Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 6

Capítulo 3: Reino de la Amazonas

Parte 6

El cielo también había sido azul ese día.

Y fue sofocante, asando la arena en el ardiente calor del sol en lo alto.

El suelo de la tierra compactada ya estaba teñido de un rojo brillante de la sangre fresca del día.

—¡Se wehga! ¡Se wehga! ¡Se wehga!

El rugido ensordecedor la rodeaba. Aclamaciones. Aclamaciones para ella, Tione, manteniéndose firme en el medio de la arena. La alabanza y la adoración llovían sobre su pequeño cuerpo desde todos los rincones de las gradas.

“Se wehga” era una frase exclusiva de las amazonas de Telskyura. Traducido más o menos significaba “Tú eres la verdadera guerrera”.

Ella no podía distinguir nada sobre la estruendosa ovación, con su sentido del oído casi inútil mientras se abría paso hacia el oponente frente a ella. Con las manos temblorosas, ella sacó la máscara del cuerpo propenso, de la Amazona que había matado, mientras la sangre de la chica se derramaba como una fuente en el suelo.

Ella conocía ese rostro.

Era el rostro de la chica que había atendido sus heridas, que había dormido a su lado tantas noches, que le había devuelto la vida a su corazón frío y seco.

La chica que había sido como una hermana mayor para ella, una madre para ella, una de las figuras más importantes de su vida.

—Seldas…

Aunque el nombre pasó por los labios temblorosos de Tione, los ojos de Seldas ya habían descendido a la oscuridad. Nunca más responderían a su voz.

Había habido una regla con respecto a quién luchaba contra quién en los ritos. Pero Tione y los demás habían malinterpretado esa regla.

La razón por la que aún no habían tenido que pelear con ninguna de las chicas de su misma habitación era simplemente porque no había llegado el momento adecuado. A medida que ellas fortalecían los vasos de su carne, también fortalecieron sus vínculos con sus compañeros de habitación. Crearon amigos, familiares para que los amaran.

Y luego, fueron hechos para matar a esos seres queridos.

Esta fue su manera de desatar su ira. De obligarlas a superar su dolor. De secar las lágrimas de sus ojos.

Así fue como crearon “verdaderas guerreras”, libres de todo tipo de emociones y perfectamente moldeados para el combate.

Todo era parte de este procedimiento para fabricar guerreras.

No…NO…

Algo se destrozó. El mundo que Tione había conocido una vez se derrumbó a su alrededor en el momento en que se quitó la máscara.

Por primera vez en su vida, mientras ponía las manos sobre la chica que había amado, ella sabía cómo diferenciar lo correcto de lo incorrecto. Se dio cuenta de lo retorcida y equivocada que había estado—reduciendo a sus compañeros sin tanto como estremecerse, justo cuando ella había matado a los monstruos antes que ellos.

En ese día y en ese lugar, la chica a la que tanto admiraba, la única madre que había tenido, le había enseñado una lección importante—la agonía de perder a alguien que amabas.

Ella la había lastimado. No, su país, su diosa, estas tradiciones de fabricación de guerreras, sus hermanos habian—

Mientras unas lágrimas de furia caían de sus ojos, Tione se volteó hacia el cielo y rugió.

“¡Se wehga! ¡Se wehga! ¡Se wehga!”

Tú eres la verdadera guerrera. Tú eres la verdadera guerrera. Tú eres la verdadera guerrera.

El canto era ensordecedor. Gritando a la pequeña niña en la arena, aullando a los cielos. Bautizándola como una guerrera de antaño, habiendo pasado la prueba y ahora un paso más cerca de los dioses.

Pero para Tione, las palabras no eran más que una maldición.

Era su quinto cumpleaños. El día que Tione mató a la que amaba… y avanzó al Nivel 2. Los ojos de Tione nunca volverían a ver con claridad.

***

La luna en el cielo proyecta su luz sobre las montañas, el bosque y el lago. La cortina de la noche había descendido sobre Meren.

Hacia el norte, las grandes murallas de Orario se alzaban, visibles desde todos los rincones de la pequeña ciudad portuaria y sus parapetos de tamaño similar. Ni siquiera la sombra de la noche enmascaraba la vista. El brillo de la luz de la ciudad, escondida entre sus poderosas murallas, se desbordó en un duro contraste con la oscuridad circundante. Orario no se llamaba “la ciudad más calurosa del mundo” por nada—casi uno pensaría que la noche nunca caía de la manera en que las luces brillantes de la ciudad sin dormir manchaban el cielo. Si bien la vista de la bulliciosa ciudad era un viejo sombrero para los habitantes de Meren, fue suficiente para conmover los corazones y las esperanzas de aquellos para quienes Orario era el final de su viaje.

Y si bien la vida nocturna de Meren no podía compararse con la de su hermana mayor, de ninguna manera iba a caer sin pelear.

Faroles de piedra mágica colgaban de las columnas y edificios del puerto, bañando su carretera principal con una luz naranja cálida. Un ambiente festivo zumbaba sobre el mercado y sus puestos al aire libre, con toda la calle rebosante de interminables multitudes de transeúntes. Los viajeros se unieron a las filas de los constructores de buques y pescadores, todos ellos solicitados por los sonidos y olores de mariscos recién cocinados mientras vagaban de una tienda a otra.

No hace falta decir que el puerto era un lugar ocupado—un verdadero crisol de extranjeros.

También en los bares, los demi-humanos e incluso algunos dioses se mezclaron, encontrándose con todo tipo de nuevos compañeros de conversación.

—¿Cómo se ve Tione, Riveria?

Fue en uno de esos bares—un pequeño establecimiento no lejos del hotel de la Familia Loki— que Loki esperó su momento. Cuando apareció la alto elfo, ella llamó desde su lugar en una pequeña mesa para dos personas rodeada por el ruido de la clientela entusiasmada.

—Incluso con Tiona y Aiz a su lado… ella no la está pasando bien. Tomó una fuerte paliza. Especialmente su corazón; Explicó Riveria mientras sacaba la silla frente a la diosa y se sentaba.

—No se ve bien; Agregó casi culpable, como si se culpara por no haber estado en la escena de la pelea. Todavía ocupada en recopilar información, cuando Alicia y los demás se apresuraron a escuchar la conmoción, todo lo que quedaba era una calle desierta y las chicas de Familia Loki vigilando a una Tione inmóvil.

Una vez que terminaron de reparar las tiendas que habían destruido después de disculparse con un Rubart y compañías muy nerviosas, ya era de noche. Desde entonces, la mayoría de ellas había regresado a la posada, que era exactamente donde Riveria había estado antes de esta reunión, haciendo todo lo posible por curar y aliviar a una Tione quebrada.

Cuando Riveria suspiró, Loki tomó un trago de su jarra de cerveza.

—Sé que tenemos que continuar esta investigación, pero… está empezando a parecer que podríamos necesitar que Tione y su hermana regresen a la ciudad más temprano que tarde.

—Tiona podría irse tranquilamente, pero dudo que Tione retroceda sin pelear…

—Hmm… Tú y yo hablaremos con ella.

Sin embargo, tan preocupadas como estaban por las dos hermanas Amazonas, ellas tenían un tema más importante que discutir. La verdadera razón por la que se reunieron en este bar fue para intercambiar la información que habían descubierto sobre sus violas elusivas.

Y así, la diosa y la vice capitán de la Familia Loki comenzaron su charla, lejos de las orejas indiscretas del resto de su familia.

—Bien, repasemos todo lo que sabemos primero. Sabemos que Tiona y Tione no encontraron nada descentrado en el fondo del lago. El sello de al fondo estaba más sellado que nunca. Si bien no comprobaron todos los rincones y grietas de la zona, creo que es seguro decir que la segunda entrada del Calabozo que estamos buscando no está en el lago…

—Lo que significaría que, sin embargo, nuestros demonios florales utilizaron una ruta en la superficie.

—Exacto. Si tuviera que adivinar, están en las alcantarillas. Y alguien los está llevando al lago. Solo tenemos que buscar algo… cajas o jaulas o algo… y luego encontraremos al cerebro detrás de todo esto.

Riviera asintió.

Los remanentes de The Evils, y quizás su posible conexión con las criaturas, bien podrían estar en algún lugar dentro de este mismo puerto.

—¿Aprendiste algo nuevo de tu búsqueda de hoy?

—En su mayoría más de lo mismo. Teniendo en cuenta la calma que han tenido las cosas en la costa últimamente, todos están más preocupados por los piratas que por cualquier tipo de monstruo. Nadie había visto siquiera una viola antes del ataque de ayer.

—¿Qué pasa con la gente en el Gremio?

—Solo pude hablar con el gerente de la sucursal—un hombre humano llamado Rubart. Admito que… tengo mis sospechas; Admitió la alto elfo, con un ojo cerrado.

—¿Algo que puedas señalar?

—Hubo algo antinatural en toda la conversación. La forma en que mencionó el tema de la

Familia Kali, desviando completamente mi atención de las violas… Loki no era alguien que dudara del juicio de Riveria.

Si bien Finn pudo haber sido el cerebro y la intuición del grupo, Riveria fue sin duda su ojo de percepción que todo lo ve. Su capacidad para discernir los corazones de los demás podría resultar victoriosa incluso contra las defensas de Aiz, muy parecida a una visión maternal.

—¿Qué hay del viaje de Alicia y la tripulación para ver la hacienda? ¿Descubrieron algo?

—Desafortunadamente, fueron expulsadas por sospechas de participación con el Gremio. es casi inaccesible, al parecer. La conversación en sí fue totalmente unilateral.

—Hmph… Involucradas con el Gremio, claro, pero todavía no somos de por aquí; Se quejó Loki, llevando su copa a los labios.

Riveria permaneció en silencio mientras la diosa comía su comida—un filete de pescado con una salsa verdosa, antes de finalmente hablar.

—¿Y qué hay de ti? ¿Pudiste adquirir alguna información nueva? Fuiste a ver a Njörðr ¿Verdad? Loki se volvió aún más tranquila.

Teniendo la mano detenida, ella lanzó una rápida mirada a la alto elfo.

—Oye… no crees que Njörðr este escondiendo algo ¿Verdad?

La sorpresa brilló en los ojos color jade de Riveria. —¿Realmente sospechas que Njörðr podría tener algo que ver con esto?

—Era solo un pensamiento…

—Me resulta difícil de creer, incluso absurdo. Si bien no he pasado mucho tiempo con él, los esfuerzos que hizo para ayudar a otros como yo cuando llegamos por primera vez en nuestros viajes a Orario fueron extraordinarios. Él es, por encima de todo, un hombre de carácter; Afirmó la elfo, sin un rastro de duda en su voz.

Loki se rascó la cabeza torpemente.

Habiendo conocido al otro dios desde su tiempo en el mundo superior, esto era algo que ella sabía demasiado bien. Y aun así, había algo que simplemente no podía quitar de su intercambio anterior.

—Nosotros, los dioses, nos cuesta decirlo cuando otro dios está mintiendo; No es como con ustedes. Aun así… Njörðr, él … nunca fue muy bueno en eso. Al menos desde mi perspectiva; Explicó Loki, recordando la imagen de Njörðr de espaldas a ella, evitando el contacto visual.

Había sido ese momento que Loki lo supo.

—Él me está escondiendo “algo”. Lo sé.

—… ¿Y ese “algo” está relacionado con las violas?

—Eso no lo sé… pero ciertamente tiene una conciencia culpable por algo. Riviera negó con la cabeza. —No lo creo…

Cuando Loki se sentó allí, el ojo de su seguidor se estrechó hacia ella con incredulidad, una sensación extraña se apoderó de ella, una que nunca antes había sentido. Había una sombra en forma de flor cerniéndose sobre esta tranquila ciudad portuaria. Y aunque no la inquietó, por así decirlo, todavía estaba en clara contradicción con todo lo que Aiz y las demás habían descubierto hoy. Eso es lo que la molestó. El hecho de que ella simplemente no podía entenderlo.

Loki dejó caer su cabeza.

—Todo esto podría ser más grande de lo que pensamos… o tal vez más enredado sería la mejor manera de decirlo.

Había una serie de personajes en los que no podía confiarse. Tres, si solo incluyera humanos y dioses.

Rubart en el Gremio, Borg en la mansión y la deidad patrona de la Familia Njörðr, Njörðr. Había una buena posibilidad de que uno de esos tres fuera el títere que Loki estaba buscando.

—… ¿Qué vamos a hacer con la Familia Kali?; Preguntó finalmente Riveria, todavía reflexionando sobre Njörðr.

Loki se calló.

—¿Crees que estén involucradas en esto?

—Por mucho que me preocupe por Tione y su hermana, ellas no están en mi radar. Ya sea que sean o no completamente inocentes, sin embargo…; ella se calló, disgustada con su vaga respuesta. Finalmente, después de otro momento para pensar, continuó, tratando de poner su instinto en palabras. —… No lo puedo evitar, pero siento que hay algún tipo de hilo conectándolas. Es pequeña, una que no puedes ver, no importa que tan duro entrecierres los ojos… Pero hay uno; Reflexionó, casi para sí misma, mientras sus ojos se abrían ligeramente.

Riveria se llevó una mano a la barbilla de manera pensante.

El ruido del bar a su alrededor se entrelazó a través de su silencio. Ansiando el alcohol para lubricar los engranajes de sus pensamientos, Loki buscó su jarra solo para encontrarla sin cerveza. Ella sacó la lengua con disgusto antes de agitar la jarra vacía en alto. —¡Necesito otra copa aquí, viejo!

—Tomando toda la noche, ya veo, mi lady. ¿Hay algo en tu mente?; Preguntó el dueño del bar, un viejo mapache, mientras intercambiaba la jarra vacía en su mesa por una nueva llena de cerveza.

—Oh, esto y aquello. Hay mucho que pensar cuando mis  pequeños y lindos niños están involucrados ¿Sabe? ¡La única opción es ahogar mis problemas!

—Si tienes algo de Agua Alb, por favor deme uno; Dijo Riveria cuando llegó su turno de ordenar, sin tocar ni una vez su bebida.

—Ahora que lo pienso ¿Notaste algo raro últimamente, viejo? No tiene que ser un asunto grande. Solo algo que pudiste haber notado en el pasado; Dijo Loki con indiferencia, bebiendo media jarra de cerveza de un trago.

—Algo raro, ¿eh…?; Murmuró el mapache. —¡Sabes, creo que hay algo! ¡Amazonas! Las he estado viendo por todas partes en las calles últimamente…

—¿Amazonas…?; Preguntó Riveria.

—¡Lo mismísimo! De la familia de una Diosa; Continuó. —Podríamos tener una buena cantidad de burdeles en las calles secundarias ¡Pero estas no son damas de Meren! No reconozco a ni una de ellas… Por otra parte, podría ser solo mi mente jugando alguna artimaña. Después de todo, esta ciudad es la puerta de entrada a Orario, por lo que tenemos todo tipo de personas que vienen aquí de un día para otro…; reflexionó, inclinando la cabeza hacia un lado como si de repente no estuviera seguro de sí mismo.

Loki y Riveria solo podían mirarse en silencio.