Wortenia Senki (NL)

Volumen 1

Capítulo 1: Convocatoria

Parte 1

EI sol de la mañana solo había comenzado a asomarse desde el horizonte. En el jardín de cierta finca en el barrio Suginami de Tokio, dos hombres se enfrentaron, con espadas en la mano. “Date prisa y ven a mi ya!” Un grito enojado resonó por las instalaciones, chocando con el silencio habitual que uno podría esperar de un distrito residencial al amanecer.

Sin embargo, esta propiedad era espaciosa y los matorrales de bambú crecían en el patio y el como sus muros destacaba esta propiedad del resto del vecindario. Quizás debido a eso, no había nadie allí para presenciar su entrenamiento.

La fuente de ese grito fue un anciano, con el pelo blanco atado a la espalda. El medía aproximadamente 170 centímetros de alto. El grueso pecho que se asomaba por el hueco en su traje de kendo tenía una forma fina y estaba dividido en su abdomen con un

six-pack bien definido. Su brazo era grueso y musculoso, y sostenía una katana de 63 centímetros de longitud.

Si no fuera por las arrugas talladas en su rostro y su cabello blanqueado, nadie habría sospechado que fuera un hombre viejo. Su cuerpo estaba bien formado y entrenado. Y para colmo, su mirada tenía un brillo agudo y enfocado. El tipo de destello que haría que el hombre común se alejara nerviosamente de él.

La combinación de sus rasgos, su fisico, el brillo en sus ojos y el brillo del conjunto, la katana perfectamente mantenida en sus manos hicieron de este anciano una figura que sorprendería y aterrorizaría a cualquier hombre que lo viera.

Pero la expresión del joven frente a él no estaba nublada por tal duda o la vacilación. Por el contrario, parecia estar disfrutando de esta situacion.

“Abuelo, si te ataco con una espada desenvainada, moriras! No es que me importe tanto si lo haces, pero tener que lidiar con la policia seria una verdadera carga ”

Mientras el joven hablaba, sus labios se curvaron en una sonrisa provocativa. Sin embargo, no fue un farol. Realmente y honestamente no sentía miedo hacia el aura amenazante del viejo o la espada en sus manos.

Este joven bromista se alzo a una altura de mas de 190 centímetros,y posiblemente incluso extendiéndose a dos metros completos. Los musculos que adornaban su cuerpo eran tan tonificados como los del viejo parado frente a el. En todo caso, su cuerpo más joven parecia aun mas flexible y poderoso.

Dada su altura y armadura de músculos sólidos como una roca, el peso corporal de este joven indudablemente excedió los 100 kilogramos. Un verdadero Goliat, adornado con un cuerpo alejado de como puede ser el típico físico japonés.

Si él también hubiera tenido una cara cruel, seguramente nadie se atrevería a acercarse a este joven. Pero tal vez debido a su buena educación, fue bendecido con un comportamiento amable y amigable, y una cara que emitió una cierta calidad que tranquilizó a los que lo rodeaban.

“Hmph!. Crees que eres capaz de matarme?” El anciano miró las palabras del menor con desprecio burlón.

Sin embargo, el desdén se limitó solo a sus palabras. Seguramente creía en las habilidades del joven, y había una calidez amable que residía en la aguda mirada del anciano.

“Quién sabe?”, Dijo el joven, volviendo una mirada inquisitiva hacia el mayor. “He estado entrenando mucho, así que podría ser hora de que no puedas bloquear mi espada y patee tú culo”.

“Tu espada, eh? Bueno, si llega ese momento, te perdonaré de todas las sesiones de entrenamiento, e incluso puedes tener mi herencia por completo”.

Reconociendo las palabras del niño con una sonrisa satisfecha, el anciano agarro su katana con ambas manos, sosteniendola a la altura de sus ojos.

“Como si alguien se quedara conmigo para practicar mañana si caes muerto, abuelo”.

Sonriendo ante las palabras del anciano, el mas joven entro en una postura similar con su propia katana, con una longitud total de 90 cm extendida.

“iSin embargo, tu herencia es una recompensa tentadora!” Intercambiando insultos, los dos miraron cada parte del cuerpo del otro. En su estado actual, no importa donde miraran uno al otro, no podrían enfocar su mirada. Casi se sentia como si el aire entre ellos estuviera congelado. No quedaba rastro de la atmósfera amigable e íntima que residía entre ellos hace un momento.

La verdadera intención asesina emanaba de sus dos cuerpos. Nada más que la voluntad de cortar al otro existía entre ellos. “¡Aaaaaaaaaaaaaaaaah!”

“iGaaaaaaaaaaaaaaaah!”

Ambos exhalaron al mismo tiempo, y la sed de sangre que había alcanzado su cenit se extendió de ellos. Cualquier persona común quedaría inmóvil, siendo arrastrada por tal deseo de matar.

Las dos figuras se cruzaron, el sonido del acero chocando contra el acero resonando en el momento de su reunión. Una breve lluvia de chispas bailó sobre el bosque de bambú. Cruzando los dos metros que los separaban en un abrir y cerrar de ojos, los dos intercambiaron posiciones, una vez más sosteniendo sus cuchillas a la altura de los ojos.

“iTú, pequeño mocoso de mierda!” El viejo miró al niño con furia. “Realmente te fuiste por mi garganta después de entrar en tu posición intermedia!”

Cualquier conversación sobre la entrega de su herencia parecía haber sido completamente olvidada en ese momento. El corte del joven realmente tenía como objetivo separar al anciano de su alma.

Pero lo mismo era cierto para el viejo, y no tenía derecho a culpar al más joven por sus acciones.

“Cierto maestro me enseñó a que incluso corté a mis propios padres cuando se trata de un choque de espadas…. Además, si quieres hablar sobre cortes, también estabas apuntando a mi garganta!”

El anciano que se ofendía injustamente hizo que el tono del chico comprensiblemente más espinoso de lo habitual.

Para empezar, las técnicas y la mentalidad del niño fueron talladas en él desde la infancia por este anciano. La forma de pensar de

que uno solo debe tomar la espada cuando se decida un verdadero combate mortal le fue enseñado por su abuelo. Y es por eso que el joven sintió que estar molesto con él por estar a la altura de estos métodos era absurdo.

“iClaro que lo estaba! ¡Mi espada siempre mata con un solo corte!” Tales llamamientos razonables no llegarían al viejo, ahora que toda

la sangre se le había subido a la cabeza. “¡Uno solo toma la espada cuando decide quitarle la vida a otro!”

El joven miró el grito enojado y enrojecido de su abuelo con una expresión exasperada.

“Mira, ese es el problema allí mismo. iNo sirve de nada ese tipo de cosas peligrosas! ¿En qué parte de Japón puedes usar ese tipo de técnicas? Además, porque intentaste probar algo tan letal en tu propio estudiante? “.

Es cierto que en el Japón moderno, llevar espadas reales estaba prohibido, mucho menos los duelos con ellas. El anciano que sostenía esa creencia como artista marcial era aceptable, pero cuando se trataba de hacer uso de ellos, las afirmaciones del joven probablemente se considerarían más válidas.

Uno puede pulir sus técnicas de asesinato tanto como quiera, pero no tendría mucho sentido hacerlo sin un lugar para utilizarlas. Pero al escuchar su voz de estudiante, estas afirmaciones perfectamente razonables solo hicieron que las venas aparecieran en las sienes del anciano.

“¡silencio, cállate! iCorta tus pretenciosas charlatanería y vuelve a practicar!” El viejo gritó, y volvió a lanzar su espada hacia el niño. Fue un corte que si el chico no bloqueaba, seguramente habria dividido su craneo por la mitad.

“¡Por eso te sigo diciendo! Cual es la gran idea detras de estos duelos de vida o muerte si esto es practica ?!”

El sonido de sus espadas chocando reverbero en el tranquilo barrio residencial. Sin embargo, nada de esto molestaria a los vecinos, por lo que los dos eran libres de entrenar tan vigorosamente como quisieran.

Al principio. los dos parecian coincidir perfectamente. Pero al final, uno de ellos era viejo y el otro era joven, y las escalas de la victoria se inclinaban gradualmente a favor del niño. Por diligente que haya sido su entrenamiento, el viejo no tenía ninguna posibilidad de igualarlo. En todo caso, el hecho de que él pudiera estar a la par de él todo el tiempo fue lo asombroso.

Empujando al viejo con fuerza, la espada del niño se acercó al cuello de su maestro. Pero con la espada a centímetros de su tráquea, el anciano aflojó repentinamente su agarre, haciendo que su alumno perdiera el equilibrio por la repentina falta de presión y se tambaleó hacia adelante.

Aprovechando esta oportunidad, el viejo empujó su pulgar hacia el ojo del menor. Probablemente al darse cuenta de que no podía igualar a su alumno en términos de fuerza pura, apartó su mano izquierda del pomo de la espada y en su lugar intentó sacar su ojo. Este ataque repentino llevó al niño a retroceder y crear distancia entre ellos.

“Maldita sea, si esto es práctica, mantén el juego sucio fuera de esto! ¡Deja de actuar como un niño de mierda!” La paciencia del joven estaba notablemente en su límite, ya que su lenguaje hacia el viejo se estaba volviendo cada vez más profano.

“Hmph. Nada de eso importa en el verdadero combate, ya sea asqueroso, de mierda, o como quieras llamarlo!”

El viejo afirmó que no había tal cosa como juego sucio en la batalla donde la vida de uno colgaba en la balanza. No había una pizca de vergüenza en sus palabras al emplear un ataque desarmado en medio de la práctica de la esgrima. En todo caso, el hecho de que el niño fuera consciente y lo suficientemente capaz de anticipar y juzgar ese ataque desarmado significó que no era tan razonable o normal como se hacía parecer…

Su entrenamiento siempre conllevaba el riesgo de lesiones e incluso la muerte. Pero eso fue solo porque los dos eran perfectamente conscientes de los niveles de habilidad del otro, y siempre dejaban de atacar en el último momento. Sus cortes pueden haber estado llenos de sed de sangre, pero no había una verdadera intención de matar en ellos. Fue el entrenamiento el que imitó perfectamente el verdadero combate.

Saltando hacia atrás, el anciano volvió a poner su katana en su vaina y la colocó contra las pilas de bambú. Luego se volvió para mirar al hombre más joven lentamente, relajando los músculos de su cuerpo y dejando que sus brazos cayeran con calma. Una verdadera, postura natural. La falta de postura es la postura definitiva, como dicen.

“Ven a mi desarmado! Te mostraré cómo tu fuerza exagerada no es buena para nada!”

“Estás seguro?” El joven se burló. “¡Con gusto aceptaré tu pedido!. Pero de verdad crees que puedes golpearme con tus manos desnudas, cuando ni siquiera puedes golpearme con una espada?”

Pero el viejo no dijo nada, simplemente hizo un gesto con la barbilla para que el niño guardara su espada. Cumpliendo con esa demanda, el niño envainó su espada y la colocó también contra las pilas de bambú, luego se volvió para mirar al viejo.

Apoyó el puño izquierdo sobre su rostro y bajó el derecho para cubrir su línea media. Cambiando su centro de gravedad a su pierna izquierda, curvó los dedos del pie derecho hacia adentro. Era una postura que equilibraba el ataque y la defensa, permitiéndole cambiar libremente de golpes a patadas a pedido y ocultar sus signos vitales del ataque.

Para estos dos, la batalla desarmada era tan letal como el juego de espadas. El suspenso hizo que su respiración quedara atrapada en sus gargantas. Pero el silencio pronto se vio perturbado de repente… era el sonido del estómago del niño gruñendo de queja, por supuesto.

Se había despertado antes del amanecer, y su entrenamiento había durado más de una hora. Era justo cuando su estómago comenzaría a protestar ruidosamente por su hambre. Pero su maestro y abuelo no era lo suficientemente indulgente para interrumpir el entrenamiento solo porque su nieto tenía hambre. Mierda, me muero de hambre… Vamos, abuelo, terminemos con esto ya…

Mientras rezaba para sí mismo como pudo, el viejo no mostró ninguna abertura en su postura. En todo caso, estaba visiblemente ansioso por ir, y se propuso aprovechar cualquier apertura descuidada que el niño pudiera exponer.

El niño fue expulsado de la cama temprano en la mañana y obligado a participar en un entrenamiento letal con el estómago vacío… Cuando de repente, un ángel descendió para salvarlo. “iYa podrían detenerse?! Me tomo la molestia de hacerles el desayuno y esto es lo que hacen?. Dios. Por qué ustedes dos están jugando tan temprano en la mañana?

Una niña vestida con un delantal, su cabello negro atado en una cola de caballo, apareció en el borde de la línea de visión del niño. Era una mujer joven y atractiva con ojos y cabello negros obstinados, con más de 170 centímetros de altura.

Se llamaba Asuka Kiryuu.

“Yo? Jugando alrededor? Con este vejete? Tu humor podría necesitar algo de trabajo….”

Al menos, el joven no iba a estos

combates de práctica matutina, agitando espadas reales o luchando en un combate desarmado semi-mortal, por diversión. “Bueno, qué estabas haciendo, entonces?” Asuka entrecerró los ojos al chico, quien sacudió la cabeza de una manera casi ofendida.

Su pregunta puntual hizo que el niño incline la cabeza con curiosidad, buscando las palabras correctas para describir lo que era demasiado peligroso para ser considerado entrenamiento normal. ..

Intentamos matar al otro?”

En el momento en que esas palabras salieron de su boca, un sonido contundente resonó contra las pilas de bambú, y con él, el sonido de un puño chocando contra una palma abierta. “O-Ouch..”.

¡Deja de hablar como un imbécil ya!” Alzando una ceja perfectamente enfadada, Asuka lo amenazó con un cucharón en la mano.

De dónde sacó eso?

El cucharón que Asuka sostenía actualmente había golpeado la cabeza del joven, blandiendolo de tal forma que realmente podría describirse como velocidad de la luz. A pesar de lo extremadamente refinadas que eran sus capacidades físicas, el

golpe que ella había asestado aún le dolía mucho. Como prueba de sus capacidades, había captado el ataque que el anciano lanzó sobre él, un puño con el segundo y tercer dedo extendido como un cuerno, en el momento en que se estremeció por el ataque de Asuka. Carecía de la fuerza de un golpe normal, pero a cambio era óptimo para penetrar los signos vitales del oponente. De esta manera, el niño había bloqueado el golpe dirigido a su sien con una reacción que era igualmente atribuible tanto al instinto como a los reflejos desarrollados a partir del entrenamiento despiadado. Y a pesar de eso, no pudo bloquear el ataque de la niña.

Aunque, en todo caso, esto era preferible a lo que había leído en viejos cómics. Cada vez que el héroe de esos cómics intentaba poner una mano sobre otra chica, la heroína lo golpeaba en la cabeza con un martillo. Por lo general, podía evitar acelerar las balas, pero extrañamente nunca logró esquivar el martillo de la heroína.

De hecho, seguramente esta situación era el menor de dos males. Tan bien construido como podría estar su cuerpo, un golpe de un martillo aún lo mataría…

“Ah, Asuka. Disfrutas de tu reñida actuación de recién casados?” La persona que acababa de ser responsable de que el niño fuera

golpeado en la cabeza con un cucharón se dirigió a Asuka con una expresión indiferente.

Ni un rastro del vigor intimidante que tuvo durante el entrenamiento permaneciò en su voz, Parecía un viejo amistoso que podrías encontrar en cualquier parte.

Podría haberlo bloqueado, pero él todavía lanzó un ataque sorpresa contra mí, y aquí va, solo riéndose como si nada hubiera pasado. Es por eso que odio a este vejete…

Hablando honestamente, a pesar de que era su abuelo, no podía mantenerse al día con esta disparidad en su comportamiento. “¡Qué estás diciendo, abuelo! Ya tengo un novio…. Y además, gustarme. Estamos hablando de Ryoma”.

Diciendo esto, Asuka dirigió una mirada significativa en la dirección del chico. El tipo de mirada que solo un gato podría dirigir a un ratón. Parecía que no importaba cómo respondiera a esto, lo guiará directamente hacia el infierno.

En serio, esto no es broma. No quiero esto más que tú.

Si uno la considerara una mujer joven, Asuka Kiryuu era realmente muy atractiva, y el joven no tenía intención de negarlo. Pero también era un hecho que los años que habían pasado juntos invalidaron algo que habría hecho que su relación se convirtiera en una relación romántica. A los ojos de este joven, Asuka Kiryuu era una especie de hermana.

No es que tuviera el coraje de expresar esas palabras en cualquier parte, excepto en su corazón. Era más familiar con la personalidad de su prima de lo que él quería ser. Entonces él contuvo la lengua. Este era el único camino seguro disponible para él. Nadie tendría que salir lastimado de esta manera.

“No digas eso, Asuka”. Pero había alguien aquí firme en perturbar este equilibrio pacífico. “No vendrías todas las mañanas a prepararle el desayuno si solo fuera un amigo de la infancia, verdad?”

El viejo tercamente seguía burlándose de Asuka. Fue por verdadera curiosidad que estaba haciendo esto, o tenía algún motivo oculto en mente? Cualquiera que sea, el resultado final no sería uno que el joven apreciaría.

Pero contrario a las expectativas del niño, Asuka simplemente sonrió inocentemente.

“No, en realidad no. No estoy haciendo esto gratis, después de todo.Mi asignación mensual se ve aumentada en veinte mil yenes por hacer esto!”

Esas palabras hicieron que todo encajará en la mente del joven. Entonces ella no estaba haciendo esto por la amabilidad de su corazón. Aparentemente, su tía había negociado cosas con Asuka para aumentar su asignación a cambio de esto.

“Ah… Pensar que mi propia carne y sangre sería tan miserable.” Mientras el viejo susurraba esas palabras con exasperación, un cierto pensamiento flotó en el fondo de la mente del niño.

Es verdad, la tía es una fiera en el comercio de acciones, no?.. Como su madre, su hija Asuka Kiryuu fue agraciada con una cara atractiva y una figura bien formada, así como una cabeza aguda sobre sus hombros. Además de esto, ella era amigable y amable, y tampoco era una esnob*. (persona que trata solo con gente de estatus social alto y que desprecia a los de estatus social bajo) Esta combinación ganadora la convirtió en una de las chicas más populares de la escuela.

Se destacó en la cocina, y fue capaz en lo que respecta a la limpieza, lavandería y artesanía, entre otras tareas domésticas .Ella era, en muchos sentidos, perfecta. Es cierto que podía ser estricta cuando se trataba de administrar un presupuesto, pero eso solo significaba que tenía sentido para la economía; no podía ser visto realmente como un punto en contra de ella.

Y aunque ella puede haber parecido como la chica ideal para cualquier otra persona, el niño no pudo evitar reirse de la idea. Estaba demasiado cerca de Asuka para verla como una mujer. “iAaah!” Asuka de repente levantó la voz, examinando el reloj en su mano derecha. “Tengo que practicar en el club de tiro con arco, asi que me iré. Asegúrate de lavar los platos cuando termines, entendido, Ryoma?!”

Con ese comentario de despedida, Asuka se quitó el delantal con una caricatura exagerada de un gato calicó dibujado y corrió hacia el edificio principal.

“Hmph… Qué prisa tan temprano en la mañana”. Dijo el viejo, cruzando los brazos con una expresión de satisfacción.

“No tendríamos más tiempo para comer si no la molestaras tanto, Abuelo?” El joven señaló esta crítica válida.

En la práctica, la tendencia de este anciano a decir algo incorrecto a cada paso y arruinar la atmósfera en aras de su propio disfrute era realmente una molestia.

“Es porque no muestras suficiente respeto a tus mayores”. Dijo el anciano, hinchando el pecho sin un rastro de remordimiento. No tenía intención de abordar la queja del joven. Aparentemente, la palabra introspección no existía en su léxico.

Maldición vejete! Terminaré estrangulandote uno de estos días… Abuelo o no, realmente era molesto.

“Haaah…’ El chico dio un largo suspiro, uno que traicionó sus verdaderos sentimientos.

“Qué pasa?”

lgnorando la pregunta del anciano, el niño se dirigió al edificio principal. Perder el tiempo tratando con su abuelo lo dejó con poco tiempo para comer, por no hablar de lavar todo el sudor. Aún si este niño no se preocupaba por su apariencia, ir a la escuela cuando olía a sudor estaba fuera de discusión.

Luego se duchó y se lavó, como hacía todas las mañanas.

Luego, después de ponerse la chaqueta del uniforme de su escuela, caminó hacia la mesa del comedor, sólo para descubrir que su desayuno se había enfriado hace mucho tiempo. Como se esperaba.

El nombre del niño era Ryoma Mikoshiba. Era, como se podría suponer, un joven que no fue bendecido con alegría en su vida, al menos desde la perspectiva de la persona común. Sin embargo, Ryoma lo vio de manera diferente.

Todos los días, practicaba artes marciales con su abuelo, el tipo de entrenamiento severo que probablemente sería visto como nada más que abuso desde los ojos de un espectador. Cuando todavía era un niño no calificado, los rasguños y las marcas azules eran algo cotidiano, y dado que entrenaba con una espada de madera y sin equipo de protección, era de esperar una fractura o dos.

A pesar de que el anciano fue fácil con él a veces, todavía estuvo hospitalizado luego de recibir un golpe de una espada de madera en la cabeza. Fue ese tipo de entrenamiento severo, pero Ryoma se mantuvo firme. Había mantenido esta rutina todo el tiempo que podía recordar, por lo que había estado yendo por al menos diez años.

Si realmente hubiera querido detener estas sesiones de entrenamiento, había muchas oportunidades para hacerlo. El departamento de bienestar infantil del barrio era una opción, al igual que los padres de Asuka, los Kiryuus. Todos le ofrecieron su ayuda a Ryoma, pero aún así eligió rechazar su ayuda por su propia voluntad.

Una razón para eso fue que su abuelo no era una persona estrictamente estricta. Fuera del entrenamiento, el anciano trató a su nieto con afecto honesto. Por lo menos, no tenía el tipo de corazón cruel y distorsionado que derivaría placer en lastimar a un niño.

Y la otra razón fue que el mismo Ryoma disfrutó del entrenamiento de su abuelo. Una teoría de combate que asume un verdadero combate y un entrenamiento mental basado en la premisa del combate con la vida en juego. Era inherentemente diferente de las artes marciales modernas, que se habían convertido principalmente en deportes. Si uno lo clasificara adecuadamente, el entrenamiento por el que pasó Ryoma se sintió más cercano al entrenamiento militar.

Era un arte marcial que parecería herejía desde la perspectiva de los tiempos modernos, pero parecía ser una combinación perfecta para Ryoma. De hecho, una vez en la escuela primaria, un maestro lo invitó a una sesión de entrenamiento de judo, pero Ryoma nunca regresó allí después de la primera visita. Su joven corazón sintió que no era lo que estaba buscando.

Y desde entonces, Ryoma se había dedicado a ese entrenamiento con mayor vigor. Puede que haya maldecido y quejado todos los días, pero voluntariamente eligió vivir con su abuelo en este vecindario tranquilo en el barrio de Suginami.

Los padres de Ryoma aparentemente habían fallecido cuando él era un niño. “Aparentemente”, porque su abuelo nunca especificó cómo habían muerto. No sabía si fue por enfermedad o por accidente, y nunca había visto sus tumbas. Todavía podrían estar en algún lugar, vivos y bien, por lo que Ryoma sabía.

Sin embargo, honestamente no le importaban de una forma u otra sus padres, quienes nunca habían estado allí para él. Vivo o muerto, no cambió el hecho de que nunca lo criaron. Y asi, no tenia interés en ellos. Ryoma Mikoshiba era, para bien o para mal, un realista.

Mientras que diferentes personas tienen diferentes nociones de lo que cuenta para ser atractivo, Ryoma no era en absoluto un hombre feo. Sin embargo, tampoco era un niño bonito. Sus rasgos faciales eran lo que uno podría llamar positivamente varonil o, más negativamente, distinto. Podría resumirse más simplemente como un cara típica japonesa.

Su físico era, en una palabra, grande. Su brazo era casi tan grueso como la cintura delgada de una mujer. Pero esta masa no fue el resultado de la grasa, sino de músculos de acero perfectamente desarrollados y templados. Sus brazos y muslos eran tan gruesos como troncos, lo que lo ponia en contraste con los tipos machos delgados que eran populares hoy en día.

Sus compañeros de secundaria le dieron el apodo de “El oso durmiente”, inspirado en su gentileza habitual y su físico de bestia. O al menos esa fue la explicación a nivel de superficie. Solo unos pocos selectos sabían el verdadero significado detrás de ese nombre, y no eran los que hablaban abiertamente sobre el tema.

No, incluso ellos no eran conscientes del verdadero yo de Ryoma. Ryoma tenía su propio complejo personal, su rostro lo hacía parecer más viejo de lo que realmente era. La gente había estimado su edad en cualquier lugar, desde veinticuatro años hasta unos embarazosos treinta años. El tipo de estimaciones que conmocionó tanto a Ryoma, que yacía acostado en su cama deprimido sobre ellas.