Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: Hermana & Hermana Anochecer & Amanecer Sombra & Luz

Parte 4

¿Por qué ella tuvo que recordarlo justo ahora?

Después de haber matado a la persona que más significaba para ella, después de que una luz salvaje había comenzado a aparecer en sus ojos, cierta amazona había llegado para arrojar su vida a un nivel aún más profundo del infierno.

Argana Kalif. La principal contendiente para el rango de próximo capitán de Telskyura.

Y la guerrera cuya mentalidad era más cercana a la de Kali. Su entrenamiento fue nada menos que horrible.

El día que se conocieron, Argana la había quebrado. Por ninguna razón específica, aparte de que la guerrera Argana obsesionada con el combate no distinguió el entrenamiento en su habitación de piedra oscura de las batallas a muerte en la arena.

Cuando Tione llego a ser solo pellejo y huesos ensangrentados en el piso, ella llegó a tener el mismo miedo hacia Argana que Tiona mantuvo hacia  Bache—junto con  una ira  aún  más poderosa.

A través del dolor hirviente y su nebulosa conciencia, ella llegó a ver a Argana como un símbolo de Telskyura. La misma costumbre que la había obligado a matar a Seldas.

—…Estas bien.

Argana se enamoró de inmediato de la joven que no podía romperse, que se negó a renunciar a su voluntad de luchar o su ira desenfrenada. Se lamió los labios con avidez, su lengua larga se contrajo como la de una serpiente al ver toda esa sangre y los ojos asesinos de Tione mientras yacía golpeada y magullada en el suelo.

El estilo de lucha de Argana y su brutalidad fueron temidos incluso en todo Telskyura. Ella bebería la sangre de sus oponentes, cavando sus afilados dientes en su piel y succionando su fuerza vital mientras gritaban y lloraban de dolor y desesperación. La intoxicaba; Era el grado más alto de alcohol que había mientras ella se deleitaba con la carne de los fuertes.

—A los que sobrevivieron a los ritos se les conocía simplemente como “Guerreras Verdaderas”, y a los habitantes de Telskyura no se les dieron alias como los aventureros de Orario, a excepción de Argana. Ella fue llamada Kalima, una cruel y villana guerrera reconocida incluso por la propia Kali.

Ella era un monstruo que iría tan lejos como para beber su propia sangre. Y para Tione, no había un día en el que no detestara a Argana con cada fibra de su ser. No hubo un solo momento en el que no se sintiera agobiada por la rabia en esa Amazona y su risa tiránica. E irónicamente, fue durante este mismo entrenamiento que su segunda habilidad, una basada en toda esa furia sin explotar, se manifestó.

Fue cuando Argana subió al Nivel 5 que su antipatía hacia la Amazona se apoderó por completo. Argana había estado saliendo de la arena después de una de sus batallas cuando Tione finalmente hizo la pregunta.

—… No sientes nada… ¿verdad?

Ella asesinó a sus compañeros—aquellos con los que había compartido la misma habitación, comido de la misma olla, al igual que Seldas y Tione. Ella había bebido su sangre, ignorando sus gemidos mientras cavaba su carne sin piedad.

—Los consumo para ser más fuerte. Eso es todo. ¿Qué más se supone que debo sentir?

Telskyura había creado esa respuesta en ella. El secreto del poder era tan simple que era… decepcionante.

Para crear guerreras de nivel 4, tenías que matar a los de nivel 3. Para crear a los de Nivel 5, tenías que matar a los de Nivel 4.

Era un sacrificio que había que hacer.

Era como poner ratas en un barril para matarse y canibalizarse hasta que solo quedaran las más fuertes. Ese era el tipo de país que era Telskyura.

Y sin embargo incluso dentro de ese país de monstruos, la que estaba delante de ella ahora era el monstruo más letal y despreciable de todos. De eso estaba segura Tione.

—¿Cuándo vas a dejarla ir? No tiene sentido lamentarse por alguien que no es más que una ofrenda.

Eso había hecho que Tione se viera roja, y se había lanzado a Argana cuando la otra mujer ya había sido herida en la batalla.

Durante demasiado tiempo ella se vio obligada a sufrir y desaparecer en las sesiones de entrenamiento de Argana, durante mucho tiempo se la obligó a matar a sus hermanas en esos ritos detestables—sus ojos y su corazón se estaban agotando a una velocidad acelerada. Aunque a veces ella había anhelado la muerte, sabía que morir no sería nada más que rendirse ante aquellos a quienes más aborrecía, algo que sus instintos alimentados por la ira nunca permitirían.

Y sin embargo, de alguna manera, casi en oposición directa a Tione, su hermana, Tiona, se había vuelto aún más alegre.

Ella sabía por qué. Fue esa epica.

Los muchos volúmenes de esa historia habían alimentado el sentido de idealismo de su hermana idiota. Pero incluso mientras Tione pasaba sus páginas, sus ojos vacíos escaneaban las palabras huecas, e incluso mientras Tiona trataba de enseñarle su significado, ella simplemente no podía entender de dónde venía el placer.

Cuando Tiona la miró con esos ojos, tan diferentes a los de sus compañeros, esto hizo que se le revolviera el estómago.

A ella no le gustó.

Tal vez incluso lo odiaría.

—¿Cómo puedes actuar así cuando vivo en un infierno interminable?

Las palabras habían cruzado sus labios tantas veces en este punto que ella había perdido la cuenta.

No había duda de que Tione y Tiona eran dos razas de Amazonas completamente diferentes. Aunque nacieron de la misma generación y se criaron en el mismo reino de violencia, para bien o para mal, Tione se había enfurecido mientras que Tiona se había reído.

Tione era antagónica a una falla, incluso llegando a maldecir a su propia diosa. La propia Kali no podía tener suficiente con el abuso de la niña, tomando todo lo que su amada hija podía manejar mientras sus ojos brillaban de diversión.

Tiona, por otro lado, era tan inocente como tal. No solo estaba llena de risas, sino que también provocaba risas a su diosa. De hecho, se convirtió en algo común que Kali invitara a la niña a su habitación.

Las dos hermanas fueron las únicas capaces de responderle a Kali, convirtiéndolas en objeto de celos entre las otras amazonas. Y, por supuesto, esto llevó a la esperanza generalizada de que un día las dos se colocarán una frente a la otra en la arena.

Sucedió dos años después de haber subido de nivel hasta el Nivel 2. Era el día antes de su séptimo cumpleaños y la oportunidad perfecta para que ellas alcanzaran el Nivel 3, dado que sus Estados habían crecido a pasos agigantados gracias al entrenamiento implacable de Argana y Bache. Tione prácticamente podía sentirlo en su piel, pronto tendría que luchar contra su hermana.

Y no importa cuánto luchara Tione, no importa cuánto se revelara, una sola frase de su hermana fue todo lo que necesitó para reducir sus esfuerzos a nada.

—Kali, no quiero pelear con Tione.

Kali había invitado a las vencedoras de los ritos del día a su salón para elogiar sus esfuerzos. No había habido aviso previo; su estúpida hermana simplemente lo había soltado.

—Queremos irnos.

Incluso Bache y Argana no había podido creer lo que escuchaban, cada ojo en la habitación giraba directamente hacia Tiona. Kali, sin embargo, simplemente había estrechado sus ojos debajo de su máscara.

Tione no podía recordar lo que había pensado mientras estaba entre las otras amazonas. Y aun así, el deseo que había dejado en suspenso todo este tiempo… estaba a punto de hacerse realidad solo unos días después.

¿Tal vez fue un capricho de su diosa? De cualquier manera, Kali los liberó en esa arena de piedra, y pronto estuvieron navegando lejos, muy lejos de la vasta península.

—¿Por qué?

Tiona claramente tenía el favor de Kali; ella le había dado esos volúmenes de la épica y la había mimado como a una niña.

Pero  entonces  ¿Qué  significaron  esos  días  pasados  atrapadas  allí?  ¿Para  que  hubo  tanto sufrimiento, si su idiota hermana simplemente tuvo que reírse para liberarlos de esa prisión?

¿Era esto lo que ella realmente quería?

Cuando Tiona había corrido emocionada a su lado, contemplando las vistas desconocidas del mar cerúleo, los precipicios escarpados de las montañas, el aire limpio y el mundo cautivadoramente hermoso que había en el exterior, Tione había llorado. E incluso a la tierna edad de siete años, ella había sabido lo suficiente como para comprender que las lágrimas no eran del escenario ante sus ojos.

Hermana contra hermana, anochecer contra amanecer, oscuridad contra luz, rabia contra inocencia.

¿Cómo se habían vuelto tan diferentes a pesar de que la misma sangre corría por sus venas?

Tione no pudo evitar que los sentimientos brotaran dentro de ella. Si no los soltaba, lo gritaría, bien podría haber retorcido el cuello de su hermana.

Y lo que encontró allí, en lo más profundo de la amalgama de emociones que la inundaba, eran los celos por lo que su hermana poseía que ella no tenía.

Esa fue la primera vez que Tione se dio cuenta de que quería suicidarse.

—…

Tione apretó los dientes cuando los recuerdos de su pasado se desvanecieron de su mente. Se inclinó hacia delante, el lado de su cara ardía bajo la luz carmesí del sol poniente.

—¡Wow! ¿Quién hubiera pensado que todo esto estaría aquí, eh?

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando la alegre voz de su hermana, mucho más vieja que la niña de sus recuerdos ahora, resonaba en las paredes de la amplia habitación.

Estaban en una antigua fábrica abandonada, lejos de la ciudad. Montones de hierro y acero oxidados yacían esparcidos entre las partes del barco maltratado, y las malas hierbas crecieron en parches por todo el piso. La luz oscurecida del cielo sobre la cabeza se asomaba desde las persianas destrozadas y muchos agujeros que cubrían el techo.

—Esperemos aquí hasta el anochecer entonces ¿Eh, Tione?

Ellas habían venido aquí en su búsqueda de un lugar sin gente, lejos de Aiz y el resto de su familia.

Mientras el tono del crepúsculo coloreaba el mundo exterior, Tione entrecerró los ojos y le lanzó a su hermana feliz y despreocupada una mirada penetrante.

—Tiona.

—¿Qué?

—Vamos a practicar.

Tiona miró hacia atrás confundida, parpadeando ante la repentina sugerencia de su hermana.

—… No quieres decir ahora ¿Verdad?

—Ahora.

En  circunstancias  normales,  los  dos  aprovecharían  cada  oportunidad  que  pudieran  para entrenar en el patio del Twilight Manor, pero estas no eran circunstancias normales.

Ignorando la mirada de escepticismo de su hermana, Tione colocó un pie detrás de ella, colocándose en posición.

—Lo digo en serio. Vamos a darlo todo aquí. No tiene sentido si no lo hacemos.

Al  darse  cuenta  de  que  no  servía  de  nada  discutir,  Tiona  también  se  puso  en  posición lentamente.

Así comenzó el duelo en medio de esa vieja fábrica abandonada.

—…..

Tione hizo el primer movimiento.

Dando un paso adelante, ella lanzó su puño hacia su hermana. Ella no retuvo nada, dejando que su ira la llevara hacia adelante.

Cogió a Tiona con la guardia baja. Aunque la amazona más joven fue capaz de bloquearlo, el gran poder detrás del golpe la hizo retroceder un paso.

—¡Oooooooouch! ¡Eso duele, Tione!; Gritó Tiona.

—¡Dije que vamos a darlo todo aquí!; Tione respondió igual de fuerte, en el mismo tono que había usado tantas veces en Telskyura.

El cambio fue suficiente para que incluso Tiona pudiera discernir, y sabiendo que no había otra manera, ella también comenzó a pelear.

Sus golpes resonaron en las paredes, los restos de hierro y acero, y el techo perforado. Los puñetazos y patadas que no pudieron esquivar o bloquear hicieron cortes profundos en la piel de la otra. La sangre goteaba del labio de Tiona donde uno de los golpes de su hermana la había rozado, y ya se estaba formando un hematoma morada en el brazo de Tione, donde había bloqueado una de las patadas giratorias de su hermana. Su intención original de buscar la fábrica, para escapar de los ojos que las vigilaban, casi había desvanecido de sus cabezas por completo.

—¡Gngh…!

En algún momento durante su intercambio de puños, la visión de Tione se puso blanca de rabia.

Y con ese calor blanco llegaron todos los sentimientos, todas las palabras que había estado guardando en su corazón durante muchos años.

Durante mucho tiempo, ella había estado usando sus emociones como fuerza; Ahora, ella finalmente los expresó.

—Sabes, solía odiarte.

Tiona se echó a reír. —¡Como si necesitaras decírmelo!

—¡Yo todavía te odio!

—¿Oh? ¿Enserio?

Sus labios estaban curvados hacia arriba en una sonrisa familiar de sus recuerdos. Incluso en medio de su pelea mortal, ella todavía tenía esa misma maldita sonrisa. Esto solo alimentó aún más la ira de Tione.

—¡Ríes, ríes, ríes! ¡Eso es todo lo que siempre haces! ¡No has cambiado ni un poco!; Espetó ella, incapaz de controlarse y dirigiendo una patada alta hacia la cabeza de su hermana.

—¡Pero tú si has cambiado, sin embargo!; Tiona respondió de vuelta al instante.

—……

Los ojos de Tione se ensancharon con un sobresalto.

—Desde que conocimos a Loki y los demás, y empezó a gustarte Finn… ¡Has cambiado mucho! Los golpes y patadas seguían llegando sin signos de desaceleración.

Pero incluso mientras los golpes de Tione llevaban consigo todas esas emociones tumultuosas que la habían estado pesando, Tiona contrarrestó a cada uno con una sonrisa.

—¡Eso me hizo muy feliz!

—Oh, ¿Lo hizo?

Tione sintió que la furia se alzaba dentro de ella, sus ojos temblaban mientras ponía todo lo que tenía en su próximo ataque.

—¡Me haces enojar tanto!

—¿Qué? ¡No puedo oiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiirrrte!

—¡¡Maldita seas!!

—¡¡Grah!!; Incluso mientras ella soltaba un rugido indignado, Tiona parecía inquieta. Riéndose inocentemente, peleando como si no le importara nada, devolviendo sus golpes en medio de su baile feliz e infantil.

—Ella nunca cambiaría. Ella siempre sería la misma idiota de siempre.

—Y cada vez que Tione miraba esa sonrisa exasperante, siempre le haría pensar los mismos pensamientos estúpidos.

A medida que su ira crecía y crecía, el intercambio de golpes se convirtió gradualmente en una danza armoniosa, y de alguna manera, esa estúpida y tonta sonrisa también se abrió camino en la cara de Tione.

Antes de que ella se diera cuenta, ambas estaban riendo.