Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 8

Capítulo 3: Niñas Excéntricas

Parte 2

Al mismo tiempo, en la sala de preparación del equipo Rusalka en el Domo Canopus, el lugar del primer combate del torneo.

“¡Es hora de una reunión de emergencia sobre cómo desbancar a Sylvia Lyyneheym!” Miluše anunció triunfalmente.

La niña había estado inquieta por la emoción durante todo el viaje desde el Domo Sirius. Ahora que finalmente habían llegado, ella se hinchó el pecho como si estuviese lanzando un anuncio largamente esperado.

“…Um, ¿qué está pasando?” preguntó Mahulena nerviosamente.

“¡Ja ja! ¡Escuchen! Nunca adivinarás qué…”

“Atrapamos a Sylvia en una cita secreta con un tipo”. Tuulia intervino con suficiencia.

“Los otros tres miembros, Päivi, Mónica y Mahulena, gritaron simultáneamente.

“¡Oye, Tuulia! ¡Eso no es justo! ¡Iba a decirlo!” Miluše protestó, moviendo los brazos salvajemente.

“Heh-heh, el que madruga se lleva el gusano”. Tuulia sonrió con suficiencia, esquivándola fácilmente.

“¡Argh! ¡No es justo!”

“¡Vamos, deja de hacer tonterías y cuéntanos qué pasó!” Mónica gritó mientras se ponía de pie. “Quiero decir, ¿realmente la viste?”

“¡La vimos, de acuerdo! ¡Es una primicia enorme!”

“¡Incluso lo tenemos en video!” Miluše añadió antes de abrir una pequeña ventana de aire con su móvil y reproducir una grabación.

Habían estado a cierta distancia, así que sus voces no habían sido capturadas claramente, pero el video mostraba claramente las figuras de una chica y un chico teniendo algún tipo de conversación íntima detrás de un pilar.

“Whoa…. ¡Definitivamente es Sylvia!” Päivi, su mirada fija en la ventana aérea, asintió con entusiasmo.

Era difícil ver a primera vista a través de su disfraz, pero incluso Mahulena podía reconocer esas distintivas expresiones faciales.

“¿Verdad, verdad?” Tuulia estalló, señalando a la ventana aérea. “¡Y mira, ella le está dando algo!”

“…¿Qué pasa?” preguntó Mahulena.

“¡Escucha con atención!” Tuulia guiñó un ojo a Miluše, quien luego subió el volumen.

Había mucha distorsión y ruido de fondo, pero…

“¿¡Ella le preparó el almuerzo!?”

“Las dos chicas gritaron al unísono, saltando para chocar los cinco la una contra la otra.

Miluše se giró hacia Mónica. “No importa a quién le vendamos esto, no hay forma de que lo llamen falso, ¿verdad?”

“…De hecho, podríamos incluso saltarnos los clubes de medios y llevarlo directamente a los grandes medios de comunicación en línea… ¡Increíble! ¡Increíble! ¡Increíble! ¡Esto será un gran escándalo! ¡Esta vez sí que hemos ganado el premio gordo!” Mónica, olvidando por un momento su equilibrio habitual, gritó exuberantemente, sus labios retorcidos en una sonrisa aterradora.

“Miluše retrocedió un poco ante la contundencia de su respuesta.

“…¿Huh?” Päivi, que seguía mirando la grabación, inclinó la cabeza hacia un lado. “¿No es éste… el Murakumo?”

“¿Qué…?” exclamó Mahulena mientras todo el mundo retrocedía frente a la ventanilla aérea.

“Sólo la estábamos mirando, pero ahora que lo mencionas… Es un uniforme de Seidoukan, ¿no?”

“¡Es… es él! ¡Es ese Ayato Amagiri!”

Mahulena no pudo evitar preguntarse por qué les había llevado tanto tiempo reconocerlo.

Ayato Amagiri, conocido como Nubosidad Reunida, Murakumo, fue el número uno de la
Academia Seidoukan y una de las principales celebridades de Asterisk. Había sido uno de los temas favoritos de los aficionados a la Festa incluso antes de conquistar el campeonato, pero sobre todo desde que derrotó a las marionetas autónomas de Allekant en el último combate.

“…Wow, no esperaba que fuera tan grande…Así que supongo que eso significa que ella…C- C-Cita durante la feria de la escuela…¡eso fue…!”

“¡Este será el mayor escándalo de la historia…!” Gritó Miluše, apretando los puños triunfalmente.

“…¿Huh? Espera, espera un segundo.” Mónica, habiendo regresado a su inocencia fingida habitual, tomó de su bolsillo un dispositivo móvil en forma de juguete. “Oye, mira, mira esto”, dijo mientras abría una ventana aérea bellamente decorada.

Era un sitio de chismes. Mónica hojeó los artículos como si estuviera íntimamente familiarizada con ellos. Hubo titulares como EL AMOR PASIONAL DE MURAKUMO: PRINCESS RIESSFELD, LOS COMPAÑEROS DEL PHOENIX TAMBIÉN COMPAÑEROS EN LA VIDA, ¿Y POR QUÉ EL MURAKUMO ACOMPAÑA A LA PRINCESA RIESSFELD EN SU TRIUNFO REGRESO A LIESELTANIA?

“Como puedes ver, Ayato Amagiri se supone que está con Glühen Rose.”

“… pero, ¿es fiable?” Mahulena se preguntaba, dudosa sobre los títulos claramente sensacionalistas.

“¿Quién sabe? Pero la princesa se fue a casa a finales del año pasado, y el Murakumo se fue con ella. Hasta las noticias normales lo cubrían. Y además…” Mónica se detuvo allí por un momento, levantándose una mano a los labios para ocultar una risa de niña. “Hay otros artículos, también, pero pensé que podrían ser demasiado para todas ustedes.”

“…¿Demasiado?”

“Cosas como un triángulo amoroso, o un cuadrado, o incluso un pentágono… Quiero decir, el Murakumo también está participando en los Gryps, y todos sus compañeros de equipo son chicas, ¿cierto? La gente dice que se lleva increíblemente bien con las cuatro…”

“N-no, no puede ser…” Mahulena no podía dejar de sonrojarse.

Miluše y Tuulia, por otro lado, simplemente parecían desconcertadas.

“¿Eh? ¿Qué quieres decir?”

“… Veo que todavía están mojadas detrás de las orejas”, murmuró Päivi en voz baja.

“Lo que quiere decir es que… puede que no sea sólo Sylvia con quien Amagiri está saliendo…”, explicó Mahulena.

Miluše, después de inclinar la cabeza hacia los dos lados por un momento, levantó la vista repentinamente cuando se juntaron las piezas. “¿¡Así que sólo está jugando con ella!?”

“¿¡Qué!? ¡Ese Murakumo! ¡Qué cosa tan horrible!” Tuulia gritó, su cara llena de ira.

Mahulena se sintió extrañamente incómoda por sus conclusiones demasiado simplistas. “No exactamente, es sólo un rumor”, señaló, tratando de calmarlas. No hay forma de saber si es verdad o no…”

Sin embargo, ni Miluše ni Tuulia le prestaban más atención.

“¡Argh…! No tenemos elección, dejemos el plan en suspenso por un tiempo”.

“¿Eh…? ¿Quieres decir que no vamos a lanzar el video?”

Mahulena parpadeó sorprendida. Miluše asintió como si esa fuera la única conclusión natural. “¡Obviamente! Quiero decir, ¡me daría mucha pena por ella!”

“…¿No estábamos planeando hundirla?”

“¡Eso es todo; eso es todo!” declaró Miluše.

“Bueno, ahora que hemos llegado a esto… Me sentiría muy mal si lo hiciéramos…”

“No tenemos elección.”

“¿Qué? En realidad, son todas muy suaves, ¿eh?”

Incluso las otras miembros, aunque Mónica parecía un poco decepcionada, no pusieron objeciones.

Mahulena tenía ganas de agarrar la cabeza con exasperación, pero no podía negar que sentía un cierto alivio.

Ahora, ella lo sabía con certeza.

Las integrantes de su banda no eran malas personas.

No eran particularmente brillantes; eso era todo.

“¡Cambio de planes!”

“¿Eh?”

“¡Descansemos de Sylvia y enfoquémonos en Murakumo!”

“¿¡Qué!?” Mahulena gritó ante este nuevo anuncio. “¿Cómo terminamos aquí? Quiero decir, ¿qué podemos hacer incluso si lo investigamos?”

“Si los rumores son ciertos, y él es realmente este… sinvergüenza, ¡le daremos una lección todas juntas! Y si Sylvia puede ver lo patético que es, perderá interés en él, y entonces podremos volver a intentar derribarla”.

“…” Mahulena se quedó boquiabierta al ver cuán profundamente desbaratada se había vuelto la idea.

“Ya veo…”

“¡Esa es una idea excelente!”

“No me hagas hacer de villana”.

Las otras tres, sin embargo, parecían estar completamente de acuerdo.

“Pero incluso si es verdad, ¿qué podemos hacer…?”

“Eres muy lenta, Mahulena.”

“¿Eh…?”

Miluše, señalando con su dedo índice, parecía llena de confianza. “¡Murakumo también participa en el Gryps, así que tarde o temprano nos enfrentaremos a él!”

Mahulena casi se encuentra preguntando qué harían si fuera eliminado antes de eso, pero se tragó sus palabras.

El equipo Enfield del Ayato Amagiri era, después de todo, uno de los favoritos. Como mínimo, se espera que llegue al torneo principal.

Y sabía que el Equipo Rusalka tampoco tendría problemas para llegar tan lejos.