Youjo Senki (NL)

Volumen 5

Capítulo 2: Extraña Amistad

Parte 1

Un estado no tiene aliados eternos ni enemigos perpetuos

Solo sus intereses son eternos y perpetuos.

Dicho Prestado Del Tercer Vizconde Palmerston

15 DE SEPTIEMBRE DE 1926, CAPITAL IMPERIAL DE BERUN, OFICINA DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO IMPERIAL

En el momento en que la Coronel Tanya von Degurechaff ingresa a la Oficina del Estado Mayor, se dirige directamente a la oficina del Teniente General von Zettour, con quien tiene una cita.

Incluso describiéndolos generosamente, sus pasos no pueden llamarse ligeros. Por supuesto, el vuelo de larga distancia desde el este hasta la capital es agotador. Pero incluso la fatiga física de trasladarse entre aviones de transporte y volar ella misma durante parte del viaje no es nada comparado con su estado mental desgastado.

Por la ventana, el cielo está nublado.

Si Ser X está tirando de los hilos maliciosamente, entonces tiene una comprensión espantosamente buena de nuestra situación.

Realmente odio cuando el cielo está así. Expresa mi estado mental con demasiada precisión.

Pero si el cielo representa mis sentimientos actuales, ¿se aclarará en algún momento?

¿Llegará ese día eventualmente?

No, tengo que superar estos hechos.

 La Coronel Tanya von Degurechaff debe admitir su error como la verdad profundamente vergonzosa que es. Es humillante y un completo error, pero ella dudaría en ocultarlo.

Sólo las personas verdaderamente incompetentes ocultan sus errores.

Un tonto desesperado. Basura de gran tamaño. La ejecución por un pelotón de fusilamiento no sería un castigo suficiente. No importa qué palabras use, no son suficientes.

Los accidentes ocurren cuando los pequeños errores se ocultan repetidamente. Una organización que esconde pequeños errores eventualmente se verá afectada por un percance demasiado grande para ocultarlo.

Los humanos son criaturas que cometen errores. Si no admites tu error, ese error te aplastará.

Por eso, o más bien, “por lo tanto…” La única forma de lidiar con los imbéciles que esconden sus errores es dispararles. Me gustaría mucho dispararles a los trabajadores ineptos, pero sería mejor dispararle a los imbéciles que esconden errores.

Esa era una verdad evidente por sí misma.

Más que un dicho o axioma, es más algo probado por los humanos a través de la experiencia que la sociedad ha adquirido.

Aunque no sea perfecto, tengo un intelecto moderno. En lugar de ser la persona inútil que oculta su error, me veo en la obligación de ser la persona inútil que lo reporta.

Por lo tanto, incluso si la Teniente Coronel Tanya von Degurechaff se avergüenza, tiene que redimir su fracaso.

“Seré franca, General. Matamos a demasiados. Pero afortunadamente… no es tan tarde en el juego que tengamos que renunciar a cambiar la política.”

“Pensé que la guerra total se decidía por el peso de la pila de cadáveres enemigos.” Él tiene razón.

La comprensión del General von Zettour sobre la guerra total era completamente correcta.

No había mejor estrategia que apilar cadáveres enemigos.

Pero si las premisas cambiaban, también cambiaba la respuesta apropiada. Por eso tenía que informar del error que descubrió.

“Es como usted dice, señor. Pero creo que reducir el número de enemigos con palabras es más barato que usar balas.”

Si alguien es un enemigo, no hay nada que hacer más que matarlo. Pero eso es sólo si son realmente un enemigo.

Para bien o para mal, Tanya es partidaria de la racionalización. Si hay una opción de menor costo, esa es la correcta.

“Necesitamos tener en cuenta la situación de los recursos y la capacidad de producción del Imperio. Necesitamos repensar nuestro hábito de aprobar la dispersión indiscriminada de balas.”

Las palabras son una carga logística mucho más ligera que las balas.

Divide y vencerás.

 Lo primero que respalda ese gran principio son las palabras.

Las palabras, el lenguaje, los nombres y la propaganda desempeñaban un papel fundamental en el gobierno de las colonias que sólo-eran-partidarias-para-los-deportes-y-la- guerra, ¿verdad?

“Si no tenemos que enviarlos desde el imperio, entonces ciertamente es más barato.”

Teniendo en cuenta la mano de obra y los materiales que se utilizaban para hacer una sola bala, más los costos de transportarlas al frente, este era el enfoque correcto para preparar.

Desde la perspectiva de la logística, el Teniente General Hans von Zettour cree que la idea de Tanya está bien.

“Pero, Coronel. El problema aquí no es sólo el costo, sino también la utilidad.” Con la expectativa de resultados como condición.

“¿Utilidad, General?”

“Las balas tienen una función física. Los argumentos ideológicos no han sido muy efectivos en el campo… incluso con el Estado Mayor y el Mando Supremo trabajando juntos.”

Era natural que un soldado decente quisiera abrir una brecha en la hostil Federación. Sería más extraño no hacerlo.

El Ejército Imperial era un preciso aparato de violencia.

El Imperio estaba al pie del cañón cuando se trataba de hacer la guerra. Como parte de eso, el Estado Mayor había estado trabajando en los esfuerzos de pacificación desde las primeras etapas. El propio General von Zettour incluso había ordenado un estudio sobre la guerra psicológica e inspeccionado los resultados.

Pero honestamente, no hubo resultados. No habíamos tenido ningún éxito. Por eso, mientras admitía que entendía de dónde venía ella, Zettour declara:

“Francamente, Logos guarda silencio en tiempos de guerra.”

“General, ¿no cree que, a diferencia de la ley, el Logos puede ser escuchado durante la guerra?”

“… Quizás en teoría, pero ya sabe…” Su siguiente comentario era difícil de categorizar como afirmativo.

“Para ser sincero con usted, comenzamos con el mismo programa de pacificación anticomunista que usamos en el imperio casi inmediatamente después de que comenzara la guerra, pero… no hemos obtenido ningún resultado. Probablemente haya espacio para considerarlo una investigación, pero no está listo para ser considerado como una opción práctica.”

Logos, palabras, razón, lógica. Es aterrador, pero Zettour niega con la cabeza diciendo que no han sido fructíferos.

“¿Esfuerzos de pacificación anticomunista, señor?”

Esas palabras hablaban de cómo, aunque las palabras eran un arma, estaban lejos de ser perfectas. Ahhh. Tanya suspira mientras abre la boca.

Ese es un terrible malentendido.

 El arma conocida como palabras es completa. No, ella puede declarar que incluso ha sido probado en combate.

El Ejército Imperial y su Estado Mayor no se dan cuenta de eso debido a su inteligencia. Las personas inteligentes, debido a su intelecto superior, suelen ser víctimas de esta falacia. Las ilusiones que te atrapan porque eres razonable son muy insidiosas.

… Me he dado cuenta de que el conocimiento de los libros de texto es a menudo una fantasía porque alguna persona inteligente y razonable lo escribió pensando en personas razonables. Los humanos suelen ser prácticamente lo contrario de lo razonable.

“Sí. La Feldgendarmerie se está encargando de ella. Si está interesada, puedo darle los resultados de la verificación.”

“General von Zettour, predigo que ese es precisamente nuestro sesgo. Por favor, tire estos esfuerzos de pacificación anticomunista directamente a la basura.” Declara Tanya en voz baja, aunque le duele un poco que también fuera una prisionera del punto de vista anticomunista al principio.

Claro que lo hace.

Después de todo, ella misma estaba tan segura de que se enfrentaban a los comunistas que creía que era evidente. Pero debería haber sido profundamente escéptica y exigir pruebas para todo.

Sí, era necesario tratar los axiomas, las premisas evidentes y similares como supuestos.

Cometimos la locura de asumir que nuestros enemigos eran comunistas. En realidad, ni un solo soldado enemigo ha dado indicios de creer seriamente en el comunismo. Es una contradicción.

Deberíamos haber observado más de cerca y darnos cuenta. El precio por dejar que nuestras suposiciones nos nublen los ojos es enorme por un error ya enorme.

Pero ya me he dado cuenta.

Entonces tengo un deber como ser inteligente. El axioma no probado y la contradicción que ocurre en la realidad deben reconciliarse.

“No creo que la ideología importe siquiera un poco.”

Como Zettour la insta a explicar, la mirada en sus ojos es de confusión.

“No es la razón lo que es importante, General, sino las emociones de la gente.”

Como arma, las palabras funcionan como balas. Disparar donde no hay un objetivo es sólo una pérdida de recursos preciosos.

Un aparato de violencia debe utilizar sus armas con eficacia.

“Nuestros esfuerzos de pacificación no deberían ser algo que debilite su hostilidad hacia nosotros, sino algo que los divida.”

“¿Está diciendo que no es la ideología la que sostiene esta guerra?”

“Exactamente. El pilar del enemigo es el nacionalismo disfrazado de ideología. Estamos errando el blanco al criticar su ideología, por lo que tiene sentido que actualmente no estemos viendo resultados.”

Siguiendo lo que ha visto en el campo, Tanya había renunciado a los ataques ideológicos como balas desperdiciadas. Si tienes una contradicción que no se puede resolver, es casi seguro que sea un problema con tus premisas.

Si la base sobre la que estás construyendo tus suposiciones es incorrecta, debes admitir tu error a pesar de la vergüenza.

¿Por qué esperarías poder construir una estructura decente sobre una base podrida? Juro por mi intelecto moderno y mi racionalidad que no podría soportar la construcción de un edificio en ruinas para mostrar mi ineptitud como un masoquista. Para una persona decente como yo, eso sería un sufrimiento insoportable.

Es por eso que Tanya tenía que aceptar su vergüenza y decírselo a su oficial superior.

“Nuestra única esperanza es distinguir a los comunistas del resto. No seremos capaces de salirnos con la nuestra viendo al enemigo como comunistas.”

“Entonces, ¿divide y conquistaras?”

“¿Conquistar? General, ¿no va demasiado lejos esa broma? ¿Por qué diablos debería el Imperio tomar el control?”

Los servicios administrativos, por su naturaleza, no son una industria que genere ganancias.

Pero es cierto que, en un territorio ocupado, el gobierno militar debe realizar un mantenimiento mínimo del orden social, aplicación de la infraestructura, etc.

Hasta ahora, Tanya apenas había aceptado esas cosas como costos necesarios. Le irritaba admitir que era una emergencia donde las funciones del mercado estaban paralizadas, pero comprendía que por eso era necesario el mantenimiento.

Pero, agrega con convicción.

La decisión está fuera de discusión. La gestión a través del gobierno militar ya está imponiendo una carga excesiva a su organización. ¡¿Conquistar?! Si intentáramos hacer eso, el ejército se desintegraría. A partir de ahí, era un tiro directo a ser una corporación poco ética con poco personal.

“General von Zettour, si intentamos conquistar, nuestra organización militar colapsará por el agotamiento antes de que peleemos. Lo que necesitamos es un amigo maravilloso a quien podamos subcontratar.”

No había ninguna necesidad de que el Imperio conquistara. Cada uno a su oficio; la gestión del personal debía optimizarse.