Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 12

Prólogo 1.1: Bunny Maids

Habiendo terminado de producir Core 629 para la Dungeon Battle, Keima y los demás regresaron a Goren. Todo volvió a la normalidad sin problemas particularmente notables.

“Sabes, pensé que se habría producido una verdadera mierda si  no estuviéramos aquí para hacer nuestro trabajo, pero parece que todo ha sido perfecto”.

“Mhm. Lo mismo.”

Tanto Ichika como Niku regresaron a sus trabajos en la posada sin ningún problema, sin que ninguna de sus ausencias hubiera contribuido a fallas catastróficas. Eso fue gracias, en parte, a que Keima usó sigilosamente su

{Teleport} para visitar la mazmorra, y estableció de manera proactiva sus turnos para que se reanudaran una vez que terminara la Dungeon Battle.

“Realmente no me sentía como en casa hasta que comencé a trabajar como camarera, ¿sabes?” Dijo Ichika.

“Estoy de acuerdo. Estábamos haciendo un trabajo similar, pero moverme hace toda la diferencia”, respondió Niku.

“Sin embargo, mover esos conejos fue muy divertido. ¿Crees que podríamos traer algunos y convertirlos en nuestras mascotas de la tienda o algo así?”

“Creo que una mascota en la tienda aumentaría nuestras ventas…” dijo Niku pensativamente. Si tan solo recordara que a Keima realmente no le importaba cuánto dinero ganaba la posada independientemente.

De repente, un cliente entró en la cafetería. La pequeña charla tendría que esperar. Niku, con movimientos muy experimentados, saltó hacia el cliente y lo miró con una mirada intensa.

“U-Uhhh, ¿Kuro? ¿Hay algo mal?”

“¿Mm?” Niku ladeó la cabeza, como para pedirle que le diera de comer una zanahoria. Y así fue como Ichika se dio cuenta de lo que estaba pasando.

“¡Kuro, Kuro, no! ¡Eso no es lo que hacemos aquí! ” “¡Oh! L-Lo siento”.

Niku había estado controlando a los conejos en el [Rabbit Paradise] ampliando el monitor para llenar su línea de visión, luego usando el controlador mientras movía su propio cuerpo a su vez. No había sido una posesión real, pero era lo más cercano a una inmersión total en el buceo que se podía conseguir sin realmente bucear, y durante semanas de eso, el mero acto de mendigar se había vuelto instintivo para ella.

Niku inclinó la cabeza apresuradamente en disculpa. Su rostro estaba tan inexpresivo como siempre, pero Ichika la había entrenado para suplicar, y cada gramo de su cuerpo irradiaba ternura. Realmente, su inexpresividad le daba la ternura de una mascota, ya que no se podían leer las caras de los animales.

“¡O-Oye, no te preocupes por eso! No es ningún problema. De hecho,

¡déjame agregar un purin a mi pedido! ¡Hahaha! ¡Creo que te lo daré, Kuro!”

“Um, ¿g-gracias?” Dijo Niku.

“… Te dio un purin por alguna razón”.

“Sabes, Niku, supongo que ya eres nuestra mascota de la tienda, ¿eh? Dang. Nunca pensé en eso, pero actuar como un conejo es en realidad una estrategia legítima”.

Ichika decidió probarlo ella misma. Y afortunadamente, no pasó mucho tiempo antes de que entrara el siguiente cliente. Ichika se deslizó hacia él.

“………”

“Er, hola, Ichika. Es bueno verte de regreso… ¿Pasa algo?”

“………” Ichika se inclinó hacia adelante y lo miró con los ojos muy abiertos, la cabeza inclinada. Pero el cliente no vio nada de eso, porque sus ojos se dirigieron a sus tetas como un agujero negro.

…En efecto. Cuando Ichika se inclinó hacia adelante, la parte superior expuesta de su traje de sirvienta de cosplay dejó su escote a la vista. Así que, en realidad, nadie podía culpar al hombre por mirar fijamente. Las tetas de Ichika eran tan magníficas e imposibles de pasar por alto que sería más grosero no mirarlas. El único hombre que no miró fijamente su escote fue cierto fetichista de pies anónimo.

“………” “¿U-Uh?”

“Tch, ¿no puedes captar una pista?”

“Oh, espera, ¿quieres que deslice mi boleto de comida en tu escote?” “¿Que dijiste?” (<- Jodidamente cabreada)

“O-Olvídate de que dije algo…” El cliente aceptó su justa ira y le tendió su boleto de comida. Ichika lo tomó y le sirvió su comida antes de regresar con Niku.

“Lo entiendo, lo entiendo. La ternura es justicia. Las vacas se van a casa. Lo sé.”

“Creo que eran solo los gustos del cliente”.

“No, estoy como, simplemente condenada a ser sexy. No estoy hecha para ataques de ternura como tú, niña. ¡Eso es todo!”

No es que ella fuera poco atractiva. Más bien, tenía tanto poder de ataque abrumador que su ternura se vio abrumada por sus otros dos atributos sobresalientes. Con su vergonzosa derrota justificada, Ichika le dio a Niku una gran sonrisa.

“De todos modos, hagamos nuestro trabajo normalmente. Trate de no estropear eso por segunda vez, ¿de acuerdo?”

“… Ngh. Lo siento.”

En efecto. Ichika no solo estaba siendo una mala perdedora allí. Lo había convertido en una broma y lo había probado ella misma para que el error por descuido de Niku se percibiera como bromeando, en lugar de ser una conexión clara con la mazmorra del Core 629 para un observador cuidadoso y bien informado. Una vez más, Niku quedó impresionada por lo competente que era Ichika para hacer un seguimiento de los errores y corregirlos.

“Puedes pagarme con comida frita o algo más tarde”. “… Podrías pedirle al Maestro que te dé algunos, ¿no?”

“Me haría toser algunas monedas, niña, y ya estoy recién salida de ese dulce metal”.

“¿Hm…? Oh.” Después de pensarlo un segundo, Niku recordó vagamente que Keima había mencionado hacer que Ichika pagara por la comida del Catálogo, ya que de lo contrario seguiría comiendo para siempre. Eso no había sido realmente relevante para ella antes de ahora.

“Sigh, supongo que tendré que rogarle al Maestro por una mesada de nuevo”.

Por cierto, que Keima le diera una mesada a Ichika cuando se le pidió fue completamente justo, ya que todo lo que estaba haciendo era darle el dinero que ella misma desperdició en las tragamonedas. Él tampoco tuvo que manipular las probabilidades en las máquinas tragamonedas cuando ella jugaba. Todo su dinero simplemente se desvaneció en ellos por sí solo.

“¿Mesada?”

“Puedes apostar. Heh, porque soy una verdadera belleza, ¿sabes? Cuando me agacho e hincho el pecho así, bueno, ya sabes lo que sucede después”.

“¿Se lo mete así?”

“¡Eeep! Er, no, solo entrega algo de dinero”.

Eso tiene sentido. Keima tenía razón en devolverle a Ichika su propio dinero en un bucle, pensó Niku mientras sacaba los dedos del escote de Ichika.

“Chica, apuesto a que te daría un montón de dinero si suplicaras un poco”.

“No necesito dinero en este momento, así que está bien. (Leer: Realmente no quiero nada, y si lo hiciera, me lo daría si se lo pedía)”.

“¿Estás segura? Se siente un poco mal por ser la única a la que le da dinero. Como si me estuviera mostrando favoritismo o algo así, ¿sabes?”

Eso dijo, pero en realidad importaba tan poco que lo olvidó en segundos.