ataque: A] [Poder Defensivo: B] [Agilidad: S]… En otras palabras, ¡¡Sala-chan suprimió las ventajas la Clase <Samurái> de Melida-chan desde el principio!!

Balanceando hacia abajo su Gran Espada, la masiva punta de la hoja se detuvo frente a los ojos de Elise. El viento que fue cortado levanto su flequillo de color plateado. Con la cuchilla entre ellas, sus miradas chocaron y chispas se dispersaron.

–Yo contendré tus movimientos. No dejare que te interpongas en ese duelo. Lo siento, Primas Angel. Desde en el momento que nos encontramos en esta Bibliagoth… No, ¡Desde el instante en que recibí la medalla de su parte en la batalla de selección de la <Luna Lumiére>! ¡¡El resultado de este día estaba decidido!!

El hada de cuarzo negro mostro su felicidad, hablando en voz alta. Su cabello absorbía la luz, reflejándola como si fuese translucido.

Se podría decir que, al mirar en lo profundo de ese negro azabache, se podría entrever un blanco puro sin manchas—

Elise bajo ligeramente la punta de su espada larga y murmuro.

–… Puedo sentir el olor de las mentiras viniendo desde ti.

–¿Haa?

–Durante la Batalla de Selección, Lita se jactaba de ti. Decía que había conocido a una chica muy hermosa. Dijo que de alguna manera su atmosfera era diferente de todas en la clase y que al parecer se volvió una amiga especial.

Mule sonrió y entonces frunció el ceño. Sus largas pestañas bajaron, dejando caer una sombra en sus ojos.

–… Ya veo. Bueno, ahora debe odiarme.

–En ese momento no me interesaste, pero al encontrarnos directamente, comprendí de alguna manera la razón por la que Lita quedo encantada por ti. No nos mientes. Pero te engañas a ti misma. Realmente te gusta Lita, ¿No es así? A pesar de eso, ¿Por qué haces esto? ¿Le juraste lealtad a ese <espantapájaros>? La chica de cuarzo negro se rio discretamente.

Sin embargo, ¿A quién estaba dirigido esa burla?

–Eso no hace falta decirlo… A mí me gustan mucho más mis amigas después de todo.

–… Bueno, si no quieres decirme está bien, pero, te equivocas en una cosa.

Esta vez Elise levanto su espada y empujo la punta hacia enfrente de los ojos de Mule. El hermoso y juvenil rostro de la <Diábolos> se distorsionó pareciendo no comprender.

–¿Equivocada dices?

–Te preguntare una cosa. Entre tú y Salacha, ¿Quién es más fuerte?

–Veamos… no hemos peleado en serio, pero pienso que estamos igual.

–Si es así, estoy tranquila.

Agitando su espada, Elise redirigió la punta hacia una posición baja. Desde esa postura la presión del <Mana> se liberó como una avalancha y Mule inmediatamente movió su Gran Espada, tomando una postura de contraataque.

–Si ella es igual a ti, Lita no perderá. Lita, entre nosotras dos, es la más fuerte.

–Esa es una gran confianza. Esta vez no hay un plan secreto de ese Sensei.

–Incluso si no tiene una estrategia, ese Sensei siempre está detrás de Lita. Si la menosprecias, yo la apoyare desde atrás. Ese es mi orgullo.

El <Mana> de nieve y hielo fue liberado tranquilamente. Entonces, la reina del cero absoluto declaro.

–No creas que puedes hacer tiempo. Desde ahora iré con toda mi fuerza.

La punta de la Gran Espada se elevó lentamente. Mientras era teñida por las llamas de negro azabache, el hada rió.

–¡Maravilloso…!

Justo después, la espada blanca se enfrentó a la espada negra y un trueno instantáneo atravesó el cielo.