Danmachi: Sword Oratoria (NL)
Volumen 3
Prólogo: Mal Presagio
Numerosos gritos resonaron en el aire.
Los profundos y enojados gritos de los hombres se mezclaron con los agudos chillidos de las mujeres. Los rugidos feroces de innumerables monstruos ahogaban los sonidos de las botas de metal y cuero.
Ellos estaban inmersos en un laberinto que parecía haberse extraviado y haber terminado dentro de un árbol increíblemente enorme. Parches de musgo crecían en las paredes y techo, emitiendo una luz azul y verde que hacía que el entorno pareciera un habitad fantástico y virgen. Los aventureros corrieron por los amplios pasillos del Calabozo del árbol gigante con un ritmo frenético que no se adaptaba al paisaje agradable que los rodeaba.
Se podría decir a simple vista que su equipo demostraba que sus dueños poseían experiencia— las armas y la armadura claramente pertenecían a aventureros de alto rango. Incluso manchadas con la sangre de sus enemigos, las armas deslumbraban brillantes y nítidas, como para mostrar el valor de sus dueños. La armadura que protegía sus cuerpos era muy parecida.
Ellos poseían habilidades que todos los aventureros de clase baja se esforzaban por obtener. Pero ahora, ellos se estaban topando con una derrota en pánico.
Estos hombres y mujeres dieron media vuelta y huyeron de un inmenso enjambre de monstruos que haría que cualquiera cerrara los ojos del miedo.
-¿Por qué hay tantos? …¡Demonios!
-¡Cállate y corre!
Los monstruos que avanzaban eran tan numerosos que su procesión llenó todo el pasillo.
Los miembros de una variedad de familias, arrastrados juntos en este lío, llamaron a la retirada sin fijarse quien pertenecía a qué grupo. Se escuchó una cantidad notable de resistencia cuando las cuchillas cortaron la carne del monstruo y las rondas de flechas silbaron en el aire, pero la estampida los superó. Los pocos y escasos aventureros que trataban desesperadamente de detener la imparable marea disminuyeron, mientras uno tras otro mostraban sus espaldas al enemigo y huían.
La horda se adelantó y cayó sobre un nuevo grupo que resultó estar en el camino. Sus gritos se agregaron rápidamente al pandemónium.
-¡¿Qué idiota atrajo a todos estos monstruos hacia nosotros?!
Avispones mortales, hombres lagarto, espadachines, hongos oscuros. Un aventurero echó un vistazo al aterrador grupo de monstruos de nivel medio y refunfuñó con la certeza de que fueron arreados—alguien había llevado a las bestias a este lugar y había dejado a este grupo para tratar con ellas. Todo el mundo podía decir, por la abrumadora cantidad de monstruos, que esto no podía ser un hecho natural.
La masa grotesca se estrelló en los pasillos como una ola inminente.
-¡Este piso ha estado tan fuera de ..! ¡La tasa de encuentros es demasiado alta!
Este era el piso 24 del Calabozo, en lo profundo de los niveles intermedios.
Incluso los grupos acostumbrados a rondar por esta área no pudieron contener su miedo y gritaron a todo pulmón una vez que vieron un nuevo enjambre de monstruos que se acercaban desde otro pasillo contiguo. Los dos enjambres se fusionaron, formando el desfile más aterrador del mundo. Los espantosos aullidos de los monstruos rompieron en los oídos de los aventureros, ensordeciéndoles a sus propios gritos en cuestión de minutos.
-¡Tienen a mi amigo!
-¡Alguien, por favor! ¡Ayúdame!
-¡Maldición!
Envueltos en el enjambre, los condenados aventureros llamaron a sus aliados mientras la infinidad de garras y colmillos los despedazaba. Los sobrevivientes corrieron, con los gritos de sus compañeros a sus espaldas. La visión de todos los monstruos empujándose unos a otros para acercar sus mandíbulas a su presa los obligó a sacarse hasta la última gota de velocidad de sus piernas.
-¡¿Qué diablos está pasando?!
Todavía gritando de terror, los aventureros sobrevivientes subieron las escaleras a un piso más alto.
***
- ¡¡—Los Monstruos han invadido el piso veinticuatro!! ¡¡Haz algo al respecto!!
¡Wham/golpetazo!
Un puño cerrado se estrelló contra el mostrador de recepción.
Una brillante y reluciente luna iluminaba el cielo nocturno sobre el bloque noroeste de Orario. La sede del gremio estaba casi desierta. La única excepción fue el área alrededor del mostrador de recepción, donde un aventurero humano con una postura agresiva estaba expresando su opinión.
Su voz enojada rugió a través del aire de la noche en el vestíbulo, sorprendiendo a la recepcionista detrás del mostrador, Misha Frot.
—¡Los aventureros de clase alta—comunes y corrientes—no pueden hacer una mierda! ¡A este ritmo, las bajas solo seguirán aumentando!
—¡Lo siento mucho! ¡Me encargaré enseguida!
La intensidad en los ojos del hombre hizo que Misha se encorvara bajo su mirada.
La hora indicaba, que era bastante tarde. Era su turno de cubrir el turno de la noche, por lo que la mayoría de sus compañeros de trabajo ya se habían ido a casa. Atender un aventurero y emitir una solicitud como esta, la suerte no estaba del lado de Misha. Ella hizo todo lo que podía hacer para contener las lágrimas que brotaban de sus ojos.
Con su altura de 150 centímetros, vestida con el uniforme negro que todos los empleados del Gremio usaban de turno, ella se inclinó una y otra vez.
— ¿Tienes idea de cuántos murieron hoy y cuántos de ellos fueron mis amigos? ¡Al infierno con la emisión de solicitudes, eso lleva demasiado tiempo! ¡Declara una misión! ¡¡¡Consigue exterminadores AHORA!!
—¡¡S-sí, señor!!
Tan pronto como el aventurero terminó su pedido lleno de ira, él colocó un documento completo con los detalles en el mostrador y giró sobre sus talones.
—Uwaa…
Misha, completamente agotada, cayó sobre el mostrador mientras miraba al hombre encogerse en la distancia mientras dejaba el Gremio.
Incapaz de trabajar por un tiempo, recogió el documento y se dirigió a la oficina detrás del mostrador de la recepción. Pidiéndole a alguien más que cubriera su puesto, ella se dirigió a su escritorio. Después de dejar el documento, se alejó, pensando que una bebida podría ayudar a calmar sus nervios.
—Bueno, eso fue duro.
—Jeeefe.
Misha estaba a medio camino de la sala de descanso cuando uno de sus jefes bajó por el pasillo desde la otra dirección. Ella lo miró, incapaz de contener las lágrimas por más tiempo. El jefe de sección, un esbelto chienthrope, le tendió amablemente una taza de madera llena de té humeante.
—Gracias, señor… Waahhh, estaba tan asustada.
—Así son los aventureros. No pueden mantener la calma cuando sus vidas están en peligro.
Misha sostuvo la taza con ambas manos mientras sorbía el té. Ella se encogió sobre sí misma y le hizo un pequeño gesto con la cabeza a su jefe para hacerle saber que entendía.
—No pude evitar escuchar, pero ¿Es esta otra petición para el piso veinticuatro?
—Sí. Él dice que hay demasiados monstruos… ¿Sabe algo al respecto, jefe?
—El Gremio ha publicado varias misiones en ese piso en los últimos días, todas ellas relacionadas con la cantidad inusual de monstruos que aparecen en la ruta principal a través del piso 24… Ni siquiera ha pasado un día, pero parece que nada ha sido reportado en los niveles superiores.
El superior de Misha explicó que su información sobre actividades de aventureros provenía principalmente de aventureros de clase alta que se aventuraban a los niveles más bajos que la ciudad de Rivira, en el piso 18.
Los eventos ocurridos en el piso 24 eran tan recientes que el Gremio aún no había identificado esto, y validarlo como una irregularidad en el Calabozo, ni los habían considerado significativos.
El chienthrope se ajustó las gafas, de pie frente a la oficina en mayor parte vacía.
—A juzgar por el aventurero en este momento, la situación puede ser más grave de lo que creíamos. Sí, deberíamos tratar este asunto con sumo cuidado.
—Yo también lo creo. Todos los superiores necesitan saberlo lo antes posible.
Misha rápidamente arrastró sus pies de regreso a su escritorio y sacó una hoja de papel para redactar un documento para presentar a sus superiores la información que recibió del aventurero. Pero de repente se detuvo.
-¿Huh? ¡No es posible!
El documento del aventurero no se encontraba por ningún lado.
—Frot, no me digas… ¿Lo perdiste?
—¡P-por supuesto que no!
Misha comenzó a entrar en pánico mientras su atónito jefe observaba desde el lado de su escritorio.
La superficie de su espacio de trabajo estaba mal organizada, con papeles amontonados en grandes montículos. Ella levantó varias pilas de documentos, pero no pudo localizar el documento extraviado. Incluso arrastrándose alrededor del escritorio en cuatro patas para asegurarse de que no se había caído, no produjo ningún resultado.
Su cabello rosado se balanceaba de lado a lado mientras ella se ponía de pie, una gota de sudor rodaba por su mejilla.
—… ¡¡¡Esto debe ser obra del fantasma!! ¡Definitivamente no lo perdí!
Ella hizo lo que pudo para evitar los ojos del jefe y trató de echarle la culpa a otra cosa.
—¿Qué dijiste…?
—¿Quiere decir que no lo sabe, Jefe? ¡Hay un fantasma que aparece en la Sede del Gremio!
¡Lo ha hecho desde hace mucho tiempo!
Su jefe la miraba con extrema sospecha, pero Misha continuó.
—¡No soy solo yo! ¡Escuché que otros empleados que trabajan en seguridad lo han visto! Noche tras noche, aparece la misteriosa sombra, vistiendo una capa negra pura que la cubre de arriba a abajo. No importa cuántas veces intenten perseguirlo, siempre los lleva a un callejón sin salida, desapareciendo sin dejar rastro.
Misha usó su pequeño cuerpo para contar la historia, moviendo demostrativamente sus extremidades.
—¡Algunas personas dicen que podría ser un aventurero que fue asesinado por un monstruo, pero volvió a hostigar al ..! ¡Ese fantasma debe haber tomado el papel de mi escritorio…! ”
Incluso su voz adoptó un tono de otro mundo mientras la historia continuaba, pero su jefe solo la miraba con una expresión dudosa. Él eligió no jugar su juego y suspiró suavemente.
—Sabes, tu amor por los chismes también ha causado problemas a Tulle antes. Encuentra ese documento. No me importa lo que tengas que hacer.
—¡J-Jefe, le he dicho que no lo había perdido!
Misha insistía en que había puesto el papel en el centro de su escritorio.
Él se dio media vuelta y caminó hacia la oficina, ignorando a la chica que lo perseguía con una nueva oleada de lágrimas corriendo por su rostro.
***
En medio de los ecos de la voz de Misha…
Lejos de la oficina en el lado opuesto del pasillo desierto, algo se deslizó a lo largo.
La forma oscura se arqueó con un pequeño ruido y una capa negra se disolvió, aparentemente por el aire.
—……
La figura completamente envuelta en la tela oscura, Fels, echó un vistazo al trozo de papel que tenía en sus manos. Fue el documento presentado por el aventurero que Misha “perdió”.
Habiendo tomado el documento completamente desapercibido, el “fantasma” del que hablaba Misha ahora estaba leyendo todo lo que estaba escrito en él.
—Esto es… No puede ser…
Piso 24, enjambres de monstruos vistos… A medida que más y más detalles salieron a la luz, una voz andrógina murmuró en la oscuridad. En poco tiempo, el espacio debajo de la capucha cayó en un silencio conmocionado.
Fels metió el trozo de papel en la manga de la bata casi de inmediato.
—… Debemos jugar nuestras cartas.
Con eso, la capa negra una vez más se disolvió en las sombras.
El confidente de Ouranos desapareció en la oscuridad, y ningún alma lo notó.
***
Habían pasado dos días desde que Udaeus cayó a manos de la Princesa de la Espada.
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