Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 8

Capítulo 4: Los Preliminares

Parte 2

“¡Mira hacia aquí, por favor, mira hacia aquí!”

“Me gustaría hacerle una pregunta a la Srta. Toudou. Cuando lanzaste tu ataque al principio del combate, ¿cuánta distancia tuviste que reducir entre tus objetivos antes de…”

Junto al pasillo que conduce a la sala de preparación había una pequeña zona donde se celebraba la entrevista de los ganadores. Durante el torneo principal, las entrevistas se realizaban, por supuesto, en salas de prensa especializadas, pero, a menos que ocurriera algo excepcional, los que asistían a las eliminatorias se reunían normalmente en este tipo de espacios informales.

Si hubiese habido solo dos de ellos, como en el Phoenix, probablemente habrían sido capaces de superarlo con relativa rapidez, pero ahora eran cinco. Además, dado que el Equipo Enfield era uno de los favoritos del torneo, parecía que había atraído a un gran número de periodistas.

“Sr. Amagiri, su equipo es, por supuesto, uno de los favoritos esta vez, pero ¿hay algún equipo que considere particularmente fuerte, algún rival quizás?”

“Ah, bueno…. el equipo Lancelot de Gallardworth y el equipo Tristan son bastante fuertes, creo.”

“Señorita Sasamiya, usó un montón de Luxes originales durante el Phoenix. ¿Hay algunos nuevos que usarás esta vez?”

“…Eso es un secreto.”

Parecía como si ya hubieran pasado veinte minutos respondiendo a ese tipo de preguntas.

“…” Julis, claramente harta de todo, no hacía ningún esfuerzo por ocultar su mal humor.

“Lo siento mucho, pero, ¿podemos terminar por ahora?” Claudia declaró, sin duda leyendo la situación.

“¿Puedo hacer una pregunta más? preguntó una delgada reportera del fondo de la multitud, con la mano en alto para llamar su atención. Llevaba una tarjeta de prensa en el cuello con el logo de ABC.

Parecía algo tensa. Quizás, se preguntó Ayato, era nueva en el trabajo.

“Srta. Enfield, es la primera vez que participa en la Festa desde los últimos Gryps hace tres años. ¿Hay alguna razón detrás de eso?”

“En absoluto. Simplemente he elegido el entorno en el que puedo utilizar mejor mis
habilidades. Es la forma más fácil de cumplir mi deseo, después de todo”.

“¿Y cuál es tu deseo?”

A esa pregunta, todos los reporteros se inclinaron ansiosamente hacia adelante.

Era costumbre en Asterisk que la prensa no se fijara demasiado en las recompensas de los concursantes por ganar la Festa, es decir, en sus deseos concedidos por los FEIs. Después de todo, a menos que el mismo grupo pertinente lo haya divulgado, tales preguntas corren el riesgo de trastornar a las propias fundaciones.

Sin embargo…

“Heh-heh, veamos…”, dijo Claudia con una pequeña risa. “Esta parece una buena oportunidad.” Se detuvo allí, sus hombros temblando, como si se detuviera para dejar que la tensión se acumulara por un momento. “Me pregunto si todos ustedes han oído hablar del profesor Ladislav Bartošik”, preguntó finalmente.

“¿Profesor Bartošik? ¿No estaba involucrado en la investigación de Orga Lux…?”

Una ola de confusión se extendió entre los reporteros.

Ayato notó, sin embargo, que había varios entre ellos que parecían sentirse repentinamente incómodos.

Quizás, se preguntó, sabían más de lo que podían compartir. No era difícil imaginar que los FEI ejercieran algún tipo de control sobre los medios de comunicación, después de todo.

“¿Pero el profesor Bartošik no ha estado desaparecido desde hace varios años…?”, preguntó el reportero.

“No, está actualmente bajo custodia debido a su participación en el incidente del crepúsculo de Jade”, respondió Claudia sin dudarlo, anticipando claramente la pregunta. “Mi deseo es reunirme con él y tener una pequeña charla.”

Un desasosiego muy distinto al que les había asediado hace un momento arraigó entre los reporteros.

No había nadie que no supiera que mencionar el incidente del crepúsculo de Jade era tabú en Asterisk. Nadie podría haber olvidado el incidente, por supuesto, pero la gente tenía que ser especialmente cuidadosa al tocar el tema.

“¿Qué quieres decir, exactamente…?”

“Hay un secreto del que sólo el profesor sabe la respuesta. Quiero que lo comparta conmigo”, respondió Claudia antes de hacer una pequeña reverencia a los nerviosos reporteros y girarse para irse.

“¡Espera, Claudia!”

Sus cuatro compañeros, a los que había dejado estupefactos, se apresuraron a alcanzarla.

“No sé lo que está pasando…. pero, ¿fue prudente?” preguntó Julis, visiblemente
preocupado.

El deseo de Claudia sólo convertiría a Galaxy en un enemigo. Ella misma había dicho eso.

Viéndola salir con tal declaración tan públicamente y sin ninguna advertencia previa, era natural que Julis se quedara tan sorprendida.

“Lo fue. De hecho, yo diría que en el momento perfecto respondió Claudia, todavía marchando por el pasillo sin siquiera mirar hacia atrás, su habitual sonrisa enigmática elevándose a sus labios.