Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: Hermana & Hermana Anochecer & Amanecer Sombra & Luz

Parte 2

La Amazonas siempre taciturno fue claramente tomado por sorpresa.

En lugar de responder con su típica apatía sin emociones, ella parecía muy nerviosa, y después de quedarse allí un buen par de minutos, balanceando su cuerpo, ella tomó el trozo de papel y salió de la habitación con nada más que un —… Dame un …momento.

No fue hasta unos días después que Bache regresó, y una vez que terminó su entrenamiento del día, ella leyó el contenido en voz alta.

Ella no debería haber pensado dos veces en los caprichos de una niña inquisitiva, y aun así, de alguna manera su orgullo no la dejaría seguir. ¡Pensar que ella y una niña de diez años estarian al mismo nivel, incapaces de leer los mismos caracteres! Su dignidad había sido suficiente como para que ella hubiera ido a ver a Kali, con la cara enojada mientras le pedía a la diosa que le enseñara el significado detrás de esas palabras.

—Quiero saber… lo que dice…

A pesar de que Kali se había echado a reír con gran entusiasmo ante la solicitud, ella había traducido diligentemente las palabras de Koine para ella.

—Sin darse cuenta de que lo estaban engañando, el joven le dijo al rey: “Entendido, mi señor.

Voy a, sin falta, salvar a la princesa cautiva en lo más profundo del laberinto”.

—¿Qué pasa después? ¿Qué pasa después?

Tiona instó a Bache a ponerse bajo la luz de las antorchas, a veces arrodillándose, a veces sentada con las piernas cruzadas sobre el frío suelo de piedra y sin siquiera molestarse en atender sus heridas. Bache parecía desconcertada, siendo esta su primera vez en este tipo de posición, pero poco a poco se abrió camino a través de todo el texto, relatando la historia poco a poco después de cada sesión de entrenamiento.

Pero como todas las historias, esta llegó a su fin. Especialmente considerando que esto era solo un fragmento de un libro más grande, el final llegó muy rápido. Aunque esto significaba concluir su tiempo secreto de la historia posterior al entrenamiento, el “daño” ya estaba hecho, y Tiona ya no veía a Bache como la aterradora autoritaria que alguna vez había sido.

—Dirige los ataques de tu enemigo. llévalos hasta que puedas sentir el viento contra tu piel, luego bloquea.

—¿Cómo bloqueo?

—… Sólo bloquea.

Las rigurosas sesiones de entrenamiento se convirtieron en algo más que mero dolor y sufrimiento. De hecho, se hicieron casi… divertidos.

Al mismo tiempo, la joven amazona a la que se le había enseñado a no saber nada más que combate se encontró soñando con otras cosas más grandes.

—Ella quería saber cómo terminaba la historia.

Con cada día que pasaba, su deseo se hacía más fuerte. Entonces un día.

Al completar otro rito, Kali le preguntó si había algo que quisiera. Tiona respondió de inmediato.

—Quiero saber el final de esta historia.

Su deseo fue concedido, y se envió un libro completo y sin daños.

Tiona puede haber sido una idiota a veces, pero no era estúpida. Y la mente flexible de un niño era una cosa poderosa. Su interés encendió una llama dentro de su cabeza, y pronto, con la ayuda de Kali, estaba leyendo Koine con facilidad. Todavía podía recordar las miradas que Bache le había dado, casi abatida. En el triste mundo de la arena, ella había descubierto otro tipo de emoción, una diferente a la lucha, y Tiona se encontró instantáneamente enamorada.

A partir de entonces, cada vez que Tiona ganaba una pelea, ella pedía otro libro para agregar a su colección como recompensa. Se convirtió en una especie de cebo, pero también atrajo el favor de Kali. Y así, Tiona devoró más y más y más historias. Los llevó de vuelta a su habitación de piedra, perdida en sus páginas, rodando en su cama mientras los observaba hasta altas horas de la noche a la luz de las velas. Con cada día que pasaba, su colección se hizo más grande, hasta que Tione finalmente pateó a la montaña gigante con un resoplido. Esto, por supuesto, condujo a una de sus peleas habituales, y Tiona tomó represalias con los puños mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.

Las piezas de historia—los fragmentos de la épica—la estaban cambiando.

En  primer  lugar,  estos  actuaron  como  un  catalizador  para  su  idiotez  y  optimismo  sin preocupaciones.

Ella se echó a reír más.

Su risa era infantil, imbuida de alegría sin fondo.

Ni siquiera podía imaginarse cómo debía haber mirado en los ojos de su hermana. Probablemente era solo una razón más por la que Tione estaba enojada con ella. Después de todo, mientras Tione descendía lentamente hacia su propio infierno personal, los ojos de Tiona brillaban ante las páginas de los libros mientras se reía y sonreía como la idiota de la aldea.

Aunque se criaron en las mismas duras condiciones, las dos hermanas se habían dividido en luz y oscuridad, y todo debido a una historia escrita en un pequeño trozo de papel.

Era algo anormal que un alma despreocupada durara mucho tiempo en este mundo de lucha y derramamiento de sangre. “Guerrera enloquecida” de hecho—antes de que alguien se diera cuenta, la joven ya estaba aprovechando al máximo su título de “Berserker”. Tanto que las otras amazonas se preguntaban si esta niña emocionalmente atrofiada no se había golpeado la cabeza de pequeña.

Cada vez que alguien le hablaba, ella se reía. De hecho, ella siempre se reía. Ella había sido salvada por el poder de la épica.

—…

Aiz se quedó mirando a la silenciosa amazona.

Tiona estaba completamente inmóvil, viendo a la joven desaparecer por el callejón con su copia de la épica. Finalmente, ella abrió la boca.

—Sabes, Aiz…

—… ¿Hmm?

—No crees que yo sea… rara ¿Verdad? ¿Me refiero a reír todo el tiempo?; Preguntó, levantando sus manos para tocar ligeramente los costados de sus mejillas.

Aiz se quedó en silencio por un momento. Entonces ella sacudió la cabeza.

—Es gracias a ti que… puedo divertirme tanto como lo hago ahora. Las palabras pueden haber sido pocas.

Pero fueron suficientes para transmitir su mensaje.

Tiona se dio la vuelta con una sonrisa, con sus mejillas enrojecidas.

—Gracias, Aiz.

Y, sin embargo, a pesar de su gratitud, algo acerca de ella parecía estar fuera de lugar.

En lugar de saltar sobre Aiz con sus brazos extendidos, ella simplemente se fue, continuando por el callejón como si nada hubiera pasado.

—…

Aiz observó a su amiga alejarse antes de finalmente ponerse detrás de ella.

***

Casi al mismo tiempo que Aiz y Tiona se dirigían hacia la hacienda Murdock, Lefiya y su pequeño equipo estaban realizando una investigación diligente por su cuenta.

Si el Gremio realmente está involucrado en todo este asunto con las violas… ¡Nosotras podríamos estar en una montaña de problemas! Bueno, lo mismo sería cierto para la Familia Njöror, supongo…

El Gremio aquí puede haber sido solo una rama, pero todavía era una autoridad administrativa. Si estuviera en connivencia con los remanentes de The Evils, sería más que un problema ¡Sería una catástrofe! Lefiya no había podido sacudir la sensación de temor en su estómago desde que Loki los había anunciado como uno de sus tres objetivos esa mañana.

A pesar de su agitación interna, ella hizo todo lo posible por mantener la cara seria—Riveria y su amada Aiz harían todo lo posible por llegar a la raíz de las cosas— concentrándose, en cambio, en su tarea actual de recopilar información.

—… ¿Oye, señorita?

—¿?

Lefiya se dio la vuelta, solo para encontrarse cara a cara con una joven con piel de cacao. Su reacción inmediata fue prepararse, ¡¿La Familia Kali?! pero casi al instante, relajó la guardia.

Habiendo recibido la bendición de los dioses, ella sabía que no debía dejarse seducir por una sensación de seguridad sin importar cuán joven o pequeña fuera su enemigo, pero la chica frente a ella ahora no tenía el aura de un miembro de la familia. Ella no se comportaba como alguien con un estado en la espalda. No había manera de que ella pudiera tener algo que ver con las profesiones de aventureros o guerreros.

También estaba el hecho de que la chica frente a ella era decididamente humana—no amazónica. En cuanto a la altura, se acercó solo al abdomen de Lefiya, y por la ropa ligera que llevaba en la espalda, uno podía reconocerla como residente de Meren.

Su largo cabello hasta los hombros le dio un pequeño temblor cuando sus ojos oscuros de color té miraron hacia Lefiya.

—¿Eres un aventurero? … ¿De Orario?

—Sí. ¿Sucede algo?

Sin duda, la presencia de la Familia Loki en la ciudad portuaria en los últimos días los había convertido en un tema de conversación entre la población. Cuando Lefiya se inclinó, la niña pareció reunir su coraje antes de inclinarse para susurrar en el oído de Lefiya.

—Yo… sigo escuchando este grito aterrador. En el lugar que me gusta jugar.

—¿Un grito aterrador?

—¡Sí! Ese… suena como esos monstruos laaaaaaaargos que salieron del lago…

—¡!

Los sentidos de Lefiya se enfocaron. “Monstruos largos” solo podía significar—las violas.

—Se supone que no debo decirle a ningún adulto. Pero… pero tengo miedo…

—¿Dónde escuchaste el grito aterrador?

—Desde… desde allí…; Respondió ella, señalando con el dedo el callejón detrás de ella.

—Rakuta! ¡Elfie!—Gritó Lefiya, levantando la cabeza hacia arriba. El resto de su grupo, actualmente dispersos por el área realizando sus investigaciones, se reunieron rápidamente a su alrededor.

—¿De verdad crees que ella… escuchó a un monstruo?

—No me parece que esté mintiendo…

—No es que tengamos algo más que seguir. A ver qué podemos descubrir.

Lefiya escuchó a la conejita Hume de nivel 3 y su compañera de habitación, una maga humana, en el Twilight Manor, luego tomó una decisión. Miró hacia el callejón pequeño, bastante lejos de la carretera principal, antes de volver a centrar su atención en la joven.

—¿Crees que podrías mostrarnos el camino? La niña asintió.

—Mi nombre es Lefiya. ¿Cuál es el tuyo?

—Chandie.

Y así, la niña llamada Chandie comenzó a dirigir al grupo por el callejón.

La mezcla enredada de caminos y desvíos detrás de la ciudad propiamente dicha era muy diferente de la carretera principal, y Lefiya podría imaginar que sería muy fácil perderse si uno no estaba familiarizado con sus giros y vueltas. Sin embargo, su joven guía parecía estar bien mientras guiaba al grupo, navegando las estrechas calles con facilidad.

—…¿?

Cuando Lefiya siguió inmediatamente detrás de la niña, sus orejas largas y delgadas se movieron repentinamente, casi como si hubieran captado un leve y bajo temblor.

¿Alguien nos… está mirando?

Nadie más parecía haberse dado cuenta. Y, de hecho, si Lefiya no hubiera participado en varias aventuras con Aiz y los otros primeros niveles, Lefiya tampoco habría notado.

Sin saber si debía decir algo, Lefiya descubrió que la chica había respondido primero, casi como si notara su vacilación.

—Esas amazonas están aquí… ¿No?; Preguntó ella sin siquiera darse la vuelta.

¿Qué?

Ella preguntó, o al menos había estado a punto de preguntar, cuándo— Desde lo alto, la misteriosa presencia aterrizó detrás de ella sin hacer ruido.

—…….

Ella ni siquiera tuvo la oportunidad de darse la vuelta.

Con una velocidad aterradora, la figura se acercó a ella con una daga, cortando en la parte posterior de su cuello con una precisión milimétrica.

—¡¿Lefiya?!

El mundo a su alrededor se estremeció, y una sensación vertiginosa se apoderó de ella. Con las rodillas tambaleando, ella se desplomó en el suelo.

Los gritos disonantes de Rakuta y Elfie se arremolinaron a su alrededor mientras los repentinos e intensos sonidos de lucha golpeaban sus oídos. Los adoquines frente a ella giraron y se retorcieron mientras luchaba contra las ganas de vomitar, lo que estaba sucediendo, lo que estaba sucediendo—

La voz de Chandie cortó la confusión sobre ella.

——Hay aquellos entre los dioses capaces de suprimir su voluntad divina.

Aunque la voz en sí era todavía infantil, su manera de hablar era digna, como alguien mucho mayor.

Los ojos azules de Lefiya se abrieron con sorpresa al comienzo, incluso mientras su visión se nublaba.

—Zeus y Odín y los otros grandes reyes de los dioses no son los únicos. Ellos se disfrazan de niños, mezclándose entre la población inadvertida… deleitándose con sus propias versiones de alegría en el mundo inferior.

Con la poca fuerza que le quedaba, Lefiya levantó la cabeza, justo a tiempo para ver a la joven quitarse la peluca. Desde debajo de su cabello negro caía unos mechones carmesí en cantidad.

Y desde dentro de su ropa, ella recuperó una máscara parecida a un demonio adornada con dos largos colmillos.

Lefiya miró hacia los dos agujeros abiertos de la máscara, donde los ojos de la diosa, del mismo color rojo sangre de su cabello, la miraban fijamente.

—Aprendes algo nuevo todos los días, niño de Loki. Todo fue muy rápido, la mesa se había volteado.

La niña se había convertido en una diosa, irradiando una autoridad todopoderosa, mientras que Lefiya se había convertido en la niña, inculta e ignorante.

A pesar de que su conciencia comenzó a fallarle, ella sintió que la vergüenza la inundaba, y maldijo su ineptitud.

—Espero que no te importe si tomo prestado ese cuerpo tuyo por un tiempo. No haré nada… demasiado grosero con eso.

Los sonidos de pelea detrás de ella se habían detenido. Una guerrera de pelo arenoso, Bache, se adelantó para pararse junto a Kali, completamente ilesa. Eso fue lo último que Lefiya recordó antes de que ella se desmayara por completo.