Youjo Senki (NL)

Volumen 5

Capítulo 1: Avance Rápido

Parte 8

El MISMO DÍA, CUARTEL DEL KAMPFGRUPPE ‘SALAMANDRA’, HABITACIÓN DEL COMANDANTE.

Y así, Tanya se esconde, en el espacio que le ha sido designado para su uso personal, para pensar. Con café en la mano.

El aroma, fuera de lugar en un campo de batalla, flota sutilmente en la habitación del comandante del kampfgruppe. La suave fragancia de los granos arabica del Coronel Uger, fabricados sin alterar el sabor, está en el aire. Normalmente, ella mantiene los granos en refrigeración y bebe en pequeños sorbos para hacer que dure; este café es una rareza en su colección personal. Pero solo por hoy, lo está bebiendo como si fuera agua; ni siquiera lo está saboreando.

Lo que está mirando con un rostro son las transcripciones de los interrogatorios que hicieron los Tenientes Serebryakov y Grantz. Tanya estaba preparada para esto. Ella había predicho la conclusión del informe hasta cierto punto cuando ordenó el interrogatorio.

Aún así, no puede evitar rechinar los dientes. De cierta manera, hemos estado luchando contra los comunistas. Es por ello que hemos estado peleando para destruir el espíritu de los comunistas. Y lo seguimos haciendo.

Pero los soldados de la Federación están peleando por su país, debido al patriotismo.

“Qué tonta soy.”

Es imposible para Tanya humillarse a sí misma incluso si quiere hacerlo. Ella es así de tonta.  ¿Quién lo es? Yo. Yo lo soy.

¿Alguien pasa por alto el hecho de que estábamos peleando contra algo que no era lo que creíamos? ¿Un idiota que no entendía al enemigo? Sí, ese soy yo.

En ese momento, Tanya von Degurechaff grita en su habitación.

(Marce: Calmese mija.)

“¡Esos bastardos nos embaucaron!”

Hemos sido engañados.

“¡Malditos comunistas, de todas las cosas—de todas las cosas—tuvieron que llevarse nuestra causa!”

Usualmente, los comunistas critican sin parar el patriotismo. Claman que la verdad del mundo no está representada adecuadamente en el patriotismo, en realidad, es una guerra de clases, como se puede ver desde la perspectiva científica. ¡Qué descuidado de mi parte asumir que seguirían ese credo! La vergüenza es solo el comienzo de esto. Estoy tan enojada que quiero dispararle a mi antiguo yo.

“¡¿Por qué no me di cuenta de algo tan obvio?! ¡¿Cómo lo pude pasar por alto?!”

Soy consciente de que no estoy controlando mis emociones adecuadamente.

Pero… Hay momentos en los que solo quieres golpear la mesa y gritar. Estoy tan decepcionada de mi rudeza y mi terrible descuido.

Qué situación tan estúpida.

¡Debería haber sabido lo fácil que es para los comunistas deshacerse de sus políticas! Seguía preguntándome a mí misma cómo es lo que pude haber olvidado—así de grave es esto.

Inconscientemente, o tal vez simplemente cerró los ojos.

“Esto es lo peor.”

Tanya von Degurechaff maldice su fracaso.

Me engañaron.

Ahora no puedo burlarme de la gente que es engañada por la propaganda comunista. Ellos realmente me habían timado, lo que significa que no soy diferente de esos idiotas.

No, sé cómo trabaja el partido comunista, así que mi error es mucho peor… Soy simplemente incompentente. Este es el fruto de una estupidez injustificable. No importan las excusas que diga, no puedo engañar a mi corazón.

No debería haber estado analizando la situación en el territorio enemigo con una mirada tan frívola en mi rostro.

Tengo que oponerme a la ofensiva móvil.

El invierno ya ni siquiera es un problema.

Introducirse aún más en territorio enemigo, sólo unificará más al enemigo.

“¿Aniquilar a su ejército de campaña? Imposible”

En su lugar, necesito sugerir una alternativa. Y rápido—lo antes posible.

“Echémosle un vistazo a la historia. Hay muy pocos casos en los que un ejército regular, relativamente pequeño, pudo controlar las guerrillas… E incluso los casos de éxito son victorias parciales.”

En Vietnam, incluso los abrumadores recursos materiales del imperio estadounidense no pudieron resolver el problema. En Afganistán, los ejércitos soviéticos y estadounidenses demostraron lo difícil que es mantener el control en zonas montañosas. La única opción en épocas donde la ley de la guerra no existía, era quemar las ciudades rebeldes, como los mongoles.

Hoy en día tenemos las manos atadas.

Si buscas un ejemplo de contrainsurgencia que haya terminado en victoria, está el ejército británico en sus colonias en Malaya, pero esas eran colonias, así que…  ¿Hmmm?

“¿Colonias? Sí, colonias. Donde el estado soberano es la minoría. Puedes gobernar con una pequeña cantidad de personas a través del ejército, pero…”

Ohh, piensa Tanya, mientras es forzada a darse cuenta de que su cerebro está oxidado.

Es simple, ¿no es así?

Para ser completamente honesta, no hay necesidad de enfrentarse a todos.

“Vamos a dividir y conquistar.”

“Ho-ho-ho” Tanya se ríe porque lo tiene resuelto. Pero en cierto aspecto, es la simple verdad. Si logras dividir al enemigo, el número al que tienes que enfrentarte es más pequeño. Si lo hacemos bien, incluso podemos utilizar a algunos como aliados.

Para bien o para mal, la Federación es un estado multiétnico.

Si, bajo las lindas palabras ‘comunismo perfecto’ el partido está reprimiendo los movimientos de diferentes grupos étnicos…sería posible forjar una alianza. Si hablamos simplemente de las posibilidades, cualquiera de las minorías étnicas dentro de la Federación podría convertirse en aliados del Imperio.

“Después de todo, no queremos sus tierras. Francamente, el Imperio es como un ermitaño. Sus intereses no entran en conflicto con los grupos étnicos dentro de la Federación que quieren independencia.”

Así es como lo solucionaremos.

“¡Lo hice! ¡Encontré la respuesta!”

Todo lo que queda por hacer es seguir avanzando.