Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 6

Capítulo 3: Reino de la Amazonas

Parte 5

Fue un hermoso día.

Nubes blancas y esponjosas pasaban perezosamente en el cielo cerúleo que dominaba la ciudad, y el brillo del sol reflejaba un hermoso verde esmeralda en las aguas del lago salobre.

Pero a pesar de la calma pacífica del clima, la calle principal de Meren, normalmente llena con el ajetreo y el bullicio de los transeúntes, estaba actualmente envuelta en un extraño silencio.

Nadie se movió.

O, más exactamente, nadie podía moverse.

Todos los ojos estaban pegados al medio de la calle, donde una guerrera amazónica sostenía solo a uno de los pescadores locales en alto por su garganta.

—¿Hay… algún problema?; Preguntó con una sonrisa, usando su escaso Koine lo mejor posible.

Su largo cabello arenoso estaba atado en una cola de caballo que caía por su espalda. La reveladora ropa prácticamente dibujada en su piel cobriza era innegablemente amazónica, y alrededor de su cintura llevaba un cinturón no de pelaje sino de escamas—un objeto caído, tal vez, de algún tipo de dragón.

A pesar de su belleza obvia, entre el brillo de sus ojos y la curva ascendente de sus labios, ella emitió un aura, intencional o no, que apestaba a malicia reptiliana. Lejos de lo que cualquiera describiría como “hechizante”, ella se parecía más a una serpiente gigante ansiosa por atascarse en su presa. Incluso su lengua parecía inhumana, increíblemente larga mientras se lanzaba para mojar sus labios.

El joven bien formado actualmente en sus garras no dijo nada en respuesta a su pregunta. Una respiración entrecortada y sibilante salió de su boca mientras sus piernas colgaban inútilmente en el aire. La Amazona se aferró a su garganta y lo sostuvo en alto con su brazo delgado. Desesperado por respirar, él arañó los dedos que se clavaban en su piel.

—¡P-por favor, p-perdona… lo…! E-Es solo que eres tan he-he-hermosa que él… no podía dejar de mirar y… y no miraba a dónde estaba yendo, así que p-por favor…; Otro pescador cercano— su compañero—suplicó.

La cabeza de la Amazona se volteó hacia el hombre desgarrado hasta las lágrimas con un crujido

casi audible.

—En mi país, chocar con un guerrero… es un desafío para luchar hasta la muerte. La cara del hombre palideció al instante.

Su agarre en el cuello del pescador se apretó con una serie de grietas, y el cuerpo del hombre dio un espasmo en respuesta.

Cuando los gritos asustados comenzaron a surgir de la multitud, las compañeras de la mujer, otro grupo de amazonas, simplemente observaban con diversión. Su hermana, también, con el mismo tono arenoso, se limitó a mirar a través de los acontecimientos con apatía.

El hombre pareció perder el conocimiento, sus brazos se aflojaron, mientras su agresor entrecerró los ojos con diversión.

Justo entonces.

—Déjalo ir.

Un brazo se extendió, del mismo color cobrizo, y agarró su muñeca. Fue Tione.

—… ¿Tione?

—Dije que lo dejes ir, Argana.

Pero la sonrisa de la Amazona—de Argana—nunca dudó, incluso al sentir el aplastante agarre de su brazo. De hecho, en todo caso, se profundizó.

Finalmente, mientras continuaba la mirada asesina de Tione, ella soltó su agarre en el cuello del pescador encogiéndose de hombros, casi como si hubiera perdido interés. El cuerpo del hombre cayó al suelo con un fuerte ruido, y ella se sacudió del agarre de Tione en su brazo.

—¿Dónde estabas? Te andábamos buscando a ti… y Tiona.

—Veo que puedes hablar Koine ahora. Así que pelear no es lo único que hay en ese cerebro de mono tuyo; Tione resopló, fulminando con la mirada a la mujer que tenía delante mientras el compañero del pescador se apresuraba a arrastrarlo para que se apartara del camino.

Argana ni siquiera se inmutó, sus ojos se llenaron de diversión.

—Kali me lo enseñó. Ella nos enseña muchas cosas. El placer de crecer más fuerte… y cómo entender a los que son diferentes de nosotros; Agregó mientras sus ojos pasaban por encima de la  multitud.  —Queríamos saber…  ¿Qué están  gritando  nuestras presas? ¿Están  enojados?

¿Están rogando por sus vidas?

El sadismo desnudo provocó una mirada de pura repulsión de Tione, que le sacó la lengua a su ex camarada.

Ellas seguían siendo las mismas de siempre. Interesadas en nada más que poder, derramamiento de sangre y combate.

Tione sintió que su sangre comenzaba a hervir, cara a cara con el hilo rojo del destino que conectaba a las amazonas con su país natal, Telskyura.

Su mano se curvó instintivamente en un puño apretado.

—¿Has oído, Tione? ¿Qué tan fuerte se ha vuelto el mundo exterior?

—…

—Se han convertido en serpientes… igual que nosotros.

—¡—-No soy igual a ti, malvada bruja! Algo se rompió dentro de Tione.

Con un crujido casi audible, todos los años pasados remediando su naturaleza descarada, su lengua áspera, se deshicieron cuando sus rasgos se iluminaron de rabia.

Argana continuó sonriendo con esa misma sonrisa de luna creciente, con la cabeza girando lentamente hacia un lado.

—Entonces—¿vemos qué tan fuerte te has vuelto?

Por un solo momento, nadie se movió a lo largo de ese ancho camino.

Entonces.

—¡¡Gnnngh!!

Las dos mujeres se lanzaron la una a la otra.

El brazo izquierdo de Argana bloqueó la patada de Tione, y el brazo izquierdo de Tione bloqueó la patada de Argana.

En menos de un instante, el gran duelo mano a mano había comenzado.

—¡¿Tione?!

Tiona y Aiz llegaron un segundo demasiado tarde.

Gritando a la multitud de espectadores para que se quedaran atrás, ellas se dirigieron hacia el centro de la multitud en pánico, donde actualmente estaba teniendo lugar una batalla de puño contra puño en descalzo. Cabello largo y arenoso enredado con negro azabache mientras las dos mujeres intercambiaban puñetazos y patadas que dejaban a una persona normal lisiada. Los gruesos y apagados sonidos de los golpes bloqueados resonaron en los oídos de todos los presentes.

Parecían estar a la par. No, Tione era un poco—

La habilidad con la que lanzaron sus golpes fue nada menos que ejemplar, y mientras Aiz las observaba, ella sintió pequeñas punzadas de aprensión apuñalando su corazón.

Cuando se trataba de un combate sin armas, Tione y Tiona eran sin duda las mejores de la Familia Loki. Aunque Gareth podría haber sido el más fuerte y Bete podría haber sido el más rápido, desde una perspectiva técnica, el estilo único de las artes marciales de las amazonas fue fácilmente el más feroz. La propia Aiz sabía que, sin una espada, ella sería derrotada en cinco segundos.

Pero esa misma Tione ahora era lenta, muy lenta, siendo “superada” por Argana.

Esas extremidades largas, casi como serpientes, la picoteaban en golpes cada vez más rápidas. Y la capacidad de Argana para leer el siguiente movimiento de su enemigo era asombrosa. Antes de que Tione comenzara sus ataques, Argana ya se estaba preparando para un contraataque. No había dudas en cuanto a su rango de Nivel 6, y ella parecía tener la ventaja cuando se trataba de Status.

Los ojos de Argana brillaron cuando la cara de Tione se retorció de frustración. Esa misma frustración se pintó rápidamente con rabia pura y concentrada.

Aiz y Tiona navegaron sobre la multitud empujando, empujando a los espectadores, a punto de poner fin a la pelea, cuando—

—¡!

Alguien más se adelantó de la multitud para bloquear su camino.

Era la otra amazona de cabello arenoso, la que compartía la misma sangre que la mujer en la pelea.

—¡Muévete, Bache!; Gritó Tiona.

—… rhu muu; fue la única respuesta de la estoica Amazona.

Aiz no podía entender las palabras, pero ella podía entender su significado, que la mujer no tenía intenciones de dejarlas pasar.

Las cejas de Tiona se erizaron positivamente, y se dirigió hacia el lado derecho de la mujer, completamente preparada para abrirse paso, mientras Aiz avanzaba a una velocidad vertiginosa similar en la izquierda inmediata de la mujer. Las mismas respiraciones de las dos aventureras de primer nivel estaban perfectamente sincronizadas mientras se preparaban para la técnica de combo que habían cultivado en las profundidades del Calabozo—solo para que Bache las enfrentara a las dos al mismo tiempo.

Atrapando el puño de hierro de Tiona con una mano, ella soltó una patada simultánea en la dirección de Aiz.

—““¡¿?!””

A pesar de estar en el aire, Tiona se encontró instantáneamente en las garras de un lanzamiento circular, mientras que Aiz, a pesar de su velocidad, sintió la patada de la Amazona cortando los mechones de su cabello dorado.

Pero no había tiempo para quedarse boquiabierto. Con las manos golpeando el suelo, las dos se prepararon para enderezarse para el siguiente ataque. Sin embargo, Bache ya estaba dos pasos por delante. Girando como una pieza de ajedrez, ella soltó una descarga rápida de golpes y patadas en la cabeza, el torso y las piernas, que venían desde todas las direcciones y golpeaban a Aiz y Tiona al mismo tiempo.

—¡¡Es rápida!!

Aiz apenas podía creer lo que veía ante la velocidad de los ataques provenientes de la guerrera aparentemente desapasionada.

Ella supo de inmediato que ella no era un oponente al que podría derrotar sin su espada. Sacando su espada de respaldo de su funda—Desperate todavía estaba en mantenimiento—ella levantó la vista para ver al resto de las guerreras amazónicas uniéndose a la batalla.

—…¡!

Ellas deben haber sentido que Bache estaba en desventaja ahora que las dos aventureras de primer nivel estaban completamente preparadas para la batalla, y se lanzaron hacia adelante con armas destellantes.

Bache mantuvo su atención en Tiona mientras el grupo de amazonas se enfocó en Aiz, que rápidamente se vio atraída por su propia batalla campal mientras el duelo con los puños desnudos entre las dos amazonas se intensificaba a su lado.

—¡Ah-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja! ¡Has cambiado, Tione! ¡Realmente has cambiado!

—¡Ggh!

Mientras tanto, la batalla entre Argana y Tione continuó, la risa de Argana provocó una rabia aún más profunda en la Amazonía más joven.

Pero no fue solo la ira dirigida a su oponente. También era frustración en sí misma. Cuanto más daño sufrió, más se disparó su poder de combate, y cuanto más burbujeaba su furia, más efectiva era su habilidad Berserk. Y sin embargo, a pesar del poder creciente detrás de cada golpe, Argana continuó defendiéndolos con facilidad. Incluso el ataque más poderoso, suficiente para derribar completamente a un enemigo, era inútil si uno no podía derribarlos.

Las técnicas de Argana tenían la ventaja cuando se trataba de atacar, y ella respondió a cada uno de los golpes de Tione como un espejo—los mismos pasos, los mismos movimientos.

Lo que era natural, en realidad.

Teniendo en cuenta que el estilo de artes marciales que practicaba Tione había sido grabado en ella una y otra vez a manos de esta misma Amazona.

—¡¡Gnngh!!

Una de las patadas conectó directamente con la espalda de Tione, enviándola a navegar hacia el lado de la carretera frente a un puesto de comida cercano.

De alguna manera, ella había sido capaz de absorber el golpe, y sus brazos se estremecieron por el impacto, pero se sacudió, completamente preparada para lanzarse de nuevo a la pelea cuando—ella lo notó.

—¡¿Huh…?!

¡¿Un niño?!

Justo detrás de ella, una joven humana estaba agachada de miedo.

¡¿Qué estás haciendo aquí?! Ella casi gritó, solo para recordar que ella fue la que perdió los sentidos y comenzó a pelear imprudentemente en medio de una calle llena de gente. Sin duda, esta chica simplemente no había podido escapar a tiempo.

Tione se encontró a si misma sin palabras, mientras miraba fijamente a los ojos llorosos de la niña, cuando de repente, una sombra los alcanzó.

—…

Era Argana. Y su risa fue suficiente para hacer que la sangre de Tione se enfriara mientras sostenía su puño en alto.

Tione tendría suficiente tiempo para esquivar. Pero la chica no tendría tanta suerte. Teniendo en cuenta que el golpe entrante era lo suficientemente poderoso como para enviar un carruaje completo, el pequeño cuerpo de la niña sería aplastado. Incluso las ondas de choque resultantes serían suficientes para romper sus diminutas extremidades.

Argana, sin embargo, no mostró preocupación. Ella no tenía ninguna razón para preocuparse. La única persona en sus ojos era Tione.

—¡¡Ngh!!

Tione apartó a la chica del camino, dejándose abierta para el puño entrante de Argana.

—¡¿Tione?!

Hubo un estruendo atronador cuando el cuerpo de Tione fue lanzado a través del puesto de comida, astillándolo en pedazos mientras ella se lanzaba a la pared del edificio detrás de él.

Tiona y Aiz se olvidaron de sus propias batallas, girando para ver una nube gigante de polvo que se elevaba desde el edificio cercano.

—¡Gn…ghnn…!; Tione gruñó, escupiendo sangre. Aunque de alguna manera había podido defenderse contra toda la fuerza del ataque, el impacto todavía había creado una grieta gigante.

Argana, por otro lado, simplemente se quedó allí parpadeando en silencio, con una extraña mirada en su rostro.

—¿Realmente… protegiste a esa chica?; Ella lanzó una mirada a la chica en cuestión, actualmente tendida en el suelo y temblando de miedo, antes de volver a mirar a Tione. — Realmente has cambiado, Tione… Te has vuelto más fuerte … y te has vuelto más débil; Una mirada de pura decepción sin adulterar cruzó su rostro. —Tú ya no eres… una guerrera.

Su cuerpo se inclinó, casi como si hubiera perdido toda la voluntad de luchar.

Se escuchó el sonido de las armas cayendo desde la dirección de Aiz y Tiona, las dos aún se detuvieron dónde estaban, mientras Tione se tambaleaba lentamente sobre sus pies.

—La antigua tú nunca habrías protegido a la basura de esa manera. Ahora veo que no deberías haberte ido… deberías haber continuado tus batallas en Telskyura… con nosotras.

—¡¿Estás… en serio diciéndome eso…?! Quién… ¡¿Quién querría quedarse en ese lugar…?!; Tione siseó, con un resentimiento profundamente arraigado.

Los ojos de Argana se estrecharon cuando una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

—Todavía te arrepientes… de haber matado a Seldas ¿Verdad? En ese instante, el tiempo pareció detenerse.

—Y sin embargo, al matarla, te hiciste más fuerte ¿No es así? Los ojos de Tione se pusieron rojos.

—¡¡¡NNNGGHH!!!

Un rugido ininteligible brotó de las profundidades de su garganta.

Olvidándose, olvidándose del dolor, ella dejó que la locura tomara el control y embistió contra la otra mujer con una ira incontrolable.

—¡Es suficiente!

Esta palabra llegó antes de que su puño golpeara su objetivo. El sonido de dos pequeños aplausos resonó por toda la calle.

Aunque tranquila, la voz que los llamaba poseía una soberanía divina, y el cuerpo de Tione se estremeció instintivamente. Su puño fuertemente apretado se aflojó cuando regresó en si. Argana se volteó en dirección a la voz.

Era Loki, junto con el resto de los aventureros de la Familia Loki, incluyendo a Lefiya, que estaba sin aliento.

—Si las cosas se calientan más aquí, la gente saldrá lastimada. Eso no está bien; La diosa entrecerró los ojos. Ella acababa de llegar de la dirección del muelle, pero ya estaba sosteniendo el campo de batalla en la palma de su mano. Rakuta, con un aspecto incluso más parecido a un conejo de lo habitual, se lanzó hacia adelante para agarrar a la joven, todavía tendida en el suelo, y sacarla del peligro.

Tiona y Aiz bajaron los puños y la espada respectivamente, con los ojos dirigidos hacia su diosa.

—Argana. Bache. Ustedes dos, también.

Otra voz vino desde más cerca esta vez, desde el lado opuesto de Loki y cerca de donde Tione y Argana habían estado luchando.

Era Kali, arrastrando a varios de sus seguidores.

—Pido disculpas, Loki. Parece que el mundo exterior fue demasiado para mis chicas; Ella sacudió la cabeza con un suspiro y un gruñido (aparentemente forzado) cuando sus ojos se encontraron con los de Loki. —¿Compartimos la culpa? Después de todo, tu Princesa de la Espada y sus amigas también hicieron un número a mis chicas.

—Oh, lo que sea. solo vete, ¿quieres? Y no quiero volver a verte a ti ni a ninguna de tus “chicas”; se burló Loki, frotándose la mano como si estuvieran aplastando un insecto.

Mientras que Bache había salido ilesa de su batalla con Tiona , el grupo de amazonas que Aiz había estado luchando no le había ido tan bien y estaban con lesiones en varias partes de su cuerpo. Las chicas en cuestión estaban fulminando con la mirada a Aiz y su espada, mientras que Aiz no parecía estar peor, a pesar de haber sido enormemente superada en número.

Kali simplemente sonrió, luego giró sobre sus talones.

—Ta-ta, Tione.

—…

Argana y Bache pasaron junto a ellas, Bache estaba tan silenciosa como siempre y Argana les lanzó una mirada de reojo cuando pasaron por delante de Aiz y Tiona, y luego, finalmente, de Tione. El resto de las amazonas también se alinearon obedientemente detrás de su diosa e hicieron su salida.

—¡Se-señorita Aiz! ¡Señorita Tiona! ¡¿Están bien?!; Lefiya comenzó a preguntarles inmediatamente a las dos chicas.

—Estoy bien… gracias; Respondió Aiz mientras volvía a enfundar su espada, agradeciendo los esfuerzos de la elfo en buscar a Loki.

Tiona se frotó el brazo. —¡Yeeeouch… ella realmente me dio una buena paliza!; Siseó ella, y de hecho, los moretones ya estaban empezando a aparecer en toda su piel color cobre.

Por mucho que se lamentara del dolor, sin embargo, había algo más importante en su mente, y lanzó una mirada hacia su hermana.

—Señorita Tione…; Lefiya y Aiz, también, fijaron su dirección hacia ella.

La chica en cuestión estaba de pie en medio de la carretera desierta, de espaldas a ellas. Sus ojos siguieron al grupo de amazonas en retirada hasta que desaparecieron a lo lejos.

—Parece  que esto  es más  serio  de lo  que pensé…;  Murmuró Loki, y  las palabras  fueron capturados por la brisa y se dirigieron hacia Tione.

Tione llevó una mano a su pecho aún adolorido, ajeno a la sangre que manchaba su boca, mientras el viento jugaba con su largo cabello negro.

—Ngh…

Seldas.

El nombre se agitó en su corazón—un nombre que había mantenido enterrado durante tanto tiempo, y con eso, los recuerdos que la perseguían. Era un pedazo de su pasado que no quería recordar.

Se sentía perdida, confundida, simplemente mirando al cielo, tan azul como el paisaje de sus recuerdos.