Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 3

Capítulo 4: Fourth Score

Parte 6: El elefante y la hormiga

Un milagro.

Un milagro ocurrió justo delante de mis ojos.

“¿Cómo es…? ¿Qué rayos…? ¿Qué acaba de pasar……?”

Aunque Natagiri 8-dan acepto la derrota y se mostró en el monitor, no lo podía creer al principio.

El Ou de Yaichi-kun ya se había ido. Debería haber sido un jaque mate fácil.

Incluso yo podría haber ganado en esa posición.

Eso es lo lejos que estaba él. Pero si estuviera en los zapatos de Yaichi-kun, me habría rendido mucho antes.

Pero fue Yaichi-kun quien salió victorioso.

Sobrevivir diez controles seguidos es increíble, pero la verdad que hizo temblar la tierra salió a la luz mientras escuchaba su sesión de revisión.

“Gin, Gin, Kaku, ¿Tres Gentei aigoma consecutivas

……?” “Sí”

A diferencia de mí, parece que Ginko definió lo que estaba sucediendo durante la partida. Ella comenzó a explicarlo sin vacilación ni sorpresa en su cara.

“Usar el Kaku para bloquear no sucede en partidas reales, pero Yaichi también lo leyó. Sin duda.”

“¿Desde cuándo ……?”

“Probablemente, cuando el Kei fue desplegado en 5- 8”

“¿5-8 Kei?”

Al principio, no entendía de qué giro ella estaba hablando.

Una vez que lo vi, se me heló la sangre.

“Estás bromeando ¿Tienes que estar bromeando?

¡Leyó con precisión treinta turnos al frente del movimiento cincuenta y siete! ¡¡Eso es imposible!!”

“¿Entonces los tres Gentei Aigoma consecutivos fueron solo suerte y coincidencia? ¿En serio piensas eso?”

“…… ¡P-Pero! ……”

No importa cómo intenté demostrar mi punto, las palabras se quedaron atoradas en mi garganta.

Gentei aigoma, una situación que literalmente significa usar cualquier otra pieza para bloquear y perderás.

Sobrevivir a uno significa que el jugador leyó que solo había una respuesta posible.

Yaichi-kun lo hizo tres veces seguidas.

No es coincidencia. La suerte y los instintos tampoco pueden hacer eso.

Tenía que haberlo leído. Léelo a la perfección

Claro, fue el último juego, pero hubo un abrumador número de secuencias que podrían haber jugado.

Demasiadas para que una persona hecha de carne y hueso piense todo el tiempo. Eso es algo que las nuevas computadoras armadas con la última tecnología necesitarían días para hacer, un número astronómico de posibilidades

“…… Cientos de millones …… Miles de billones……”

“Más que eso. Él fue más allá. Yaichi fue más allá de todo eso” dijo Ginko-chan, aún vigorizada.

“Y él llegó a la única respuesta correcta. Encontró un lugar que nos llevaría mil años encontrarla, y en menos de treinta minutos él…”

“Lo hizo……”

Tenerlo escrito para mí no ayudó porque mi cerebro se negó a aceptarlo.

Todo el mundo sabe que usas la pieza más débil para un aigoma, es de sentido común. Leer lo que ocurrirá desplegando un Fu o un Kyo.

Es por eso que las personas no usan un Gin o un Kaku en esa situación. Ese pensamiento nunca se les pasaría por la cabeza.

Un milagro. No, Yaichi-kun acaba de superar un milagro al hacer algo imposible.

Eso es eso….

“No es humano …”

“Te lo dije, ¿no?” Ginko-chan dijo con naturalidad mientras revela la verdadera identidad de su Otoudeshi.

“Es un Marciano del Shogi”

Incluso después de que Ginko-chan se fuera a casa, me quedé sola en esa habitación, sintiéndome derrotada.

Estoy segura, absolutamente positiva, de que otros jugadores profesionales, jugadores de la Liga Femenina y miembros de la Sub Liga que vieron esa partida sienten lo mismo.

Sus espíritus se rompen solo porque alguien con ese nivel de talento está en medio de ellos.

“Pero no es culpa de Yaichi-kun. Incluso Ai-chan …… ”

Solo es natural. Un elefante no siente nada por las hormigas aplastadas bajo sus pies cuando camina. No es malvado y no ha hecho nada malo. El elefante no tenía manera de saber que las hormigas estuvieron allí alguna vez.

Pero el elefante aplasta a las hormigas como si no fueran nada en absoluto.

Las hormigas, sin embargo, temen al elefante. Respeta y está aterrorizado. Luego llegan a odiarlo.

“…… Tan mezquino …”

Todo es tan trivial que me da ganas de llorar. Yo, soy sola una pequeña hormiga con un montón de cuadernos apilados en la esquina de una habitación.

“¿Esta pila, estos cuadernos son mis armas ……? Ginko-chan, eso fue cruel … ”

Me golpeé justo cuando me escuché decirlo.

Esta pila de cuadernos que comencé a escribir cuando decidí unirme a la Liga Femenina, ahora era más gruesa que una tabla de Shogi con patas altas.

Cada uno por sí solo es algo pequeño y endeble, pero siete años de ellos apilados juntos, se han convertido aproximadamente en el tamaño de un pie de elefante.

“Mis armas ……”

Busque la pila de viejos cuadernos apilados en la esquina, tome el superior y abrí la primera página.

Es un registro de una partida, uno que  trae recuerdos de días llenos de esperanza.

Era una combinación incómoda, al Shogi le gusta cómo un niño pequeño intenta caminar. Había alegría en cada movimiento, una imaginación desencadenada en el trabajo con cada giro que pasaba.

“¿De verdad jugué así ……?”

Al ver una parte de mí misma que había olvidado por completo y, curiosamente, disfrutándola, volví la página con entusiasmo para ver cuál sería mi próximo encuentro.

El sol se asomó por la ventana antes de que yo lo supiera, pero aún quería ver lo que estaba en la página siguiente.

Incluso cuando cayó la noche siguiente. Y cuando el sol se levantó nuevamente.