Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: Hermana & Hermana Anochecer & Amanecer Sombra & Luz

Parte 3

—¡Argana…!; Gritó Tione.

La mujer en cuestión simplemente sonrió, sus labios se curvaron hacia arriba con una sonrisa de serpiente.

Ellas se dirigían a la sucursal del Gremio cuando la guerrera amazónica había aparecido frente a ellas, y ella claramente no tenía intención de dejarlas pasar.

—¡¿No tuviste suficiente…?!; Gruñó Tione, con los puños apretados y propensos a saltar hacia adelante en cualquier momento.

—¡Tione, retrocede! ¡Tranquilízate!

Riveria gritó la advertencia, deteniendo a la enfurecida Amazona en sus pasos. Se arma estaba siendo reparada justo como las de Aiz y Tiona, por lo que el único equipo de ofensiva de usuaria mágica era un bastón sustituto. Aun así, ella dio un paso adelante, sin miedo de enfrentarse a la amazona en la carretera, incluso cuando el resto de su grupo se encogió de miedo.

—Si hay algo que quieras, entonces habla. De lo contrario, apártate.

—…

Argana se limitó a mirar a la alto elfo imperturbable.

Con los ojos entrecerrados, ella apartó la mirada de mala gana de la intrépida alto elfo para fijar sus ojos con la Amazona detrás de ella, todavía mirando con furia en su dirección.

—Rhada fa arhlo. Nahaak jhi deena, no phæ garaahdo sol die Hyrute.

—…….

Las palabras hicieron que el tiempo se detuviera.

Las cejas de Riveria se fruncieron cuando el resto del grupo miró a su alrededor confundida, ninguna de ellas pudo entender las palabras, pero Tione se quebró.

—¿Y qué se supone que significa eso? ¡¿Eh?! ¡¡Dime!!; Gritó ella, incapaz de mantenerse bajo control por más tiempo.

Argana seguía sonriendo.

En cualquier segundo, parecía que Tione perdería la calma por completo, cuando de repente…

—¡Lady Riveria!

El grito vino de la dirección opuesta.

Todos se giraron para ver a una elfo sin aliento corriendo hacia ellas.

—¿Qué sucede?; Preguntó Riveria, con una sensación de presentimiento inundándola.

—R-Rakuta y las demás… Lefiya … ¡Están…!; Intentó explicar la elfa, mirando como si acabara de ver un fantasma.

El color desapareció de sus caras. Sorprendida, Tione giró de nuevo, solo para descubrir que en la décima de un instante, la amazona de pelo rubio frente a ellas había desaparecido.

—…¡¡!!

Los ojos de Tione cayeron inmediatamente al suelo, donde se había dejado algo en el lugar de Argana.

Arrebatándola, ella se apresuró a buscar a Riveria y a las demás, su cuerpo todavía temblaba.

—… Wow ¿Qué?

Loki  no  dijo  nada  ante  la  vista  en  frente  de  ella—sus  seguidoras,  cubiertas  de  cortes  y contusiones con sangre manchando sus ropas.

—Lo siento, Loki… Eran demasiado para nosotras; Rakuta se disculpó, con su voz ronca.

Loki prácticamente había salido corriendo de la casa de la Familia Njöror en el momento en que escuchó la noticia, llegando a la entrada del puerto solo para encontrar a sus seguidoras con un aspecto mucho peor.

Ninguna de ellas había escapado de sus lesiones graves. Y las heridas eran claramente de combate, casi como si los puños duros como el acero las hubieran golpeado cientos de veces.

Habían usado trozos de tela para detener el sangrado, pero esos ya estaban teñidos de rojo oscuro.

Rakuta era la única que todavía estaba consciente.

—¡Rod! ¿Podrías echarme una mano? ¡Rápido!

—¡Entendido! ¡Vamos, buenos para nada! ¡Pongan sus traseros en marcha!

Njöror llamó a su capitán, que fue rápido en responder. Rod gritó a sus hombres, espoleando a los pescadores temporalmente aturdidos de la Familia Njöror en una oleada de acción.

—¿Quién hizo esto?; Preguntó Loki, con voz baja.

—… La Familia Kali… Ellas solo … de repente atacaron …

Sin duda, pensaron que este grupo sería una presa fácil debido a su falta de aventureros de primer y hasta segundo nivel. Y a partir del desgarrador relato de Rakuta de los acontecimientos, parecía que solo Bache había sido responsable de eliminarlos.

—¡Ellas… se llevaron a Lefiya…! Fue humillante.

Hicieron un ataque completamente inesperado a plena luz del día, tirándoles barro a la cara y poniendo en ridículo a la normalmente inigualable Familia Loki.

Pero fue el daño que había hecho a sus preciosas seguidoras lo que realmente hizo hervir la sangre de Loki.

—Esa maldita enana… está buscando pelea ¿No?

La indiferencia normal de Loki casi había desaparecido, y un ardiente arrebato de rabia no adulterada había tomado su lugar. Cuando el resto de la familia comenzó a reunirse alrededor de la escena después de escuchar las noticias, incluso aquellos que habían estado con Loki por más tiempo—Aki y Alicia, por nombrar algunos—se encontraron temerosamente vacilantes ante este nuevo lado de su diosa.

—Oye, oye, no comencemos una guerra en medio de la ciudad ¿Si…?; Njöror hizo una mueca de cansancio. Él sabía muy bien lo peligroso que podía ser Loki cuando tenía esta expresión en su rostro.

Pero sus palabras cayeron no fueron escuchadas. A pesar de la furia que hervía dentro de ella, sus ojos estaban tan fríos como el hielo. Mientras observaba cómo atendían a sus seguidores, algo atrajo su mirada y sus ojos escarlatas se estrecharon.

El emblema de la familia había sido arrancado de la ropa de una de sus seguidoras.

Arrancando el emblema… ¿Está declarando la guerra aquí? Pero no, cuando huyeron con Lefiya, ellas tendrían… Ah. Así que eso es lo que está pasando.

Loki frunció el ceño al darse cuenta de lo que estaba pensando su oponente—el plan atroz y detestable que Kali estaba inventando.

Ella levantó la mirada hacia sus seguidoras reunidas a su alrededor.

Trae a Tiona y Tione de vuelta aquí. No podemos dejarlas fuera de nuestra vista; Ordenó, aunque en el fondo de su mente, temía que ya fuera demasiado tarde.

—¿Está pasando algo?

En el momento en que Loki estaba dando su orden para encontrar a Tiona y Tione…

Tiona y Aiz ya estaban regresando de su misión de infiltración en la hacienda Murdock. Tan pronto como se enteraron de que habían atacado a algunos miembros de la Familia Loki, ellas salieron corriendo prácticamente a toda velocidad hasta el muelle.

—¡¡!!

Primero Aiz, luego Tiona atravesó el muelle comercial, a punto de continuar hacia el barrio pesquero, cuando…

——Tiona. Aquí.

—¿Eh? ¡¿Tione?!

Tione apareció de la nada, agarró la muñeca de Tiona y la apartó de un tirón.

Ella no se detuvo hasta que las dos se separaron de Aiz y en un callejón oscuro a poca distancia, donde Tiona finalmente se sacudió del agarre de su hermana.

—¡¿Qué demonios estás haciendo, Tione?! ¿No escuchaste? ¡Algo pasó! ¡Necesitamos estar ahí afuera para ver si podemos…!

Pero Tione no la dejó terminar.

—Rhada fa arhlo. Nahaak jhi deena, no phæ garaahdo sol die Hyrute.

Hemos tomado un rehén. Si la quieres de vuelta, tú y tu hermana irán al astillero esta noche, solas.

—¡!

—Eso es lo que Argana me dijo antes. Rakuta y las demás fueron atacadas y… Lefiya fue tomada como rehén; explicó.

Los ojos de Tiona se ensancharon.

—Esas… ¡Esas bastardas! ¡Usando al resto de nuestra familia para atraernos a…!; Siseó Tione. Ella estaba teniendo problemas para  contener el tumulto de emociones, tanto una  rabia implacable por rivalizar con la de su diosa como un sentido de responsabilidad por involucrar a sus compañeros.

Tiona, sin embargo, mantuvo la calma.

—… ¿Qué vas a hacer?

—¡¿Incluso vas a preguntar?!

La mirada aguda de Tione se encontró con la mirada honesta de su hermana.

Desde lejos, prácticamente en un mundo lejano, ellas podían oír la conmoción que se producía en el muelle.

—Vamos a resolver esto. De una vez por todas.

Para asumir la responsabilidad por lo que habían hecho y garantizar que esto nunca volviera a suceder.

Mientras  las  palabras  de  Tione  se  hinchaban  con  una  convicción  inquebrantable,  Tiona permaneció en silencio. Finalmente, ella miró hacia otro lado.

—Tione…

—¿Qué sucede?

—¿No podemos… pedir ayuda? ¿De Aiz y los demás?

—¡¿Tú—?! ¿Qué tan densa puedes ser? Es nuestra culpa que Lefiya y las demás…

—Pero somos una familia ¿No?; Tiona levantó la mirada, interrumpiendo la diatriba de Tione.

—Somos diferentes de cómo solíamos ser… ¿No es así? Ahora fue el turno de Tione de retorcerse.

Con las cejas fruncidas, ella se mordió el labio, ocultando su falta de respuesta tirando el artículo que Argana le había dejado a su hermana.

—¿Qué es esto…?

Tiona miró la tira de tela que tenía en la mano—el emblema de la Familia Loki.

La cara sonriente de su mascota, el Embaucador, tenía cuatro grandes cortes a lo largo.

—Es una advertencia. Vamos a venir solas. Si vamos con Aiz y los demás… esas tipas nunca nos abandonarán… y ellas… estarán sin nadie más.

—…

Uno de los cortes era vertical, mientras que el resto era horizontal, tendido a través de él. Era un símbolo de los ritos que habían sufrido día tras día en Telskyura, utilizados para representar a los monstruos que habían enfrentado una y otra vez en la batalla durante esas competiciones en la arena.

Si fueran a pedir ayuda a Aiz y las demás, y usar su poder combinado para salvar a Lefiya, la Familia Kali continuaría sus ataques de la misma manera. No se detendrían hasta que pudieran volver a representar esos ritos y tener su enfrentamiento con Tione y su hermana.

Tione entendió muy bien la advertencia que habían recibido.

—Si no vamos allí y representamos el rito, seguirán haciendo cosas como esta. Lo harán cuantas veces sea necesario. No dejarán que nada se interponga en su pequeño juego.

—…

—Somos las únicas que podemos terminar esto. No podemos ir con Aiz y las demás… ni con el capitán.

El silencio se apoderó de las dos hermanas.

Tione sabía que estaba siendo terca. Su aversión para involucrar al resto de la familia bien podría tomarse como una falta de fe en ellos.

Pero ella no iba a retirarse en este caso.

Esto era algo que tenían que hacer ellas mismas, para romper sus lazos con Telskyura de una vez por todas.

—…Esta bien.

¿Ella ya lo había comprendido?

Paso un momento, y luego, muy lentamente, Tiona asintió.

—No me gusta esconder estas cosas a los demás, pero… realmente parece que no tenemos otra opción; Ella estuvo de acuerdo.

Tione llevó sus ojos hacia abajo ante la tristeza visible en el rostro de Tiona.

Por fin, los das comenzaron a caminar, de espaldas a la calle principal, lejos de los sonidos de la civilización.

Sin decir nada a Loki, a Aiz y sus compañeras, ellas simplemente desaparecieron en el callejón oscuro.

—Se siente como antes de alguna manera…; Tiona murmuró, mirando hacia arriba a la forma del cielo formado entre los tejados por encima de sus cabezas. —Solo nosotras dos.

Las palabras se sintieron como un puñetazo en su espalda. Tione no dijo nada.

***

El sol había comenzado su descenso hacia el horizonte occidental, desapareciendo del cielo en lo alto.

—Aiz ¿Pudiste encontrarlas?

—No… miré por todos lados; Respondió Aiz, que acababa de llegar a la posada después de una búsqueda furtiva en toda la ciudad. Ya estaba anocheciendo. Ella caminó hacia Loki y Riveria, y pasó junto al resto de sus nerviosas compañeras, paseando sin descanso por el primer piso del establecimiento. —Lo siento. Todo es mi culpa… estaba con Tiona…

—Disparates. Si ese fuera el caso, yo sería más culpable. Quedé tan atrapada en querer ayudar a Rakuta y las demás que olvidé mantener mis ojos en Tione… y, sin duda, ella es la que se fugó con Tiona, también; Riveria negó con la cabeza, con los ojos cerrados. Ella ya había aceptado la culpa de toda la situación, la vergüenza evidente se notaba en el arco torcido de sus cejas. —Sin embargo, señalar con el dedo no nos llevará a ninguna parte.

Aiz estuvo de acuerdo, imitando el cambio de enfoque de la Alto Elfo y tragándose el resto de sus disculpas.

—¿Qué hay de Rakuta y las demás?

—Leene y las otras sanadoras los están cuidando. Ciertamente no se levantarán y volverán a moverse por un tiempo, pero no debería pasar mucho tiempo antes de que sus fuerzas regresen.

Aiz dejó escapar un suspiro de alivio antes de continuar. —¿Y qué hay de la Familia Kali? ¿Ha habido alguna señal de ellas?

Justo cuando Tiona y Tione habían desaparecido justo debajo de ellas, el resto de la Familia Kali, también, parecía haberse desvanecido en el aire. Al parecer, ni una sola alma las había visto después del ataque a Lefiya, ni siquiera los residentes de Meren.

—Aki y las otras chicas se separaron para ir a buscarlas… Hablando de eso, deberían volver ahora mismo; Loki habló desde su lugar con las piernas cruzadas encima de la mesa, y, de hecho, apenas las palabras salieron de su boca y la puerta se abrió para revelar a Aki y Alicia llegando de su búsqueda.

—Esto no es bueno. La posada en la que supuestamente se alojaban hasta hoy estaba completamente desierta. Logramos entrar, pero no pudimos encontrar nada.

—Y aunque el galeón en el que navegaron todavía está allí, está completamente vacío, también…

Las dos aventureras de segundo nivel explicaron con desaliento. Loki tarareó suavemente mientras se rascaba la barbilla.

—Teniendo en cuenta que esta es la primera vez que están aquí, no pensarías que podrían esconderse tan bien… Deben tener a alguien que los ayude.

Las palabras de la diosa provocaron una sacudida de miedo en sus seguidoras. Alicia apretó el puño. —Pero ¿Qué es lo que buscan después de…?

—Bueno… Estoy al noventa y nueve por ciento segura de que harán que Tione y Tiona vuelvan a representar los ritos que solían llevar a cabo en Telskyura. Esa enana bastarda al que llaman diosa no es nada más que una adicta por naturaleza a la batalla. Y tampoco me gustaría que Tione y su hermana fueran tentadas, también; Planteó Loki.

—Atacar a Rakuta y las demás, secuestrar a Lefiya—todo fue una estratagema para incitarlas a actuar; Continuó Riveria.

—Lefiya…; El nombre picó el corazón de Aiz. Tan preocupada como estaba por Tiona y Tione, ella no podía hacer nada más que preocuparse por la maga.

—De todos modos, continuamos nuestra búsqueda… y si las encontramos, las eliminamos. Aiz debería ser capaz de manejarlas por sí misma, pero Riveria, siéntete libre de destruirlas tanto como tú también quieras.

—En medio de la ciudad. Qué idea tan maravillosa…; Riveria llevó una mano a su sien.

—¿Y qué hay de Lefiya…?; Aki replicó, con los ojos entrecerrados con incredulidad.

Pero Loki simplemente descartó sus preocupaciones con un gesto despectivo de su mano.

Por lo que Aiz pudo decir, la ira de Loki no se había calmado ni un poco. Por mucho que su tontería habitual coloreó sus palabras, sus propios ojos no se estaban riendo en absoluto.

—Mira, solo voy a salir y decirlo—Lefiya no es nada más que un cebo para atraer a Tione y su hermana. Nadie va a amenazar su vida ni nada. Por otra parte, quién sabe qué podría suceder si viene lo peor de lo peor.

—Entonces, lo que estás diciendo es que nuestro enemigo no desea nada más que combatir; Preguntó Riveria, aunque ya sabía la respuesta.

Loki sonrió. —Eso es todo. Un rehén es solo un punto en el radar para alguien que quiere una pelea a muerte. Lo más probable es que ella solo esté allí para disuadirnos de interferir. De esa manera, pueden tener su combate a muerte sin preocuparse de que nosotras estemos en el camino.

Aiz podía decirlo por la sonrisa de la diosa, sabía que Kali no tenía planes de matar a Lefiya.

—Entonces, Aizuu. Tú eres la única que se ha enfrentado a ellas. Aparte de las hermanas con tetas ¿Qué tan difíciles creen que son?

—… Con las que luché, Nivel Tres o Nivel Cuatro; Adivinó Aiz, pensando en la escaramuza de ayer en la calle principal.

Sin embargo, su estilo de lucha resultaría difícil, al igual que Tiona y Tione. Ellas lucharon con un total desprecio por sus vidas, a una distancia increíblemente cercana, y sin dudar en tomar la vida de otra persona. Siempre tendría ventaja sobre alguien que carece de la misma motivación para matar. O al menos eso es lo que pensó Aiz.

Aki y Alicia se encontraron haciendo una mueca mientras escuchaban el pronóstico de la Princesa de la Espada.

—Así  que  incluso  sus  guerreros  de  nivel  medio  demostrarán  ser  un  grupo  problemático; reflexionó Riveria.

—Por desgracia, sí…

—El hecho de que Aiz y yo estemos usando armas temporales tampoco ayuda en nada. Loki dejó escapar un suspiro mientras giraba su mirada hacia el techo.

De repente, Aiz levantó la cabeza con un —¡Ah!

En toda la conmoción, había algo que se había olvidado de agregar.

—Loki.

—¿Hmm? ¿Qué pasa, Aizuu?

Aiz sacó la pequeña bolsa de debajo de su cintura, entregándoselo a la diosa. Era algo que ella y Tiona habían encontrado durante su búsqueda anterior en la hacienda Murdock.

Cuando Aiz se inclinó para explicar su contenido, una sonrisa comenzó a formarse en el rostro de Loki.

—¡Buen trabajo, Aiz!; Exclamó antes de deslizarse de la mesa. Tomando una pluma y un pergamino de uno de los empleados del hotel, ella rápidamente empezó a escribir.

—¡Aki! ¿Te importaría actuar como mensajera para mí?

—Bueno, no, pero… ¿Te refieres ahora?

—Más rápido de lo que canta un gallo. ¡Esto es una emergencia! Todo lo que necesitas saber debe estar escrito aquí; Afirmó Loki, dándole un pequeño trozo de papel.

Aki lo miró con una inclinación de cabeza, luego agarró los dos pedazos de pergamino y salió de la posada a la velocidad de un gato.

Loki la observó con el resto del grupo, luego volteó la vista hacia la ventana y el cielo carmesí que pintaba el horizonte.

—¡Ahora, entonces! Todo lo que queda es Tione y su hermana…