Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 3

Capítulo 1: La Invitación de la capa Negra

Parte 1

— ¿Entonces eso significa que el período de adicción es relativamente corto?

—Sí. Los efectos en los niños que probaron  Soma desaparecieron y volvieron  a ser ellos mismos después de que dejaron de beberlo, ¿sabes?

Una conversación tuvo lugar en el primer piso de una mansión cuando el sol comenzó a deslizarse bajo el horizonte occidental. La noche había llegado.

La tenue luz que entraba desde más allá de las ventanas iluminaba a una mujer semielfa y a la diosa Loki durante una conversación en una habitación espaciosa.

Una invitada había llegado a la casa de la Familia Loki, Twilight Manor.

Su reunión tuvo lugar en un salón de recepción justo al lado de uno de los pasillos estrechos. Las muchas mesas redondas, sofás y sillones dentro estaban teñidas de naranja por la cálida luz. Una caja de música antigua y varias otras antigüedades se alineaban en la espaciosa habitación, a menudo utilizada por los miembros de la familia para conversar.

Había cuatro personas presentes: Aiz, Loki, Riveria y una mujer semielfa.

Aparentemente, su invitada era una conocida de Riveria, además de un empleado del Gremio. Para Aiz, sus gafas y el pantalón negro de su traje le daban un aire de inteligencia y, sobre todo, gracia y belleza. Lo más probable es que la mujer semielfa fuera unos años mayor que la propia Aiz. Por el momento, ella estaba sentada en un cómodo y regordete sofá.

La mujer parecía tener algo que discutir con la diosa de Aiz, Loki, mientras Riveria prestaba atención también. Las tres mujeres estaban sentadas alrededor de una mesa, conversando seriamente.

—–Sin embargo, a pesar de que Aiz estaba presente, ella no hizo ningún intento de participar.

No podría pedir disculpas, otra vez…

Ella estaba sentada en cuclillas encima de un sillón y se sentía bastante oprimida.

Aiz escondió su rostro a medio ver detrás de sus rodillas, que estaban envueltas en un vestido de una sola pieza de color blanco puro que estaba usando. Todo sobre su lenguaje corporal y comportamiento indicaba que estaba deprimida.

Ella siguió recordando la noche anterior en el fondo de su mente, sin poder escapar de su estado de ánimo sombrío.

Después de derrotar a Udaeus en el piso 37, Aiz se topó con un aventurero que se había derrumbado en el Calabozo, el conejo blanco con el que había esperado encontrarse nuevamente. Ella había salvado al chico de pelo blanco de un Minotauro que no había podido atrapar antes, y luego humilló al mismo muchacho poco después en un bar.

Aiz le había vigilado de forma inconsciente mientras lo protegía de los monstruos, todo el tiempo pensando que ella podría disculparse de una vez por todas. Esa era su mejor oportunidad hasta ahora… pero había fallado.

Cuando el chico se había ido corriendo tan rápido como un conejo asustado, la cruel realidad golpeó duramente a Aiz. Era exactamente lo mismo que después del incidente del Minotauro, como una repetición de esa pesadilla.

Él… ¡corrió alejándose de mí!

¡Después de que finalmente lo encontré, hizo todo lo posible para alejarse!

La palabra tristeza no hacía justicia a la angustia que sentía Aiz. Ella había tocado fondo. Ella había regresado a la casa de la Familia Loki con la cabeza baja. No era de sorprender que otros miembros de la familia no pudieran acercarse a Aiz después de ver su estado de ánimo, incluso Tiona y Tione siendo sus amigas no pudieron ayudarla.

Solo Riveria, la persona que la había acompañado hasta que descubrió al muchacho inconsciente, pudo lograr que se abriera. Incluso entonces, la voz de Aiz apenas había sido un susurro.

—… huyo de nuevo.

— ¿Qué?

—Él… huyo de nuevo…

—… ¡Keh!

Los hombros de Riveria claramente habían estado temblando. Thump!/ ¡Golpear! Aiz la había empujado, empujando ambas manos hacia adelante.

La cara de la elfa alta se había enrojecido por el momento, hasta que no pudo contener la risa por más tiempo. Aturdidos, Lefiya y los otros habían visto reír a la alta elfa, normalmente reservada y noble, como si no pudiera evitarlo. Probablemente fue la primera vez que vieron tal cosa. También fue la primera vez para Aiz.

—–Esto es culpa de Riveria…

Sniffle/Sollozos. Aunque Aiz no lo demostró, ella estaba al borde de las lágrimas.

No había dudas en su mente de que el chico había huido porque se había despertado con la cabeza en su regazo. Fue el asombro de despertar de esa manera con un extraño que había provocado al conejo un confuso pánico.

Eso fue. Tiene que ser eso. Todo es culpa de Riveria. Esas palabras se repetían una y otra vez dentro de su corazón cuando la niña interior de Aiz alzó los brazos y lloró a lágrima viva. Mientras abrazaba sus rodillas, Aiz regresó a ese estado infantil e hizo un puchero.

… ¿Soy… atemorizante?

Talvez, solo talvez… Una vez que ese tren de pensamientos comenzó, no había forma de detenerlo. No importa qué tan desesperadamente ella trató de desviar sus pensamientos de esa posibilidad, siempre regresó.

Era casi aterrador que el público la llamara “la princesa de la guerra”. Tal vez verla desmembrar un Minotauro justo ante sus ojos había hecho temblar de miedo al muchacho. Ella no pudo evitar sentir que también era su culpa que el chico estuviera empapado en sangre durante el incidente.

Incapaz de recordar los acontecimientos, Aiz cayó en una espiral descendente. En lo más profundo de su corazón, ella pintó la trágica imagen mental de un encantador y suave conejo blanco huyendo de la pequeña niña Aiz.

—- ¡El… tiene miedo de mí!

Aiz apretó su cuerpo con tanta fuerza que los demás pudieron oírla encogerse. Cuando la diosa Loki se puso de pie, ella gritó:

—Oye, Aizuu. ¿Cuánto tiempo te vas a torturar a ti misma?

Su conversación con la invitada debe haber terminado porque la deidad se dirigía hacia el sillón donde Aiz hizo un puchero. —Debe ser serio; murmuró Loki mientras sonreía rápidamente a la chica cuyo cabello dorado de alguna manera había perdido su brillo.

—Bien, entonces, ¿Qué tal si actualizo tu estado? No lo he hecho desde que volviste, ¿Sí?

—…Entendido.

Parecía que Loki hizo la sugerencia porque no podía dejar a la joven en ese estado, y Aiz asintió lentamente. Ella volvió a subir y se resignó a aceptar la idea de Loki, con el corazón todavía agobiado.

• ¡Je-je-je, ha pasado demasiado tiempo desde que tuve la oportunidad de disfrutar en tocar tu suave ..!

—Te cortaré si haces algo raro.

• ¿No estarás hablando en serio?

Se había convertido en un reflejo que Aiz advirtiera a la diosa sobre sus travesuras debido a su gusto por las mujeres, pero su tono serio hizo que Loki se encogiera de miedo. Con eso, Aiz salió de la sala de recepción. Se giró y le hizo una reverencia a Riveria y a la semielfa cuando salía.

No tuvieron que ir muy lejos para llegar a una habitación desocupada. Las mesas y sillas no utilizadas llenaron el espacio; incluso armas de repuesto y artículos sobrantes de su última expedición habían sido metidos allí. Eso no les dejaba mucho espacio a las dos, pero Loki logró sacar un asiento de este almacén improvisado y apretado.

Aiz le dio la espalda a la diosa y se sentó mientras desabrochaba los botones en la parte posterior de su vestido. Ella expuso su espalda desnuda a la deidad un momento después.

—Entonces, ¿No estás de humor para las bromas el día de hoy, eh, Aizuu? ¿En serio? ¿Qué pasó?

—… No es nada… Estoy… bien.

Loki se puso a trabajar, deslizando su dedo sobre la blanca piel expuesta de Aiz.

Aiz miró ligeramente hacia un lado y esquivó la pregunta. Riveria ya se había reído a su costa, y no estaba de humor para abrirse a nadie en este momento.

El chico… Bell… Ella no podía quitar su rostro de su cabeza. Toda la piel desde el cuello hasta las orejas se había vuelto de un rojo brillante muy rápido, era casi como si hubiera tenido una enfermedad incurable. Para que su expresión cambiara así, el chico tenía que estar increíblemente sorprendido con ella… tal vez.

Los dedos de Loki subiendo y bajando por la espada de Aiz podrían haber estado al otro lado del mundo. Sus sombríos pensamientos se merodearon a través de su mente.

—¿…?

Aiz sintió que los dedos se detenían en el medio de su espalda. Mirando sobre su hombro para ver qué pasaba, vio que Loki estaba temblando. Ella estaba a punto de preguntar cuál era el problema: cuando la diosa de repente levantó la cabeza y gritó a pleno pulmón.

— ¡AIZUU ES NIVEL SEIS…!

Su exaltación la domino, y Loki dejó escapar un gran grito. Cuando los aplausos de la diosa llegaron a los otros habitantes, un ruido confuso comenzó a surgir desde cada rincón de la mansión, como si se hubiera alcanzado un hito.

Mientras su deidad dejaba escapar un grito y bailaba como un niño, Aiz se volteó para mirarla. Ella había estado tan atrapada pensando en el muchacho que solo podía mirar con perplejidad.

***

Aiz Wallenstein NIVEL 5

Fuerza: D 555 → 564

Defensa: D 547 → 553   

Destreza: A825 → 827

Agilidad: A 822 → 824

Magia: A 899 → S 900

Cazador: G                             

Inmunidad: G                

Caballero: I → H

— ¡Aquí tienes! ¡Tú último estado de nivel cinco!

Loki rápidamente garabateó los detalles actualizados en una hoja de papel y se lo entrego a Aiz con un movimiento de su muñeca.

Si bien todas sus habilidades básicas estaban muy por encima del promedio, su magia se destacó del resto. Cuando los aventureros subían de nivel, su última actualización de estado mostraba normalmente Cs o Ds. Si se lograron, a menudo se estancaban en Bs. Prácticamente nadie logró la calificación más alta, S , y de hecho valió la pena celebrarlo.

Aiz miró fijamente la información en el pedazo de papel en sus manos.

—¡Puedes creer todo esto! Has obteniendo una Habilidad Avanzada esta vez! ¿No es genial, Aizuu? ¡No obtuviste una cuando llegaste al Nivel Cinco!

—… ¿Qué habilidad es?

—¡Regeneración! ¡La única que lo tiene es Riveria! No se desbloquearon más opciones entre las que puedas elegir, así que puedo seguir adelante y activarla, ¿No?

La excitación en la voz de Loki era evidente. Aiz la miró con la misma expresión distante antes de finalmente asentir con la cabeza.

Cuando Aiz dio a su diosa el visto bueno para elevar su estado, las ondas comenzaron a irradiarse intermitentemente desde el centro. Los jeroglíficos oscilaron entre caracteres rojos y grises en un ritmo constante y resplandeció silenciosamente con una luz fuerte.

Las estadísticas aguardaba las instrucciones de Loki, y ella deslizo sus dedos recorriendo a través de este en un instante. La diosa estaba casi burbujeando de alegría por la subida de nivel de su seguidor, pero todavía no lo había ocultado para Aiz.

AIZ WALLENSTEIN NIVEL 6

Fuerza: I 0 Defensa: I 0 Destreza: I 0

Agilidad: I 0 Magia: I 0

Cazador: G Inmunidad: G Caballero: H  Regeneración: I

Apenas habían pasado unos momentos después de que su nivel se completara cuando Aiz miró hacia un espejo de cuerpo entero apoyado en la esquina de la habitación. En lugar de esperar a que Loki se lo traduzca, Aiz se adelantó y miró por encima del hombro para leer su estado en su reflejo. Ella rápidamente descifró los jeroglíficos invertidos.

De hecho, su nivel había aumentado en uno, mientras que los puntos acumulados se habían agregado a sus habilidades básicas y los contadores se restablecían nuevamente. Finalmente, ella vio la ranura que contenía su nueva habilidad.

Regeneración es una Habilidad Avanzada que le permite a su Mente recuperarse constantemente. Incluso sin tomar un descanso extenso, su energía mágica se regeneraría poco a poco después de consumirla. Básicamente, las pociones mágicas ahora eran innecesarias para ella, siempre y cuando tuviera tiempo. Era una habilidad tan rara en los usuarios de magia, quienes entregan toda su energía durante una batalla, que llorarían lágrimas de alegría al adquirirla. Aiz no conocía a nadie además de Riveria con esta habilidad.

Lo más probable es que se desbloqueó porque siempre había usado a Airiel a lo largo de los años.

Sus constantes esfuerzos habían dado sus frutos, incluyendo su desempeño en Habilidades Básicas, así como toda la excelia que había acumulado.

—Así que derribaste a Udaeus tu sola. Hacer eso haría subir de nivel a cualquiera.

Loki puede que no sepa sobre la “gran hazaña” de Aiz. Si Riveria no le ha dicho nada directamente, entonces tenía sentido que Loki no lo supiera. Aiz no estaba de humor para hablar desde que regresó.

—Siempre eres tan imprudente.

Dijo Loki mientras apretaba felizmente las mejillas de Aiz. Pero poco después, ella ofreció un verdadero elogio.

—Felicitaciones, Aiz.

Después de que Aiz se volvió a poner el vestido, ella asintió mientras respondía con un —… Mhm; Incluso un extraño podía decir que su corazón no estaba en él.

—… No todos los días subes de nivel, ¿Por qué esa cara larga?

Loki inclinó su cabeza mientras le preguntaba. Solo entonces Aiz lo notó. Finalmente ella había avanzado al siguiente nivel, pero no la hacía sentir tan feliz.

A pesar de que había sido su mayor deseo el ser más fuerte. A pesar de que ella había esperado ansiosamente todo este tiempo.

Ahora, su anhelo por él cambió. En este momento solo, Aiz había olvidado su obsesión por la fuerza.

¿Por qué? ella pensó con curiosidad. Pero todo lo que podía ver en el fondo de su mente era que ese chico huía de ella aterrorizado.

Su corazón dolía de nuevo.

—… Hay algo más importante para ti ahora, ¿No es así, Aiz?

Loki sonrió con cariño mientras miraba el perfil abatido de la chica. Aiz levantó la vista una vez hacia su diosa sonriente y la miró.

… Podría no ser capaz de negarlo.

Desde que se conocieron, Aiz sintió como si hubiera estado pensando en ese chico cada momento libre que tenía. Incluso ahora, el simple hecho de entrar en contacto con él la había hecho feliz un momento y absolutamente deprimida al siguiente.

¿Qué está pasando? Puso una mano sobre su corazón palpitante. La pregunta no nació de la confusión, sino de un deseo inocente de comprender.

— ¡¿— Que?!

Loki había estado mirando a Aiz con un brillo feliz en sus ojos cuando de repente sus hombros se sacudieron.

— ¡N-no-no puede ser! ¡¿Estás enamorada?! Aizuu, ¿Es un hombre?

—¿…?

Aiz inclinó la cabeza. No tenía idea de lo que Loki estaba diciendo o de por qué su expresión había cambiado de repente. Como no podía conectar los puntos, ella llegó a la conclusión de que este era uno de los “ataques” de su diosa. La deidad mujeriega solía decir cosas que Aiz no podía entender. Las palabras de Loki fluyeron por un oído y por el otro.

¿Entonces qué hago ahora?

A pesar de todo, Aiz todavía se sentía muy deprimida.

¿Llegaría un día en que pudiera disculparse adecuadamente con el chico?

Aiz le dio la espalda a la diosa, quien continuó divagando unilateralmente. La cara del conejo blanco justo antes de salir corriendo volvió a su mente, y ella se desanimó una vez más.